Humberto Manduley López. 1998.
ASUNTO: QUESO.Mi primera impresión fue la de una obra llena de matices que tras contínuas escuchas van encajando en sus sitios para obtener una homogeneidad que la diversidad de elementos podría hacer parecer impensable. Canciones generadas a partir de una concepción acústica se hilvanan con abruptos temas instrumentales afianzados en las electrónica. Quizás el denominador común pueda rastrearse en los arreglos y orquestaciones, pues con recursos sencillos se consiguen efectos inusuales para las producciones promedios generadas por aquí. La utilización de ruidos, sonidos diversos ambientales y hasta en ocasiones de los mismos instrumentos, le confiere un atractivo peculiar al disco. Sin embargo el peso fundamental recae, sin dudas, en las canciones, aún cuando hay notables temas instrumentales ( "Rondó", "Lengua de vaca" )que proporcionan variedad y sirven como ligamento a lo largo de la obra. Aliento lírico, reminiscencias Pop y toques experimentales son, a mi parecer, las tres aristas principales de "Queso". El trabajo vocal resulta elogiable, sobre todo en la utilización de multitracks , aún cuando a veces el discurso textual se pierde en articulaciones que, o bien resultan de dificil asimilación, o están inmersas en una instrumentación que las hace ininteligibles. No obstante el fenómeno curioso en el cual las voces las asumo como línea melódica del tema, sin connotaciones intelectuales (al no entender correctamente el texto). Un caso aparte podría ser "Hechizo" que me resulta en una interpretación demasiado familiar, casi melosa, y que le resta consistencia al disco (no ocurre lo mismo con la versión en vivo de "Déjame cuidarte" , la cual me parece uno de sus mejores momentos). Por otra parte, "Queso" transpira sinceridad a través de un trasfondo eminentemente personal que los implicados le han insuflado , y que se palpa en las vocalizaciones infantiles, palabras sueltas al final de los temas, y el carácter vivencial de los mismos. Junto a interludios humorísticos o de abierta visceralidad expresiva ("Al ánimo", "Lengua de vaca")hay piezas de tremenda concepción en todos los sentidos ( textos, arreglos, interpretación) como "Ciro crack", "Natalia" y "Viña 95". Aunque no me gusta establecer o hablar de influencias o referencias externas, escuchar "Queso" me hizo percibir similitudes (tal vez sólo presentes en mi imaginación) con trabajos de Robert Wyatt (sobre todo "Shlepp"), Nick Drake, Gastr del Sol, Charly García ("Say no more"), Michael P. Dawson, Peter Hammill, King Crimson, Luis Alberto Spinetta de fines de los ochentas y la década actual. En mi opinión personal lo mejor del disco se encuentra en los siguientes temas: "Ciro crack", "¿Te acuerdas del Lunajod?", "Películas de sábado", "Natalia", "Tres de un perfecto par", "Elefantes", "Dinero y miel"(que me recuerda a Tom Waits), "Paisaje cubano del día que me quieras", "Ferrocarreal", "Ka f ka", "Déjame cuidarte" (las dos versiones, aunque la que es en vivo tiene mayor riqueza y expresividad, con el uso del piano, etc) y finalmente "Viña 95" que creo que sería la pieza ideal para cerrar el disco, no sólo por ser la más larga sino que sirve como resumen de muchas de las cosas que pasan en éste, además me da un carácter conclusivo muy claro. "Queso" es un disco que se consume fácil, aún cuando no nos permite olvidar que está sonando (ya que de pronto te sorprende con algo inesperado), que sería recomendable para quienes gustan de los nombres antes citados y quienes han seguido la evolución de grupos como "Perfume de mujer" y "Superávit", o más personalmente Abel Omar Pérez y Raúl Ciro. Quizás sería el postre perfecto para cerrar una "Última cena" confeccionada a base de "Pollos de granja" y tajadas de "Verde melón"...En el apartado de música orientada hacia la canción me parece lo mejor (LO MEJOR) que se ha hecho, en muchos años, por aquí...BINGO...
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