Así se repartieron el Sáhara. Los papeles secretos de Arias Navarro
Reproducimos a continuación las partes esenciales del artículo
publicado en INTERVIU
en 1978 (26 de Enero-1 de Febrero)
firmado por Pedro Costa Muste y José Luis Morales. Este número de la revista
fue censurado y secuestrado.
DECLARACION DE PRINCIPIOS ENTRE ESPAÑA,
MARRUECOS Y MAURITANIA SOBRE EL SAHARA OCCIDENTAL
En Madrid, a 14 de noviembre de 1975 y
reunidas las Delegaciones que legítimamente representan a los gobiernos de
España, Marruecos y Mauritania, se manifiestan de acuerdo en orden a los
siguientes principios:
1.
España ratifica
su resolución reiteradamente manifestada ante la ONU de descolonizar el territorio del Sahara Occidental, poniendo
término a responsabilidades y poderes que tiene sobre dicho territorio como
potencia administradora.
2.
De conformidad
con la anterior determinación y de acuerdo con las negociaciones propugnadas
por las Naciones Unidas con las partes afectadas, España procederá de inmediato
a instituir una Administración temporal en el territorio, en la que
participarán Marruecos y Mauritania, en colaboración con la Yemáa, y a la cual
serán transmitidas las responsabilidades y poderes a que se refiere el párrafo
anterior. En su consecuencia, se acuerda designar a dos gobernadores adjuntos,
a propuesta de Marruecos y Mauritania, a fin de que auxilien en sus funciones
al gobernador general del territorio. La terminación de la presencia española
en el territorio se llevará a efecto definitivamente antes del 28 de febrero de
1976.
3.
Será respetada
la opinión de la población saharaui, expresada a través de la Yemáa.
4.
Los tres países
informarán al secretario general de las Naciones Unidas de lo establecido en el
presente documento, como resultado de las negociaciones celebradas de
conformidad con el artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas.
5.
Los tres países
intervinientes declaran haber llegado a las anteriores conclusiones con el mejor
espíritu de comprensión, hermandad y respeto a los principios de la Carta de
las Naciones Unidas, y como la mejor contribución al mantenimiento de la paz y
la seguridad internacionales.
6.
Este documento entrará en vigor el mismo día en que se publique en el
"Boletín Oficial del Estado" la Ley de Descolonización del Sahara,
que autoriza al Gobierno español para adquirir los compromisos que
condicionalmente se contienen en este documento.
ACTA DE LAS
CONVERSACIONES MANTENIDAS, DE UNA PARTE, ENTRE LAS DELEGACIONES DEL REINO DE
MARRUECOS Y LA REPUBLICA ISLAMICA DE MAURITANIA, Y DE OTRA, DE ESPAÑA, A
PROPOSITO DE LOS ASPECTOS ECONOMICOS DERIVADOS DE LA TRANSFERENCIA DE LA
ADMINISTRACION DEL SAHARA
Las tres Delegaciones han acordado lo
siguiente:
1.
Pesca: Reconocimiento conjunto por Marruecos y Mauritania de derechos de
pesca en las aguas del Sahara a favor de 800 barcos españoles, por una duración
de 20 años y en las mismas condiciones actuales, salvo el canon a ser abonado a
partir del sexto año. Durante los cinco primeros años, los barcos de pesca
españoles quedarán exentos de todo canon. Para los quince años siguientes
abonarán un canon que será el más favorable posible concedido a cualquier país
tercero con una rebaja convenida. Antes del comienzo del sexto año, una Comisión
Mixta de las tres partes se reunirá para fijar dicho canon.
2.
Bienes públicos: Antes del 31 de diciembre de 1975, expertos
de los tres países se reunirán con objeto de establecer la lista de bines
públicos que sería transferida por España como parte integrante del territorio,
y la de aquellos otros bienes que pudieran ser objeto de transferencia mediante
el pago de la correspondiente indemnización. Para estos últimos, las partes
fijarán antes de dicha fecha las eventuales modalidades de valoración, transferencia
y pago.
3.
Bienes privados: Marruecos y Mauritania se comprometen a
respetar las propiedades privadas españolas en el Sahara y asegurar a sus
propietarios su libre disposición y una justa indemnización en caso de
expropiación.
4.
Comercio: Marruecos y Mauritania estimularán el desarrollo de las corrientes de
comercio tradicionales entre España y el Sahara en el marco de sus
reglamentaciones de comercio exterior.
