Harold
Pinter: Blair y Bush deberían ser juzgados en la Corte Internacional de
Justicia
Mauricio Aira
(Gotemburgo).- Como era de esperar el galardonado Premio Nobel de Literatura
Harold Pinter, ha pronunciado durante cerca de 60 minutos un vibrante alegato
por la paz y condenando la política agresiva de los Estados Unidos y de
Inglaterra, en una filmación que la televisión de Suecia la rodó en un
estudio de la ciudad inglesa donde vive el laureado, quién desde su silla de
ruedas pues padece de un cáncer, que le impide trasladarse hasta Estocolmo y
recibir el premio de manos del Rey de Suecia
Con la voz trémula, por momento firme y con los ojos llorosos en
ciertos momento de su conmovedora alocución, Harold Pinter expresó su
indignación contra el presidente norteamericano George W. Bush y del primer
ministro inglés Tony Blair de quienes dijo "deberían ser juzgados ante la
Corte Internacional de Justicia por la invasión de Irak" que no dudó en
calificar como un descarado acto de terrorismo.
Dominando plenamente los hechos Pinter, que demostró conocer muy
bien la historia de América Latina y sus luchas libertarias se extendió en
detalles de lo ocurrido en Guatemala, en Nicaragua, en El Salvador en Chile que
fueron víctimas de la agresión en aquel momento del Presidente Reagan.
Ofreciendo cifras de las víctimas de todos estos episodios sangrientos se
lamentó una y otra vez "de la actitud de los norteamericanos, para quienes
la vida de los que luchan por mejores condiciones de vida, parece no importarles
en absoluto. Tienen profundo desprecio, por la vida de los demás". A lo
largo de su discurso, que fue más que una gran pieza oratoria, un acto de
profunda y sincera reflexión humana contra la barbarie de quienes persiguen
"el dominio absoluto" de la tierra, y una invocación para que la
rabia, la indignación de millones de norteamericanos ponga punto final "a
este acto de bandolerismo y una demostración del desprecio absoluto por las
leyes internacionales", refiriéndose a la guerra del Irak.
Inmediatamente las grandes agencias noticias se apresuraron a traducir
el texto pronunciado en inglés, con leyendas en idioma sueco, por la
importancia del tema tratado, por la calidad del que lo exponía "hemos traído
torturas, bombas masivas, uranio, innumerables actos de asesinatos aleatorios,
degradación y muerte para los ciudadanos iraquíes y lo hemos llamado libertad
y democracia para el Oriente Próximo", aseguró a tiempo que vertía
acusaciones contra Washington "los crímenes cometidos por Estados Unidos
han sido sistemáticos, constantes, sin remordimiento, pero muy poca gente habla
de ellos en la actualidad. Se ha ejercido una manipulación clínica para
enmascarar a la potencia mundial como una fuerza del bien universal. Aseguró
que Estados Unidos ha hipnotizado al mundo, convenciéndole de mentira tras
mentira, y que muy pocos, casi nadie han osado desmentirle.
Esta declaración del Nobel, tendrá sin duda una repercusión
universal, porque pidió para Bush y Blair la persecución y el castigo por la
guerra contra Irak, y citando los versos inmortales de Pablo Neruda "déjenme
aclarar algunas cosas", concluyó su presencia en la televisión sueca, que
hacía mucho, muchísimo tiempo que no admitía en sus pantallas la voz y el
pensamiento de un hombre libre, enemigo de la guerra, amante de la paz y la
humanidad, como es Harold Pinter.
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