Agradecemos la posibilidad de reproducir la entrevista brindada a El Mercurio de Chile, por el ex presidente Carlos Menem, el sabado 4 de septiembre de 2004. La
vida del ex presidente argentino en Chile Dicen que Cecilia Bolocco fue una entusiasta promotora de la nueva oficina de su marido. Ella llamó al corredor de propiedades Hugo Frías para que la ayudara a buscar una casa. Otros aseguran que fue su asesor de comunicaciones, Enrique Correa, quien le recomendó a Menem hacer una vida normal después de que la Corte Suprema denegara las dos órdenes de extradición solicitadas por la justicia argentina. Menem afirma que la idea fue suya, "porque el departamento estaba invadido permanentemente". Él, en todo caso, no se preocupó de nada; "yo entré aquí una vez terminados los arreglos". La casa, según dice, estaba en pésimo estado. Cecilia había perdido privacidad. No sólo por las visitas que recibía su marido en su departamento de San Francisco de Asís, sino porque allá también dormían Sergio y Daniel, los secretarios que Menem trajo de Buenos Aires y que se rotan cada 15 días. Ellos contestan el celular del ex Presidente, el teléfono de la nueva oficina, lo acompañan a donde vaya y lo atienden en cuestiones domésticas. Cada mañana lo afeitan, "porque me dejan bien la cara, es una cuestión de estética", explica Menem, que mantiene esa costumbre desde los 35 años. Algo similar ocurre a la hora de vestirse: "Yo digo tráigame el traje de tal color, la camisa. Yo siempre me dediqué no tan sólo a mi aspecto intelectual, me gusta leer y todo eso, sino fundamentalmente a mi aspecto físico". Para alivio de Cecilia, hace un tiempo su marido decidió que los secretarios-valet alojaran puertas afuera, en el Hotel Park-Inn, que está subiendo por la avenida Las Condes. Pero desde que cuenta con un lugar de trabajo se ahorra el desembolso, pues duermen allí. Mientras lo esperamos en su nueva oficina en el barrio de Pocuro, su secretario Daniel, que viste muy informal para los estándares chilenos, atiende un llamado para "el doctor". Pasados 20 minutos, nos hace entrar. El calor casi nos voltea y bromeamos con que parece que estuviéramos en La Rioja, su ciudad natal, donde en verano hacen más de 40 grados. Menem, muy serio, pide abrir las ventanas y descorrer las cortinas de brocato. Son las cinco y media de la tarde y el ex Presidente tiene todas las luces encendidas. Cecilia fue la encargada de la decoración y respetando el estilo de la casa de dos pisos, se inclinó por muebles de reminiscencia francesa. Debe haber puesto especial esmero en el escritorio, que bien podría ser el de un Presidente por la elegancia. "Me estoy preparando", dice él, esbozando una de las pocas sonrisas que le vemos. Impecable, Menem viste un traje café oscuro, colleras y su infaltable anillo con piedra en el dedo donde debiera usar argolla de matrimonio. Se lo regaló un hermano de su madre que llegó a ser presidente de la Corte Suprema de Siria. Es cierto lo que comentan los amigos chilenos con los que comparte comidas ocasionales: el ex hombre fuerte de Argentina está más apagado. Su elocuencia ha disminuido. No pronuncia palabra mientras lo fotografían. Responde brevemente a las preguntas y sólo se extiende cuando relata lo difícil que era arrancarse de los guardaespaldas mientras recorría el mundo como Primer Mandatario. "Una cosa es viajar como turista y otra como Jefe de Estado". El comentario sale a colación a raíz del viaje al que lo invitó su suegro y al que no pudo ir. El viernes 27 de agosto, su familia política en pleno partió rumbo a la costa amalfitana, en el sur de Italia, como es costumbre una vez al año. Por esas cosas de la política, Menem nunca ha podido acompañar a los Bolocco en los viajes que organiza Enzo, el padre de Cecilia, con todos los gastos pagados. En ocasiones anteriores, o estaba en campaña para la presidencia de Argentina o preso en Don Torcuato por orden del juez Jorge Urso, quien investigaba el tráfico de armas a Croacia y Ecuador. "SOY UN ARGENTINO DE TRÁNSITO" Aunque él jamás se queja destacan sus conocidos, su vida en Santiago es bastante aburrida. Abre el día con una caminata de ida y de vuelta entre su casa y la Clínica Las Condes; por las tardes pasea ocasionalmente por el centro