EL
TABLÓN: El artículo de hoy
Una de
boquerones
Carlos Sosa
El portavoz
del PP para asuntos de economía (con permiso de Pizarro),
Miguel Arias Cañete, es un tipo genial. Hecho a partir del
molde tradicional del español de casta y tronío, de siesta
diaria con escupidera y pijama, el ex ministro de Aznar es
de esos políticos cuyo número de teléfono nunca ha de faltar
en la agenda de un periodista que necesite de modo
recurrente tener un buen titular que meterse entre pecho y
espalda.
Su última aportación a la idiocia política la hemos
encontrado en su intento por justificar la extravagante
propuesta xenófoba de Mariano Rajoy, esa con la que dice
querer integrar a los inmigrantes después de haber
desintegrado todos sus derechos y columpiarse en la obviedad
de las leyes vigentes.
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Cañete ha
dicho que eso de la inmigración está bien, pero que los
inmigrantes no son buenos camareros, que ya el servicio no
es el que era, dónde va a parar: "Aquellos camareros
maravillosos que teníamos, que le pedíamos uno cortado, un
nosequé, mi tostada con crema, la mía con manteca colorada,
cerdo, y a mí uno de boquerones en vinagre y venían y te lo
traían rápidamente y con una enorme eficacia".
Me sumo muy patrióticamente a la consternación que parece
haberse instalado en el PP ante la pérdida de esa figura del
camarero diligente y con capacidad de retención mental de la
comanda (cosas de las reformas de la FP, supongo), y lamento
profundamente que el principal partido de la oposición, |
llamado a
ser gobierno cuando la alternancia y los ciudadanos lo
ordenen, esté dando cada día sobradas muestras de que sus
dirigentes tienen las ideas agotadas cuando no empeñadas en
la recuperación de la España cañí.
Es cierto que deberíamos situar las tonterías de Cañete en
el plano del anecdotario, pero cuando se ponen en relación
con los demás argumentos que aporta el resto de coristas del
PP para arropar a su líder, la cosa adquiere tintes
verdaderamente patéticos. Y, para colmo, dice Rajoy que lo
que se intenta con el contrato de integración es que los
inmigrantes practiquen la monogamia y las niñas no sufran
ablación. Habrá que repasar el Código Penal, a ver si
merecía la pena tana falta de respeto a las personas. Y a la
inteligencia. |
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Nota de/para los amigos que me escriben:
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De: Agencia
Digital Independiente de Noticias
Asunto: El vano intento de humanizar el capitalismo
Mario Raúl Bordón (*)
El rotundo
triunfo de la derecha tradicional y oligárquica, representada por
Mauricio Macri, en las elecciones porteñas y las cuatro derrotas
electorales sufridas por Frente para la Victoria en 21 días deben
movilizar una profunda reflexión acerca de los límites concretos
que existen para sostener un proyecto político autodenominado
progresista como el de Néstor Kirchner.
Macri no subió el techo programático de la derecha sino que, a la
inversa, el piso político del progresismo oficial siempre ha sido
más bajo que sus performances electorales. Los orígenes del actual
gobierno lo corroboran. Porque Kirchner no es la resultante de una
rebelión popular sino de un cambio urgido y organizado por el
sector agroexportador de la burguesía argentina que en 2001 se vio
obligada a fracturar el monolítico apoyo que toda la clase
dominante había brindado al modelo dolarizador (convertibilidad),
instaurado por Carlos Menem y Domingo Cavallo, durante la década
del ´90.
TRANSICIÓN BURGUESA. Su solución para devaluar fue retirar de
circulación al instrumento que mediatiza todas las relaciones
sociales en el capitalismo: el dinero. Durante un año circularon
las llamadas “cuasimonedas” para forzar una drástica disminución
del poder adquisitivo de los argentinos. Cumplido ese objetivo
reapareció el dinero y esta transición burguesa se llevó dos
presidentes. Al último dolarizador, Fernando De la Rúa, lo vimos
huir en un helicóptero. El primer devaluacionista, Eduardo
Duhalde, tuvo mejores reflejos y, luego de los brutales asesinatos
de Kosteki y Santillán, adelantó las elecciones para Abril de 2003
y renunció a su pretensión inicial de autosucederse
electoralmente. Tras un año y medio de agitación social, Kirchner
se convirtió en el presidente constitucional menos votado de la
historia argentina después que Menem (ganador en primera vuelta)
desertara del ballotage. La burguesía devaluacionista le puso una
condición innegociable para mantenerle su apoyo: Roberto Lavagna
debía continuar como ministro de economía.
