Santa Faustina Maria Kowalska, "apóstol de la
Misericordia Divina", como la llamó Juan Pablo
II, nació en Glogowice, cerca de Lodz -Polonia-, el 25 de Agosto de
1905; en el seno de una familia cristiana, humilde y pobre.
Empezó a trabajar de empleada doméstica a los 16 años. Estando en un baile, con su hermana, tuvo una experiencia sobrenatural,
una visión de Jesús vestido de harapos y cubierto de heridas, y le dijo:
"¿Cuánto tiempo hace que te estoy esperando y tú me pones siempre a un
lado?".
No pudo seguir bailando, y achacando dolor de cabeza, se dirigió a la
Iglesia de San Stanislao, a rezar. Estando en oración escuchó estas
palabras: "Ve a Varsovia, allí entrarás en el convento".
Y así, siguió esa voz interior.
MUY POBRE Y HUMILDE
Tuvo muchas dificultades; era muy pobre y no tenía la dote necesaria,
siendo rechazada en varios conventos. Aconsejada y ayudada por un
párroco trabajó en casa de una señora muy devota, hasta
que reunió la dote necesaria.
El l 2 de agosto de 1925, a los 20 años de edad, entró en la
Congregación "Hermanas de la Caridad de la Madre de Dios", "Magdalenas", dedicadas a formar a muchachas moral y
materialmente necesitadas.
Pero algunas semanas después de haber entrado tuvo la tentación de irse
del convento. Fué en busca de la Madre Superiora y al no encontrarla,
volvió otra vez a su celda. Estando en su cuarto tuvo una visión de
Jesús, venía con el rostro destrozado y cubierto de llagas. Ella
le preguntó:
"¿Jesús quién te ha herido tanto?" Jesús le contestó:
"Esto es el
dolor que me causarías si te vas de este convento. Es aquí donde te he
llamado y no a otro. Y tengo preparadas muchas gracias para tí."
ALMA VICTIMA
Santa Faustina sufrió mucho, muchas luchas interiores, y sintiendo como
un abandono y una desolación interior. (Seguramente era demasiado severa
y exigente con ella misma.) Durante su tercer año de noviciado le fué
revelado que ella era un alma víctima, y lo que era ser Alma
Víctima.
Santa Faustina anotó en su diario:
"El sufrir es una gracia grande; a través del
sufrimiento el alma se hace
como la del Salvador; en el sufrimiento el
amor se cristaliza, mientras
más grande el sufrimiento más puro el amor". -Diario Nº 57.
Estando en meditación, Dios reveló a Santa Faustina todo lo que ella
tendría que sufrir: falsas acusaciones, la pérdida del buen nombre, enfermedad, y mucho más. Cuando la visión terminó un sudor frío bañaba
su frente.
Jesús le dijo: "Si
ella no daba su consentimiento, no sufriría todo eso, mismamente así, El
no disminuiría sus Gracias para con ella, y seguiría manteniendo una
relación íntima con ella; y la generosidad de Dios no disminuiría para
nada".
ACEPTA LA VOLUNTAD DE DIOS
Sor Faustina, generosamente, consciente de la gran obra que dependía de
ella, (ser el apóstol de la Misericordia Divina), consintió libremente al
sacrificio (alma víctima), en completo uso de sus facultades. Después escribió en su diario:
"De
repente, cuando había consentido hacer el sacrificio con todo mi
corazón
y todo mi entendimiento, la presencia de Dios me cubrió, me
parecía que
me moría de amor a la vista de su mirada."
Durante la Cuaresma de ese mismo año, 1933, experimentó en su
propio cuerpo la Pasión del Señor, recibiendo los estigmas,
invisiblemente. Únicamente su confesor supo de ello. Ella lo narra así:
"Un día durante la oración, vi una gran luz y de esta luz salían rayos
que me envolvían completamente. De pronto sentí un dolor muy agudo
en
mis manos, en mis pies, y en mi costado, y sentí el dolor de la corona
de espinas, pero esto fué sólo por un tiempo bien corto"
Santa Faustina murió de tuberculosis,
el cinco de octubre de 1938. Había sufrido mucho gran parte de su
vida, tanto espiritual como físicamente. El funeral tuvo lugar dos días más
tarde, un primer viernes de mes.
DON DE LA PROFECIA
Tenía el don de profecía, veía con claridad el futuro de las almas, y
los acontecimientos. Anunció ocho años antes la segunda guerra mundial,
y que Varsovia sería bombardeada; así como el año y día de su muerte.
