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"RECORRIENDO EL LABERINTO" un proyecto multimedia de MANUEL CASTELIN
Nuestra experiencia vital es como un sendero a través de un laberinto misterioso que, de etapa en etapa, nos hace pasar sensiblemente por las estaciones de aprendizaje integral que todos precisamos vivenciar para realizarnos como seres humanos. El tema del Laberinto, muy tratado a lo largo de la historia por diversas culturas y artistas, ha subyugado a Manuel Castelin y se ha convertido en la columna vertebral de su obra durante 14 años, desde que visualizó su propia vida de artista nómada intercontinental como un ciclo continuo de etapas espirales, cuando se encontraba en el interior del laberinto verde de la Amazonia brasileira en 1989. Castelin concibe su Arte como una serie de procesos expresivos polimorfos que sirven para exteriorizar y representar de forma artificial o virtual nuestros complejos, invisibles ( y a veces indefinibles) procesos vitales interiores y reales. Existen tantas formas de Arte como individuos, pero ésta, la que le permite dar nombre o símbolo a los diferentes momentos de su "vivirse a sí mismo" (y por tanto para tomar auto-consciencia y para auto-organizarse), es la que más le interesa particularmente. Tanto más si se puede convertir en un juego conceptual de arte que sirva también a otras personas como mapa de eventos significativos en la ruta de sus propios caminos vitales.LA IDEA INICIAL Y SU DESARROLLO MULTIDISCIPLINAR: Lo primero que salió de su inspiración, de una manera espontánea (aunque como sentido resumen de una búsqueda de muchos años en los conceptos esenciales que son comunes a todas las culturas) , fue una colección de 24 signos visuales tipo ideogramas, cada uno la representación esquemática de un concepto-llave, que abría la puerta de toda una biblioteca temática de conceptos y significados relacionados. Eran los Doce Dobles o Archiglifos, que representaban los arquetipos fundamentales del conocimiento humano. Los Archiglifos aparecían como la semilla de un complejo sistema de conocimiento vital. Tratando de conocerlos, vivenciarlos y comprenderlos, Manuel Castelin los fue extendiendo en su reflexión artística, durante varios años, a un total de 110 signos o Glifos, los elementos del Gran Juego de la Vida. A medida en que el autor los iba conociendo, también los exteriorizaba mediante diferentes formas de la expresión artística contemporánea que le eran propias: Signos impresos en tinta sobre fondos abstractos, cuadros figurativos en acrílico, impresiones de imágenes compuestas en ordenador y sobrepintadas o texturadas, maquetas, esculturas hechas con cualquier material o textos poéticos en 6 idiomas (los cuales no son descripciones de los cuadros, sino cada uno de ellos un laberinto de palabras en sí mismo). Incluso creó un alfabeto ideogramático con los 24 Archiglifos, que servía para "escribir pintando" nuevos cuadros compuestos de una icoografía personal de signos distorsionados o entrelazados, en los que sus conceptos clave se combinaban sin cálculo "ad infinitum", dando total libertad al genio de la interrelación de todo. MATERIAL GRÁFICO: Una amplia muestra de todo este trabajo, así como el curriculum del autor, se pueden ver en el siguiente site web: http://www.oocities.org/castelines ESTRUCTURA Y CONCEPTO DEL LABERINTO: Esos 110 elementos se configuraron como un Sendero Espiral que abarca toda nuestra vivencia esencial, en lo que tiene de intensidad perceptiva. EL SENDERO LABERINTO es como un edificio 11 pisos de sentidas intensidades del ánimo, sostenido por tres columnas maestras, configuradas por los Archiglifos. Hay tres Archiglifos y siete Glifos en cada piso. -La base del Edificio Laberíntico está conformada por los 10 Perpetuos Esenciales, que también son los arquetipos básicos que dan forma a los elementos esenciales de nuestra psique en casi todas las culturas. -Por encima de la base, los dos pisos siguientes son las Faces del Ego o la Emocionalidad Elemental con la que nacemos y nos desarrollamos a lo