San Charbel Majluf, ermitaño de rito maronita; su fiesta se celebra el tercer
domingo de julio. Le son atribuidos muchos milagros, curaciones y
prodigios.
Yousef Makjluf nació Nació
el 8 de Mayo 1828 en Beka'kafra (Libano.)
Murió en el convento de
Annaya, el 24 de Diciembre 1898, en Líbano.
Fué canonizado por el Papa Pablo VI, el día 9 de Octubre de
1977.
San Charbel es uno de los
Santos más impresionantes y prodigiosos del Siglo XX. Alcanzó gran
celebridad después de su muerte, por los asombrosos
prodigios que se sucedieron
en su tumba;
gran
cantidad de milagros ocurren por su intercesión.
Dios ha
querido manifestar su gloria por medio de este humilde ermitaño.
Numerosos
milgros y prodigios ocurrieron por medio de su intercesión:
Durante
cuarenta y cinco noches brilló una luz muy
intensa en su tumba, presenciada por muchos pueblerinos, y
gentes del lugar. El pueblo sencillo le
veneraba como santo, aunque la jerarquía, y sus mismos superiores,
prohibieron su culto formal, mientras la Iglesia no pronunciara su
veredicto.
Ante tan maravilloso portento,
finalmente se procedió a la exhumación de su cuerpo, cuatro meses
después, para examinar el fenómeno. El Padre Charbel había
sido enterrado sin ataúd, como recomienda la regla de su orden:
"Encontraron su
cuerpo flotando en el barro en una tumba inundada de agua, incorrupto, como cuando estaba vivo, y
aún continúa flexible y en perfecto estado.
Se mantiene
incorrupto, suda sangre; emite constantemente un bálsamo perfumado
que ha sido reconocido como verdaderamente prodigioso".
Muchos
milagros acontecen por la intercesión de este Santo
muy conocido en
Medio Oriente. La devoción a
San
Charbel Makhluf se propaga en la actualidad muy rápido por el
aumento de milagros atribuidos a su intercesión.
San Charbel Makhluf era gran amante
de la Eucaristía y de la Santísima Virgen. Fué un jemplo de vida
consagrada y de ermitaño. Es
particularmente venerado en México, a partir de la
inmigración maronita que comenzó en el siglo XIX.
Dios ha querido manifestar su gloria por medio de este humilde
ermitaño. Gran cantidad de milagros ocurren por su intercesión.
SU INFANCIA
San Charbel Makhluf era el quinto
hijo de Antun Makhlouf y Brigitte Chidiac, una piadosa familia
campesina. Recibió por nombre Yusef (José), en la pila bautismal. A
los tres años el padre de Yusef fue inscrito en el ejército turco, en
la guerra contra los egipcios, y muere cuando regresaba a casa. Su
madre cuida de la familia siendo gran ejemplo de virtud y de fe. Pasado un tiempo, ella se casa de nuevo
con un hombre devoto quien eventualmente será ordenado sacerdote.
En el rito maronita, hombres
casados son elegibles al sacerdocio. Yusef
ayudó a su padrastro en el ministerio sacerdotal. Ya desde joven era
ascético y de profunda oración. Fué pastor de ovejas, y amante de la
soledad y del retiro.
Se retiraba con frecuencia a una cueva que
descubrió, para orar. Los otros jóvenes pastores se burlaban de él
por ello. Dos de sus tíos maternos eran ermitaños de la Orden Libanesa
Maronita. Yusef acudía a ellos con frecuencia.
VOCACION ERMITAÑA
San Charbel sentía la vocación religiosa, y
ermitaña; una vez escuchó la voz del Señor:
"Deja
todo, ven y sígueme." Así, una mañana del año
1851 se dirigió al convento de Nuestra Señora de Mayfouq,
donde fué recibido como postulante. Escogió como nombre de
consagración Chárbel.
Poco
después lo enviaron al Convento de Annaya, donde profesó los votos
perpetuos, en el año 1853. Más tarde marchó al Monasterio de San
Cypriano de Kfifen, y allí realizó sus estudios de filosofía y
teología, llevando una vida ejemplar de obediencia y oración y
sacrificio.
San Charbel Makhlouf fué ordenado
sacerdote el 23 de julio de 1859 por Monseñor José al Marid, bajo el
patriarcado de Paulo Massad. Al poco tiempo regresó al Monasterio de
Annaya por orden de sus superiores.
Allí pasó muchos años de vida
ejemplar, oración y apostolado;
al cuidado de los
enfermos, el pastoreo de almas y trabajos muy
humildes. Recibió autorización para retirarse como ermitaño,
el 13 de febrero de 1875. Desde ese momento hasta su muerte, la
víspera de la Navidad del año 1898, se dedicó a la oración (rezaba 7
veces al día la Liturgia de las Horas), la ascésis, la penitencia, y
el trabajo manual. Comía una vez al día y llevaba silicio.
MUERTE
DE SAN CHARBEL
El P. Chárbel Makhlouf murió el 24 de Dicciembre de
1898; fué enterrado sin ataúd, como recomienda la
regla de su orden. Cuatro meses después de su
muerte fué encontrado su cuerpo flotando en el barro en la tumba
inundada.
Era tiempo suficiente como para permitir al menos
una putrición parcial del cuerpo. Dios quiso señalar a este santo
por numerosos prodigios.
Su cuerpo se mantiene
incorrupto y suda sangre. En su tumba ocurrieron prodigios de luz
constatados por muchas personas. El pueblo sencillo le veneraba como santo, aunque la jerarquía,
y sus mismos superiores, prohibieron su culto formal mientras la
Iglesia no pronunciara su veredicto.
BEATIFICACION Y CANONIZACION
Dado al
constante
culto del pueblo, el Superior General, Ignacio Dagher
solicitó al Papa Pío XI en 1925, la apertura del
proceso de beatificación del Padre Chárbel, culminada durante la
clausura del Concilio Vaticano II, el 5 de diciembre, de 1965.
El Papa
Pablo VI dijo:
"Un ermitaño de la montaña libanesa
está inscrito en el número de los Bienaventurados. Un nuevo miembro de
santidad monástica enriquece con su ejemplo y con su intercesión a
todo el pueblo cristiano. El puede hacernos entender, en un mundo
fascinado por las comodidades y la riqueza, el gran valor de la
pobreza, de la penitencia y del ascetismo, para liberar el alma en su
ascensión a Dios".
El 9 de octubre de 1977, durante el Sínodo Mundial
de Obispos, el Papa Pablo VI canonizó al
Padre Chárbel Majluf,
con la siguiente proclama:
"En honor de la Santa e Individua Trinidad,
para la exaltación de la fe católica y promoción de la vida cristiana,
con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados
apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, después de madura deliberación y
tras implorar intensamente la ayuda divina... decretamos y definimos
que el beato Chárbel Majluf es santo, y lo inscribimos en el catálogo
de los santos, estableciendo que sea venerado como santo con piadosa
devoción en toda la Iglesia. En el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo."