LUZ Y SOMBRA
(Rubén Darío)
El ave azul del sueño sobre mi frente pasa; tengo en mi corazón la primavera
y en mi cerebro el alba. Amo la luz, el pico de la tórtola, la rosa y la
campánula, el labio de la virgen y el cuello de la garza. ¡Oh Dios mío, Dios
mío!... Sé que me ama... Cae sobre mi espíritu la noche negra y trágica;
busco el seno profundo de sus sombras para ver mis lágrimas. Sé que en el
cráneo puede haber tormentas, abismos en el alma y arrugas misteriosas sobre
las frentes pálidas. ¡Oh Dios mío, Dios mío!... Sé que me engaña.
QUE CONSUELA A UN CELOSO, EPILOGANDO LA SERIE DE LOS AMORES
Amor empieza por desasosiego, solicitud, ardores y desvelos; crece con
riesgos, lances y recelos, susténtase en llantos y de ruego. Doctrinanle
tibiezas y despego, conserva el ser entre engañosos velos, hasta que con
agravios o con celos apaga con sus lágrimas su fuego. Su principio, su medio
y fin es éste; pues ¿por qué, Alcino, sientes el desvío de Celia que otro
tiempo bien te quiso? ¿Qué razón hay de que dolor te cueste, pues no te
engañó Amor, Alcino mío, sino que llegó el término preciso?