CRECE LA ECONOMÍA Y CRECE LA MISERIA. Kirchner no avanzó más allá
del tradicional gatopardismo. Su logro más significativo ha sido
la instalación social de una concepción que rechaza taxativamente
la “teoría de los dos demonios”, que equiparaba a represores y
víctimas del terrorismo de Estado y que había sido la premisa
filosófica en la cual se fundaron las leyes de obediencia debida y
punto final dictadas por el gobierno de Raúl Alfonsín y los
indultos de Menem. Ya no podrá haber vuelta atrás en esta postura
oficial del Estado argentino. Ello constituye una bisagra
histórica y tendrá implicancias políticas concretas en el futuro
inmediato.
El manipuleo judicial sigue siendo el mismo. La actual Corte
Suprema, aunque con mejor nivel académico, es tan adicta al
proyecto devaluacionista de Kirchner como lo era la encabezada por
el impresentable Julio Nazareno al proyecto dolarizador de Menem.
Además, Kirchner redujo el Consejo de la Magistratura para
asegurarse el veto con el número de miembros que responden al
Ejecutivo. Gigantescos hechos de corrupción ya salpican al
presidente y su círculo áulico.
Pero lo más preocupante es que no hubo modificaciones en la
distribución de la riqueza. Crece la economía y, al mismo tiempo,
crece la miseria porque esa es la esencia inexorable del sistema
capitalista. Ni siquiera se reactivaron las agroindustrias. La
deuda con el Fondo Monetario Internacional fue canjeada por deudas
con acreedores privados que realizan un monitoreo de la economía
nacional menos difundido que el del FMI. Y en el último año se ha
producido un rebrote inflacionario porque el Estado comenzó a
emitir moneda para anclar el dólar en tres pesos que es el límite
del inestable equilibrio entre los intereses de la burguesía
agroexportadora y los del gobierno nacional. Un dólar más barato
le impediría a Kirchner efectuar las retenciones que necesita para
sostener su prebendario asistencialismo electoral. Un dólar más
caro le impediría a la burguesía agroexportadora importar los
insumos dolarizados que necesita para producir.
EL OCASO
DEL PROGRESISMO. El progresismo siempre fue una categoría
política insustancial aunque seductora para la clase media
argentina. Una amplia y heterogénea franja social que suele
ser muy crítica de todas las lacras del capitalismo, pero
que es absolutamente renuente al combate frontal contra el
sistema y, por ende, funcional al mismo. El “Estado de
Bienestar”, emblema del progresismo, fue un modelo con
amplia cobertura estatal en servicios que el capitalismo
pudo implementar únicamente en los países centrales después
de la segunda guerra mundial y lo hizo en detrimento de la
población de los países periféricos.
La colosal regresión que ha sufrido la humanidad, en su
construcción social, en los últimos 30 años permitió
reinstalar esta fantasía pero, al mismo tiempo, tornó
inviable su concreción en cualquier parte del mundo porque
el modelo neoliberal de los ´90 puso en crisis la idea
central del progresismo que concebía a la ciencia como un
factor de progreso lineal. Según esta concepción, el mero
desarrollo científico posibilitaría no solamente terminar
con la miseria sino, también, superar las desigualdades y
asimetrías sociales. Esta falacia fue receptada tanto por el
pensamiento político liberal como por el socialista. Es por
eso que han coexistido “progresistas de derecha” y
“progresistas de izquierda”. Pero la historia reciente ha
demostrado que el desarrollo científico y tecnológico no es
neutro ni apolítico sino que está direccionado a satisfacer
las necesidades y los intereses de los sectores que, a
escala mundial, pueden financiar ese desarrollo.
