Arqueo Aegyptos
En El Interior De La Pirámide
La Pirámide De Jufu
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Texto de Amenofhis III |
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La Gran Pirámide de Jufu es la más grande de las tres pirámides de Gizeh. Es, desde la más remota Antigüedad, considerada como la construcción más grandiosa del mundo, y en efecto, así es. Jufu fue el segundo faraón de la IV Dinastía, hijo y sucesor de Snofru, reinó al menos durante veinte años, durante los cuales, según la egiptología, utilizó más de 2.300.000 bloques de piedra caliza, en 210 hiladas con un peso medio de cada bloque de unos dos mil quinientos kilos, si bien es cierto que algunos pesan más del doble. Se estima que la altura media de los sillares de piedra es de unos cincuenta centímetros, pero hay bloques que alcanzan el metro y medio. He aquí una de las incógnitas más grandes del Antiguo Egipto. ¿Cómo se construyó la Gran Pirámide? La entrada original a la Gran Pirámide se halla a unos quince metros de altura. Actualmente puede observarse la doble bóveda a dos aguas, que son en realidad cuatro gigantescos dinteles en forma de V invertida. Describir tanto el aspecto exterior como el aspecto interior de la Gran Pirámide en pocas líneas, implica dejarse un montón de pequeños importantes detalles en el tintero, pero a grandes rasgos, esta entrada nos lleva a un corredor descendente, que tiene 1.20 metros de altura. Su longitud es de 18 metros. Una vez llegados al final, el corredor se divide en dos partes. La parte superior está bloqueada por tres tapas de granito, y continúa como corredor ascendente, mientras que la segunda se hunde 91 metros en la pirámide y en la propia meseta de Gizeh hasta alcanzar la llamada Cámara del Caos, una estructura interior que jamás se llegó a terminar. Los motivos son dispares, se piensa que hubo problemas técnicos, pero también se cree, lo más probable, que esta cámara represente los dominios de Sokaris, un dios del inframundo cuyo nombre dio origen a la planicie de Saqqara.
La Gran Galería es sin duda una de las más espectaculares partes de este complejo pétreo. Al comienzo, hay dos aberturas que desembocan en la Cámara de la Reina y un túnel vertiginoso que desciende sesenta metros, hasta alcanzar al corredor descendente. He aquí la prueba intachable de la genialidad de los artesanos de la IV Dinastía, con sus 47 metros de largo, sus 8.48 metros de altura, contiene una serie de bóvedas superpuestas, en las que en cada hilada, el bloque superior sobresale seis centímetros con respecto al inferior. Esto le concede esa asombrosa forma de túnel que jamás se termina. Tras ella, damos paso a la Cámara del Rey, donde se halla el sarcófago del faraón.
Tiene unas considerables dimensiones, alcanzando los 10.45 metros de largo, 5.20 de ancho y unos 5.80 de alto. Su tamaño es mucho más grande que el de la entrada a la Cámara del Rey, por lo que tuvo que ser colocado allí antes de comenzar a cerrar la habitación. Justo encima de ésta cámara, y descubierta por Nathaniel Davidson en 1765, nos encontramos con cinco cámaras superpuestas una sobre otra. En los muros norte y sur, se abren dos pequeños túneles de 20 por 20 centímetros, conocidos como "canales de ventilación", aunque no ventilan nada. Atraviesan la pirámide de lado a lado, aunque no sabemos para que servían. Es famosa, en estos túneles, la expedición montada por National Geographic, la cual realizó dos incursiones con unos mini robots, el Upuaut en 1993 que descubrió una pequeña puerta, y el Pyramid Rover en 2002 que practicó un taladro en dicha puerta, conocida como "Puerta de Gantenbrink". Lamentablemente, el resultado todavía deberá esperar, pues el Pyramid Rover topó con una nueva pequeña puerta sellada. Aunque es muy posible que tras esa puerta no se halle absolutamente nada, y que su función no fuese sino la de una puerta falsa, típica en las moradas para la eternidad, a través de la cual, el espíritu del rey difunto puede salir y retornar a su lugar de descanso eterno. Actualmente, la cúspide de la Gran Pirámide se halla coronada por un para rayos. Se sospechaba que culminándola debería haber existido un piramidión, que fue encontrado un año después de haber hallado una de las pirámides satélites situadas en la cara sur de la pirámide, a principios de los años noventa. En esta misma cara sur, fue hallada una fosa que contenía unas barcas solares. Una de ellas todavía permanece bajo la arena, sin embargo, la otra barca solar se halla en el Museo construido especialmente para ella, a muy pocos metros de la trinchera donde fue hallada. Se ha especulado demasiado sobre la Gran Pirámide, sobre el tiempo de construcción y sobre cuantos hombres la erigieron. Pero, pensándolo bien, ¿qué prisa existe si precisamente, la pirámide es para la eternidad? Quizá la respuesta a tantas interrogantes sea precisamente esa, y nosotros con nuestro arquetipo moderno, hemos difuminado el verdadero espíritu egipcio. |
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© 2005, Amenofhis III (Luis Gonzalez Gonzalez) amenofhis_29@hotmail.com |