CIUDAD DEL VATICANO, 3 julio 2001.-
¿Por qué se apareció la Virgen María en un
pueblo perdido de Ruanda? Esta es la pregunta que surge tras la
declaración del obispo de Gikongoro, Augustin Misago, distribuida por la
Santa Sede, en la que confirma la veracidad de las videntes de Kibeho.
El profesor Stefano De Fiores, miembro de la
Academia Pontificia Mariana Internacional, responde a esta pregunta, en
declaraciones al diario italiano, subrayando los elementos comunes de las
revelaciones de la Virgen en Ruanda con los de otros lugares: «llamamiento
a la oración, a la conversión, y al ayuno. Pero sobre todo es importante
el mensaje de la reconciliación».
En realidad, la teología católica no cambia
tras la aprobación diocesana de las apariciones de Ruanda, pues,
... «Jesús es la Revelación. ...
Las apariciones, como decía santo Tomás, tienen que ser
comprendidas en el ámbito de los carismas, especialmente del de profecía,
que se ofrece para el comportamiento moral y para la vida espiritual».
«No se amplía la lista de verdades --concluye De Fiores--, sino que
se da un empujón a la Iglesia, a la comunidad. Para
prepararse a los tiempos que vendrán que pueden ser difíciles».
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