"Soy más feliz como mujer y me siento más libre ahora que vivo sin
dinero porque tengo lo que quiero"
VIVE SIN NINGÚN CENTAVO EN SU BOLSILLO
PERO A LA VEZ ES LA MUJER MAS AFORTUNADA Y VERDADERAMENTE RICA EN ESTE
MUNDO
Dispone de un ordenador, usa
un móvil y viste con sencillez, pero con elegancia. Comenzó su experimento
en 1996, después de crear en 1994 una sociedad de intercambio, y lo que
iba a ser una etapa de un año en su vida se ha convertido en su forma de
estar en el mundo. Hace un año publicó en Alemania un libro en el que
resumía su experiencia, Mi vida sin dinero, que mañana lunes llega a las
librerías españolas editada por Gedisa.
La Europea Heidemarie Schwermer fundó el primer trueque en Alemania y es autora
de un manual de supervivencia, una crítica feroz al capitalismo
neoliberal errado que esta llevando a la destrucción de este mundo.
ya que insita al feroz desarrollo por un puñado de dinero que en el
fondo es solo una mentira o riqueza falsa que jamás satisface a la
humanidad.
"SOY MÁS FELIZ COMO MUJER Y ME SIENTO MÁS LIBRE AHORA QUE VIVO SIN
DINERO PORQUE TENGO LO QUE QUIERO"
No lleva ni un
euro encima. Despidió de su cartera esas tarjetas de plástico que nos
recuerdan que todo el dinero lo controlan los bancos. Voluntariamente
eligió una nueva vida "nómada" y "aventurera" que le ha dado felicidad
y libertad, y dice que amor no le falta. Bajo el lema "No tener nada y
ser mucho" Heidemarie propugna es ejemplo, sin necesidad de apología,
de una nueva ética personal basada en la solidaridad, la libertad y la
justicia.Cuando
cumplió cincuenta y ocho años decidió que todas sus pertenencias
cabrían en su bolso de mano; dejó su piso, su trabajo como
psicoterapeuta, renunció a la segundad social, regaló su coche, sus
libros y canceló todas sus cuentas.
que no conoce los euros. El viernes ofreció una charla en Pamplona invitada por el
Centro de Atención a la Mujer Andrea.
.-Esta postura suya tan antisocial y antisistema la toma con 65
años,
digamos que después de haber saboreado esa sociedad consumista y
materialista que ahora censura...
-No es una actitud antisocial. Yo siempre he pensado que el mundo que
hay no me gusta, el sistema en el que nos movemos no funciona porque
la diferencia entre pobres y ricos crece, hemos alterado el clima de
la tierra... Yo creo que así no podemos seguir. Y reflexioné sobre lo
que podía hacer como persona individual.
-¿Quiere decir que ese inconformismo ha sido una constante en su vida?
-De hecho, cuando trabajaba como profesora en la escuela, tenía muchos
ideales y no podía llevar a cabo mis proyectos. Por eso lo dejé. En la
escuela no se tiene tiempo para enseñar otra cosa que no sean las
materias obligatorias. Yo pensaba que podía educar en otro sentido,
pero no fue así. Yo no podía cambiar el mundo y empecé por el mío.
Hice otras cosas y mi última profesión fue como psicoterapeuta. Tenía
una consulta y mi situación económica era inmejorable. Venía gente con
mucho dinero porque los pobres no podían pagarme y yo necesitaba el
dinero así que no podía escoger. En esa ciudad también existe pobreza.
-Se encontró entonces con todos los demonios y secuelas psicológicas
que había creado esa sociedad tan competitiva... -Tengo dos motivos
para haber dado este paso. Uno es la pobreza que existe en el mundo y
el otro es la pobreza del alma. La gente está aislada, vive sola, no
sabe cómo acercarse al otro, y yo detecté en mi profesión como
psicoterapeuta estos problemas de comunicación.
-Psicóloga, ¿cómo afecta esa soledad a cada género?
