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Sobre la población de América en la época de
Colón (I)
Es sabido que hoy día uno de los temas y asuntos
más aprovechados políticamente por el progresismo, tanto de izquierda como
liberal, es el del indigenismo.
No existe prácticamente ningún gobernante-
nacional o provincial- de Nuestra América que no cante loas al mundo
precolombino, a los indios, a los autóctonos, a los pueblos originarios.
Ni que decir de los militantes políticos y los
intelectuales del pensamiento único, el tema está comprado en bloque. Es como si
una voz de orden venida del imperialismo yanqui dijera: “Así como para nosotros
el único indio que vale es el indio muerto, para Uds. lo único valioso es: que
todos sean o se declaren indios”.
Para apoyar este principio de dominación política
y cultural nos han vendido, y nuestra intelligensia ha comprado, la teoría del
multiculturalismo que hace pedazos la poca unidad que hemos logrado luego de 500
años de existencia. Esta teoría ruin se expresa en el apotegma: la minorías
tienen derechos por el sólo hecho de ser minorías, tenga o no algún valor lo
suyo.
Y así como es políticamente correcto criticar a
los fumadores y a los cazadores de ciervos, por el contrario, es políticamente
incorrecto criticar a cualquiera de las mil variantes del indigenismo americano.
De acá se desprende la primera mentira mayúscula:
la matanza de indios que realizaron los españoles fue de 120 millones según
Escarrá Malavé, presidente de la comisión de relaciones exteriores del Congreso
de Venezuela, de 70 millones según el sociólogo brasileño Darcy Ribeiro y así
siguen los números más inverosímiles. Pero estas cifras son solo suposiciones
artificiosas teñidas por el odio a España y lo español producto de la “leyenda
negra” creada por las oficinas políticas de Holanda e Inglaterra.
El filósofo e historiador mejicano José
Vasconcelos, nada hispanista, hace constar en su Breve historia de México que no
había más de seis millones de indios en todo el norte de América, tesis que años
después convalidarían las investigaciones del antropólogo W. Denevan.
Mientras que don Angel Rosemblat, profesor de
historia de América colonial y nada sospechoso de prohispanismo, estimó una
población a la llegada de Colón de trece millones y medio para toda América. La
que disminuyó en gran parte, no por las matanzas que ciertamente las hubo sobre
todo en los primeros treinta años de la conquista, sino, por las epidemias que
los españoles trajeron: gripe, viruela, sífilis, etc.
Angel Rosemblat nació en Polonia en 1902 en el
seno de una familia judía y llegó a Buenos Aires a los seis años, realizó sus
estudios en la Universidad de Buenos Aires, se perfeccionó en Europa y en 1946
se afincó en Venezuela contratado por ese gran pensador venezolano que fue
Mariano Picón Salas, allí murió en 1984. Nosotros tuvimos ocasión allá por 1968
de asistir a varias de sus clases magistrales en la Universidad de Buenos Aires.
El trabajo que acá publicamos pertenece al libro
que le dio mayor fama internacional La población de América en 1492 de 1945 y
que ha tenido múltiples reediciones. En este trabajo Rosemblat estudió el
proceso demográfico de América desde la llegada de los europeos y para ello
utilizó un original método “invertido cronológicamente”, es decir, que fue desde
nuestros días – donde contamos con datos más o menos ciertos- hasta 1492, donde
la incertidumbre es mayor. Pasó así de los datos comprobables desde 1940, 1825,
1650, 1570, 1492 hasta los datos menos ciertos o verosímiles.
Este trabajo eximio de Don Angel de 1945 sobre el
que siguió trabajando hasta las ediciones mejicanas de 1964 es de una erudición
apabullante que hoy no se encuentra, y da al traste con la inmensa cantidad de
trabajos posteriores a al suyo, que ni por asomo se aproximan en rigor
metodológico ni en el manejo de las fuentes. Un signo más de la decadencia de
nuestro tiempo.
