Nota de/para los amigos que me escriben:
De: Pedro Campos
Asunto: URGE A LA REVOLUCIÓN CUBANA AVANZAR HACIA LA AUTOGESTIÓN EMPRESARIAL
OBRERA Y SOCIAL PARA GARANTIZAR SU CONTINUIDAD HISTÓRICA (*)
“La Revolución podemos
destruirla nosotros mismos.” Fidel Castro.
Para enfrentar esta
complejidad planteada por Fidel y garantizar su continuidad histórica,
la Revolución debe pasar a la Fase de la Autogestión Empresarial Obrera y
Social, basada en la propiedad colectiva de los trabajadores sobre los
medios de producción directa o en usufructo cogestionado con el estado, única
forma de autentificar la responsabilidad de la clase trabajadora en la
construcción Socialista. El XIX Congreso de la CTC, es un marco adecuado para
discutir y aprobar su aplicación.
La contradicción
fundamental del capitalismo radica en que la producción es cada vez más
social, mientras que la apropiación es cada vez más privada. El Socialismo,
que debe resolver esta contradicción haciendo la apropiación más social, que
es hacer la propiedad más colectiva; hasta ahora en la práctica ha hecho todo
lo contrario: hacer la propiedad más concentrada en el aparato estatal y por
tanto más concentrada también la apropiación, provocando una agudización aún
mayor de esa contradicción en lugar de resolverla.
Por eso fracasó el
Socialismo de Estado en Europa, al no transferir la propiedad y con ella la
responsabilidad por la construcción de la nueva sociedad a los trabajadores.
El poder descansa en la propiedad
La propiedad
colectiva en el Socialismo debe irse perfeccionado y pasando de estadio,
de acuerdo con el desarrollo de las fuerzas productivas, de las formas más
simples a las más complejas, las cooperativas, la empresa autogestiona de
propiedad obrera colectiva, la empresa autofinanciada de propiedad estatal en
cogestión con los trabajadores, hasta llegar a la propiedad de todo el pueblo
en el Comunismo, con la extinción del estado.
La propiedad del estado
nunca podrá ser lo mismo que la propiedad de todo el pueblo, pues son conceptos
excluyentes. Error grave fue instaurar en el Socialismo el tipo de propiedad del
Comunismo.
China y Vietnam avanzan con
fuerte componente capitalista, con énfasis en el mercado y la propiedad
privada, y con mínimo control obrero directo sobre los medios de producción.
Están por ver sus resultados. La continuación de esta tendencia augura en
China el fortalecimiento de un nuevo polo de poder capitalista mundial con todas
sus inherentes contradicciones.
Hoy en Cuba, Fidel nos llama
al combate contra la corrupción y el despilfarro que se manifiestan junto
a otros fenómenos negativos, que solo se irán resolviendo en la medida en que
se vayan solventando sus causas económicas profundas relacionadas con nuestra
incapacidad para hacer productivo ese gran potencial científico y cultural del
pueblo, creado por la propia Revolución, cuyo freno principal se encuentra
en una forma de dirección económica sin control directo de la clase
trabajadora, basada en la centralización de las decisiones y “esa
propiedad estatal de todos” que en verdad es de nadie.
En lenguaje de Marx, las
relaciones de producción, distribución y consumo basadas en esa concepción,
están trabando el desarrollo de las fuerzas productivas y urge
transformarlas, armonizarlas. Para lograrlo, los trabajadores deben sentirse dueños
de los medios de producción, y como el ser social determina la conciencia
social, para considerase dueños (conciencia social) realmente hay que
serlos (ser social).
Al sentirse mal pagados y
distantes de los medios de producción, los trabajadores hace ya tiempo vienen
usando en interés propio los bienes y recursos del estado, en una casi
corrupta, ilegal y desviada especie de autogestión, que sin embargo, está
pautando el camino de la solución, su rasgo distintivo. Aunque de misma causa,
esta apropiación indebida de los trabajadores para su subsistencia, no debe
confundirse con la corrupción y el robo por nuevos ricos mafiosos al amparo del
aparato estatal, deseosos del capitalismo que, sépanlo o no, en la Cuba
de hoy, solo puede ser anexionista.
Los graves problemas se
agudizarán si además de sus efectos no combatimos también sus causas. El
control obrero es la clave. La Revolución no necesita más enemigos y su
defensa está en el apoyo de las masas trabajadoras. La URSS con todos sus
cohetes se derrumbó por falta de respaldo popular.
La solución es pasar
del Socialismo de Estado al Autogestionado para hacer efectiva la propiedad
colectiva, directa o en usufructo cogestionado con el estado, de los
trabajadores sobre los medios de producción. Esta es, además, la única
alternativa para enfrentar con éxito la corrupción y el burocratismo.
Formas de autogestión se
intentaron antes en Cuba. Bases del Partido la replantearon en el IV Congreso
del PCC en 1990. El Perfeccionamiento Empresarial, originado en las FAR, en línea
con la autogestión, fue obstaculizado por el aparato burocrático.
También se intentaron
formas autogestionarias en la URSS, Hungría, Polonia y Checoslovaquia,
fracasadas por la oposición del centralismo burocrático. Funcionaron un tiempo
en Yugoslavia, donde naufragaron por desviaciones.
