Queridos amigos:

 

No es la primera vez que estoy de corazón con vosotros en el Incontro Tradizionalista de Civitella del Tronto, de cuya progenie carlista le ha venido el sobrenombre del «Montejurra napolitano». Este año, sin embargo, siento más que nunca no acompañaros. Pues me ha conmovido la delicadeza que habéis tenido al dedicar una particular conmemoración al centenario de la muerte de mi abuelo Roberto I, que coincide con el trigésimo de la de mi padre el Duque de Parma y Rey legítimo de España, Don Javier. Ejemplares príncipes católicos y legitimistas, se hallaron entre los por desgracia pocos que no cedieron nunca a la Revolución y sus numerosas seducciones y fueron el espejo en el que siempre he querido mirarme. Os agradezco en el alma el recuerdo: al profesor Paolo Caucci von Saucken, presidente del Comité organizador; a mi Delegado en la península italiana y Caballero de la Orden de la Legitimidad Proscrita, doctor Maurizio Di Giovine; y a todos los que año tras año habéis hecho de ese lugar agreste y recogido una especie de santuario del tradicionalismo. Quiera Dios que pueda acompañaros pronto en una de las próximas reuniones en este Tabernáculo de la Reconquista Monárquica.

 

Sixto Enrique de Borbón

 


XXXVII Encuentro Tradicionalista de Civitella del Tronto

Comunión Tradicionalista

Agencia FARO