La Hermana Lucía, explica a Doña María de Miranda, su madrina, esta
devoción de los CINCO primeros sábados de mes, con una carta:
1 Noviembre, 1927; La Hermana Lucía escribió:
"Yo no se si tú ya sabes acerca de la devoción reparatoria de
los CINCO PRIMEROS SÁBADOS al Corazón Inmaculado de María. Como todavía
está reciente, me gustaría inspirarte a practicarla, porque es pedida por
Nuestra querida Madre Celestial, y Jesús ha manifestado un deseo de que
sea practicada.
También me parece que serías muy afortunada querida
madrina, no solo de saberla y de darle a Jesús la consolación de
practicarla; sino también de darla a conoce, y hacerla abrazar por muchas
otras personas. Consiste en esto:
"Durante cinco meses, en los PRIMEROS SÁBADOS,
recibir a Jesús en la Sagrada Comunión, recitar un Rosario, tener quince
minutos de compañia a la Virgen, mientras se meditan los misterios del
Rosario, y hacer una confesión".
"La confesión puede hacerse unos pocos días antes, y si en esta
confesión previa, has olvidado la intención (requerida), la siguiente
intención se puede ofrecer, siempre y cuando en el PRIMER SÁBADO uno
reciba la Sagrada Comunión en estado de Gracia, con la intención de hacer
reparación por las ofensas en contra de la Santísima Virgen, y que afligen
Su Inmaculado Corazón".
"Me parece, querida Madrina, que somos afortunados de poder darle a
nuestra querida Madre Celestial esta prueba de amor, porque nosotros
sabemos que Ella desea que se le ofrezca esto. En cuanto a mí, yo
reconozco que nunca estoy tan contenta como cuando llega el PRIMER
SÁBADO".
"¿No es verdad que nuestra felicidad más grande es pertenecerle
completamente a Jesús y a María, y amarles a ellos, y a ellos solamente,
sin reserva?"
"Esto lo vemos claramente en las vidas de los santos... Ellos estaban
contentos porque amaban, y nosotros, mi querida madrina, nosotros tenemos
que buscar de amar como ellos lo hicieron; no solamente para disfrutar a
Jesús, lo cual es lo menos importante "porque si no lo disfrutamos
aquí abajo, nosotros lo disfrutaremos al arriba", sino para darles a
Jesús y María la consolación de ser amados... y que a cambio de este amor
ellos podrían salvar muchas almas."
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