ANTIIMPERIALISMO Y ANTICAPITALISMO. El progresismo no puede
resolver una contradicción clave. Ya no puede haber
antiimperialismo sin anticapitalismo. No será posible llevar
adelante ninguna política antiimperialista sin adoptar
medidas que ataquen el corazón del sistema capitalista en
Argentina. Entre ellas las que permitan al Estado recuperar
las grandes llaves de la economía nacional: la banca, el
mercado de cambios, el comercio exterior y las operaciones
del seguro y reaseguro de las exportaciones. Sería,
igualmente, poco para terminar con el capitalismo. Pero es
mucho para el débil progresismo de Kirchner. Además, un
amplio sector de la burguesía devaluacionista se ha
escindido para sostener la candidatura presidencial de
Lavagna, que es apoyado por Duhalde y Alfonsín. |
Y, sobre todo, ya
no existen condiciones objetivas históricas para edificar un
“capitalismo con rostro humano” como pregona el actual presidente.
Aunque Kirchner o su esposa ganen las presidenciales del 28 de
Octubre próximo, su proyecto político ya no tiene destino. Lo más
probable es que terminen adoptando el programa económico de Lavagna.
MACRIPERONISMO O SOCIALISMO. Kirchner llegará a estas elecciones
con un escenario político muy distinto al del 18 de Marzo último
cuando, en Entre Ríos, Jorge Busti impuso a su delfín, Sergio
Urribarri, como futuro gobernador inaugurando el año electoral. La
inocultable imprevisión para resolver la crisis energética complica
aún más al gobierno nacional. Es muy posible, además, que el 2 de
Septiembre el Frente para la Victoria pierda la gobernación de Santa
Fe después de 24 años consecutivos de hegemonía del PJ. El último
intento de convertir esta debilidad en fortaleza ha sido adelantar
el lanzamiento de Cristina Fernández de Kirchner como candidata
presidencial secundada por un “radical K” para contrarrestar el
apoyo orgánico de la UCR a Lavagna. El radicalismo perdió entidad
política desde que la clase media fue empobrecida y pulverizada como
sujeto social.
Mientras tanto, la burguesía dolarizadora se realinea en torno de
Macri agitando la bandera de la “capacidad de gestión” que,
paradójicamente, había sido una consigna de Kirchner. En el mediano
plazo es posible que surja el macriperonismo. Los caciques
provinciales del PJ ya están negociando con Macri el préstamo de su
estructura territorial a cambio de que el electo Jefe de Gobierno
porteño les garantice el manejo clientelar de sus respectivos feudos
cuando se apague la estrella de Kirchner. Las otras opciones
autodenominadas progresistas (Carrió, Binner, Sabbatella, Juez) no
tienen un techo político más alto que el de Kirchner ni base social
para proyectarse.
Ante semejante situación histórica las grandes mayorías no deben
dejarse atrapar por la falsa disyuntiva burguesa. Urge abandonar el
pensamiento mágico acerca de “terceras posiciones”. No hay margen
para posiciones intermedias. En América del Sur el socialismo sigue
siendo la única gran oportunidad histórica. No hay recetas, pero
existen ideas y proyectos. Ha quedado demostrado que el progresismo
no puede limitar la voracidad del capitalismo. Esta verdad puede
causar alegría o tristeza. Lo que no tiene es remedio.
(*) Abogado de la ciudad de Concordia (Entre Ríos)
Este artículo de opinión fue publicado en el matutino "El Diario"
de la ciudad de Paraná (Entre Ríos) en su edición correspondiente al
día viernes 6 de Julio de 2007 (sección primera - página 8).
De: Izquierda Unida
Canaria
Asunto: Candidaturas
electorales al Congreso
IZQUIERDA UNIDA CANARIA
–ALTERNATIVA
CANDIDATURAS ELECTORALES AL CONGRESO POR LAS PALMAS
ELECCIONES GENERALES 2008
Javier Doreste Zamora (Las
Palmas de Gran Canaria, 1956) encabeza la lista de Izquierda Unida
Canaria-Alternativa al Congreso por la provincia de Las Palmas. Con
una dilatada experiencia política iniciada en la Universidad de La
Laguna, Doreste ya fue candidato al Senado en 1996. En las últimas
elecciones autonómicas encabezó la lista de IUC al Parlamento de
Canarias por Gran Canaria.
La candidatura de Izquierda Unida Canaria-Alternativa combina
juventud y veteranía, con una renovada presencia de candidatos de la
isla de Lanzarote –María Gloria Ugarte y Juan Luis Jiménez
Camillero- y de Fuerteventura –Irma Fernández-.
