Prensa
Latina
El
candidato de la opositora coalición Por el bien de
todos a las elecciones del día 2 en México, Andrés
Manuel López Obrador, ratificó hoy las denuncias sobre
maniobras del gobierno para arrebatarle el triunfo.
En una conferencia de prensa para corresponsales
extranjeros, López Obrador sostuvo contar con pruebas
de que las boletas fueron contadas mal para favorecer al
aspirante del gubernamental Partido Acción Nacional
(PAN), Felipe Calderón.
En ese sentido, confirmó su demanda de un recuento voto
por voto y casilla por casilla para dar legitimidad a
los resultados de los comicios, los cuales reiteró
impugnará debido al elevado número de irregularidades
detectadas.
Estamos frente a un caso típico de lo que ha sido la
defraudación electoral en México. El PAN aprendió rápido
las prácticas fraudulentas del PRI (Partido
Revolucionario Institucional) y las superó, afirmó.
Explicó que a partir de mañana, los abogados de la
coalición presentarán ante el Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación las pruebas y
documentos que certifican esa afirmación.
Las leyes mexicanas establecen que esta instancia debe
además de atender esos reclamos, calificar los comicios
y confirmar sus ganadores.
El dirigente opositor agregó que los sistemas de cómputo
del Instituto Federal Electoral (IFE) fueron manipulados
con la intención de dar siempre una aparente victoria
del aspirante presidencial oficialista y confundir a la
población, un proceder que calificó de infame.
Precisó que además la coalición tiene documentada la
injerencia ilegal del presidente Vicente Fox en la campaña
electoral y el desvío de fondos del estado y el erario
para favorecer a Calderón.
López Obrador señaló que ahora las prácticas de
fraude son más sofisticadas que antes, pero en esencia
son las de siempre: el control de los grupos de poder
sobre los procesos electorales, la compra de votos y el
tráfico con la pobreza de la gente, las trampas en las
casillas, entre otras
Descartó también que con el reclamo de impugnación se
busque anular los comicios o desestabilizar el país, de
lo cual acusó a quienes pretenden burlarse de la
voluntad ciudadana en las urnas.
El político de 52 años sostuvo que el movimiento
popular en defensa de la victoria de la coalición en
las pasadas elecciones será pacífico y con apego a las
leyes, pero no se detendrá.
Esto apenas comienza, subrayó, tras asegurar que se
siente bien anímicamente por el fracaso de la
"cargada" del oficialismo en su contra y de la
guerra sucia sufrida a lo largo de la campaña.
Descartó asimismo la posibilidad de un cogobierno con
Calderón y el PAN, a quienes describió como empleados
de un grupo de poder económico que han convertido al
gobierno en un comité de defensa de sus privilegios.
Señaló que los reconocimientos a Calderón de algunos
gobiernos (Estados Unidos, España y Canadá), forman
parte de una estrategia para consolidar al candidato de
la derecha, cuando aún las elecciones no están
definidas.
Recordó que la calificación de los comicios y la
confirmación de sus vencedores, sólo corresponde al
Tribunal Electoral del Poder Judicial, el cual apenas ha
comenzado ese proceso y tiene un plazo para ello hasta
el 6 de septiembre próximo.
rc/rl