EL
TABLÓN: El Artículo de Hoy
Desde La Habana
La
posposición
Manuel Alberto Ramy
El
pasado día 2 de enero debieron aplicarse en todo el país las resoluciones
187 y 188 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), dirigidas a
superar la indisciplina laboral prevaleciente, erradicar el hurto y aprovechar
al máximo la jornada de trabajo y así aumentar también la producción y la
productividad. Pero la puesta en vigor de las mismas fue pospuesta para el 1
de abril.
Las razones de esta posposición son varias y pueden comenzar por la crisis del
transporte urbano, que según el propio presidente en funciones, Raúl Castro,
estuvo a pocos “metros del colapso total” –y no solo el urbano sino el
de todo el país. Y lógico que en las asambleas de trabajadores, en las que
se discutieron los temas de ambas resoluciones, este punto estuvo caliente. ¿Cómo
llegar a tiempo si no hay guaguas (autobuses) y los “almendrones”
–carros privados de la década de 1950 -- y otros tipos de autos
particulares cobran, según la distancia, entre 10 y 20 pesos en moneda
nacional por pasajero.
“Quien pueda gastar todos los días 10 pesos para ir a trabajar no vive de su
trabajo, sino del invento” (ilegalidades), me dijo una empleada del sector
de los servicios. “Y para regresar a casa, ¿cómo? ¿Otros diez?”
Esta no es la única razón. Hay madres trabajadoras que primero deben llevar a su
hijo pequeño al circulo infantil (guardería estatal por la que se paga un módico
precio), y después continuar hacia el trabajo. Se trata de cuatro viajes.
“Yo no sé cómo lo puedo hacer, pero es muy duro”, me dice, Fina Álvarez,
madre de una pequeña niña de dos años a la que acaba de dejar en el Circulo
y me pidió “botella”.
Las perspectivas de una mejora sustancial del transporte en la capital serán para
el 2008, según declaró Jorge Luís Sierra, Ministro del Transporte, durante
su intervención el pasado 22 de diciembre en la sesión plenaria de la
Asamblea Nacional del Poder Popular.
A instancias de Raúl Castro, el ministro pormenorizó lo que se puede catalogar
como desastre, en cuyas causas hay problemas organizativos, el lamentable
estado de los talleres, las deficiencias en la selección del personal, etc.
No obstante, dejó entrever que habría cierta mejoría para los primeros
meses de 2007.
La prensa cubana ha informado que el gobierno está negociando la compra de unos
200 autobuses de fabricación china y unos 100 a Bielorrusia, así como ha
destinado fondos para comprar neumáticos, baterías y repuestos para poner en
funcionamiento una buena cantidad de los vehículos existentes. La cifra de
estos últimos no ha sido revelada, pero información extraoficial dice que no
pasan de los 200. Con eso no basta para una ciudad con 2,2 millones de
habitantes.
Otro de los factores que inciden en la posposición de las resoluciones es la falta
de capacidad en los círculos infantiles (guarderías), aspecto sumamente
importante si tenemos en cuenta que las mujeres representan el 43,6% de la
fuerza laboral del país y el 61.3% del sector científico-técnico. Esta
carencia de guarderías se agrava por el dinámico desarrollo de la
incorporación de la mujer al trabajo y la imprevisión de las consecuencias
que de este fenómeno saludable se derivan.
La solución a este problema provino de la iniciativa personal con el surgimiento
de las guarderías particulares, muchas de ellas muy buenas y con atención
esmerada, pero a un costo elevado que puede alcanzar los 250 pesos. Si el
salario promedio actual es de unos 320 pesos, el precio resulta exorbitante.
También la atención al público en las empresas de servicios, como electricidad, teléfono,
agua y gas, así como tramitaciones en los de los organismos estatales
(vivienda, por ejemplo), tiene el mismo horario que el de la jornada de
trabajo. Y este es otro problema álgido.
A pesar de haberse agilizado los trámites burocráticos en cuanto a las
actualizaciones de propiedades de viviendas y las solicitudes de permutas
(cambio de una residencia por otra), las gestiones de estas últimas llevan
tiempo y suponen un periplo por diferentes dependencias oficiales: la unidad
del Instituto de la Vivienda correspondiente al municipio, la inspección de
arquitectura municipal, darse de baja en OFICODA ( Oficina del Ministerio de
Comercio Interior) a fin de cambiar la libreta de abastecimientos que
garantiza la canasta básica. Y todo en horario laboral y haciendo colas.