Por Gran Canaria completan la lista Vicente Bolaños –concejal
del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de 1995 a 1999-,
María Dolores Montesdeoca –docente en Jinámar-, Alejandro
Pérez Peñate–representante de los estudiantes en el claustro de
la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria- y Carmen Betancor
–con una amplia trayectoria en los movimientos ciudadanos-.
Los candidatos al Senado en la isla de Gran Canaria son Abraham
Ruano, trabajador social y licenciado en Antropología por la
Universidad de Granada, y Esther Talavera, trabajadora de
Correos en Las Palmas de Gran Canaria.
Canarias, roja y verde. Izquierda Unida Canaria presenta con
su candidatura al Congreso por la provincia de Las Palmas y al
Senado por la isla de Gran Canaria la mejor de las representaciones
de una izquierda coherente, en la que se unen el trabajo social, en
defensa de los trabajadores de Canarias, y de las sensibilidades en
defensa del medio ambiente en las Islas.
La izquierda con ESE. Izquierda Unida Canaria aúna las
mejores de las condiciones que hacen de los canarios una sociedad
peculiar: históricamente tolerante y solidaria. Unos rasgos de
identidad en riesgo de pérdida, con propuestas intolerantes e
insolidarias desde los partidos conservadores, que cuentan con la
complicidad del autoproclamado nacionalismo canario. Esos rasgos de
identidad, la del mantenimiento de la identidad tolerante y
solidaria, se encuentran en la izquierda que se pronuncia con ESE, y
no con ZETA: Izquierda Unida Canaria, la izquierda de Canarias.
La izquierda útil y necesaria. Cada voto de los electores
canarios a Izquierda Unida Canaria es un voto útil y necesario. Cada
voto de los electores canarios permitirá que siga existiendo el
Grupo Parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso de los
Diputados. Cada voto de los electores canarios permitirá que pueda
lograrse la circunstancia histórica de un gobierno de izquierdas en
el Estado español.
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Mensajes
desde Cuba:
De: Félix
Sautié Mederos
Asunto: CRÓNICAS
CUBANAS.
RECUPERAR EL
ENCANTO DE HACER SONREÍR…
Queridos lectores en diversas
crónicas les he hablado sobre lo que escribe el padre Alberto
García Sánchez SJ., Director de “Vida Cristiana” una hoja
semanal que se reparte en las iglesias cubanas cada domingo.
El padre Alberto es un jesuita criollo que reúne en sí mismo
sencillez, profundidad, mística y sabiduría popular. Tiene la
virtud de abordar aspectos sensibles de la vida cotidiana,
venidos a menos por la vorágine de una impronta de héroes y
heroicidades que nos hace sentir deudores permanentes de lo
extraordinario, que desvaloriza lo cotidiano y sencillo del día
a día.
En esta oportunidad quiero escribir sobre un breve comentario
relacionado con el Día de Reyes, en el que planteó una necesidad
que nunca debería eludirse y que poco a poco se ha ido
desvalorizando en nuestro medio social por la acción de un
endurecimiento que ha subsumido dentro de la lucha permanente
por subsistir al tiempo dedicado al descanso, a la sana alegría,
al encuentro en familia y a las tradiciones festivas.
La idea del padre Alberto es breve y sencilla. La cito textual:
“Necesitamos recuperar el sentido profundo que tiene la alegría
de dar regalos, el encanto profundo de hacer sonreír a los
demás, especialmente a los niños”. Esta frase para muchos podría
parecer una verdad de Perogrullo, pero aquí tiene que ver con
toda una tendencia materialista, autoritaria y endurecida que
lenta y sutilmente ha ido reduciendo la sensibilidad humana a
unos pocos aspectos esenciales, que son muy importantes pero no
los únicos, que se centran en fortalecer una personalidad que
busca principalmente lo heroico y lo extraordinario,
menoscabando los hechos sencillos que dan alegría, colorido y
fortalecimiento a la vida en familia, los que en muchas
ocasiones son olvidados y postergados por motivo de otras
urgencias.
