De acuerdo con las pruebas de balística efectuadas por los investigadores del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas treinta y cuatro agentes de la Policía Metropolitana, organismo adscrito a la Alcaldía Mayor del alcalde Alfredo Peña, masacraron a personas durante los sucesos del 11 de Abril, en las inmediaciones del Palacio de Miraflores.
La información, conocida en medios ligados a la investigación, indica que los agentes que actuaron el día 11 de Abril durante el breve golpe de Pedro Carmona el breve y sus secuaces de la CTV, resultaron positivos a la prueba de balística del Cicpc, la cual se les practicó a fin de determinar si habían accionado algún arma, reaccionado positivamente a iones oxidantes presentes en elementos de prueba tales como nitritos y nitratos.
Otro aspecto de la investigación asegura que en la mayoría de las víctimas del 11 de Abril se hallaron plomos "rayados", con lo cual se pretendió impedir la identificación de las armas utilizadas, es decir, que los proyectiles extraídos de la mayoría de los cadáveres del día 11-A, como se pudo comprobar, fueron "rayados" antes de ser percutados". Esto implica que hubo una premeditación en el hecho. De acuerdo a esta investigación ya los plomos habían sido rayados a fin de que si los cadáveres fuesen investigados, no pudiesen ser identificados los causantes de las victimas del 11-12 de Abril.
Esto- de acuerdo con los resultados de la investigación- es una vieja técnica policial utilizada para durante la cuarta republica a fin de impedir que las armas involucradas en homicidios y otros hechos de sangre puedan ser identificadas, debido que " ese tratamiento en el plomo", impide la identificación de las estrías de los cañones que es como la cédula de identidad de cada armamento.
La fuente señaló, además, que en otras muertes acaecidas los días 12 y 13 de Abril, también se encontraron plomos "previamente tratados para no ser identificados", lo cual revela que hubo premeditación en la actuación de quienes desde la policía del alcalde Alfredo Peña obedecían ordenes de disparar sus armas y de esa manera las armas involucradas en la masacre del 11 de Abril no podrían ser identificados.
Todo señala que el alcalde Peña y su policía esta detrás de estos hechos. Todo parecer haber sido cuidadosamente planificado como todo el mundo lo suponía.
Finalmente reveló, que la casi totalidad de los muertos caídos el 11 de Abril en las inmediaciones del Palacio de Miraflores, residían en diversas zonas del oeste de la ciudad.
Recordemos que la filosofía del alcalde Alfredo Pena en contra de los sectores populares es: disparen primero y averigüen después lo cual se oculta tras la consignan “plomo contra el hampa”. |
