El
engaño del muro fronterizo
27.05.06
(Periodista
Latino).- Cerca de la mitad de todos los indocumentados en Estados Unidos
han entrado en el país legalmente, y se han quedado más
allá de lo permitido en sus visas.
Según
escribe Andres Oppenheimer en The Miami Herald, esto demuestra que los
$1,900 millones que quiere gastar el presidente Bush para construir un
muro y enviar 6,000 agentes de la Guardia Nacional a la frontera con México
no lograrán resolver el problema inmigratorio.
De
acuerdo al estudio presentado esta semana por el Centro de Investigación
Pew, entre 45 y 50 por ciento de los estimados 12 millones de inmigrantes
indocumentados viviendo en Estados Unidos han entrado al país legalmente
a través de los aeropuertos o los cruces fronterizos del gobierno
norteamericano.
En
el gobierno de Estados Unidos, los llaman overstayers, o los que se quedan
en el país después de que su visas han expirado. El estudio
Pew estima que unos 5.5 millones de ellos entraron al país con
visas de turistas, negocios o estudios, mientras que otros 500,000 lo
han hecho a través de los cruces fronterizos controlados por el
servicio de inmigración norteamericano. En total, son entre 4.5
y 6 millones de personas, afirma el estudio.
Contrariamente
a las explicaciones simplistas de muchos en el sentido de que todos los
trabajadores indocumentados se están filtrando a los Estados Unidos
a través del desierto, el Centro Pew estima que `'el flujo anual
de nuevos inmigrantes no autorizados está casi dividido en partes
iguales entre aquellos que entran legalmente y aquéllos que no''.
Quizás
porque resulta mas difícil para los mexicanos obtener visas para
Estados Unidos, o porque es más fácil para ellos cruzar
la frontera ilegalmente, solo un 1.7 por ciento de los mexicanos que entran
con visas a Estados Unidos se quedan en el país ilegalmente. Comparativamente,
2.4 por ciento de los sudamericanos y 3.2 de los centroaméricanos
permanecen más allá de lo permitido en sus visas.
¿Servirá
el muro fronterizo el muro fronterizo de 370 millas --en una frontera
de 2,000 millas-- para detener el flujo de indocumentados?, le pregunté
al director del Centro Pew de Estudios Hispanos, Roberto Suró.
''Estados
Unidos ha aumentado considerablemente su presupuesto para el control fronterizo
en los últimos 12 a 15 años, tanto para construir muros,
como para aumentar el personal y la tecnología'', dijo Suró.
``Si la meta era reducir la inmigración ilegal, no ha funcionado''.
Efectivamente,
hay muchas razones por las que las medidas que se concentran en el control
fronterizo no funcionan.
•
Primero, como lo muestra el estudio Pew, muchos inmigrantes indocumentados
no cruzan la frontera, sino llegan en American Airlines, Delta, u otras
líneas comerciales.
•
Segundo, a menos de que se construya una barda fronteriza de 2,000 millas,
lo que costaría mucho más de lo que la mayoría de
los norteamericanos están dispuestos a pagar, un muro que cubre
una pequeña fracción de la frontera no servirá para
mucho, ya que la gente hará un desvío, y entrará
por algún otro lado.
•
Tercero, un mayor control de la frontera puede, paradójicamente,
hacer aumentar el número de indocumentados, ya que muchos de los
que logran entrar en Estados Unidos podrían pensarlo dos veces
antes de regresar.
Según
el Instituto de Política Migratoria, el gasto de Estados Unidos
en control fronterizo ha crecido de $700 millones al año en 1986
a cerca de $3,000 millones este año, y el número de inmigrantes
indocumentados ha crecido de 4 millones a cerca de 12 millones en el mismo
período.
''Los
controles fronterizos, por sí solos, no funcionan'', me dijo el
miércoles David Dixon, un analista político del Instituto.
``Lo que se necesita es un paquete de cumplimiento más integral''.
Mi
conclusión: Puede que los controles fronterizos adicionales le
permitan a Bush congraciarse con la derecha republicana en el Congreso,
o que ayuden a la Casa Blanca a desviar la atención pública
de la guerra de Irak en las elecciones legislativas de noviembre, pero
no van a hacer mucho por detener la ola de inmigrantes no autorizados.
La
única forma de evitar que más indocumentados latinoamericanos
se instalen en Estados Unidos será empezar a reducir la brecha
de ingresos entre este país y sus vecinos del sur. Esto sólo
se puede hacer mediante una mayor integración económica
e ideas creativas, como facilitar que un mayor número de los 100
millones de americanos que se jubilarán en las próximas
tres décadas obtengan servicios de salud accesibles en México
y América Central.
En
otras palabras, lo que se necesita es mayor cooperación, que es
exactamente lo opuesto a levantar murallas y enviar tropas a la frontera,
que resultan símbolos de confrontación y que, además
de todo esto, no servirán de mucho. |