"Ahora vemos que algún "juez-estrella" pretende investigar en otros países las atrocidades que cometieron otros fascistas y dictadores, cuando aquí se ejerció una auténtica masacre en la etapa represiva 1936-1975, en la que perecieron vilmente asesinados 300.000 antifascistas, sin que hasta la fecha NADIE haya pedido cuentas judicialmente por ello.

Jesús de Cos Borbolla, un superviviente de la Guerrilla Antifranquista

Añadiré que para más ignominia y escarnio, en cada ciudad, pueblo, aldea, incluidas algunas iglesias, existen estelas, estatuas y monumentos erigidos en honor de los rebeldes y asesinos, autores materiales de esta tragedia humana, sin que ningún sucesivo gobierno haya tomado la iniciativa de borrar para siempre estos vestigios."

 

"Para lograr rehabilitar la memoria de estos mártires de la libertad tendríamos que hacer una individualizada biografía de cada uno de ellos -tarea que a los supervivientes no nos sería muy difícil- pero nos limitaremos a denunciar públicamente el sádico y sistemático procedimiento de exterminio que se cometió con estos antifascistas, que medio siglo después aún siguen ignorados"

 

"...si perdimos la guerra civil contra los rebeldes fue, entre otras causas, principalmente porque nuestros dirigentes cayeron inconscientemente en las trampas que nos tendieron nuestros enemigos de llevar a cabo una lucha frentista con las tácticas y métodos de guerra clásica, para lo cual el Pueblo no estaba preparado. Nuestro pueblo ya tenía muchas experiencias en los siglos pasados de cómo había que combatir para lograr expulsar a cualquier invasor, mediante la guerra popular de guerrillas."

 

GUERRILLEROS EN CANTABRIA


"Los grupos guerrilleros en Cantabria fueron formados por aquellos combatientes del ejército republicano que no quisieron entregarse a las fuerzas rebeldes ni abandonar la lucha y que después de la caída de Santander y de haber resistido durante dos meses más en Asturias, regresaron individualmente a sus respectivos lugares de origen, refugiándose en las montañas.


Para lograr rehabilitar la memoria de estos mártires de la libertad tendríamos que hacer una individualizada biografía de cada uno de ellos -tarea que a los supervivientes no nos sería muy difícil- pero nos limitaremos a denunciar públicamente el sádico y sistemático procedimiento de exterminio que se cometió con estos antifascistas, que medio siglo después aún siguen ignorados, denigrados u olvidados por la inmensa mayoría de la población, producto de la sistemática campaña de desinformación que ejercieron todos los medios de propaganda franquista y algunos plumíferos a sueldo, que hallaron en aquellos hechos materia novelesca de explotación mercantil. Para completar la obra y lograr echar una losa sepulcral sobre estos horrendos crímenes, también ofrecieron su colaboración algunos destacados dirigentes llamados de izquierdas en aras de obtener, mediante una pactada transición, puestos relevantes en los pesebres de las instituciones posfranquistas, ayudando a la vil tarea de blanquear a los autores de aquellos asesinatos.


Ahora vemos que algún juez-estrella pretende investigar en otros países las atrocidades que cometieron otros fascistas y dictadores, cuando aquí se ejerció una auténtica masacre en la etapa represiva 1936-1975, en la que perecieron vilmente asesinados 300.000 antifascistas, sin que hasta la fecha NADIE haya pedido cuentas judicialmente por ello. Añadiré que para más ignominia y escarnio, en cada ciudad, pueblo, aldea, incluidas algunas iglesias, existen estelas, estatuas y monumentos erigidos en honor de los rebeldes y asesinos, autores materiales de esta tragedia humana, sin que ningún sucesivo gobierno haya tomado la iniciativa de borrar para siempre estos vestigios.