-Las mujeres han logrado trabajar, pero también tienen hijos y llevan
el peso de la casa. Su trabajo es ingente. Y los hombres apenas han
cambiado, apenas colaboran. Y la mayoría viven solas sin marido. Hay
mucha madre soltera y separada porque no quieren aceptar esa
dependencia del hombre. Yo me divorcié cuando tenía los niños muy
pequeñitos. Ahora tienen 34 y 33 años, ven que estoy bien y me
comprenden. Se alegran mucho cuando voy a dormir a casa de amigos
porque hago muchas cosas para ellos. Si una madre tiene problemas con
sus hijos, por ejemplo, hago de mediadora. Ofrezco tranquilidad y eso
se agradece mucho"
-Usted ha vivido además la unificación de las dos Alemanias, la
convivencia de dos modelos culturales diferentes...
-Conviven las dos Alemanias, el muro no existe pero es un muro
invisible. Tengo ideas para la Alemania del este, son proyectos sin
dinero.
.-¿Cómo se le ocurrió montar un trueque?
-Un día tuve noticias de un proyecto de trueque que se organizó en
Canadá. Pensé en hacerlo en Dortmund, la ciudad donde ahora vivo. La
gente acogió con total entusiasmo la idea y se fundó el primer círculo
de intercambio. Fue uno de los primeros en Alemania y además tuve la
complicidad de los medios de comunicación.
-¿Cómo funciona?
-Empecé en mi casa y le puso de nombre Dar y Tomar. Se intercambia de
todo, productos y servicios sin que medie dinero: un corte de pelo,
por ejemplo, por una clase de matemáticas. Al principio, la gente no
confiaba en el trato con gente desconocida. A mí me molestaba mucho y
quise demostrarles que era viable. Se necesita corazón. Primero me
planteé vivir sin dinero. Y me puse como meta un año.
-¿Y cómo se equiparan las horas de trabajo de oficios con diferente
grado de responsabilidad y cualificación?
-En mi trueque hemos hecho equivalencias de horas para todo; da lo
mismo que uno limpie, que uno preste asesoramiento... Yo prefiero dar
consejo que limpiar, pero es verdad que me enojaba reconocer que a
algunas tareas como la limpieza o el cuidado de la casa y de los niños
no se les diera ningún valor. Por eso introduje el criterio de
igualdad en las actividades. Una hora de atención médica es lo mismo
que pasear al perro. Tenemos personas de todas las edades y
profesiones. Somos 300 personas.
-¿A muchos profesionales en activo seguro que no les interesaría en
principio este modelo salvo que estuvieran parados...?
-Es cierto que creían que su trabajo tenía otra relevancia, pero
también es verdad que las mujeres trabajan muchísimo y la sociedad no
lo reconoce cuando en realidad es una función necesaria y que requiere
mucho mimo.
-¿Cuál era su función?
-Me dedicaba a organizar y dirigir el trueque. También llevaba la
consulta en aquel momento. Las personas me daban comida y me cortaban
el pelo, y yo me dí cuenta de que no necesitaba tanto dinero. Empecé a
dejar clientes hasta abandonar mi trabajo. Un día una persona conocida
se fue a América para tres meses y me ofreció cuidar la casa. Ahí
empezó todo.
-¿Dónde están sus cosas?
-He dejado todo lo que tenía a otras personas. Mis objetos, mi coche,
mi ropa... Mi dinero para mis hijos, y la casa estaba alquilada. No
tengo ni seguro médico.
-¿Qué tiene o qué le queda?
-Ahora no tengo nada. Soy una persona sin techo, pero ante todo una
persona libre.-¿Y si se pone mala? -Tengo una amiga médico pero no
quiero ir. Nunca los he necesitado porque yo me curo a mí misma.
-¿Quiere decir que lleva una vida sana?
-Claro, pero siempre. Mi vida es una evolución. Tuve reuma y ahora la
he superado gracias a la alimentación. Como frutas por la mañana para
depurar...
