Otro año más se acerca la fecha del 10 de marzo, festividad de los Mártires de la Tradición, que el Rey Don Carlos VII mandó celebrar y que, quienes no hemos cejado en el servicio de la Causa, continuamos guardando. Me emociona pensar que a las distintas celebraciones que se han de producir en la Península también se va a sumar este año, en la orilla occidental de nuestra Patria hispana, una bien singular, que Juan García Gallardo, de estirpe de leales, y con el entusiasmo de la juventud, organiza desde hace años tras las huellas de su inolvidable padre, y que reúne a una cincuentena de jinetes que cruzan las Pampas secas con destino a Lihué Calel. He podido ver las fotografías de la cabalgata de años anteriores, y su evocación aumenta mi melancolía de no poder acompañaros. Algún día, Dios lo quiera, podré volver a estar con vosotros. Entre tanto, no podían faltar estas sencillas palabras con las que os quiero hacer llegar mi agradecimiento por cuanto hacéis para preservar y acrecer el legado de nuestra Santa Tradición, de la que soy Abanderado, Dios sabe con cuántos sacrificios. Pero también con cuántos gozos. Como el que siento al pensar en mis leales de ambos hemisferios, rezando unidos por nuestros mayores y, en muchos casos, también a nuestros mayores. Que Dios os bendiga.
En Lignières, a veintiséis de febrero de 2004
Sixto Enrique de Borbón