Dice que la pena debe ser proporcional al delito cometido, ya que en su tiempo el robo y otros delitos menores eran castigados con la pena de muerte.
Propugna la humanización de las cárceles. Éstas son tormentosas y castigan al hombre en forma inhumana. La pena capital se la realizaba públicamente y este hecho no incidía en la desaparición del delito. Es el primero en oponerse a la pena de muerte.
Propugna el derecho premial por la siguiente razón: si el Estado tiene derecho a castigar, entonces también debería premiar a quien tenga virtudes. El que no comete delitos debería tener honores.