EL
TABLÓN: El artículo de hoy
La pinza
contra Izquierda Unida
Ramón Trujillo*
La democracia como técnica de
control le va ganando la partida a la democracia como expresión de
la voluntad popular. Sorprende constatar cómo la derecha ha
enseñado a la izquierda a rellenar voluntariamente un certificado
de defunción en cuyo membrete se lee voto útil. Hace siete meses,
Miguel Herrero de Miñón declaraba que la legislación electoral
estatal, en cuya elaboración participó, se hizo para perjudicar al
PCE y, desde luego, es de justicia reconocer que les quedó muy
bien.
En una entrevista, publicada el pasado día 15 de junio, el ex
presidente Calvo-Sotelo afirmó que, en aquellos años en que se
decidía qué partidos se iban a consolidar en el panorama estatal,
la UCD ayudó con dinero al PSOE, para neutralizar al PCE. Todo
ello en consonancia con la financiación alemana, para promover dos
grandes partidos en España y "corregir" el izquierdismo
democrático de una parte de la ciudadanía. La legislación
electoral, la interferencia externa, los mecanismos de
financiación de los partidos y el miedo al golpismo fueron algunos
ingredientes esenciales del descafeinado democrático que, a medida
que transcurriera el tiempo, sería más y más letal para la
izquierda.
En las últimas elecciones generales el pueblo otorgó 18 escaños a
Izquierda Unida y la ley electoral le arrebató 13. A IU cada
diputado le costó 253.906 votos, al PP 65.071 y al PSOE 66.522. En
las municipales, cada concejal de IU representaba a 598 electores,
frente a los 338 electores por concejal del PP y los 322 del PSOE.
Esto nos muestra que hay algo en común entre la crisis de la
izquierda, con programa de izquierdas, y las mayorías absolutas
habidas en España: han sido fabricadas por la legislación
electoral y no por los votantes. Y es que los españoles no somos
iguales: si votamos a IU nuestro voto vale casi cuatro veces
menos.
La lección que la derecha decidió dar al ciudadano progresista es
bien simple: "si votas a la izquierda tu voto valdrá mucho menos.
Así que, si quieres contener a la derecha, vota a la opción con
siglas progresistas favorecida por la ley electoral". Y ello
funciona gracias al extremismo del PP. Por ejemplo, el fraude
informativo del gobierno de Aznar tras el atentado del 11 de
marzo, su implicación en la guerra de Irak, el Prestige, el Yak-42,
el decretazo contra los derechos laborales… En suma, el miedo a
una transición al revés, dirigida por el PP, refuerza la lógica
del voto útil, la idea de que más importante que apoyar lo que se
desea, es rechazar lo que se teme.
El guión del vaciamiento democrático español es obvio: el miedo a
la derecha, sumado al menor valor del voto de izquierdas,
debilitan a IU y prefiguran un bipartidismo aderezado con
formaciones nacionalistas. El sistema electoral fue diseñado para
destruir a IU y, si logra el objetivo, la agenda política española
quedará adicionalmente escorada a la derecha durante décadas. Es
terrible pensar en tanta gente progresista enredada en la trampa
del voto útil que le tendió la derecha.
También sorprende la desmovilización de la gente de izquierdas que
va a legar a sus hijos menos avances sociales que los que recibió
de la anterior generación progresista. Falta autocrítica en
quienes exigiendo una izquierda perfecta abandonan a la izquierda
imperfecta, mientras crece la derecha. La deriva hacia una
izquierda de tapas y cañas, hacia un progresismo de mera
conversación, sólo puede llevar al fin de la izquierda por falta
de compromiso.
Quienes dicen que derecha e izquierda ya no existen nos niegan
instrumentos conceptuales para entender lo que pasa. La izquierda
incluye a las fuerzas políticas y sociales comprometidas con la
redistribución de la riqueza. La derecha articula a los sectores
que pugnan por obtener privilegios económicos, aunque, por
supuesto, cede ante determinadas exigencias redistributivas.
