Autogestión de la Salud

Autogestionar nuestra salud es básico para recuperar nuestra libertad, la mejor manera de hacerlo es poniéndola lejos de las manos de las autoridades sanitarias. La forma en que es empujada a proceder la medicina por el interes lucrativo de las multinacionales de los fármacos condena a muerte a millones de seres humanos y lo peor es que toda la humanidad vive permanentemente en la enfermedad. Pongamos por ejemplo al gigante de la industria farmacéutica: la BAYER, con una oscura historia que comienza con la explotación de los esclavos y su exterminio en la cámara de gas con el zyklón B (creado por ellos) durante el III Reich y que continúa en los 80 con la venta a otros países de fármacos prohibidos en los EEUU por considerarse causantes del SIDA, hasta el 2001 cuando denuncia a Sudáfrica por producir sus propios medicamentos para tratar el SIDA, entre otras cosas.

La degeneración de la salud es una realidad y está provocada por la vida civilizada, los alimentos procesados de forma industrial y el alejamiento de la naturaleza en general, enfermedades que eran casi desconocidas hace un siglo son hoy una plaga que no para de reproducirse, hablo de las enfermedades degenerativas como son las caries, la miopía, la diabetes, el reuma, el cáncer, la arteriosclerosis… en muchos casos el tratamiento de estas enfermedades por parte de la medicina oficial provoca que se conviertan en crónicas o genera a su vez otras enfermedades. La yatrogénesis es la creación de enfermedades causada por fármacos.

La enfermedad es algo cotidiano y la medicina oficial sólo cura los síntomas para devolvernos de nuevo al trabajo, de modo que cada día nos hacemos más débiles y más dependientes de los fármacos.

Somos esclavos de la medicina, de la ciencia que sigue escondiendo el conocimiento en latín, siendo nosotros siempre ignorantes de lo que ocurre en nuestro propio cuerpo.

Mientras, la ciencia continúa realizando prácticas aberrantes como la vivisección y sosteniendo teorías que más adelante serán motivo de burla y espanto. Detrás de todo esto hay un gran negocio que beneficia a multinacionales y empresas privadas a las cuales sólo les preocupa el dinero, bueno "normal" ¿no?

Es importante aprender y potenciar la SALUD NATURAL, hay una amplia gama de terapias milagrosas en las cuales evidentemente no podemos confiar, pero también es cierto que hay muchas posibilidades en la naturaleza y terapias milenarias efectivas que no recurren a introducir químicos en nuestro cuerpo, ni colaboran en el negocio de la industria química y la vivisección.

El HIGIENISMO es una forma de medicina natural que se creó a principios del siglo XX y se basa en la higiene del organismo para evitar la aparición de las enfermedades, se basa principalmente en la prevención con una vida saludable y utiliza terapias naturales: el ayuno, una correcta combinación de alimentos para la mejor asimilación de nutrientes, alimentación a base de crudos, el nudismo para recibir los beneficios de todos los elementos etc...

El tener una SEXUALIDAD LIBRE también es muy importante y esto empieza y no es ninguna broma, al nacer. Quien nace en un hospital en las manos de un médico ya está destinado a ser esclavo. Para una sociedad libre es necesario que los críos nazcan en casa, sin el miedo del hospital, la autoridad del médico. Varias agrupaciones defienden esta causa y hablan del PARTO SIN DOLOR; ya que fue al morder la manzana de la civilización cuando la mujer empezó a parir con dolor, y esto no es un cuento de la Biblia, es un mito que ha llegado hasta nuestros días, que como todos los viejos mitos esconde algo de verdad.

La CONTRACEPCIÓN NATURAL es un tema muy delicado pero que también habría que potenciar, ya que también tiene posibilidades y es triste que tengamos que depender de productos industriales, nocivos e irreciclables para poder relacionarnos con libertad. Existen medios anticonceptivos naturales e inocuos, que nadie conoce ni estudia como las semillas de papaya o de zanahoria silvestre. También existen varias hierbas abortivas que se han usado siempre, como la ruda, aunque como sabemos son muy tóxicas y nada recomendables.