El Huáscar fue sin duda, el legendario y el más importante buque de guerra de la Marina de Guerra del Perú del siglo XIX. Clasificado al momento de su construcción como un buque torreón blindado para defensa de costa, fue bautizado con ese nombre por Orden General refrendada por el presidente Pezet el 13 de septiembre de 1865, en honor ¿? ...al último monarca legitimo que ocupo el trono de los Incas, que encierra en sí grandes recuerdos históricos ¿?. De él escribió la revista británica Engineering en su edición de julio de 1879... "El Huáscar es en un buque de hierro y en el tiempo en que fue construido fue el más perfecto en todos sus elementos de defensa y en su disposición interna". Su precio fue de poco mas de 81 mil Libras Esterlinas.
El Huáscar era la principal nave del Perú, aunque no la más grande ni velóz, blindado de mar de bajo francobordo (1.37 m.), con torreta y con espolón, modelo Ericsson, diseñado por el capitán Cowper Coles de la Real Marina de Guerra Británica, sobre la base de sus experiencias en la guerra de Crimea. Su construcción se inició a fines de 1864 como el Proyecto 321 de los astilleros de la Casa Laird & Brothers de Birkenhead, a orillas del río Mersey, en Liverpool. Desplazaba 1,130 toneladas, tenía 67 metros de largo, 11 metros de ancho y 1,500 caballos de fuerza. Su casco de hierro, pintado de gris, estaba protegido por un blindaje de cuatro pulgadas y media en el centro, reducido a dos pulgadas y media en la popa y la proa. Entre el casco y el blindaje poseía una separación de madera de teca de catorce pulgadas para reducir el impacto de los proyectiles. Contaba con una torreta giratoria, operada manualmente, llamada Torre Coles en honor a su diseñador, de 30 pies de diámetro, con un blindaje de cinco pulgadas y media en la que se desplegaban dos cañones rayados de avancarga Armstrong de 300 libras. Detrás se ubicaba una torre hexagonal desde donde se gobernaba la nave. También poseía dos cañones Armstrong de cuarenta libras ubicados cada cual en las partes laterales y un Armstrong de doce libras en la popa. Con una sola hélice propulsada por dos máquinas alternativas horizontales, alcanzaba una velocidad de once nudos y tenía una capacidad de 300 toneladas de carbón repartidas en cuatro calderas rectangulares, lo que le permitía largos viajes en alta mar. El blindado era tan maniobrable que podía dar un giro de 180 grados en apenas dos minutos. Para los estándares de esos tiempos, el Huáscar era una nave de guerra respetable y formidable, adquirida a un precio bastante razonable. Su tripulación se componía de 200 Oficiales y marineros. Pocos barcos de guerra de su época tuvieron tanta acción; en realidad, el Huáscar ha estado más activo que cualquiera de los buques de la guerra civil norteamericana.
Cuando estalló la guerra del guano y del salitre en 1879, a diferencia del resto de la flota peruana solo el Huáscar se encontraba medianamente operativo, pero al contrario de sus oficiales, la tripulación carecía de la disciplina y de la práctica de guerra. Ante los halagos triunfalistas sobre la capacidad bélica del blindado, su comandante formuló al gabinete del presidente Prado la siguiente advertencia: "Señores, es preciso que no nos formemos ilusiones; el Huáscar es sin duda un buque muy fuerte, pero nunca podrá contrarrestar el poder de uno sólo de los blindados chilenos, pues estos tienen una coraza uniforme de nueve pulgadas y seis cañones de igual calibre que los del Huáscar, a lo cual debe agregarse, que, por el momento, no tiene el monitor balas aceradas únicas capaces de perforar su blindaje, ni marinería siquiera medianamente expedita, en cambio de lo bien previstos que se hallan los buques enemigos, así de los pertrechos como de la gente apropiada para tal caso; no siendo de poca importancia la ventaja de estos de tener una doble hélice que les permite ejecutar sus movimientos sin perder posición y con suma rapidez. A pesar de todo el Huáscar cumplirá con su deber, aún cuando tenga la seguridad de su sacrificio".
La opinión pública tenía sobradas razones para confiar en el poder del "Huáscar", una nave pequeña pero marcada por el destino para convertirse en uno de los barcos más célebres de la historia naval contemporánea. El blindado tenía antecedentes que demostraban que se trataba de un barco excepcional:
A inicios de 1866 capturó y destruyó en las costas del Brasil a tres mercantes de bandera española, país que entonces se encontraba en guerra con el Perú.