Esos sencillos encuentros dedicados a dar los regalos para los
niños que se envuelven en una magia dirigida a estimular la
sensibilidad humana, que prodiga amor y cariño por la prole,
tienen que ver con los valores de una espiritualidad que nos
eleva por encima de la escala animal. Estos son hechos que nos
acercan a la sencillez y que fortalecen el sentido fundamental
de la familia natural que es base de la existencia porque le da
continuidad a la vida. El concepto básico de familia que se
integra por el padre, la madre, los hijos, los abuelos, los
tíos, los primos, etc., es algo que deberíamos preservar con
especial cuidado con vistas al porvenir de la patria y de la
humanidad.
Este es un problema muy importante, porque nos encontramos
inmersos en una dinámica de debilitamiento sistematizado de la
familia natural (reitero el término) que es la base de toda
sociedad, su factor determinante para la renovación, el
crecimiento y la formación de los seres humanos. Este es un
asunto que nos preocupa mucho a quienes analizamos las
perspectivas del presente y del futuro que nos proyecta hacia el
porvenir de la nación.
Este concepto del padre Alberto de acercarnos con amor a los
niños, se entronca con lo expresado por el Cardenal Jaime Ortega
Alamino en su homilía del día Primero de Enero 2008, en la que
al referirse a la sociedad cubana contemporánea, dijo con
preocupación profunda: “Hoy se da una reducción alarmante de la
natalidad con el riesgo de que el reemplazo poblacional no sea
posible, nos encontramos así al inicio de un decrecimiento de la
población, agravado por la emigración numerosa de jóvenes”.
De: CUBANOW
Revista Digital de Arte y Cultura
Asunto: Artículo
Alicia Alonso y Vladimir Vasiliev:
Una Giselle para la historia
Ahmed Piñeiro Fernández
La firma VAI
(Video Artists International) acaba de poner en circulación un
DVD que recoge la versión integral del ballet Giselle, en una
memorable función que, hasta el presente, no ha estado al
alcance del gran público, aquella que protagonizaron Alicia
Alonso y Vladimir Vasiliev junto al Ballet Nacional de Cuba, el
31 de octubre de 1980, como parte del 7mo. Festival
Internacional de Ballet de La Habana.
Dos artistas colosales, Alicia Alonso, la prima ballerina assoluta
del siglo XX, y Vladimir Vasiliev, el más destacado bailarín
ruso de su época, símbolos ambos de dos grandes compañías: el
Ballet Nacional de Cuba y el Ballet Bolshoi; y de dos de las más
portentosas escuelas de ballet del mundo: la cubana y la
ruso-soviética, unidos por primera y única vez en uno de los
títulos emblemáticos de la danza escénica de todos los tiempos.
La primera Giselle
El 28 de junio de 1841, el mismo día que su protagonista, la
célebre bailarina italiana Carlotta Grisi, cumplía 22 años, en
la Ópera de París se produjo el estreno de uno de los títulos
fundamentales de la historia de la danza: Giselle.
La coreografía llevaba sólo la firma de Jean Coralli aunque, como
se supo casi un siglo después, la mayoría de los bailables
pertenecían a Jules Perrot. El libreto había sido escrito por
Théophile Gautier, inspirado en una leyenda popular germánica,
recogida por Heinrich Heine, y la música fue encomendada a
Adolphe Charles Adam, prolífico compositor de óperas y ballets
que, en su tiempo, alcanzó gran fama y celebridad.
Giselle supuso una revitalización del arte coreográfico a mediados
del siglo XIX y está considerada como una obra ejemplar del
teatro danzado. El personaje protagonista constituye una de las
máximas aspiraciones para cualquier "prima ballerina". De hecho,
a todas ellas se las califica por la incorporación que hacen de
la joven aldeana que se convierte en Wili, y que, según la
leyenda centroeuropea, es el espectro de una doncella prometida
que muere antes de la boda.
Así pues, casi todas las más grandes bailarinas desde Carlotta
Grisi en adelante, tuvieron en Giselle uno de sus más
importantes momentos interpretativos: Fanny Elssler, Olga
Preobrayenska, Anna Pavlova, Tamara Karsavina, Olga Spessitzeva,
Galina Ulanova, Alicia Markova, Yvette Chauvirée, Carla Fracci,
o Alicia Alonso, de quien se ha dicho que es "la más grande
Giselle que el mundo haya conocido".