España es el único país, de los veintisiete de la OCDE, en que los
salarios reales se redujeron, entre 1995 y 2005. De 1999 a fines
de 2006, los salarios pasaron de representar el 48.6% del PIB al
46.4%. En ese período, los beneficios de las empresas españolas
crecieron el 73%, más del doble del 33.2% que aumentaron en la
Europa de los Quince (UE-15). En diez años de fuerte crecimiento
económico, la pobreza relativa pasó del 19% al 20%, cuatro puntos
por encima de nuestros vecinos con renta similar. Si, en 1990,
gastábamos en protección social un 5.5% menos del PIB que la
UE-15, para 2003, era un 8.6% menos. PP y PSOE asumen una política
económica que nos deja lejos de la Europa social, compiten bajando
impuestos y, si bien lo hacen a distinto ritmo, privatizan
empresas públicas, es decir, los más que menos tienen venden a los
menos que más tienen la riqueza que podría contribuir al bienestar
colectivo.
Nuestro país vive por debajo de sus posibilidades y afronta
grandes retos medioambientales con una gran parte de su izquierda
desmotivada, inactiva y atrapada por el mensaje sedante y
desmovilizador del voto útil. Entretanto, la principal
organización progresista del país, Izquierda Unida, afronta la
"pinza" legislativa electoral que pretende imponer la amnesia
bipartidista. Esa izquierda sí está dispuesta a aplicarse el lema
libertario: "derrota tras derrota, ¡hasta la victoria final!"
*Ramón Trujillo es coordinador de Izquierda Unida Canaria en
Tenerife.
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Nota de/para los amigos que me escriben:
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De: Andrés Soliz Rada
Asunto Artículo
BOLIVIA: EL 52, OVANDO Y EL MAS
Es erróneo condenar a los líderes de la Revolución de 1952
por no haber instaurado el socialismo o la dictadura del
proletariado. Deben ser censurados por el manejo ineficiente
y corrupto de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL).
Por no instalar hornos de fundición de estaño, como hizo el
general Alfredo Ovando, 17 años más tarde. Por
descapitalizar al ente estatal minero con políticas
rentistas, que lo pusieron al borde de la quiera, la que fue
postergada por créditos foráneos, a cambio de la
desnacionalización del petróleo. Lo anterior no disminuye la
trascendencia histórica de la abolición del pongüeaje
(servidumbre de la gleba), el voto universal, la
nacionalización de las minas y la conclusión de la carretera
Cochabamba-Santa Cruz, que comenzó a articular nuestra
atomizada geografía.
Ovando y Torres (1969-1971) demostraron, con la fundición de
estaño y la nacionalización del petróleo (con la importante
participación de Marcelo Quiroga Santa Cruz), que el
capitalismo de Estado debe ser el motor de la economía
nacional y no una artificial “burguesía nacional”, creada
con prebendas y “cupos” otorgados a dirigentes del partido
oficial, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
Sin embargo, el mayor aporte ovandista fue la Estrategia
para el Desarrollo Nacional, elaborada por el patriota
cruceño, José Ortiz Mercado, según la cual los préstamos
externos deben ser complementarios al esfuerzo propio y que
los recursos estratégicos, en manos del Estado, deben
impulsar los no estratégicos, con participación de
empresarios privados y cooperativas de todas las regiones
del país. Estos postulados fueron actualizados en el “Libro
del Modelo Endógeno”, de “Conciencia de Patria” (CONDEPA),
en 1993.
El Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales, dio un
salto histórico en la lucha contra la exclusión social de
los pueblos originarios, la que fue precedida por el voto
universal del MNR y el haber logrado, por parte de CONDEPA,
que Remedio Loza, una chola (mujer de pollera, que se
diferencia de las que usan vestidos, a la usanza
occidental), sea diputada, candidata presidencial y jefa de
un partido político por primera vez en nuestra historia. La
designación de David Choquehuanca (apellido aymara) como
canciller, pese a sus desaciertos, simboliza la ocupación de
espacios públicos por fuerzas emergentes que desplazan a
bastiones oligárquicos. Ese avance no puede ser desvirtuado
con el invento de 36 naciones indígenas con el que exóticos
“ideólogos” financiados por ONG pretenden astillar a la
República, al igual que separatistas antinacionales de la
región oriental de Bolivia. |
Infelizmente, el
MAS no está a la altura de la Estrategia económica de Ovando.
Anuncia que el Estado instalará reducidas fábricas de papel y de
cartón, pero, mediante lesivos contratos, ha abandonado la
nacionalización de los hidrocarburos del 1-05-06, no ha recuperado
la mayoría de acciones de las petroleras “Chaco (British Petróleum),
Andina (Repsol) y Transredes (Enron-Shell) y no aplicó las
auditorias que demuestran las estafas de las petroleras foráneas.
En siderurgia, el MAS, gracias a un acuerdo con la Jindall, de la
India, detuvo a los depredadores brasileños del hierro del Mutún,
pero, infelizmente, las transnacionales mineras, Appex Silver (socia
de George Soros) y la norteamericana Cours D’Èlene han comenzado a
explotar yacimientos y desmontes de plata de Potosí, con las reglas
de juego elaboradas por Sánchez de Lozada. Por el contrario, Evo
prefiere usar los excedentes económicos, originados en el incremento
mundial de los precios de las materias primas, en bonos de
beneficencia y préstamos con intereses ridículos a Transnacionales y
Bancos extranjeros.
Si recordamos que la “corrupción es el hueco por donde se escapa la
soberanía nacional”, la Ley de Investigación de Fortunas, que
propusimos desde 1990, debería servir al gobierno para articular,
con visión unitaria y respeto a las diversas formaciones históricas
de nuestras regiones, un proyecto nacional que ensamble el espíritu
revolucionario del 52, la estrategia económica de Ovando, el modelo
“endógeno” de CONDEPA y la erradicación de la exclusión social, en
la construcción de la bolivianidad aún inconclusa.
De: Tamarant
Asunto: Candidaturas de UPC
Este miércoles, presentación de candidaturas y programa de UNIDAD
DEL PUEBLO para las elecciones generales. En el Club Prensa
Canaria, a las ocho y media de la noche
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Mensajes
desde Cuba:
De: Revista
Digital de Cultura Cubana La Jiribilla
Año VI. La Habana
2 al 8 de FEBRERO de 2008 |
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Con casi medio siglo de existencia, el Premio Casa de las
Américas, es ya, y desde hace mucho tiempo, un termómetro
ineludible de la literatura latinoamericana. Laura Yasan, de
Argentina, fue la ganadora del Premio de Poesía con el título
La llave Marilyn; Hugo Niño, de Colombia, obtuvo el Premio en
Ensayo Histórico-Social, con la obra El etnotexto: las voces
del asombro y el volumen La furia de las pestes, de la
argentina Samanta Schweblin, el de cuento; mientras que A
globalização da natureza e a natureza da globalização, de
Carlos Walter Porto-Goçalvez y Le dieux voyagent la nuit de
Louis Philippe Dalembert fueron los ganadores de literatura
brasileña y caribeña respectivamente.
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Premios Casa de las Américas 2008
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El camino socialista se hará fuerte y se profundizará si es
capaz de asumir esas diversidades y vivir con ellas, de
conducirlas y aprender de ellas al mismo tiempo, de respetar
sus identidades y atender sus demandas a la vez que les pide
contribuir a la empresa de todos y entregar buena parte de sus
virtudes y su trabajo a la comunidad.