-En
esta sociedad donde lo viejo se desecha y se incita al consumo
desaforado, donde el dinero corrompe las conciencias, sostiene las
guerras y fomenta las desigualdades, usted ha montado una isla para la
utopía. ¿No cree? -Muchas de las cosas que tenemos son inútiles.
Trabajamos para tener. Todo lo que me llega a mí y no lo necesito, lo
regalo a otros. No me gusta tener demasiadas cosas. Yo quería hacer mi
experimento para un año, lo que pasa es que he notado que el dinero es
malo porque nunca es bastante. Uno siempre quiere tener más. Los
millonarios también. Y, sin embargo, yo ahora sé que cuando tengo
hambre como y estoy satisfecha. No quiero más. Es una diferencia muy
grande. La calidad de mi vida es mayor desde que no tengo dinero. Ésta
fue mi voluntad y la lleve adelante porque creía en ello. Nunca me he
sentido pobre. Yo creo que cada persona puede evolucionar. El ser
humano no es malo.
-Sus hijos son grandes y no tiene que atender a sus padres, pero
cualquier persona no se puede permitir no tener un trabajo, una
estabilidad económica... Hay unas letras de un piso que atender, unos
gastos fijos... -Yo siempre digo que no trato de convencer a nadie.
Sólo quiero dar impulsos, no se trata de que me copien. No se trata de
que desaparezca el dinero sino que las personas cambien sus
conciencias, que se den cuenta que el mundo en el que vivimos no es el
mejor. Somos una masa dirigida y la gente no busca su felicidad dentro
de sí mismo.- Esta alternativa a la vía de consumo tradicional en
algunos países como Argentina se convierte en la única opción de
supervivencia. Los principales beneficiarios de estos puntos de
trueque son ancianos, parados o amas de casa que pueden obtener huevos
frescos diariamente a cambio de la reparación de un coche, o un corte
de pelo a cambio de una clase de inglés. -En Argentina ahora existe
una gran pobreza y los trueques funcionan muy bien porque hay una
necesidad. Pero es mejor cuando los cambios tienen su origen en la
conciencia y no en la necesidad porque cuando vuelve el dinero, todo
cambia.
-¿Cree que es posible vivir en una sociedad más solidaria cuando son
las multinacionales son las que dirigen las economías?
-Sí, se puede vivir sin apoyar ese sistema. En el fondo cada uno sabe
lo que realmente necesita. Son opciones personales. El primer paso
debe ser saber que el sistema capitalista no puede funcionar mucho más
tiempo.
-¿Se considera una persona de izquierdas, sintoniza con modelos más
socializadores?
-No me encasillo. Claro que tengo ideas comunistas, budistas y
cristianas. Creo en Dios. Es verdad. La gente puede vivir con amor y
solidaridad, pero como individualidad voluntaria en la sociedad.
-¿No
pertenece a ningún colectivo o movimiento?
-No. Yo tengo muchas oportunidades de hablar a la gente, no sólo a
través de charlas, sino en televisión, y mi mensaje sé que va
calando...
-¿No
quiere ser ideóloga de un nuevo partido político?
- Creo que el modelo de los partidos políticos está caducado, lo de
marcar el camino para la colectividad. Es tiempo de que el individuo
sea fuerte y elija su opción de vida de forma voluntaria, que crea en
su propia potencialidad. Es la gente la que demanda un tipo de
gobierno, un modelo de televisión, etcétera. Son libres para elegir.
Hasta ahora predominaba el camino masculino, con una mente rígida
donde tiene cabida la guerra y la violencia. Una mujer no pone bombas.
Es necesario que el lado femenino decida sobre un nuevo mundo.
.-Pero
lo cierto es que las mujeres vivimos más esclavas de la imagen y del
consumo.¿Es usted feminista?
-No. Soy mujer. Este mundo es todavía un mundo de hombres, pero en él
empiezan a asomarse las mujeres fuertes. Hay muchas y con mucha
energía, y saben crear nuevas formas de vida y de relación.