Con este necesario preliminar empezamos por hacer memoria del grupo de Pin "El Cariñoso" (Brigada "Malumbres") que operó en la zona oriental de Cantabria. Estaba compuesto por un puñado de aguerridos combatientes antifascistas que habían logrado regresar con vida de Asturias: José Lavín Cobo "El Cariñoso" que fue militante del sindicato CNT (como todos sus compañeros) y sargento en el batallón "Libertad" n† 122 y 126 al mando del Comisario Olivares, que se distinguió heroicamente en Asturias, como su hermano Belisario Lavín Cobo, Nemesio Hazas Arce, su hermano Rafael "El Ferroviario", Constantino "El Madrileño", Ramiro Agudo, Andrés "El de la Valienta", Plácido, Manuel, Raimundo Casar Acebo "Tampa", Domingo Samperio "Rada", Dolores Lavín "Lola", Marcos Lavín "Cenizo", Pedro Lavín "El Melenas", Orestes García, Víctor "El Americano" y "El Asturiano".


Este grupo fue completamente exterminado por las fuerzas represivas de la época y acto seguido continuaron su obra con metódica saña con sus familiares y con todos aquellos que les habían prestado ayuda. En Santander, después de abatir a Pin en la calle Santa Lucía, el 27 de noviembre de 1941, fusilaron a la madre de María Solano, que era la dueña de la buhardilla donde se había refugiado Pin. A María Solano, compañera sentimental de éste la torturaron, estando embarazada, dándole patadas en el vientre para que abortase (lo que por suerte no lograron). Al padre de "Lola", Benito, lo apalearon y también murió a consecuencia de las torturas. Al día siguiente de acabar con la vida de Pin -mediante el mismo chivatazo de un traidor infiltrado, llamado Escalante- lograron sitiar en un barrio de Peñacastillo a los dos hermanos Lavín, Marcos y Lola, y a su primo Pedro y asesinarlos con sadismo. La prensa local de la época, mediante su principal portavoz "Alerta", al servicio del franquismo, titulaba así la noticia en primera página: "Al fin nuestra Benemérita Guardia Civil logró ayer terminar con otros tres malhechores en Ojaiz". Días más tarde terminaron su tarea acribillando a balazos a Santiago Martín Fernández en Orejo, que también pertenecía al referido grupo. Estas "hazañas" fueron dirigidas por el Gobernador Civil, Carlos Ruiz García y llevadas a cabo por su brazo ejecutor, el famoso Capitán Herrera.


Este fue el trágico fin de aquellos compañeros, que hoy con todo honor nos corresponde rehabilitar, a nosotros los supervivientes, aunque por desgracia sea ya a título póstumo, por eso nuestra Asociación AGE (Archivo, Guerra y Exilio) pretende que salgan a la luz los archivos que aún continúan retenidos, para que resplandezca la verdad y el pueblo se entere al fin de LA REALIDAD de los hechos.


 
BRIGADA "CRISTINO"
(Comarca de Reinosa)


Esta Brigada estaba compuesta por Inocencio Aja, Esteban Arce, "Beltrán" "Churruti", "Pancho", "Arrocera", "Líster", "Blanco", "José María", "El Chaval", "Alfredo", "Santiago", "Luciano" y Martín Santos "El Gitano", que fueel jefe de este grupo y el único superviviente que queda.
 

BRIGADA "CEFERINO MACHADO"
Zona Occidental de Cantabria
 


Esta Brigada llegó a tener 37 miembros, entre los que operaban en el monte y en el llano:
Ceferino Roiz (Machado), Jefe del grupo, Segundo Bores, Hermenegildo Campo, Mateo Campo, Daniel Rey, Santiago Rey, Mauro Roiz, Ignacio Roiz, Lorenzo Sierra, "Manjón", "Pedrin", "El Asturiano", Juan Fernández Ayala (Juanín), Rosendo Campos, Alejandro Martinez, José Marcos Campillo, Pancho Llamazares, Alejandro Cerro, Quintiliano Guerrero, Joaquín Sánchez, "Madriles", José García Fernández (Pin El Asturiano), Francisco Bedoya Gutiérrez, Máximo Campillo, Carlos Cosío (Popeye), Felipe Matarranz González, Rufino Fernández, Santiago, "El Vasco", "El Chico", Vicente ("Cocherito"), José Largo Sampedro, Manolo ("El Repollero"), Mari Carmen Manrique y Jesús de Cos Borbolla.
De todos ellos sólo quedan con vida tres supervivientes, la mayoría de los restantes están enterrados y diseminados por los montes y cunetas de Cantabria, sin la más mínima indicación, olvidados indignamente.

