ALMIRANTE DON MIGUEL GRAU |
Nació en la ciudad de Piura el 27 de Julio de 1834 a orillas del mar, que fue el ansia de su vida, cuyas olas sollozaron su tumba. Grau era un niño tranquilo y silencioso; quien sabe taciturno. Grau fue humano, sencillo, fiel cumplidor de sus deberes y de carácter recio. Fue grande y decidido en todo momento de su vida.
Grau demostró, desde muy pequeño, una acentuada inclinación a la vida marinera. Luego de su paso por la escuela naútica de Paita, su padre, a la sazón vista de Aduana de esa ciudad, lo embarcó a la edad de 9 años en el bergantín mercante granadino "Tescua". A partir de allí conoce los rigores y privaciones de la navegación y aprende de los secretos de su fiel amigo: el mar. En Agosto de 1853 se estableció en Lima y al año siguiente sirvió de Guardamarina en el vapor "Rímac" y posteriormente en el "Vigilante" y el "Ucayali".
Estando de alférez en la fragata "Apurímac" (1856) quedó envuelto en la rebelión que intentó Montero a favor de Vivanco, lo que le cuesta una dolorosa separación del servicio activo.
Reincorporado en 1862, estuvo en Europa al mando de la corbeta "Unión". En 1866, el nombramiento del norteamericano Jhon Tucker como jefe de la escuadra, provocó en los marinos peruanos natural indignación, siendo muchos de ellos, enjuiciados y suspendidos por insubordinación. Grau estuvo entre los sancionados aunque luego fue declarado inocente.
El 12 de Abril de 1867 contrajo matrimonio con Doña Dolores Cavero. Al año siguiente, el 27 de Febrero se le encomienda el mando del Monitor "Huáscar"
barco con el que habría de escribir las páginas más gloriosas de nuestra historia. El 4 de Agosto de 1876 tuvo que abandonar su buque pues la provincia de Paita optó por nombrarlo su representante ante el Congreso Nacional, llamamiento que se repitió en Julio de 1878. Era agregado al ministerio de Guerra y Marina cuando estalló el conflicto con Chile.El Huáscar, pabellón peruano en los mares del sur |
De inmediato se le destinó el mando del "Huáscar" y el 27 de Agosto de 1879 se le ascendió a la clase de Contralmirante de la Escuadra Peruana. El "Huáscar", navió de 1,130 toneladas se convirtió en verdadera pesadilla para los chilenos; más aún con la pérdida de la "Independencia" en Iquique. 21 de Marzo de 1879, se convirtió el monitor en un fantasma mortal que asolaba sus puertos y cortaba vías de abastecimiento.
Uno de los apologistas de Grau dice: "El "Huáscar" más parecía un ser viviente con vuelo de águila y astucia de zorro" Así fue, don Miguel Grau defendió, palmo a palmo, las costas peruanas. El ilustre almirante recorría el mar amenazando las costas enemigas, sembrando el espanto y el desconcierto, asombrando, y depositando lauros (triunfos) inmarcesibles (eternos) en el altar de la patria.
Súbitamente aparecía entre las naves enemigas, y, después de dejar el desconcierto, desaparecía como una sombra entre las brumas. Los chilenos le llamaban "El fantasma de los Mares". Chile no podía ganar la guerra mientras el valeroso "Caballero de los Mares" siguiera dueño del mar.
Así, el "Huáscar" fue rodeado por seis buques enemigos (Blanco Encalada, Matías Cousiño, Covadonga, Cochrane, O'Higgins y Loa) la mañana del 8 de Octubre de 1879. Uno de los disparos del Cochrane perforó la torre de mando, terminando con la vida de nuestro máximo héroe naval. Para sus contemporáneos, Grau poseía las cualidades que le hacían merecedor de la estimación pública; para nosotros, herederos de su gloria, representa la expresión máxima del valor y el orgullo nacional.
"La figura de Grau en esta guerra es un monumento de la historia de America. Grau es honra y gloria del Perú y del genero humano. Su ejemplo es fuente de elevación, de energías, de grandes y supremos pensamientos y estimulos. Su herencia es patrimonio de la raza americana." |