Alicia Alonso
En 1940, el mismo año de su fundación, Alicia Alonso se incorporó
al elenco del Ballet Theatre, hoy American Ballet Theatre, cuyo
repertorio, desde sus orígenes, fue uno de los más ricos y
completos. Para la temporada 1943-1944, que se había inaugurado
el 10 de octubre, estaban programadas varias funciones de
Giselle protagonizadas por la estrella de la compañía: Alicia
Markova.
Por aquellos días, la salud de bailarina inglesa se había agravado
considerablemente hasta el punto de una urgente intervención
quirúrgica. ¿Cómo salvar la temporada y la situación económica
de la agrupación? Lucia Chase y Oliver Smith, sus directores,
acudieron a las que eran, entonces, jóvenes promesas: Nora Kaye,
Rosella Higtower y Alicia Alonso, y entre ellas se distribuyeron
los personajes que habían sido propiedad exclusiva de Alicia
Markova.
Kaye, Higtower y Alonso estaban muy ocupadas aprendiendo los nuevos
papeles, ensayando sus partes respectivas en las obras del
repertorio y montando las nuevas coreografías que se iban a
estrenar durante la temporada. Como parte de la misma, se había
programado una representación de Giselle, el 2 de noviembre de
1943, y no fue hasta una semana antes de la función que el
bailarín inglés Anton Dolin, entonces la primera figura
masculina de Ballet Theatre, anunció que Markova no retornaría.
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Fue imprescindible sustituirla en el rol titular de Giselle. Las
tres quedaron estupefactas, pues constituiría una audacia
someterse a los críticos y sobre todo al público de la
Metropolitan Opera House, los que sentían una especial
predilección por Markova en ese personaje. Además, sólo una
semana para aprender, montar y ensayar el papel, implicaría un
debut improvisado, en uno de los personajes más comprometedores
y exigentes de todo el repertorio tradicional.
Nora Kaye y Rosella Higtower se negaron con el cerebro, Alicia
Alonso aceptó con el corazón.
La revelación de una cubana
Más que una noche memorable, más que una extraordinaria función,
aquella representación del 2 de noviembre de 1943, en el antiguo
Metropolitan Opera House, de Nueva York, fue el inicio de una
relación artista-personaje y artista-obra de arte, que
trascendió el ámbito de lo puramente teatral, para dar paso al
nacimiento de un mito. Uno de los mitos más grandes de toda la
historia de la danza: la leyenda Giselle-Alonso.
Con el tiempo, la Alonso no sólo enriqueció y perfeccionó hasta
límites insospechados su interpretación, sino que lo hizo
también con su puesta en escena. Quizás esa sea la razón por la
cual la bailarina cubana ha sido aclamada como la más
extraordinaria intérprete de Giselle de la época; y su puesta en
escena para el Ballet Nacional de Cuba, la más rigurosa de
cuantas se bailan en la actualidad.
A lo largo de cincuenta años como intérprete de Giselle, Alicia
Alonso fue acompañada por no menos de veinticinco partenaires,
muchos de los cuales forman parte de la más grande tradición de
intérpretes del papel de Albrecht: Anton Dolin, el primero de
todos, André Eglevsky, Ígor Yuskévitch —con el que la Alonso
llegó a formar unas de las parejas más célebres de la historia
de la danza—, John Kriza, Royes Fernandez, Erik Bruhn, Cyril
Atanassof, o Vladimir Vasiliev, sin olvidar, por supuesto, sus
Albrecht con el Ballet Nacional de Cuba, entre ellos Víctor
Álvarez, Azari Plisétsky y, muy especialmente, Jorge Esquivel.
Alicia Alonso – Vladimir Vasiliev. Giselle
Uno de los mayores atractivos de este DVD radica en la presencia de
la mítica ballerina cubana interpretando el más famoso de los
ballets románticos, y el personaje que, para muchos, constituye
la más célebre creación de Alicia Alonso.
Unas semanas antes de cumplir 60 años de edad —algo insólito en la
historia de la danza, que una bailarina aún se mantenga en
activo, interpretando las versiones integrales del repertorio
tradicional—, Alicia Alonso, en la plenitud de su genio, nos
ofrece, ante todo, una gran lección de estricto respeto a la
técnica del ballet clásico y al estilo del romanticismo. Ella
sabe muy bien cómo sorprender y emocionar. Esa Giselle fue,
sencillamente, un Milagro.
