BARRANCO GORGOL

Este curioso y divertido barranco lo forma el río Aguilero antes de verter sus aguas en el embalse de Búbal, es un descenso de 250 metros de longitud y presenta un desnivel de unos 80 metros (dependiendo del punto en el que se introduzca en el río) pero es muy entretenido, ya que reune las cualidades de los grandes barracos del Pirineo, pues tiene, rápeles, pozas, toboganes, oquedades,... por lo que será difícil que el barranco disguste, eso si, es necesario saborearlo poco a poco, ya que su longitud es pequeña y se puede quedar con las ganas de haberlo disfrutado más.

Las épocas para realizar el barranco son primavera, verano y otoño, aunque la óptima es verano, en que las temperaturas son más altas, aunque presentando especial atención a las tormentas y crecidas. Y la mañana siempre es más recomendable, auque el recorrido es corto segozará del sol y de mayor luz corto segozará del sol y de mayor luz.

Por la carretera que cruza el valle de Tena, a la altura del embalse de Búbal, se encuentra a la izquierda un desvío que conduce a Piedrafita de Jaca, se sube por una carretera en zigzags y ya cuando deja de subir a la derecha, cerca ya de Piedrafita, aparece una pista de tierra que se tomará, a pocos metros se aparcará el coche, cerca del puente del Betato, que conduce hasta Tramacastilla, se puede acercar para observar el punto en que finaliza el barranco.

En el lugar que se ha dejado el coche, aparece una senda a la izquierda que conduce al hayedo del Betato, está indicada con letreros de madera, o al menos el verano del 98 estaban, se sube por el sendero, y pronto se encuentra una bifurcación, también indicada con letreros, se tomará la senda de la derecha, siguiendo por ésta en subida, se tomará el primer desvio que se encuentre a la derecha, se baja con cuidado por una ladera de fuerte desnivel hasta el rio, en una confluencia de torrentes. Si se quiere evitar este fuerte descenso, se puede continuar más arriba por la senda hasta encontrar otro desvío con menos pendiente, aunque claro está que se tendrá que andar por el rio entre piedras hasta la confluencia. El tiempo que lleva desde que se deja el coche hasta alcanzar el inicio del barranco es de unos 20-30 minutos.

Una vez abajo simplemente es necesario seguir el cauce, no tiene pérdida, además es un barranco completo que tiene de todo un poco, toboganes, destrepes... y un bonito entorno. Es de destacar un divertido tobogán situado a mitad de recorrido, allí se puede tirar uno sin ninguna dificultad, sólo hay que tener precaución de tener los brazos bien pegados al cuerpo ya que al final hace un giro brusco a la izquierda y si se llevan sueltos se puede hacer daño. También se puede poner una cuerda en el anclaje de la zona superior para poder volver a subir y repetir el tobogán. Otra opción es desde arriba del tobogán dirigirse unos metros a la izquierda por la pared hasta encontrar un pequeño alero que permitirá dar un gran salto a la poza de abajo (es necesario controlar el agua que hay).

Un poco más adelante se encontrará un pequeño destrepe de unos 6 metros, es necesario poner una cuerda y rapelar, ya que la roca se junta y deja un estrecho pasillo bastante resbaladizo, además dependiendo del caudal el agua empujará con fuerza. Así que con la cuerda se bajará sin ningún problema ni dificultad a la poza en la que se vuelve a estancar el agua.

Después de andar un poco se ve que el agua desaparece, en realidad se ha llegado a la cascada final, un cortado en el caude que arroja el agua metros abajo. Este es el último rapel, a la izquierda se encuentran varios anclajes (unidos por cadenas para mayor seguridad por si se rompe alguno) en donde se pasará la cuerda, el rapel es de unos 15 metros, una vez que se ha colocado para el descenso queda la cascada a la izquierda, será necasario un despazamiento por la pared hacia la derecha para superar el relieve de la roca y desde allí, ya en buena posición sólo quedará realizar el rapel totalmente aereo.

Se tiene que tener cuidado en el punto en el que se deja la cuerda ya que estamos al lado de la cascada y dependiendo del caudal puede succionar. No hay que olvidar la belleza del lugar. Se nadará por la poza y trás un pequeño tobogán y poza se llega al caos de rocas junto al puente del Betato, sólo queda subir arriba por un pequeño sendero a la derecha y volver al coche.

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