Comercio electrónico

Con el auge de nuevas formas de comunicación surgen nuevos métodos de comercio. El enorme potencial de Internet no ha pasado desapercibido para el gran mercado. Son muchas las empresas españolas que durante estos años han conocido las ventajas de la Red: páginas web, correo electrónico, intranets corporativas y otras aplicaciones que dan a la Red una ventaja competitiva que muy pocas se resisten a utilizar. El número de usuarios de Internet en España no ha dejado de crecer de forma exponencial. En un principio todo parecen ventajas:

VENTAJAS PARA EL USUARIO

  • Comodidad: evita desplazamientos y horarios.
  • Tienen acceso a más diversidad e información.
  • Facilita el proceso de comparación y selección.
  • Mercado más competitivo, y por tanto, más barato.
  • Evita la acción directa del comerciante en la toma de decisiones.

 

VENTAJAS PARA LA EMPRESA

  • Acceso al mayor número de clientes potenciales.
  • Máxima disponibilidad al menor coste.
  • Evita la necesidad de los costes físicos.
  • Facilidad de extensión del negocio y entrada en nuevos mercados.
  • Artículos digitales con coste de distribución cero.
  • Contacto directo con el cliente, evita intermediarios.
  • Mayor eficiencia en las transacciones.
  • Facilita el marketing y el soporte al cliente.
  • Mercado accesible a las pequeñas empresas en igualdad de condiciones.

A cambio, los vendedores deben tener en cuenta una serie de factores que hacen el e-commerce diferente al comercio tradicional. La rapidez en la entrega se presenta como una de los puntos más valorados por los consumidores y, en consecuencia, es necesario tener un circuito lo más optimizado posible, teniendo en cuenta el stock de productos y el canal de distribución. Por otro lado, la empresa también debe prever un porcentaje de devoluciones o rechazos junto con un método de comunicación con el consumidor mediante el cual poder evaluar la aceptación del sistema. Si los productos tienen una proyección internacional, además se deberá tener en cuenta el idioma, la moneda y el envío.

Los estudios y proyecciones que se presentan sobre el comercio electrónico muestran cantidades desorbitantes. Los ISPs (Proveedores de acceso a Internet) y casas de software han tomado buena cuenta de ello y han comenzado a librar una batalla de soluciones que permite a cualquier tipo de empresa presentar sus productos en la Red de una manera fácil y atractiva.

Pero para cifras, las que se calcula que manejará el comercio electrónico en Internet. Si en 1997 se movieron 8.000 millones de dólares, con un aumento del 1.000% respecto al año precedente, para el año 2002 las estimaciones son de 327.000 millones. Aquí es donde entran en juego los bancos y entidades de tarjetas de crédito que asumen una fuerte intervención en los sistemas de pagos a través de la Red. Sin embargo, en España tan sólo se movieron 1.000 millones de pesetas. Las principales causas de este retraso, (que también se dan, aunque en menor medida, en el resto de Europa respecto a Estados Unidos) son el escaso número de usuarios conectados y la mala calidad de los accesos a Internet, aunque ambos aspectos están mejorando actualmente. Otro aspecto que debería mejorar es el precio de acceso a la Red, que aunque parece barato si miramos lo que cuesta una hora de conexión, resulta no serlo porque en Internet se están horas. La idea es que Internet tienda a una tarifa plana.

 

Banca virtual

El papel que juegan las entidades bancarias en el comercio electrónico es fundamental, ya que sin la participación de la banca el ciclo comercial no se puede cerrar, siendo necesario efectuar el pago de la operación a través de un banco. No es extraño que los bancos virtuales proliferen en la Web. Como las posibilidades de la Red resultan inmensas, no sólo son los bancos tradicionales los que ofrecen sus servicios, sino que han surgido entidades cien por cien virtuales como First Virtual o First Bank of Internet. Otro de los alicientes de los bancos virtuales es que los clientes que acceden a un banco a través de este medio se suelen fidelizar con la entidad a corto plazo.

 

El principal inconveniente: la seguridad

 

El usuario no se ha decidido a dar el paso final y aún se muestra reticente a realizar una compra por Internet. Sin duda, supone un cambio en la mentalidad del consumidor, y tal como ocurriera con las tarjetas de crédito, requiere un proceso de adaptación. Esto unido a las continuas noticias sobre los, mal llamados, hackers y la inseguridad en los pagos electrónicos a través de Internet provocan el rechazo inicial al nuevo sistema por parte del usuario.

Son cada vez más los sistemas de pago donde se ha sustituido el dinero físico por cheques, cuentas o tarjetas de crédito, dónde la garantía reside en la validación de los bancos y en las ventajas que brindan las redes interbancarias. El contra reembolso es uno de los medios preferidos por los usuarios, ya que garantiza la entrega del producto antes del pago, sin embargo, no es tan beneficioso para el vendedor. No obstante, las últimas encuestas a escala mundial indican que el factor seguridad (39 por ciento) está perdiendo importancia frente a otros como la capacidad para juzgar la calidad de los productos (39,3 por ciento). La sensación de inseguridad que rodea al comercio electrónico plantea hoy en día algunas dificultades, resueltas a través de la criptografía. Entre ellas figuran la privacidad e integridad de los datos y la autenticación (verificar que los interlocutores sean quienes realmente dicen ser). Mediante la criptografía la información transmitida se convierte en un texto cifrado. En el caso de la autenticación aparece vinculada la firma digital, para lo que se necesita la intervención de un organismo que dé validez a esa firma.

 

BIBLIOGRAFÍA:

Revista PC - Actual: http://www.pc-actual.com/

Revista Redes Lan: http://www.bpe.es/redeslan

Suplemento de prensa Ciberp@aís: consultar http://www.elpais.es/

 

Trabajo por: Francisco José Martín

Grupo 10: Impacto del hipersector de la información y las comunicaciones en la sociedad.

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