Quizás muy pocos conozcan el esfuerzo sobrehumano que realizó
Vladimir Vasiliev para llevar a feliz término el espectáculo.
Vasiliev, bailarín de una gran personalidad, fuerte proyección
escénica y técnica espectacular, bailó aquella legendaria
función muy lastimado de sus piernas.
Nadie podía sospechar que entre escena y escena, el bailarín
recibía asistencia médica y que, incluso, en las patas del
escenario estaba listo el gran bailarín cubano Jorge Esquivel,
por si el mal que aquejaba a Vasiliev se acrecentaba y debía ser
sustituido.
El artista ruso se sobrepuso al dolor, culminó la representación y
ofreció un Albrecht difícil de olvidar: solícito, apasionado y
deslumbrante en su virtuosismo. Según sus propias palabras,
aquel fue uno de sus Albrecht más contundentes.
A la pareja protagonista se suma la excelencia del cuerpo de baile
del Ballet Nacional de Cuba y de algunas de sus primeras
figuras: Aurora Bosch en su trascendental y categórica Myrtha,
la reina de las Wilis; Alberto Méndez, en el personaje de
Hilarión; Ofelia González y Amparo Brito en los papeles de las
dos Wilis Zulma y Moyna, y Loipa Araújo como la Duquesa
Bathilde, un rol que la bailarina cubana ha elevado a una
dimensión sin precedentes en la historia de ese título.
En general, fue una función de gran vitalidad, hermosa,
conmovedora, que un público especialmente emocionado agradeció,
de pie, con una de las ovaciones más impresionantes y
prolongadas de cuantas se hayan escuchado en el Gran Teatro de
La Habana, recinto teatral que muy pronto celebrará los 170 años
de inaugurado.
Un elemento que añade mayor interés y valor a esta edición es el
“bonus” que la acompaña. Se trata del documental Encuentro
realizado por el ICAIC, bajo la dirección de Marisol Trujillo.
Presentado por Anton Dolin, el célebre bailarín inglés, que fuera
el primer partenaire de Alicia Alonso en Giselle; el filme
recoge momentos de los ensayos y los preparativos para aquella
función que constituye un acontecimiento único en el mundo de la
danza por haber propiciado, por primera y única vez en la
historia del Ballet contemporáneo, el encuentro de Alicia Alonso
y Vladimir Vasiliev.
Con la comercialización de Alicia Alonso - Vladimir Vasiliev.
Giselle, VAI proporciona a los amantes de la danza un material
de gran utilidad estética, estilística y pedagógica, y al mismo
tiempo un testimonio histórico de valor incalculable.
*El autor es crítico de danza de Cubanow.
GISELLE
VAI DVD 4391
Ballet romántico en dos actos, con libreto de Théophile
Gautier, Vernoy de Saint-Georges y Jean Coralli, inspirado
en una leyenda popular germánica recogida por Heinrich
Heine (en Zur Geschichte der neueren schönen Literatur in
Deutschland)
Coreografía: Alicia Alonso, sobre la original de Jean
Coralli y Jules Perrot
Música: Adolphe Adam
Decorados y vestuario: Salvador Fernández
Intérpretes:
Giselle, joven campesina: Alicia Alonso
Albrecht, Duque de Silesia: Vladimir Vasiliev
Hilarión, el guardabosque: Alberto Méndez
Berthe, madre de Giselle: Elena Madan
Príncipe de Courtland, padre de Bathilde: Raúl Barroso
Bathilde, prometida de Albrecht: Loipa Araújo
Wilfred, amigo de Albrecht: Félix Rodríguez
Jefe de Campo: Raúl Bustabad
Amigos de Giselle: Lourdes Álvarez, Haydée Delgado,
Lourdes Gómez, Lourdes Novoa, Gloria Marín, Moraima
Martínez, Fernando Jhones, Carlos Medina, Francisco
Salgado y Andrés Williams
Myrtha, reina de las Wilis: Aurora Bosch
Zulma: Ofelia González
Moyna: Amparo Brito
Wilis, campesinos, corte y soldados: Cuerpo de baile del
Ballet Nacional de Cuba
Orquesta del Gran Teatro de La Habana, dirigida por el
maestro José Ramón Urbay.
Live recording, 31 de octubre de 1980. |
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