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GALERÍA DE IMÁGENES: PREMIOS cASA DE LAS
AMÉRICAS 2008 |
GALERÍA DE IMÁGENES: José Luis Cuevas en
La Habana |
Exposición homenaje al aniversario 155 del
natalicio del Apóstol
Martí en la pupila insomne
Carina Pino-Santos • La Habana
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GALERÍA DE FOTOS DE LA EXPOSICIÓN |
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Un
tema y diversas visiones |
Millones contra las FARC
Hernando Salazar
Bogotá
Una convocatoria que originalmente se hizo a través de Internet
contra el secuestro y la guerrilla de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), reunió este lunes a millones
de personas que marcharon por las calles de las principales
ciudades del país y también en el exterior.
El comandante de la policía de Bogotá, general Rodolfo Palomino,
informó que, hacia el mediodía, unas dos millones de personas
habían salido a las calles de la capital colombiana -que tiene 7
millones de habitantes- a marchar y a concentrarse en diferentes
plazas, parques y calles.
Vídeo
Millones en las calles
Decenas de miles
más lo hicieron en otras ciudades colombianas, como Medellín,
Cali, Barranquilla, Cartagena, Cúcuta y Valledupar.
En una transmisión por televisión desde Valledupar, en la frontera
con Venezuela, el presidente Álvaro Uribe expresó su gratitud "a
los colombianos residentes en tantos países del mundo, que hoy se
han unido con nosotros en esta cadena de energía espiritual contra
el secuestro y contra el crimen".
Y dijo que "entendemos que esta marcha también es una exigencia
del pueblo colombiano a nosotros, para que aportemos todas
nuestras energías, todos nuestros esfuerzos por la erradicación
definitiva del secuestro".
Análisis: ¿Servirán de algo las marchas?
Tres demostraciones
Aunque la convocatoria inicial era sólo contra las FARC, el
opositor Polo Democrático Alternativo (PDA) y los familiares de 43
soldados, policías y políticos en poder esa guerrilla hicieron
demostraciones por su cuenta, donde insistieron en la búsqueda de
un acuerdo humanitario. Mientras el PDA hizo marchas y
concentraciones, los familiares prefirieron reunirse en las
iglesias.
La mayoría de quienes salieron a las calles gritaron consignas
como: "No más secuestros. No más mentiras. No más muertes. No más
FARC".
A la Plaza de Bolívar de Bogotá llegaron miles de personas de dos
de las marchas, que terminaron unidas al mediodía, cuando se
soltaron centenares de globos de colores, se batieron banderas y
hubo aplausos.
Allí, el secretario del PDA, Daniel García-Peña, le dijo a BBC
Mundo que "cuando uno dice 'No a las FARC' muchos lo que están
planteando es que las FARC deben acabarse a plomo y eso lo que
hace es profundizar la guerra y de alguna manera condenar a los
secuestrados para que se pudran en la selva".
Otro de los presentes, el senador Jorge Robledo, del PDA, declaró
a BBC Mundo que "nos movilizamos contra el secuestro, pero también
contra el paramilitarismo, que es inmenso y avanza en medio de la
impunidad. Y nos preocupa el paramilitarismo que rodea a gente tan
cercana al presidente (Uribe)".
A la Plaza también llegó Isabel Rodríguez, quien declaró a BBC
Mundo: "Soy víctima de las FARC, que en 2001 masacraron a mis
amigos, cinco chicos de Ibagué que subieron a hacer turismo a los
nevados del Tolima y el Ruiz".
¿Por qué no marcharon?
En cambio, una mujer que se identificó como Olga Lucía distribuía
volantes donde se invitaba a no participar en las marchas.
"Aquí nadie está diciendo nada frente al genocidio de los
paramilitares. Nosotros no compartimos ni el programa ni los
métodos de las FARC, pero creemos que esta marcha va a fortalecer
las políticas de derecha encabezadas por (el presidente Álvaro)
Uribe", declaró Olga Lucía a BBC Mundo.