largo de nuestras primeras etapas inconscientes, o la Legión de Minotauros que acechan en cualquier punto de nuestro Laberinto psíquico. Madurez Vital significa conocerlos y llegar a convivir con ellos, sin que nos estorben demasiado en el mantenimiento de nuestra paz interior ni en la consecución de nuestros objetivos. Sabiduría significa lograr armonizarlos, integrarlos e incluso convertirlos en aliados eficaces de nuestra auto-realización. -Los siguientes ocho pisos son las ETAPAS DEL SENDERO LABERINTO. Normalmente, en nuestra vida las subimos y bajamos azarosamente, como en el Juego de La Escalera. Sin embargo, vivenciadas con consciencia, las 8 etapas son toda una Escuela de Conocimiento (en el cual se incluyen la Madurez y la Sabiduría), que va desde la Estación Potencialidad hasta la Estación Maestría. Conseguida la Maestría en el Gran Viaje de la Vida, el sujeto de este juego artístico conceptual se convierte en "Ayudador" en la Estación 109, que contiene a la 110, igual que la 0, con lo cual, como el Uroboros, o Serpiente que se muerde la cola, el Sendero Vital vuelve a retomarse desde el principio, mas esta vez en calidad de ayudante del resto de los caminantes que lo necesiten. EL PROYECTO "RECORRIENDO EL LABERINTO" DESARROLLADO EN a) UNA GALERÍA DE ARTE, b) UN MUSEO, c) UN PARQUE ESCULTÓRICO:
a) EN UNA GALERÍA DE ARTE: Cada vez que se expone en una galería, el Laberinto se puede construir como una Instalación efímera diferente, de acuerdo con la forma del recinto, con la inspiración del momento y con los materiales más facilmente disponibles en la zona. La forma concebida por el autor, igual que todas las que exteriorizan su estilo, es multiadaptable, aunque su estructura y fondo esenciales, ya descrita, permanecen. La conceptualización y jerarquía de sus estaciones se destaca mediante objetos que, dentro del conjunto, se convierten en metáforas significantes de sus contenidos, con la libertad de sugerencias y convite a la participación imaginativa del espectador y al descubrimiento, a la que nos han acostumbrado los variados lenguajes del arte contemporáneo. Como una performance el día de la inauguración, el autor puede realizar un CONCIERTO SINCRÓNICO de media hora ante público. Castelin ha hecho conciertos sincrónicos en muchos países, se trata de un espectacular procesual creativo en el que el autor, al compás de un grupo de músicos que tocan en vivo, improvisa (sobre lienzo, sobre ordenador proyectado en pantalla grande o pared, modelándolos o sugiriéndolos con gestos y con un mínimo de palabras), diversos elementos artísticos de los que van a componer la exposición, y colocándolos de seguido en su lugar del conjunto.Iluminación y sonido, así como los vacíos, las sombras de la sala, el aprovechamiento al máximo de su arquitectura, decoración, ambiente y medios específicos, y el recorrido de entrada, reconocimiento y salida, son elementos muy importantes de la obra. Si la amplitud de la sala o sus múltiples espacios lo permiten, la instalación puede ir acompañada por una selección parcial de cuadros, signos pintados o recortados y colados sobre la pared o esculturas que representen las diversas estaciones del Sendero. Cada uno llevará su numeración y su título . Si se dispone de un espacio y de la tecnología adecuada, puede haber una proyección sobre una pantalla de un vídeo o de una secuencia informática de imágenes sobre el tema en su conjunto, separando bien lo que son explicaciones audiovisuales de la obra, y lo que es obra audiovisual en sí misma, en la que no hay explicación alguna, sino experiencia perceptiva, que más bien convida a plantearse cuestiones. A la salida de la exposición se expondrá sobre una pared el esquema general del Laberinto, y se colocarán a disposición de quien deseen hojearlos y adquirirlos, folletos o libros con los Textos del Laberinto. También son adquiribles los cuadros, dibujos o esculturas de la muestra. El conjunto de la obra será servido por un vídeo de presentación rodado previamente, y por otro, rodado durante la inauguración, que