comercial Cantagallo. Una o dos veces al mes sale a comer al Aquí Está Coco, al Agua o a Correa y familia. Mucho teléfono, habla tres horas diarias con Argentina y la lectura de biografías de grandes personajes de la historia mundial completan su rutina como residente obligado en nuestro país. "Leí ocho bibliografías de Napoleón y siete de Maquiavelo. Ahora estoy con la historia de Churchill y De Gaulle". Cuando estaba bien del brazo jugaba 18 hoyos de golf cuatro veces por semana en las canchas más exclusivas de Santiago: Club de Polo, Valle Escondido Ignacio Cueto, uno de los socios de este condominio y compañero de partidas, es amigo de Cecilia, Club de Golf Los Leones una vez se lo vio jugando con el empresario Félix de Vicente, Sport Francés y Hacienda de Chicureo. "Fuimos los primeros en jugar en esa cancha con Rodrigo Buzeta, mi cuñado Juan Pablo, y Francisco Muñoz, que trabaja con mi suegro". Hace tres meses que Menem no cuenta con escolta de Carabineros tres funcionarios de civil que lo seguían en un auto de la institución ni con los custodios de la Policía Federal argentina. Ha pasado a ser un ciudadano sin privilegios de ninguna especie. El
panorama ha cambiado desde que decidió quedarse en Chile para evitar
las dos órdenes de captura internacional emitidas a raíz
de su no comparecencia en los juicios que se llevan en Argentina. No en
todos los países esta medida rige en forma automática. Según
explica su abogado, Gabriel
Su estada obligada en nuestro país, sin duda, le ha traído consecuencias en el plano social: Menem perdió brillo y ganó soledad. A su último cumpleaños, el 2 de julio, no asistió ningún ilustre. Ni el ex Presidente Eduardo Frei ni el alcalde Joaquín Lavín fueron invitados al Club Sirio, donde celebró sus 74 años. Precaviendo, quizás, un desaire prefirió festejar con 200 argentinos venidos de La Rioja y otras provincias en un evento que tuvo sabor popular. Tampoco hubo rostros de la política o del empresariado en el cumpleaños número 39 de Cecilia. Menem admite que no incluyó a Frei en su celebración, "porque no quería comprometer a nadie habida cuenta que las cosas estaban muy complicadas". ¿Por qué habla de comprometer a Frei si él es su amigo? Usted sabe cómo son las cosas. Después empiezan a hablar, a decir tiene algún tipo de beneficio porque es amigo de un político chileno. A partir de su experiencia, ¿cree que Frei debiera correr el riesgo de postularse nuevamente a la presidencia? Si yo me estoy presentando dentro de dos años... Le consultamos si Cecilia ve con buenos ojos su intención de regresar al poder, porque estaría planeando ser madre otra vez y por ello ha rechazado ofertas para volver a la televisión. Su respuesta es un cliché: "El amor todo lo puede. ¿No leyó la Biblia?". Él no se opone al retorno a la pantalla de su mujer. Y confirma los planes de hacer crecer la familia: "Hemos resuelto tener otra guagua". Aún así, ¿piensa postularse en 2007? Sí, y lo digo con toda seguridad. ¿Cree que tiene alguna chance? No tengo la menor duda de que puedo ser candidato y ganar. La otra vez me robaron las elecciones. Fuimos tres candidatos del justicialismo a competir por la presidencia. Pese a tener en contra a la prensa, al Presidente, que era Duhalde, y a todo su gabinete en contra, pese a todo, gané. Menem piensa que, al igual que el general Juan Domingo Perón, se ha convertido en el chivo expiatorio de todos los males de Argentina. Eso sí, niega que él viva un exilio en Chile como el de Perón en Madrid. "Yo soy un argentino de tránsito; se me dio una visa por un año que vence el 22 de julio del año que viene". ¿Quiere emular a Perón y volver nuevamente al poder después de, como usted dice, ser perseguido políticamente? No hay que olvidar que el general murió siendo Presidente. En lo que hace a la reelección sí, pero no a la muerte. Su ídolo político fue tres veces presidente, pero vio interrumpido su segundo mandato. Exilio mediante, regresó al poder en 1972 y murió en 1974, siendo sucedido por María Estela Martínez, su mujer. Menem despidió sus restos a nombre de los gobernadores de Argentina. Representaba por primera vez a La Rioja. Después sería electo dos veces más. Y ocuparía durante dos mandatos consecutivos la presidencia de la República.