Por el contrario, el profesor John Jairo Pérez dijo que él sí
marchaba porque "las FARC, con todo su accionar y los demás
grupos, les han dado motivos a la juventud, que inició esto, para
que se levante sin miedo contra ellas".
BBC Mundo les preguntó a varios de los presentes en la Plaza de
Bolívar si tienen sentido estas marchas y si pueden cambiar en
algo las cosas.
"Estas marchas polarizan más la vida nacional. Ves camisetas que
dicen 'No al despeje', que son las del Ministerio de Agricultura,
y ves camisetas que dicen 'Acuerdo Humanitario', respondió Jesús
Aníbal Suárez, un editor.
Más al norte, en otra concentración que hubo en la zona del centro
financiero del norte de la ciudad, estaba Clara Rojas, la fórmula
vicepresidencial de Ingrid Betancourt, quien permaneció casi seis
años secuestrada por las FARC y volvió a la libertad a comienzos
de enero pasado.
"Ojalá que las FARC escuchen a las personas que desde Colombia y
el exterior están pidiendo que liberen a las personas que aún
tienen cautivas. Yo, con el alma les pido que por favor escuchen
este mensaje que les está enviando Colombia. Yo quiero pensar que
esta movilización va a servir de algo", declaró Rojas.
En la misma zona se encontraba Ramiro Bejarano, un conocido
columnista del semanario El Espectador.
Bejarano le dijo a BBC Mundo que él cree que las marchas que hubo
este lunes no van a conmover a las FARC, así "hayan visto esos
mares de gente en las calles".
Sin embargo, señaló que las marchas "le tienen que decir algo a
los amigos de las FARC en el exterior. Ojalá les cierren puertas
internacionalmente, sobre todo en Europa".
Contra las FARC, el secuestro y...
--oOo--
Un
muro de mentiras ha sido derribado
Hernán Mena Cifuentes.
Hoy vuelve
a ponerse en evidencia el contraste existente entre el accionar
belicista de Uribe quien sólo piensa en continuar con la guerra, y
la búsqueda de la paz que adelanta Chávez con el apoyo de las Farc
que han confiado en él, como lo han hecho los cautivos, sus
familiares y la gran mayoría del pueblo colombiano que lo han
escogido como ineludible hombre capaz de adelantar con éxito el
canje humanitario que permita la liberación de miles de cautivos y
abrir las puertas a la paz. |
La Colombia
que marchó, la que no marchó, y la que marchó contra los que
marcharon
Fredy Muñoz Altamiranda
Rebelión
Hay, por lo menos, dos colombias.
Una que marchó y otra que no. Una que votó y seguiría votando por
mantener a un paramilitar y narcotraficante como Álvaro Uribe en
la presidencia, y otra que continuará oponiéndosele, a pesar de
que le asesinen a sus hijos, le roben sus tierras o la dejen sin
trabajo.
Hay una Colombia de sentimientos patrióticos virtualizados,
muchachos y muchachas de “bien” que a diario se indignan, a través
de Facebook, de la violencia nacional, mientras envían a sus
listas de correos y círculos de amistades electrónicas, razones
por las cuales sentirse orgullosos de lo que creen que es
Colombia: Juanes, Shakira y Montoya.
En la otra Colombia hay por lo menos sesenta mil familias que aún
esperan que los paramilitares amigos del gobierno mafioso de Uribe
les digan dónde enterraron los pedazos mutilados de sus víctimas.
En qué fosa común, de qué hacienda, de cuál congresista uribista,
están los despojos de miles de hombres, mujeres, jóvenes y niños
que hacían parte de la otra Colombia, la que no marchó.
Como tampoco marcharon los campesinos asesinados por la Brigada
Móvil número XV del ejército colombiano, que según contó uno de
los propios asesinos a la Procuraduría General de la Nación, el
sargento Alexander Rodríguez, eran tiroteados para hacerlos pasar
por guerrilleros y reclamar cinco días de descanso por cada
muerto.