no contiene explicaciones, sino el registro procesual en sí, y que puede ser encargado por los asistentes. Se anunciará en un cartel que el vídeo será proyectado durante el resto de los días de exposición, y sus copias estarán a disposición de quien las desee adquirir. b) EN UN MUSEO: En un museo se puede repetir lo anteriormente relatado para la exposición en la galería de arte, aunque dándole mayor amplitud. Lo mejor sería que todo el recorrido se pudiese convertir, en sí mismo, en una continuidad laberíntica de espacios; cada uno, una representación ambiental simple o multidisciplinar del carácter de la Estación del Aprendizaje Vital a la que se refiere. Ideal si pudiesen estar representadas, a lo largo del recorrido, las 110 estaciones del Laberinto, que ya llenan un museo grande. Cuanto más grande el museo, tanto mayores pueden ser los elementos artísticos del detalle y del conjunto. La Instalación Laberinto se puede construir con materiales duraderos si el museo va a quedarse con ella, como parte de su acervo. Hay múltiples formas de construir el Laberinto, y la mejor es adaptarlo a las características del lugar donde va a permanecer. c) EN UN PARQUE ESCULTÓRICO: El Parque Escultórico del Laberinto consistiría en un Sendero para Caminantes, extendido en espirales concatenadas sobre un valle y un monte, en un espacio de bella naturaleza y amplias panorámicas de, al menos, 30.000 metros cuadrados de superficie. El sendero podría recorrerse en unas dos horas de paseo.El Laberinto Castelin, en forma de ocho, es adaptable a cualquier orografía, y lo hará aprovechando y realzando al máximo la belleza y la magia natural de sus recovecos y miradores, sin dañar su ecología. El concepto ideal de parque, para el autor, es aquél en el que no parece apreciarse la huella interventora del hombre; que existe, mas que fue ocultada todo lo posible. Cada cierto trecho, el sendero se abre a un espacio personalizado por una actuación sobre los elementos geológicos o botánicos del entorno, que ha realzado en él todo lo que lleva a crear un ambiente adecuado para la percepción de las características significantes de una estación del Sendero específica. Por ejemplo la estación "Apatía" tendrá un carácter ambiental diametralmente opuesto a la estación "Entusiasmo". En todas las estaciones que corresponden a los 24 Archiglifos y a los 10 Perpetuos Esenciales formará parte del ambiente una escultura representativa que, sin embargo, debe estar perfectamente integrada con el paisaje (como surgida casualmente de él) y compuesta con los materiales pétreos más propios de la zona, y en parte recubiertos de tierras, musgos y líquenes. En el resto de estaciones, cada glifo correspondiente estará grabado en una roca, o compuesto, por medio de piedras, en el suelo. Las formas variables del sendero sobre el que se camina, los elementos botánicos, las piedras, y el discurrir del agua y su sonido a lo largo del laberinto, serán especialmente cuidados. Las estaciones 100 a 108 del Sendero corresponderán a la parte más elevada del paisaje, y serán las que más amplias panorámicas visualicen. La estación 39, "Esclavitud", ocupará la depresión más profunda, mejor si puede ser una cueva o un pozo. La estación 81, "El Laberinto" reproducirá, en pequeña escala, y de tal manera que pueda ser apreciada desde arriba, la planta del conjunto del Parque sobre un amplio espacio de terreno. A la entrada y salida del Laberinto debería haber un edificio de recepción donde el público pudiese visualizar y adquirir mapas, guías, textos, fotografías, libros, posters, postales, vídeos y CD`s sobre el Laberinto, su estructura, su concepto y sus elementos artísticos. Ideal si el mismo edificio, u otro próximo, pudiese construirse como MUSEO LABERINTO, donde el Sendero se repetiría, bajo cubierto, como una galería laberíntica, mejor si subterránea, que recorriese, seguidos, los 110 cuadros. La estación 81, "El Laberinto", se abriría, en ella, a un amplio espacio de percepción multimedia.
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