JUAN PABLO II ha dedicado su papado a
María. Su lema "Totus Tuus"
ilustra la consagración de su vida a la
Santísima Virgen, que tuvo lugar
cuando él
era obispo. El Cardenal Karol Wojtyla dijo en 1977:
«Estamos ante la
confrontación histórica más grande de la humanidad. No creo que los
grandes sectores de la sociedad se hayan dado cuenta. Estamos a las
puertas de la confrontación final.»
SOBRE EL TERCER SECRETO
"Cuando Juan Pablo II estuvo en Fulda,
durante su visita a Alemania,
del 15 al 19 de
noviembre de 1980, le hicieron algunas preguntas respecto
al
Tercer Secreto de Fátima, y sobre el futuro de la Iglesia.
Uno
de los presentes documentó la entrevista; los nombres de los
testigos están en las oficinas de la revista "Vox Fidei".
–
"¿Qué hay del Tercer Secreto de Fátima?, ya
debía haber sido publicado en 1960."
R:
«Debido a su impactante
contenido, y para evitar que el poderío mundial del comunismo interfiriera en los asuntos de la Iglesia,
mis predecesores proporcionaron información confidencial de
manera diplomática. (1) Además, debe bastar a cada cristiano
saber lo siguiente: "Cuando
ustedes leen que,
los océanos
inundarán continentes, que millones de personas morirán
repentinamente en pocos minutos..."; y si esto es conocido, en
realidad
no es
necesario pedir la publicación de este secreto.
Muchos lo quieren conocer solo por curiosidad, y por
sensacionalismo, pero olvidan que saber implica también
una responsabilidad. Pero solo
desean satisfacer su propia curiosidad. Esto es peligroso cuando al mismo
tiempo no
quieren hacer nada; y dicen: "¡Es inútil hacer algo para
mejorar la
situación!" Entonces el Papa tomó el Rosario
y dijo: "¡Aquí esta el remedio
para esta enfermedad! Oren, oren y no hagan más
preguntas. Encomienden el
resto a Nuestra Señora".»
(1)
La versión diplomática
del Tercer Secreto, que era muy conocida.
–
"¿Qué pasará con la Iglesia?"
R: «Debemos
estar preparados para enfrentar grandes pruebas que
podrían exigir hasta el sacrificio de la propia vida por
Cristo. Las pruebas podrían ser atenuadas por medio de sus oraciones
y de las
nuestras, pero no podrán evitarse, porque solamente por
este medio podrá
llevarse a cabo una verdadera
renovación de la Iglesia. Tal como ya ha
ocurrido muchas veces, que la Iglesia surgió nuevamente, por
medio de la sangre. Tampoco será
diferente en esta ocasión. Seamos fuertes y
preparémonos
teniendo fé en Cristo y en su Madre. Oremos mucho y recemos
con frecuencia el
Santo Rosario.»
(Publicado en
"Chiesa Viva" N° 112,
Brescia, Italia; "Sol de
Fatima" N° 82, Santander, España; "Stimme des Glaubens",
"Vox Fidei" Nº 10, 1981;
quienes aseguran conocer a la persona que hizo el reportaje.)
SOBRE GARABANDAL
Juan Pablo II. sabía que las apariciones
de
Garabandal
son de primordial importancia. Pidió a su secretario, Mons.
Stanislaw Dziwisz, escribir a Albrecht Weber, autor de un libro en
alemán sobre Garabandal:
«Que
Dios te recompense por todo. Especialmente por el profundo amor con que estás dando a conocer los hechos de Garabandal.
Que el
mensaje de la Madre... sea acogido en los corazones antes de que sea
demasiado tarde. Como expresión de gozo y gratitud el Santo Padre te da su
Bendición Apostólica.»
El Papa
añadió un saludo personal.
EN FÁTIMA
El 13 de Mayo de 1981, durante una audiencia papal en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo
II se agachó hacia una niña que vestía un hábito de Nuestra Señora
de Fátima. En ese preciso momento, Mehmet Ali Agça, le disparaba
dos tiros hacia la cabeza desde muy cerca.
Si no se hubiera vuelto hacia la niña esas
dos balas le hubieran atravesado el cráneo matándolo
instantáneamente. Agça disparó nuevamente
impactando al Papa en el abdomen.
Juan Pablo II estaba convencido que
se salvó por intercesión de la Virgen.
Leyó los Secretos de Fátima, e instruyó al Obispo Pavel
Hnilica, a fin de enviar a todas las iglesias documentación de los
hechos de Fátima.
Mientras el Papa se encontraba en el Policlínico, relató su
testimonio del inexplicable fenómeno del sol. Dijo haber recibido una
visión del futuro en relación con el Tercer Secreto. ¿Cual era el contenido de su visión?
Monseñor Hnilica narró que, al salir del Policlínico,
el Papa le dijo: «Acabo de
comprender que la única manera de salvar al mundo
de la guerra,
salvarlo del ateísmo, es la conversión de Rusia y del
mundo, de
acuerdo al mensaje de Fátima.»
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