Abel Omar Pérez
Entre la EXPERIMENTACIÓN y la IMPROVISACIÓN Joaquín Borges-Triana Por razones que no vienen al caso explicar, las variantes aupadas bajo el rótulo de rock progresivo siempre han sido las que menos cultores y seguidores registran en la historia de dicho género en nuestro país. Uno de los músicos cubanos de la escena del rock de carácter propositivo, que por espacio de alrededor de quince años ha persistido en nadar contracorriente, aunque con ello sabe que su quehacer artístico ha de ser consumido por una reducidísima minoría, es el multiinstrumentista, compositor y vocalista Abel Omar Pérez. Creo que fue allá por 1988 cuando lo vi tocar por primera vez como parte del formidable grupo Cartón Tabla, en un concierto celebrado en la antigua Casa de la Música Alejandro García Caturla. Tras la desintegración de ese proyecto, Pérez se involucraría en la agrupación Perfume de Mujer , la cual ha servido para canalizar sus ideas no solo como instrumentista sino, en lo fundamental, como compositor de piezas en las que la experimentación y la improvisación desempeñan roles protagónicos. Un elemento que desde un primer momento sirvió para distinguir al grupo entre todos los restantes existentes en nuestro país fue el hecho de que cada presentación de esta banda tenía características particulares a partir de conceptos dramatúrgicos diferentes. Ello se complementaba con un enfoque de performance donde el vestuario, la escenografía, la ambientación, la iluminación y la música desempeñaban funciones específicas. Abel Omar Pérez al frente de los teclados, los secuenciadores, la programación de una computadora, así como en la voz e ideólogo de la singular aventura, y Landy Bernal, en la guitarra eléctrica, constituían la columna central del ensamble en una primera etapa. Cuando se funda el sello mexicano Luna Negra con el propósito de editar fonogramas de rock en sus vertientes propositivas, al presentar su primera producción bajo el rótulo de Variaciones en la cuerda, Vol. 1, entre los cuatro proyectos cubanos compilados en el prensaje figura Perfume de Mujer. En esta primera etapa es fácil detectar determinada rigidez en virtud de un excesivo empleo de los sonidos procedentes de máquinas. Hay, incluso, un coqueteo con elementos del pop, como lo evidencia la grabación inicial de Cocuyo, su pieza más conocida. Esta situación se resuelve para los conciertos La última cena y Acuarium, en los cuales la formación se agranda con instrumentistas invitados, con lo que la sonoridad echa mano a mandolina, percusión, bajo eléctrico, batería, acordeón, piano, flauta, violín y voz femenina. De las mencionadas presentaciones, Luna Negra edita un segundo CD perteneciente a la colección Variaciones en la cuerda. En dicho álbum, junto a la presencia inequívoca del rock, se perciben elementos que apuntan hacia la fusión de estilos. Creo que lo mejor de la grabación son las dos piezas instrumentales que titulan cada uno de los conciertos, que se acercan en su factura y en la cual detectamos desarrollos minimalistas que van ganando en intensidad. Los otros cortes son canciones en las que Abel pone de manifiesto su vocación hacia textos con una filosofía por momentos bastante ácida. El hábitat urbano es el protagonista de una cancionística con cierto sabor acre. Temas como Espectadores, Cabeza de bruja y Revólver demuestran la diversidad propositiva de la obra de Pérez. Asimismo, la nueva versión de Cocuyo, tiene un arreglo que se mueve entre el rock y el son, para demostrar que no existe antagonismo alguno entre tales expresiones sonoras contemporáneas. El siguiente esfuerzo discográfico en el que intervendría Abel Omar Pérez, como integrante de Perfume de Mujer , sería Pollos d´Granja . A través de los catorce cortes que conforman este excelente CD uno detecta de conjunto un trabajo con elementos del arte contemporáneo como la apropiación, la cita, la parodia y el pastiche. Sinceramente pienso que este resulta el mejor disco de la banda y uno de los de mayor importancia en la historia del rock nacional. Al mismo le seguiría El monólogo del caracol , propuesta en la que el grupo se reduce de nuevo al formato de dúo. A Pérez lo acompaña aquí el guitarrista Igor Urquiza. La intención transgresora de este fonograma se percibe desde la chocante ortografía del título del CD, una propuesta que en lo fundamental apela a la fragmentación del discurso, cosa que por momentos me produce la sensación de que la idea no está del todo desarrollada. Si bien no creo que dicho material supera los niveles cualitativos alcanzados en los trabajos anteriores, es de felicitar el hecho de que un músico como Abel Omar Pérez y un grupo cubano como Perfume de Mujer cultiven una línea como la presentada en el aludido álbum, una vez más plasmada en soporte digital gracias al infatigable equipo mexicano de Luna Negra. 24 de abril del 2003 Juventud Rebelde. "Los que soñamos por la oreja" |