500 PESOS DE PROPINA Carlos Menem asegura que la vida familiar no es incompatible con el mundo de la política. "Mi querida amiga, llevo 50 años haciendo las dos cosas". Cuando observamos que su primer matrimonio fracasó, que su hija Zulemita no conoce a su medio hermano porque no quiso toparse con Cecilia la vez que vino por el día a presentarle a su hijo Luca, y que en su segundo viaje a Santiago, Cecilia estaba con Máximo en Miami, Menem replica: "Eso se va a arreglar, la sangre y el amor pueden mucho más que cualquier situación". La biografía del ex Presidente da cuenta de una historia familiar compleja. Saúl, su padre de origen sirio, tuvo hijos con diferentes mujeres. Con Casilda Contreras engendró a Elías, a quien nunca reconoció; con Valentina Leiva tuvo a Amado y María Elena, y con Mohibe Akil, a Eduardo, Munir y Carlos. La sangre, según reconoce, lo ha marcado. Un miembro de su círculo cercano revela que Menem se negó a contratar a un conocido penalista chileno, porque encontró caros sus honorarios. "Y a otro ofreció pagarle el 10 por ciento de lo que le estaba pidiendo, aunque finalmente debió ceder", añade. A modo de explicación, Menem acota: "No hay que olvidar de dónde vengo, cuál es mi sangre". Y salen a relucir los fenicios, "los comerciantes más grandes que tuvo la Tierra". Le preguntamos si es cierto que cuando juega golf no paga la entrada ni el caddie como se ha comentado en los clubes en los que ha jugado, y él responde que "el caddie lo pago yo, la entrada la pago yo, el carrito, cuando usamos, lo pago yo". Un abogado argentino contó al "El Sábado" que en su país era conocida su costumbre de dejarse caer en cualquier club de Buenos Aires o del interior a jugar golf mientras era Presidente. "Y algunos de sus rivales, incluso, se dejaban ganar", acota el profesional. En Chile no ha querido invertir en un auto. "Para qué si tengo el de Cecilia", dice. Dejó de usar el Mercedes Benz de su suegro desde que le llegó un Nissan 300 ZX de Buenos Aires. El modelo deportivo, color gris, de 1992, con patente argentina y vidrios polarizados, estacionado en la oficina, se lo envió su amigo Jorge Cupeiro en calidad de préstamo. En esa misma línea, Álvaro Sandoval, el administrador del Sushi San, un local del Cantagallo, se queja de que cuando fue a almorzar con otros cuatro argentinos hace dos meses y medio, "dejó 500 pesos de propina no más". Recuerda que el ex Presidente comió Gohan, un plato de arroz frío y pescado picado, y tuvo un trato muy amable. Cuando lo saludó, Menem, que vestía un buzo y jockey, se levantó y le dio la mano. En el Cantagallo su figura se ha vuelto familiar. Lo conocen en la farmacia Ahumada; en el Sushi Deli, donde ha ido dos veces a comer a media tarde en compañía de otro argentino; en Retina Color, el local al que acudió a tomarle foto a Máximo para su carné de identidad. Sin darse aires de ningún tipo, Menem no se aproblema en ir a comprar como cualquier vecino; eso sí, siempre junto a uno de sus secretarios. VISITAS: "son muchas" El ex Presidente, que asegura tener handicap 21 en golf, estaba listo para retomar su deporte favorito la semana pasada. Hace 10 días el traumatólogo de la Clínica Las Condes, Mauricio Wainer, le sacó el yeso. Pese a las dudas iniciales, la lesión resultó más complicada de lo que su médico previó. "Fue una fractura de punta a punta, desde la cabeza al codo", explica Menem. Toda su vida fue un consumado deportista. Su afición al golf le llegó junto con el poder, cuando asumió la presidencia. De partners tuvo a Clinton, a Bush hijo y padre, al rey de Malasia, al Presidente de Filipinas. En Chile su más fiel compañero en la cancha es Juan Pablo, el hermano mayor de Cecilia. Juntos juegan en el Club de Polo, donde es socio Bolocco. Él le presentó a otros dos jugadores: a su mejor amigo Arístides Benavente, gerente general de Polo Ralph Lauren, y a suegro, Fernando Cisternas. Enzo Bolocco hizo lo propio con Rodrigo Buzeta y Francisco Muñoz. Fue jugando con Buzeta que en el verano Menem se cayó en una pendiente al ir a recoger una pelota en la cancha de golf de Papudo. A la semana siguiente volvió a jugar en Cachagua y ahí sintió un dolor tremendo. Se había fracturado el húmero. Sin duda, sus grandes aliados han sido y son la familia Bolocco. Menem come en la casa de sus suegros todos los miércoles con los hermanos y cuñadas de Cecilia. Una rutina que es novedad para él y que califica de "excelente, me entretengo, me divierto". El ex hombre fuerte de