Santa Faustina propagó la devoción a la
Divina Misericordia escribiendo en un diario ("Diario: La Divina Misericordia en
mi alma"), las revelaciones de Jesús.
Las dificultades que tuvo que soportar fueron muchas y muy grandes.
En 1935, Santa Faustina le
escribió a su director espiritual:
"Llegará un momento en que esta obra que Dios tanto recomienda
parecerá
como (si estuviera) en la ruina completa, y entonces, la acción
de Dios
seguirá con gran poder, que dará testimonio de la verdad. Ella
(la devoción), será un nuevo esplendor para la Iglesia". -
Diario Nº 378.
Y así sucedió: El 6 de marzo de 1959 fué prohibida la devoción.
APROBACIÓN ECLESIÁSTICA
- El 15 de abril de 1978, después de un largo y
detenido estudio, la Santa Sede permitió otra vez la práctica, después de haber estado prohibida terminantemente
durante 19 años.
El artífice fué el Cardenal Karol Wojtila, arzobispo de la diócesis de
Cracovia, donde vivió Sor Faustina, quien estaba convencido de su
veracidad. Meses más tarde, el 16 de octubre de 1978 el Cardenal Wojtila
sería elegido Papa, tomando nombre de Juan Pablo II.
Sor Faustina murió
el 5 de octubre de 1938, por la larga enfermedad de tuberculosis,
resaliendo sus virtudes heróicas: su abnegación, dedicación, y paciente
sufrir.
El funeral dos días más tarde, un primer viernes de mes.
Fué
elevada a los altares por el Papa Juan Pablo II, el 30 de abril del 2000, siendo la primera
canonización del año jubilar.
DEVOCIÓN PREFERIDA DE JUAN PABLO II.
En 1997 Juan Pablo II hizo una peregrinación
a la tumba de Santa Faustina, a quien el Papa llamó "Gran apóstol de
la Misericordia"; y dijo:
"El mensaje de la Divina Misericordia siempre ha estado cerca de
mí como
algo muy querido; en cierto sentido forma una imagen de mi
Pontificado."
Ya en 1981, en el Santuario del Amor
Misericordioso en Collevalenza, Italia, declaró que desde el principio
de su ministerio, había considerado el mensaje de la
Divina Misericordia como su "tarea especial"
que le fue asignada por Dios "en la situación actual del hombre, de la
Iglesia y del mundo".
Juan Pablo II habla en cuatro de sus encíclicas del año 2000 como del
"Nuevo Adviento", y subraya que ya estamos viviendo en un tiempo especial
de preparación para la nueva Venida del Señor.
Insiste en que...
"Imploremos en esta hora de la historia la misericordia de Dios en
favor de
la humanidad... implorémosla en esta difícil, crítica fase de
la historia de la
Iglesia y del mundo, mientras nos acercamos al final
del segundo Milenio"
-Rico en
misericordia, 15.
Entre las REVELACIONES más importantes que
tuvo Santa Faustina, expuestas en su "Diario: La Divina Misericordia en
mi alma", se encuentran:
"Quiero a Polonia de una manera especial. Si
es fiel y dócil a mi voluntad,
la elevaré en poder y santidad, y de ella saltará la chispa
que preparará al
mundo a mi última Venida".
La Santísima Virgen María
también le habló a Santa Faustina sobre la
urgencia e importancia del mensaje dado por su Hijo:
"Tú debes hablar al mundo de Su gran misericordia y
preparar al mundo
para su Segunda Venida. Él vendrá, no como un Salvador
Misericordioso,
sino como un Juez Justo. ¡Oh, qué terrible es ese día!
Establecido está ya
es el día de la justicia, el día de la ira divina.
Los ángeles tiemblan ante
ese día. Habla a las almas de esa gran
misericordia, mientras sea aún
el tiempo para conceder la misericordia". -Diario Nº
635.
Jesús sentencia...
"Antes de venir como juez, vendré primero como Rey de Misericordia.
Precediendo el día de la justicia, habrá una señal en el Cielo, dada a
los
hombres. Toda luz será apagada en el firmamento y en la Tierra.
Entonces aparecerá venida del Cielo la señal de la Cruz, de cada una de
mis llagas de las manos y de los pies saldrán luces que iluminarán la
Tierra por un momento".
Nos avisa...
"Habla
al mundo de mi Misericordia; que toda la humanidad conozca mi
insondable Misericordia. Es la señal de los Ultimos
Tiempos, después de
ella vendrá el día de la
Justicia."
-
Diario Nº 848.
Y nos llama...
"Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión
y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi
Misericordia."
-
Diario Nº 1109.
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