La Colombia de las universidades privadas, de los empleos bien
remunerados en almacenes, compañías, centros comerciales, bancos y
empresas prósperas de la mafia, la Colombia propietaria, la que
dice poder viajar ahora por carretera en sus camionetas blindadas
a visitar sus fincas de recreo en tierras exclusivas del país,
robadas a campesinos o a indígenas y hoy custodiadas por
paramilitares, esa Colombia si marchó.
Los jóvenes de barrio que reciben clases en las universidades
públicas, con un pasaje de bus en el bolsillo y un desayuno casero
en el estómago, los chicos y chicas que han leído más de un buen
libro sobre la historia y el origen de nuestra violencia, los que
insisten en la democracia participativa y los cambios
estructurales de un país tomado por el paramilitarismo, los que no
le comen cuento ni a Uribe ni a sus asesores cínicos, esos no
marcharon.
En mi tierra, la Costa Atlántica, los uribistas pretendieron
aprovechar la asistencia del pueblo a la programación
multitudinaria del Carnaval de Barranquilla, para hacerle creer a
los navegantes de internet que esa manifestación cultural
centenaria y rica era producto de sus convocatorias virtuales.
Pero sólo pudieron hacer un rápido y deslucido desfile de carros
lujosos, de electores de Uribe que suspendieron la parranda por
quince minutos, y salieron a darle una vuelta a la cuadra, a sonar
sus bocinas y tomarse una foto con el teléfono celular para
montarla en los portales de “Facebook” y decir que “millones de
colombianos marcharon”.
Pero hubo una Colombia, entre estas dos de las que he hablado, que
también marchó, para exigir la solución política negociada al
conflicto armado, un intercambio humanitario de prisioneros, y la
paz con justicia social que mantiene en armas a otra Colombia. Y
que si esa otra Colombia armada salió a marchar, lo hizo por las
montañas y las selvas del país, a combatir, como lo hacen a
diario, a mercenarios gringos, a oficiales y soldados,
compatriotas cuya única alternativa de trabajo remunerado ha sido
la guerra; y a los nuevos paramilitares que negociarán con Uribe
nuevos beneficios, en un ya lanzado tercer mandato.
Una Colombia que marchó (pero no por seguirle el juego a “Facebook”,
la extensión de la CIA cuyos 16 socios son agentes de inteligencia
estatal estadounidenses) en Washington coreaba: “¡Uribe, paraco,
el pueblo está verraco!”.
En Bogotá jóvenes del Sur de la ciudad marcharon a la usanza de
las tribus urbanas, pidiendo paz, pero también justicia para sus
amigos asesinados por los paramilitares en complicidad con la
policía, y mostrados luego como delincuentes dados de baja o
resultado de ajustes de cuentas entre bandas, cuando realmente
eran adolescentes irreverentes, en resistencia al control social
de los paramilitares en sus barrios.
La Colombia que marchó lo hizo convencida de que reelegirán a
Uribe para cuatro años más de gobierno mafioso y paramilitar.
Muchos quizás no sean conscientes de eso.
La Colombia que marchó contra la marcha de Uribe lo hizo, en buena
parte, para no ser tomados como amigos de los “violentos”, pero en
otra para expresar salidas distintas al unanimismo guerrerista.
Y la Colombia que no marchó espera que los huesos de sus
familiares aparezcan, o que alguien diga, “Yo los maté” como ya ha
hecho el narcotraficante, paramilitar y elector de Uribe, Hernán
Giraldo con 37 asesinatos, entre ellos el de Martha Lucía
Hernández Turriago, ex directora del Parque Tayrona, y el del
estudiante Hugo Maduro, ex miembro de la Juventud Comunista, y hoy
una cifra más en la estadística de un exterminio que no cesa.
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