Una
mesa de consenso
para garantizar la paz social
Por
Carlos Quintana (*)
LA
PLATA, 6 JUL (Especial de AIBA). Los estatales de la provincia de
Buenos Aires hemos logrado que el gobierno otorgue una actualización
salarial. No es la mejor, pero representa un avance en el deprimido
esquema de sueldos. No existía un incremento de carácter
remunerativo y general desde hace muchos años.
Esta
conquista pudo concretarse fundamentalmente por la unión y
solidaridad que primó entre los trabajadores y sus organizaciones
sindicales. De otra forma nada si hubiera podido conseguir.
Sin
duda ese vínculo inquebrantable, esa unidad que se transformó
en un paradigma para toda la sociedad, posibilitó la mejora
que se acaba de obtener.
Sabemos
que este no es el fin de la historia. Es sólo el principio
de un largo camino, en el que como siempre habrá muchos obstáculos
por vencer.
Restan
definir mecanismos de actualización salarial de acuerdo con
el costo de vida y aumento de la recaudación impositiva. Las
estructuras funcionales a desempeñar por los empleados de carrera.
Que se cumplan las recategorizaciones y cambios de Agrupamiento. Que
se restaurare la marcada distorsión en la pirámide salarial.
Y que se recreen las condiciones para que vuelva a existir un auténtico
escalafón. Que se pase a Planta Permanente a los trabajadores
precarizados. Que se devuelvan las retenciones realizadas a los sueldos
por la vigencia de la Ley de Emergencia Económica. Que se restituya
el plus de los seis meses prejubilatorios, y otra serie de temas.
En
definitiva queremos es que se respete lo normado por la Constitución
de la Provincia que establece es el derecho a una retribución
justa, a condiciones dignas de trabajo, al bienestar, a la jornada
limitada, al descanso semanal, a igual remuneración por igual
tarea y al salario mínimo, vital y móvil.
La
puesta en marcha de una mesa de consenso permanente conformada por
las organizaciones sindicales y las autoridades de la Provincia, constituirá
la herramienta central que apunte a resolver los distintos problemas
que afectan a los trabajadores. Coincidimos con el ministro de Trabajo
que su implementación es tal vez el saldo más positivo
que dejó este duro conflicto. Y la garantía indiscutida
que si funciona imperará la paz social.
Lamentablemente
estamos acostumbrados a despejar piedras en los caminos. Y lo seguiremos
haciendo mientras haya injusticias. Son muchos aún los inconvenientes
por resolver.
Estábamos
seguros que las autoridades de la Provincia recapacitarían
y se reconsiderarían las propuestas originales ofrecidas, dada
la dramática situación por la que atravesamos.
Hemos
sido firmes y contundentes en nuestra lucha. Pero a la vez estuvimos
siempre abiertos a un diálogo franco, con el fin de dar una
solución a este conflicto que era imperioso allanar para todas
las partes.
Y
esa dureza con la aplicación de medidas de fuerza que abarcaron
tanto tiempo, tenían un fundamento esencial. Nos guió
la razón, la solidaridad, la equidad y el sentido de Justicia.
Sabíamos
mejor que nadie las consecuencias de paralizar la actividad oficial
de la Provincia. No nos dejaron otra opción. Pedimos disculpas
a quienes pudimos perjudicar con estas medidas.
Tenemos
esperanza que todo cambiará. Apostamos a un país y a
una Provincia mejor. Y como siempre estamos dispuestos a poner el
hombro para volver a transformar a Buenos Aires en la locomotora del
crecimiento nacional. (AIBA)
(*)
Secretario general de la CGT regional La Plata