Argentina espera el regreso del clan Bolocco, programado para el 4 de septiembre, para inaugurar sus nuevas oficinas. "Bah, tomar una copa con la familia", corrige. Mientras no resuelva su futuro judicial no está para grandes celebraciones. Lo más inmediato es saber si una cámara federal, compuesta por tres jueces, aprobará o rechazará la petición de reapertura del caso por tráfico de armas a Croacia y Ecuador. Y aunque la decisión sea seguir investigando, Menem volverá a Argentina. La estrategia de su abogado Óscar Salvi, uno de los mejores penalistas de ese país, es solicitar una exención de prisión, equivalente a la libertad bajo fianza, pero sin pago. Allá eso es posible antes de ir a declarar. Lo mismo haría en las causas que llevan los jueces Norberto Oyarbide, por enriquecimiento ilícito a raíz del hallazgo de una cuenta en Suiza por 600 mil dólares, y Jorge Urso, quien investiga el sobreprecio pagado por su gobierno en la construcción de dos cárceles. Sobre el primer proceso, Menem asegura que la jueza Christine Junod, que llevaba una causa similar en Suiza, la cerró por falta de pruebas. Y agrega que, como es la misma que investiga Oyarbide, el caso también está cerrado en Argentina. ¿La exención de prisión va acompañada del término de la orden de captura internacional? En el acto. Sergio, el secretario, está impaciente y se pasea de un lado para otro presionando para poner fin a la entrevista. Dos argentinos venidos de Salta y Jujuy esperan "al doctor". "Vienen compañeros y compañeras del partido y otros que, sin ser peronistas, están trabajando en nuestro ámbito político", nos había dicho Menem. "Son muchos, la lista es interminable. Dentro de unos días vienen 80 militantes en dos buses a saludarme, a conversar sobre Argentina, América y el mundo. También hablamos de fútbol, de básquetbol, de todo". Como
una manera de reforzar su popularidad nos conmina a que vayamos al Hotel
Park-Inn. "Ahí tienen cualquier cantidad de nombres".
Por
Ximena Pérez Villamil Críticas
desde Chile Desde Santiago de Chile, una vez más, el ex presidente Carlos Menem formuló duras críticas al gobierno de Néstor Kirchner, le declaró la "guerra total a la delincuencia" y sostuvo que la Casa Rosada la "apaña" y "reivindica su pasado camporista surgido de la trampa del congreso [nacional peronista] de Lanús". En un mensaje enviado a LA NACION, el ex jefe del Estado señaló que "la violencia ha retornado al país" y que "el Gobierno parece apañarlos o protegerlos". Luego de un año y nueve meses del congreso nacional del PJ realizado en Lanús, Menem volvió a denunciarlo como una "trampa". Aquella reunión partidaria modificó la carta orgánica del PJ y permitió que el partido presentara tres candidatos presidenciales en las elecciones de 2003. "La proscripción a nada bueno conduce, en la actualidad nos encontramos frente a un gobierno que reivindica su pasado camporista surgido de la trampa del congreso de Lanús", dijo Menem. "Hay semejanzas que alarman", agregó. El ex mandatario sostuvo que "se hace urgente y necesario un retorno al peronismo". Por otra parte, Menem volvió a atacar al Gobierno y se centró para ello en el flanco débil de la crisis de inseguridad. "En el mismo orden de ideas, la seguridad es prioritaria. Debemos pasar al frente y, en consecuencia, abandonar la actual política defensiva", exhortó Menem en un texto escrito por él. "Frente a la delincuencia no debe haber contemplaciones. Ya lo dije en la campaña electoral: hay que ir a buscarlos a sus guaridas y vencerlos, no darles respiro ni descanso", aseveró el ex presidente. "Con la ley en la mano y la firmeza en el espíritu: guerra total a la delincuencia. Una vez más el peronismo dará la respuesta que el país necesita", vaticinó. Menem agregó que "en la Argentina la proscripción y las trampas electorales siempre terminaron mal; no habría razones para que esto cambie". Luego, formuló un repaso histórico y señaló que en 1972 el ex presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse, a quien denominó "el pícaro general", "pretendía comprar" a Perón "adicionándole la jerarquía militar, el uniforme y los salarios no devengados, y todo esto para que Perón renunciara a la candidatura y apoyara la del general Lanusse". Menem dijo que "como Perón no entró en la trampa y pateó el tablero", Lanusse "estableció para los candidatos las siguientes exigencias: «Estar presentes en el país antes del 25 de agosto de 1972 y residir permanentemente después de esa fecha»". El ex presidente recordó entonces que Perón, en abierto desafío a Lanusse, no llegó en la fecha requerida y forzó su propia proscripción y la autoproscripción de Lanusse. "Ante estas circunstancias, Perón decide proponer como candidato a Cámpora, que no reunía las condiciones según lo determinaba la arbitraria cláusula de residencia", dijo Menem. Sin embargo, "Lanusse aceptó el nombre de Cámpora -agregó Menem-, violó su propia ley." Menem