A fines de ese año iba a liderar la expedición naval peruano-chilena a las Filipinas, cuyo objetivo era destruir a la escuadra española del Pacífico con base en la bahía de Manila, que no llegó a concretarse. En mayo de 1877 fue capturado en puerto por partidarios del caudillo Nicolás de Piérola, quien pretendía derrocar al presidente Prado, y se hizo a la mar para emprender operativos de sabotaje contra fuerzas gubernamentales. En una de esas acciones, calificada por el propio gobierno peruano como un acto de piratería, el "Huáscar" capturó al mercante británico "John Elder" para inspeccionar su correspondencia. El presidente Prado descartó toda responsabilidad por parte del Perú y este hecho motivaría la intervención de la Real Marina Británica: El comandante de la escuadra británica en Sudamérica, vicealmirante Algernon de Horsey decidió capturar al blindado con objeto de entregarlo a las autoridades. El 28 de mayo, frente a la bahía de Pacocha, el escuadrón de de Horsey, consistente en la fragata H.M.S. "Shah", de 6,250 toneladas y 16 nudos de velocidad, armada con dos cañones de 12 libras, dieciséis baterías de 6 libras, 8 cañones de 64 libras y cuatro tubos lanza-torpedos Whitehead; y la corbeta de madera H.M.S. "Amethyst", de 1,970 toneladas armada con catorce cañones de 64 libras, interceptaron al "Huáscar". El vicealmirante británico demandó la inmediata rendición del blindado y anunció que de lo contrario procedería a capturarlo por la fuerza.
Piérola rechazó el ultimátum al considerarlo un acto de intromisión en un asunto doméstico. En consecuencia de Horsey, miembro de una generación de oficiales victorianos acostumbrados a imponerse por la fuerza sobre primitivos adversarios de la época en África y Asia, ordenó cañonear al "Huáscar" y se dió inicio a un singular combate que enfrentaría al buque peruano con dos barcos de la entonces más poderosa marina del mundo. El vicealmirante inglés ignoraba estar frente a una nave destinada a adquirir una aureola de leyenda. El "Huáscar", bién dirigido por el capitán Germán Astete, respondió los fuegos, evadió un torpedo mecanizado y mostró un manejo admirable que dejó perplejos a los británicos, al extremo que las dos naves de Su Majestad hubieran podido ser fácilmente hundidas si la precisión de los cañoneros peruanos hubiese sido tan diestra como el manejo de la nave. Luego de unas horas de lucha, el "Shah" y el "Amethyst" debieron replegarse. Pacocha fue una acción humillante para la Royal Navy, al extremo de motivar debates en el parlamento británico que casi ocasionaron la censura del vicealmirante de Horsey. El "Huáscar" por su parte pasó a la celebridad al convertirse en el primer barco en la historia naval en enfrentar un ataque de torpedos autopropulsados y por ser el último blindado al que se enfrentarían naves de madera británicas.
Durante 1879, el "Huáscar" solo, enfrentó a toda la armada chilena, y, durante seis meses, impidió la invasión del Perú por parte de las tropas chilenas. Peleó contra diferentes buques, incluso dos a la vez y contra las baterías de tierra; capturó a lo menos una docena de barcos enemigos; destruyó la infraestructura enemiga e inclusive rompió varios bloqueos. Se necesitaron seis buques de la armada chilena para rodearlo y capturarlo. El "Huáscar" peleó hasta el final contra dos pesados buques de guerra y una goleta. Pocos buques en la historia han sufrido daños tan terribles durante el combate y se han mantenido a flote a pesar de eso. 80 de sus 200 tripulantes murieron o fueron heridos después de su última lucha, incluyendo Miguel Grau, su competente comandante.