Alberto Buela
LA POBLACIÓN AMERICANA EN 1492
Angel Rosemblat
Hemos seguido paso a paso el movimiento de la
población indígena de América retrocediendo desde la actualidad hasta 1570.
Estamos, pues, en condiciones de plantearnos el problema final: la población que
tenía el continente a la llegada de Colón. De más está decir que la fecha de
1492 tiene sólo un valor convencional. Significa, en términos generales, el
momento en que se produce el contacto entre el mundo americano y la civilización
europea. Ya hemos visto que ese contacto se produjo por etapas y que en 1570 una
gran parte del continente, apenas descubierta, seguía sometida a sus propias
leyes demográficas.
Las apreciaciones de los contemporáneos y de los autores coloniales, que juegan
muchas veces con los millones, están falseadas fundamentalmente en varios
sentidos:
1º Cuando Fray Toribio de Benavente o Motolinia dice que en Méjico los padres
franciscanos bautizaron, de 1521 a 1536, cerca de cinco millones de indios
(según Pedro Fernández de Quirós, en 1609, 16 millones; según Fray Buenaventura
Salinas, en 1631, más de 18 millones; según Juan Díez de la Calle, en 1657, 43
millones) trata indudablemente de exaltar la obra evangelizadora de la Orden.(1)
(1) Historia de los indios de Nueva España, por Fr. Toribio de Benavente o
Motolina, edic. de Méjico, 1941, pág. 118: "Yo creo que después que la tierra se
ganó, que fue el año de 1521, hasta el tiempo que esto escribo, que es en el año
de 1536, más de cuatro millones de ánimas se bautizaron". En la pág. 121 hace el
cálculo: De los sesenta sacerdotes franciscanos que hay, veinte todavía no
habían bautizado, y de los cuarenta restantes calcula que cada uno ha bautizado
cien mil o más, "porque algunos de ellos hay que han bautizado cerca de
trecientos mil, otros hay de doscientos mil y a ciento cincuenta mil, y algunos
que mucho menos, de manera que con los que bautizaron los difuntos y los que se
volvieron a España, serán hoy día bautizados cerca de cinco millones. Y luego
hace el recuento por pueblos y provincias de la manera siguiente: "A méxico y a
sus pueblos, ya Xochimilco con los pueblos de la laguna dulce, y a T1almánaco y
Chalco, Cuauhuáhuac con Ecapitztlán, y a Cuauhquechollan y Chietla, más de un
millón. A Tezcoco, Otompay Tepepolco, Tollantzinco, Cuautitlán, Tallan,
Xilotepec con sus provincias y pueblos, más de otro millón. A tlaxcallan, la
Ciudad de los Angeles, Cholollan, Huexotzinco, Calpa, Tepeyacac, Zacatlán,
Hueytlapan, más de otro millón. En los pueblos de la Mar del Sur, más de otro
millón. Y después que esto se ha sacado en blanco se han bautizado más de
quinientos mil, porque en esta cuaresma pasada del año 1536, en sola la
provincia del Tepeyacac se han bautizado por cuenta más de setenta mil ánimas;
por manera que a mi juicio y verdaderamente serán bautizados en este tiempo que
digo, que serán quince años, más de nueve millones de ánimas de indios".
Motolina alude a los debates producidos entre los frailes por el hecho de que
los misioneros, que tenían que bautizar a veces dos y tres mil indios por día,
abreviaban la ceremonia. Véase también a este respecto CLAVIGERO, Storia, IV,
282 (dice que según Motolina, entre 1524 y 1540 fueron bautizados en el Valle de
Méjico y provincias vecinas más de seis millones de habitantes, y que él mismo
bautizó 400.000, "de los que dejó el recuento escrito por su mano") Humboldt,
Essai, edic. París, 1825,1,298, dice: "Todos los partidos estaban igualmente
interesados en exagerar el estado floreciente de los países recién descubiertos:
los Padres de San Francisco se vanagloriaban de haber bautizado, desde 1524
hasta 1540, más de seis millones de indios, y, lo que es más, de indios que no
habitaban más que las regiones vecinas a la capital. EZEOUlEL A. CHAVEZ, Fray
Pedro de Gante, le atribuye a Fr. Pedro el haber bautizado en la provincia de
Méjico, con otros compañeros, más de 200.000 indios, "yaun tantos que ya no
sabía el número: en un día 14.000personas; a veces diez y a veces ocho mil" (cit.