indicó que "son absolutamente explicables los acontecimientos
posteriores" y recordó que Cámpora fue "rápidamente
rodeado por las organizaciones subversivas". Y concluyó: "Sin
apoyos fuertes en el peronismo y menos en el movimiento obrero, en soledad
y sin atractivo político, fue presa fácil de los violentos
de turno. Luego, Perón hubo de ordenar el caos generado por la
proscripción". En una rara analogía, Menem insinúa
que él ocupa el papel de Perón, proscripto, y Kirchner el
de Cámpora. LOS
PLANES DEL EX PRESIDENTE Quiere trabajar en la próxima campaña y armar un bloque propio en el Congreso. Después de un largo silencio, interrumpido sólo por un par de entrevistas concedidas desde Chile, Carlos Menem prepara su regreso político en la Argentina. Sin espacios en el PJ oficial, que aún no pudo resolver su acefalía, el riojano apuesta a que crezca su propia y recientemente creada agrupación, el Peronismo Popular (PP). El primer paso de ese regreso, también el más visible, será dado en un plenario nacional de esa fuerza, acaso demasiado impregnada de la nostalgia de los años noventa. El próximo viernes, Menem hablará en la Federación de Box, en la Capital Federal. Claro que no en persona: ante los problemas judiciales que tiene, prefiere no arriesgarse tomando un avión para cruzar la Cordillera. Estará, entonces, a través de una grabación en video o vía teleconferencia. Sí hablará en vivo y en directo su hermano, el senador Eduardo Menem, hoy su principal operador político. Instalado en Chile con su esposa y su hijo, Menem pretende volver al país para "conducir el Partido Justicialista" y "ser candidato presidencial en el 2007". Esto es lo que dicen sus seguidores en Buenos Aires, quienes aseguran que están haciendo un trabajo de hormiga en las provincias para reclutar militantes. No parece tarea fácil teniendo en cuenta que hubo muchos decepcionados en el menemismo cuando el ex presidente decidió bajarse del ballottage contra Néstor Kirchner, allá por mayo de 2003. Esa jugada hizo que el santacruceño asumiera con el 22 por ciento de los votos que había obtenido en la primera vuelta. Más allá del proyecto presidencial, Menem se propone trabajar de cara al 2005, según fuentes de su entorno. El año que viene se renovarán las Cámaras legislativas y el menemismo apuesta a reunir, luego de esos comicios, un bloque propio en la Cámara baja desde donde ejercer presión al Gobierno nacional. De acuerdo con las fuentes, Menem no será candidato en 2005. No obstante, tiene la intención de participar activamente en la campaña del Peronismo Popular en las provincias. Yendo a los actos, acompañando a los candidatos, bajando línea discursiva. En el entorno de Menem aseguran que el riojano regresaría el 17 de octubre, día emblemático del peronismo. Hay algún intento de construir la expectativa en torno a la lógica del "regreso del líder en el exilio". A Menem siempre le gustó emular a Perón. Por supuesto que es una falacia, porque Menem no está exiliado por problemas políticos y no lidera el PJ desde que dejó el poder, en 1999. Sin embargo, la fecha no es antojadiza. Tiene que ver con los tiempos judiciales que maneja el menemismo respecto a la causa por la venta ilegal de armas. Esa es la única causa abierta contra Menem en la que se investiga un delito no excarcelable. Antes de fin de mes, la Cámara en lo Penal Económico deberá tomar una decisión sobre la situación de Menem (ver "A la espera"). El
razonamiento que se escucha en Chile es sencillo: si la Cámara
ratifica su desvinculación de la causa armas, Menem efectivamente
volvería para encabezar un acto por el Día de la Militancia,
en lo que será su regreso a escena luego de 15 meses. Si, en cambio,
falla en su contra, prolongará su estadía trasandina. Ya
sobre la parte final de su vida, la idea de volver a ser detenido aterra
al ex presidente.
>> Acto en la Federación de Box Menem: "Vamos hacia una crisis de gobernabilidad" Lo dijo en un mensaje que fue leído en un acto de su sector |
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