Estos son algunos de los motivos de la acertada posposición, que no abarca a todos
los sectores, pues si bien la decisión de aplazarla ha sido realista, no
menos lo ha sido la flexibilidad en su aplicación: los centros laborales que
están en condiciones de aplicarlos pueden irlo haciendo paulatinamente.
Partir de las condiciones reales es buen síntoma y pone al buen deseo como
elemento de empuje, mas no lo confunde con lo probable de lograr de inmediato
y nacionalmente.
Organismos de la Administración Central del Estado o centros estratégicos para la
economía están en mejores condiciones, pues muchos de ellos, al menos en lo
tocante al transporte, cuentan con autobuses propios. Incluso algunos creen
que el parque de autobuses activos del que disponen supere en mucho a los del
servicio público que ruedan por la capital.
La reorganización de la vida laboral, del papel del sindicato y su real
participación en la vida empresarial, es parte esencial del reordenamiento de
la vida del país y sus diferentes sectores e instituciones. Y es básico para
la concepción del socialismo y para la producción. Para ello también hace
falta tocar el aspecto económico, el valor del dinero, su capacidad para
adquirir productos necesarios para la vida diaria del cubano. Vincular salario
con resultados parece estar en la mira de las autoridades. En la reunión
anual de balance con los organopónicos –agricultura urbana realizada en
pequeñas parcelas --, Raúl Castro dijo que “siempre que los productores
cosechen mucho y sobre todo que vendan a precios módicos, no importa lo que
ganen por mes, pues habría respaldo productivo” (Granma, 28 de
diciembre de 2006).
Si bien es cierto que durante el año 2004 hubo aumentos de salarios, no es menos
cierto que el país cerró el 2006 con una inflación del 5,5%. Si como
promedio el aumento salarial asciende a unos 43 pesos, y la electricidad, el
café, el chocolate, parte de los huevos y del arroz de la canasta básica han
aumentado sus precios, el resultado es obvio. Situación que se agrava cuando
hay productos no suntuarios que solamente pueden comprarse con pesos
convertibles (CUC), tales como aceite, jabón, dentífrico, ropa, calzado,
etc.
¿Habrá una rebaja de precios en productos vitales? Es una pregunta común que se
hacen no pocas personas. ¿Será posible económicamente ahora? No tengo una
respuesta bien pensada desde todas sus aristas. Pero sí creo que hay que
impedir a toda costa la ruptura entre el hombre productor/consumidor. Ese
hombre es uno solo, el mismo que trabaja es el mismo que consume, y la relación
de esas dos cualidades se reciclan mutuamente, motivándolo, si sus resultados
alcanzan para satisfacer una vida digna. Y en caso contrario,
negativamente. El factor humano ha sido la clave de la persistencia del
proceso revolucionario.
Manuel Alberto Ramy, es jefe de la corresponsalía de Radio Progreso Alternativa en
La Habana, Cuba, y editor de la versión en español de Progreso Weekly/Semanal.
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Nota
de/para los amigos que me escriben:
De: Elvira
Vanella
Asunto: Elvira en Radio Guiniguada (Canarias)
Hola a todos,
Este año empezaremos el programa con un nuevo sistema de mensajes.
Me gustaría contar con vuestra participación, llamando y dejando el mensaje
grabado al número que a continuación les pongo: 928 400 191
Podrían dejar mensajes sobre la guerra, la paz, la memoria histórica, la ley
de punto final española, qué deberíamos hacer, la inmigración, en fin,
derechos humanos en general.
Simplemente se llama, sale el contestador, dejan el mensaje y después los
pasaríamos en el programa.
Agradezco que nos sigan, y recuerden que el programa se reanuda el 13 de
enero a las 19 hora canaria.
En radio guiniguada 105.9 FM
http://www.radioguiniguada.com
Un saludo para todos, y esperamos poder mejorar para brindarles cada vez más
verdades.
Elvira
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