por GRANADOS, op. cit., 5) Fr. Martín de Valencia le escribía en 1531 al
comisario general de la Orden franciscana, Fr. Matías Weynssen: ... "hablando
con verdad, y no por vía de encarecimiento, más de un millón de indios han sido
bautizados por vuestros hijos, cada uno de los cuales ha bautizado a más de cien
mil (TOROUEMADA, libro xx, cap. XVI, apud ROMAN ZULAICA GARATE, Los franciscanos
y la imprenta en México en el siglo XVI, México, 1939, pág. 86). GIL GONZALEZ
DAVILA, Teatro eclesiástico de la primitiva iglesia de las Indias occidentales,
Madrid, " pág. 25, afirma que los dominicos y franciscanos bautizaron en Méjico
y sus contornos, de 1524 a 1539, 10.500.000 indios (lbíd.) Prescott dice que los
misioneros pregonan que han convertido 9 millones de indios, "suma probablemente
superior a la población del país" (cit. por CHASE, Mexico, 102).
En 1609 el capitán PEDRO FERNÁNDEZ DE OlJ.IROS, en un Memorial dirigido a S.M.
(Colección de documentos inéditos de L. Torres de Mendoza, Madrid, V, 507511),
dice lo siguiente: "Se tiene por cierto que cuando se descubrieron las Indias
del Occidente había en ellas 30 millones de sus naturales ... ; no se deben
tener por mucho los 30 millones de naturales que digo, pues yo mismo he escrito
en un convento de San Francisco que está en un lugar que se llama Suchimilco,
cinco leguas más acá de la ciudad de Méjico, que solos los frailes de su orden
bautizaron 16 millones dellos, y éstos, juntados con los que bautizaron todos
los otros sacerdotes y con los que no se bautizaron y con más 14 millones que se
dice había en las islas Española, Cuba, Jamaica, P.Rico y otras, parece que
serían 60 y más millones" (págs. 507-508). Casi los mismos términos se expresa
Fr. BUENAVENTURA SALINAS, Memorial de las historias del Nuevo Mundo, Lima, 1631,
pág. 291 ... : ':Se dize en las historias de México que solos los frailes de S.
Francisco baptizaron en aquellos reinos más de diez y ocho millones; y éstos sin
los que baptizaron los otros sacerdotes y otros que no se baptizaron".
DIEZ DE LA CALLE, Noticias sacras y reales de los dos Imperios de las Indias
Occidentales, año 1657 (Ms. de la Biblioteca nacional de Madrid, n2 3.023-4,
fol. 7 r.) dice: "En el gobierno de Méjico sólo los religiosos de la Orden de
San Francisco le administraron el bautismo a 43 millones de indios, sin los que
bautizaron los de Santo Domingo y el clero". Esta cantidad de 43 millones la da
ya antes (¿hacia 1613?) el P. Fr. BAL TASAR MALDONADO, lector de Teología y
custodio de la Provincia de San Pablo r.S, Pedro y calificador del Santo Oficio:
los franciscanos en sólo el gobierno de Méjico bautizaron 43 millones de indios,
sin los que bautizaron . los dominicos, agustinos y el clero, y dice "que lo
tiene averiguado con muy grande satisfacción", y que "ahora cinco años halló por
los libros del rey que había solos 300.000 tributarios, que sc/n 700.000, y que
los hijos y personas que no tributan se podría a todo lo más poner un millón,
que son 1.700.000, de lo cual se colige los muchos millones que han parecido con
estos malos tratamientos en Nueva España, y cuán cerca están de acabar de
perecer todos" (Nota marginal para reforzar el alegato de don Juan de Silva
contra las encomiendas y servicios personales, Memorial de 1613, ms. de la
Biblioteca Nacional de Madrid).
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