-¿Trabajamos para tener?
-Separamos ocio y trabajo, trabajamos para tener dinero y acumular
cosa.
.-¿Hasta
cuándo va a seguir?
-Voy para el séptimo año y sigo.
-¿Qué
añora del pasado?-Nada.
Tengo una vida aventurera. Cada día he hecho una charla y dos
entrevistas. Soy una nómada.
-¿Cómo
es un día cualquier en la vida de Heidemarie?
-Tengo una oficina en Dortmund. Yo no hago cosas con el trueque. Hago
mi trueque aparte. Tengo un correo electrónico e Internet y a cambio
cocino cada día para mí y para un grupo de gente de cinco personas.
Doy consejos a gente por Internet sobre temas terapéuticos u otros
problemas, pero no cobro nada, yo recibo lo que necesito por otro
lado. Vivo en una Casa de Cultura (una especie de gaztetxe
autogestionado que no depende de la Administración) donde trabajan
diferentes grupos. La comida viene de una tienda biológica. Puedo
dormir allí si no tengo otro techo. Duermo con amigas y tengo al menos
diez oportunidades cada noche.
-¡Serán
buenas amigas! ¿No le preocupa poder molestarles en su vida privada?
- No hace falta tener una relación muy estrecha para encontrar un
techo (Heidemarie mira a una de las mujeres de Andrea que le acompañan
y que la ha ofrecido su casa). Es mucho más fácil. He conocido a mucha
gente.
-Tampoco
paga tampoco impuestos. ¿Es insolidaria?
-No, yo contribuyo a mejorar la vida de los demás de otra
manera.-¿Entonces, anarquista? -Sí, y me gusta.
Una breve aclaración y
aporte a su sacrificio de nuestra compatriota Germana Heidemarie Schwermer.
Desde este web
Comunidad
Sostenible vemos una cosa clara real y que ella seguramente aun no
lo sabe, menos los humanos comunes:
No es cierto que es una
Mujer pobre o sin dinero, es la mujer mas dichosa y afortunada de
verdad en este mundo, la explicación es muy simple y sencilla con toda
la lógica, técnica, probada científicamente; dejando en ridículo a
cualquier humano que posee el mayor dinero en este mundo que mas bien
representará el ciego más grande que existe te explicamos por que: Desde
el inicio de la vida y los primeros humanos debieron o fueron los
dueños de este mundo, es decir todo lo que existe les pertenecía. pero
por la ambición, egoísmo, maldad, se ciegan atrofian y pierden ese
derecho, subdividiéndose en partes o micro partes que hasta la fecha se
sigue individualizando o dividiendo. actualmente todos los humanos andan atrapados en ese esquema
egoísta, apareciendo el dinero como la forma mas eficaz para recuperar
esa enorme herencia perdida y ser necesario para sobrevivir. pero si utilizamos nuestra inteligencia
y abrimos bien los ojos burlamos ese esquema errado o nos salimos de
esas garras pasando a tomar directamente todo lo perdido o impedido de
disfrutar que culpables son los antepasados. en otras palabras si
llegaríamos todos a conocer o despertar
pasaríamos automáticamente a ser enormemente ricos pero compartiendo con los demás
todo lo que existe, y ridiculizado quedará el que mucho se esforzó o
grandemente acumulo riqueza queriendo llegar a recuperar su herencia
(Los Millonarios),
bueno el que entiende entiende, ya que no es fácil darse cuenta de
esta gran verdad que libera a cualquier humano de la esclavitud o
pobreza que no le debió tocar aunque sea el máximo adinerado. Mayormente los que entenderán esta
verdad son los de corazón sano, y los de corazón duro o más
ambiciosos, orgullosos seguirán ciegos y no pueden darse cuenta de su
cárcel, penitencia o esclavitud que viven. se entiende pobreza cuando
uno es ambicioso, egoísta, vanidoso, usurero, insolidario, avaro;
aunque tenga todo el dinero del mundo, simplemente es un triste
individuo pobre e infeliz de todo. es decir llegamos al tiempo de
demostrar que los primeros serán los últimos y los últimos pasaran a
ser los primeros.