BRIGADA "PASIONARIA"


Esta Brigada la componían 48 miembros, cuyos nombres ignoro, pues los únicos que pueden dar datos fidedignos son los archivos del P.C.E. y parece ser que sus dirigentes tienen alergia a que salgan a la luz estos hechos. Pactos de silencio obligan.
 
Los únicos nombres que tengo en la memoria, porque estuvieron conmigo en la Brigada "Machado", eran cuatro, que fueron recogidos por mis compañeros Marcos Campillo y Hermenegildo Campo cuando estaban acosados por la Guardia Civil y ya casi extenuados: Quintiliano Guerrero, "El Madriles", "El Asturiano" y Joaquín Sánchez ("El Andaluz"). De ellos tengo las referencias personales de cómo se desarrollaron los hechos, cuyo informe entregué al emisario del Comité Central del P.C.E. en el campo de concentración de Pichey, Merignac (Francia) donde me internaron a mi llegada. Otro informe complementario lo entregó también un mes más tarde Esteban Arce, que también había logrado refugiarse en Francia.


Hay cinco más que fueron fusilados en el cementerio municipal de Ciriego: Gabriel Pérez Díaz, Jerónimo Argumosa, Feliciano Santamaría García, Juan Rivero Sánchez y Francisco Rodríguez Chaves.


Las tres primeras Brigadas fueron sobreviviendo operando en tres distintas zonas, independientemente. Fue a finales de 1945 cuando bajo la iniciativa y consignas emanadas de la dirección del P.C.E. con su sede en Toulouse (Francia), se pretendió reorganizar la resistencia diseminada por todo el territorio nacional. Fue entonces cuando, con más o menos éxito, se logró dar aquí una estructura político-militar, para ello el P.C.E. en el año 1946 envió como refuerzo la Cuarta Brigada, con armamento y pertrechos que se autodenominó Brigada "Pasionaria", compuesta por aguerridos combatientes seleccionados que habían luchado contra los nazis en la liberación de Francia, y que fue desgraciadamente diezmada y aniquilada por las fuerzas represivas en el primer encuentro que tuvieron.


Analizando todos estos acontecimientos retrospectivamente estimo que aquella tentativa que la dirección del P.C.E. quiso llevar a cabo en aquella época y en sus determinadas circunstancias fue un error político-militar monumental, cuyas catastróficas consecuencias se saldaron con pérdidas de miles de vidas humanas, sacrificadas inútilmente, sin ninguna posibilidad de éxito, puesto que los dirigentes del P.C.E. ya tenían el debido conocimiento de los Tratados firmados por Stalin con Roosevelt y Churchill en Teherán el 2 de diciembre de 1943, Yalta el 12 de febrero de 1945 y Potsdam ya definitivamente con Truman el 27 de junio de 1945, donde se habían concluido y firmado los pactos de repartición de los territorios que se iban liberando de la ocupación nazi y donde nosotros fuimos víctimas, excluídos de estas maniobras y relegados al olvido. Añadiremos que en una reunión que tuvieron ese año los dirigentes del P.C.E. entre ellos "Pasionaria", con Stalin, éste les trató de izquierdistas y orgullosos si continuaban la lucha guerrillera (segundo abandono).


Concluyendo, manifiesto que si perdimos la guerra civil contra los rebeldes fue, entre otras causas, principalmente porque nuestros dirigentes cayeron inconscientemente en las trampas que nos tendieron nuestros enemigos de llevar a cabo una lucha frentista con las tácticas y métodos de guerra clásica, para lo cual el Pueblo no estaba preparado. Nuestro pueblo ya tenía muchas experiencias en los siglos pasados de cómo había que combatir para lograr expulsar a cualquier invasor, mediante la guerra popular de guerrillas. Si aún después de terminar la contienda se hubieran dejado las guerrillas organizadas detrás de la retaguardia enemiga, los franquistas habrían sido definitivamente derrotados cuando terminó la Guerra Mundial, no obstante la traición de Stalin y sus aliados hacia nuestro pueblo".

* Jesús de Cos Borbolla. (Ex-guerrillero de la Brigada "Machado" y representante de AGE en Cantabria).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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