Luego del combate de Angamos, dos diarios extranjeros publicaron las siguientes noticias con fecha 10 de octubre de 1879: El Times de Londres: "El Huáscar es un barco histórico, que figura en todos los combates navales en el curso de la guerra; ha bombardeado las poblaciones de los chilenos (solamente aquellas fortificadas), perseguido y capturado sus buques transportes y ha sido por varios meses el terror de la costa chilena. Al mando de un hábil y valiente oficial y tripulado por hombres excelentes, el Huáscar ha sido siempre un formidable adversario". El Heraldo de Nueva York: "No se necesita haber estado del lado del Perú en la desgraciada guerra de Sudamérica, para lamentar que el gallardo Huáscar haya sido capturado por los chilenos. Algo que parecía buena suerte, pero que probablemente no era sino competencia en su manejo, ha colocado repentinamente a este buque entre los más famosos que han surcado aguas americanas. Ninguna empresa era demasiado grande ni demasiado pequeña para él. Que mantenga su antigua reputación ahora que se halla en otras manos es muy dudoso, porque comandantes tan hábiles como Grau no hay muchos". El 14 de octubre, el representante del gobierno de los Estados Unidos en el Perú, Isaac Christiancy, emitió al Secretario de Estado norteamericano un informe sobre el combate de Angamos en los siguientes términos: "Esta pequeña nave bajo la inteligente dirección del almirante Grau tuvo por cerca de cinco meses no solamente estorbada sino completamente paralizada a toda la flota chilena, incluyendo dos enormes acorazados, y mantuvo abierta la comunicación por mar para los transportes peruanos desde el norte del Perú hacia Arica... La desaparición de ese buque cambia por completo el aspecto de la guerra y da a los chilenos el control del mar... El gobierno peruano esta haciendo máximos esfuerzos para compensar la perdida del Huáscar y procura adquirir otras eficientes naves, pero será difícil encontrar al hombre que ocupe el puesto de Grau, hombres tales no son a menudo hallados en ninguna parte..."
El Huáscar, luego de las reparaciones a las que fue sometido después de su captura, fue integrado en la escuadra chilena con el mismo nombre. Participó sin gloria en el bloqueo naval de Arica y en febrero de 1880 fue alcanzado por un proyectil del Manco Capac, pereciendo en la acción su nuevo comandante, Manuel Thomson. En 1882, sufrió algunas modificaciones en los astilleros chilenos, donde se le agregaron dos cañones Elswick de 10 pulgadas, mientras que a la Torre Coles se le incorporó un sistema de rotación a vapor. Sin embargo, el legendario barco no tuvo más acción durante la guerra. Participó en la guerra civil chilena que enfrentó al presidente Balmaceda con el congreso en la última década del siglo XIX. En 1901, tras el estallido de una cañería a vapor que mató a catorce tripulantes, la nave quedó inutilizada. Reparada parcialmente sirvió en puerto a la fuerza chilena de submarinos. A partir de 1930 el blindado permaneció anclado en el arsenal de Talcahuano. Veintidós años después, fue convertido en museo y junto con el legendario Victoria de Nelson, es uno de los pocos barcos del mundo que habiendo servido en distinguidas acciones navales, con bandera peruana, aún se preserva intacto. Aquel barco-museo hoy es un monumento a la memoria de los heroicos marinos peruanos que lo tripularon. Una placa de bronce colocada por la marina chilena en el camarote que perteneció al almirante Grau señala: "Comandante peruano Miguel Grau. Héroe y caballero que murió en el combate de Angamos".
REPOSO EN TALCAHUANO
Un intenso y poco estimulante olor a harina de pescado da la bienvenida a Talcahuano. Ubicada a 531 kilómetros al sur de Santiago, la base naval que sirve de refugio al monitor es desde hace más de medio siglo la prefabricada sede de un buque de guerra que, visto de cerca, es y no es el Huáscar. Fondeado a 50 mts. del muelle, hoy es una suntuosa pieza, casi idéntica a cuando salió de sus astilleros ingleses en 1866 pero distante en su fisonomía de aquella que se batió en Angamos. Promocionado como reliquia histórica, museo naval o trofeo de guerra, el Huáscar difícilmente puede ser las tres cosas a la vez. Al ser capturada, la nave fue sometida a numerosas reparaciones para ser utilizada en el conflicto. En 1882 le fueron cambiadas calderas y cañones y, en 1884, es nuevamente modificada. Hoy es un "trofeo" reformado de manera substancial, reutilizado por más de cinco décadas en la armada chilena y repintado con unos vivos colores de exposición que no consiguen plasmar en el visitante la atmósfera en la que Grau y otros valientes marinos peruanos entregaron su vida. Del Caballero de los Mares sólo queda allí el merecido recuerdo, no la sensación presente.
Abajo, tres vistas del Huáscar, en su actual estado, en la base naval chilena de Talcahuano. Para los peruanos el Huáscar ha pasado a ser una abstracción desde el lejano, pero muy presente, 8 de octubre de 1879, día en que el Monitor partió de aguas peruanas para anclar en la Base Naval chilena de Talcahuano. "Los cambios que el buque ha sufrido tras su captura son tantos, que es como si fuese un buque distinto".
|