es por ello que esta
mujer humilde y de corazón sano renuencia a todo lo "bueno, según el
mundo codicioso de riqueza o profesiones" para cambiarlo por una mejor
que es la de vivir sin dinero. o de liberarse de la cárcel que como
cualquier humano vive y no renuncia, una causa podría ser por falta de
conocimiento de lo alternativo, bueno lo alternativo ha llegado
su momento de que lo conozcan y vivirlo ya en la realidad. Pueden
visitar este sitio web donde estamos implementando la primera
Comunidad netamente sana, lleno de beneficios para todos y que servirá
de ejemplo para construir o replicar para un mundo sano anhelado y
sosteniblemente.
Link al
Proyecto
Modelo Comunidad Modelo de Desarrollo Sostenible.
HISTORIA
UNA VIDA FIEL A UNOS IDEALES
Nació en 1942 en
Memel, Prusia. Hija de una familia de refugiados de la II Guerra
Mundial, tenía sólo dos años cuando su familia se vio obligada a huir
al oeste. Aquel hecho le marcó para siempre. "Éramos una familia de
comerciantes y tuvimos que empezar de cero, pasando muchas
penurias...". Tras finalizar los estudios de Magisterio obtuvo su
primer trabajo como profesora de primaria en Kiel. El hecho de no
poder llevar adelante sus "ideales" pedagógicos le hicieron abandonar
esta profesión y trasladarse a Lunenburg, donde estudió Psicología y
Sociología.
Allí se
especializó en psicoterapia gestáltica y abrió su propia consulta en
Dortmund, en la cuenca del Ruhr. En los años sesenta se separó del
padre de sus hijos tras una breve y traumática convivencia. Desde
entonces no le ha vuelto a verlo. Supo educar a sus dos hijos que han
conocido a una mujer que ha luchado por una vida mejor y ha cultivado
la filosofía del vales lo que eres no lo que tienes. Ambos viven hoy
en comunas, sin profesión y casi sin estudios, aunque no se siente
responsable del camino que han seguido, como tampoco quiere que
dependan de ella.
En 1994
fundó un centro de intercambio en esta ciudad y dos años más tarde
donó todos sus bienes y se comprometió a no volver a utilizar el
dinero. Un armario en casa de unos amigos guarda su ropa y algunos
recursos personales. Su imagen no es la de una mendiga. Viste con
sencillez y elegancia y luce un collar y pendientes de perlas verde.
Se trata de ropa regalada, obtenida a través del trueque y algún que
otro regalo. Es vegetariana. Un zumo de tomate le acompaña durante la
entrevista, y elige para comer ensalada y menestra. No prueba el café
ni el vino, y reconoce que el yoga es uno de sus secretos para
mantenerse tan fresca. Entre risas, le confiesa a Rosa, de Andrea, que
es una mujer rica porque posee una vivienda (en Alemania la cultura
del alquiler está más arraigada).
En su libro 'Mi vida sin dinero' (20.000 ejemplares en Alemania y
editado en castellano por la editorial Gedisa), cuyos beneficios
donará a una entidad benéfica, relata momentos de soledad y crisis,
sobre todo al sentirse una mendiga a la hora de tener que pedir un
favor a alguien. Se ha dedicado al cuidado de casas, niños y mayores,
ha limpiado y cocinado, ha impartido conferencias, cursillos
terapéuticos... Ha viajado por varios países de Europa invitada por
diferentes asociaciones, y en Navarra, paró en Estella y Pamplona.
Domingo,
10 nov. 2008 Núm. 2314
Artículos y fotos tomado del diario Digital "El
Mundo" y la Revista Digital "Autosudiciencia"
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