El XIII Congreso de la CTC
en 1973 marcó pautas para el 1er Congreso del PCC, los Poderes
Populares y la Constitución Socialista de 1976. Al XIX Congreso toca impulsar
esta Nueva Fase de la Autogestión Empresarial Obrera y Social.
Por su honestidad,
sagacidad, lealtad al pueblo y la confianza que éste le profesa, Fidel ya
encabeza esta nueva fase con sus denuncias y acciones contra la corrupción.
El Partido, la CTC y demás organizaciones políticas y de masas deben secundar
esta nueva etapa de profundización revolucionaria.
8 Puntos Básicos para
enfrentar la situación actual y realizar la Autogestión, a discutir por el XIX
Congreso de la CTC y toda la sociedad.
-Introducción
de la Autogestión Empresarial Obrera y Social (AEOS), basada en 5
principios:
I) Compromiso directo de los
trabajadores con los medios de producción ya sea por la propiedad directa del
colectivo o su entrega en usufructo y cogestión con el estado, como forma de
garantizar que los trabajadores se sientan verdaderos dueños de los medios de
producción, cuiden y defiendan su propiedad y tengan plena soberanía sobre
todos los aspectos de la empresa. La propiedad directa o usufructuaria pertenece
al colectivo y es indivisible.
II) Armonización de los
intereses nacionales, regionales, de los colectivos de trabajadores, los
individuales y los de la naturaleza; de manera que queden excluidas tendencias
regionalistas, sectoriales o individualistas, la subordinación de unos
intereses a otros y se asegure la conciliación entre la acumulación socialista
y la satisfacción de las necesidades crecientes.
III) Elecciones periódicas
de la dirección administrativa de la Empresa por los trabajadores, como forma
de garantizar que los directivos respondan al colectivo que los propuso y eligió
y no a organismos burocráticos. Establecimiento de tres órganos en las
Empresas: Parlamento de Trabajadores (PT), Junta de Administración Obrera (JAO)
y Gerencia Ejecutiva (GE). El PT concentrará todo el poder sobre las
decisiones importantes, aprobará todos los planes y elegirá a las JAO y las
GE. Las JAO dirigirán colectivamente las entidades como representantes
de todos los trabajadores y velarán por el cumplimiento de todas las decisiones
tomadas. Asesorarán a la GE. Las GE tendrán la función de ejecutar, hacer
cumplir y buscar la mejor manera de que se realicen, los planes y decisiones
tomadas por los PT y las JAO.
IV) La AEOS, debe funcionar
como eje de un sistema que integre la planificación general a todos los
niveles, con las relaciones monetario mercantiles, como forma de garantizar la
verdadera igualdad, justicia y solidaridad social en la etapa de tránsito y
mientras no sea posible aplicar la formula comunista de distribución según
las necesidades. Esto sólo se logra con una contabilidad exacta bajo control
obrero que permita autofinanciar la empresa, realizar la ley socialista de pago
según trabajo, hacer la economía rentable, darle competitividad internacional
a los productos nacionales, evitar los subsidios y aportar partes de sus
ganancias a los presupuestos de la región y la nación.
V) Creación de un ambiente
colectivista en la nueva moral, que posibilite la formación integral del hombre
del futuro.
2-Pleno respeto económico,
político, social, y jurídico del Socialismo como etapa de tránsito hacia el
Comunismo. Esto es predominio de las formas socialistas genéricas de propiedad
y producción como la estatal cogestionada en usufructo con los trabajadores,
colectiva autogestionada de los trabajadores sobre empresas, y cooperativa agrícola
industrial y de servicios; junto a formas de producción y propiedad pre
socialistas, trabajo individual y la pequeña empresa privada.
3-Como Planificación y
Mercado son necesarios en el Socialismo y se excluyen sólo si se les consideran
absolutos, establecer una economía que los integre a ambos, con planes
generales de desarrollo a todos los niveles, bajo determinante participación de
las bases, producción contra contratos y flexibilidades para otras demandas,
respete las leyes económicas y las relaciones monetario-mercantiles entre los
eslabones, pero sin brindar posibilidad alguna a la corrupción y la expansión
capitalista, y garantizando la solidaridad y seguridad social. Limitar la
inversión extranjera a lo imprescindible, con menos del 50 %, y, bajo igual
regulación y cogestión que las empresas nacionales.
4-Política financiera de
interés social, que revise la valorización de la divisa cubana, la doble
circulación, los actuales precios y salarios, la recaudación
fiscal y los créditos a fin de que contribuya a un mejor desarrollo económico.
5-Continuación de la
integración en el ALBA y a otros grupos regionales latinoamericanos y caribeños.
Nada con el ALCA.
6-Mejorar los planes de
Educación y Salud Pública, y desarrollar otros que garanticen, agua,
alimentación, energía, vivienda y transporte a bajos precios.
7- Hacer real el poder de
los Órganos del Poder Popular, con el control a su nivel sobre la formación y
ejecución de los presupuestos a finde que puedan realizar la autogestión
social para la cual fueron creados.
8-Restablecimiento pleno de
la dirección colectiva y del centralismo democrático, a todos los niveles de
los Sindicatos, el Partido y los Poderes Populares y convocatoria a la celebración
del VI Congreso del PCC sobre estas mismas bases.
(*)
Esto es un resumen de un
ensayo del mismo nombre
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