5.
Otras cuestiones: Antes del 31 de diciembre de 1975, expertos
de España, Marruecos y Mauritania se reunirán a fin de examinar y de resolver
los problemas de navegación aérea y marítima y de las comunicaciones en
general, así como cualquier otro tema que pueda derivarse de la transferencia
del territorio del Sahara.
Madrid,
14 de noviembre de 1975.-
Firmado por los representantes del Reino de
Marruecos y el de la República Islámica de Mauritania y por Carlos Arias
Navarro.
ACTA DE LAS CONVERSACIONES ENTRE EL REINO DE MARRUECOS Y ESPAÑA
1.-
Cooperación económica
Prospección
minera: Establecimiento de
una o varias sociedades de investigación geológica en forma de Joint Venture
para la exploración mineralógica en el territorio del Sahara e incluso en
Marruecos. Por parte española se aportarían los conocimientos geológicos que están
a su alcance, y durante la fase de investigación, es decir, hasta que se
descubra un yacimiento y se demuestre su explotabilidad económica, correrían a
su cargo todos los gastos derivados de la investigación, gastos que serían a
fondo perdido si aquella es infructuosa.
Como contrapartida, Marruecos se compromete a
compartir la sociedad que haya que fundar como consecuencia del resultado
positivo de alguna o varias de las investigaciones emprendidas. En cada una de
estas sociedades, el socio español tendría derecho en principio al 35 por
ciento del accionariado y en este caso cada socio se haría cargo,
proporcionalmente a su participación, de los gastos de investigación más los de
desarrollo y puesta en explotación del yacimiento. El socio español tendría
derecho a la importación del porcentaje de producto equivalente al de su
participación y ello a los precios que en cada momento rijan en el mercado internacional.
Si bien el ámbito de actuación de estas
sociedades investigadoras puede extenderse a Marruecos, España desea que en el
caso específico del actual territorio del Sahara, esta actividad se realice en
régimen de prioridad.
Asistencia
técnica en Meskala: Habida
cuenta de la experiencia española en minería y su probada capacidad técnica en
este campo, se conviene en establecer un acuerdo de colaboración o asistencia
técnica entre Marruecos y España, conducente a desarrollar y poner en producción
la mina de Meskala. Para ello sería necesario que, tras un conocimiento específico
de la actual situación del proyecto, España ofertara una posible cooperación
que pudiera ser tan amplia como ambos países estimasen conveniente.
Cooperación
estudios siderúrgicos: En
los mismos términos indicados en el apartado anterior, se establecerían unos
principios de acuerdo, por los que España asesoraría a Marruecos en el estudio
de previabilidad de una posible factoría siderúrgica a construir en su territorio.
Fabricación
química: Habida cuenta de la
potenciabilidad marroquí en el campo de la producción de roca fosfatada y la
potenciabilidad española en el campo de la producción de ácido sulfúrico y
potasas, ambas partes interesan una cooperación y actividad conjunta en el
campo del ácido fosfórico y de los abonos, al objeto de utilizar al máximo sus
recursos en materias primas y obtener un mayor valor añadido de las mismas.
Estas factorías podrían estar ubicadas en Marruecos o España, e incluso en
ambos países, lo que facilitaría y rebajaría el coste de los fletes.
Agricultura: Al igual que en apartados anteriores, los
dos países entienden que una asistencia técnica española en el campo de la hidrogeología
y planes de regadío, es deseable y ello en las condiciones en que se convenga y
que resulten equitativas para todas las partes.
Construcción
naval: Habida cuenta de la
colaboración acordada entre Marruecos y España en el campo de explotación de
fosfatos (Fos Bucráa) y de fabricación química, se acuerda estudiar la
viabilidad de una empresa de transporte marítimo mixta, en proporciones a determinar
y en la que España desea aportar su capacidad en construcción naval.
Turismo: Marruecos obtendrá de parte española, en los
términos detallados que en cada caso se acuerden, la asistencia técnica en los
proyectos a desarrollar en este campo.
Firman el documento el embajador marroquí y Carlos Arias
Navarro.
ACTA DE LAS
CONVERSACIONES ENTRE MAURITANIA Y ESPAÑA RELATIVAS A LOS ASPECTOS ECONOMICOS
DERIVADOS DE LA TRANSFERENCIA DE LA ADMINISTRACION DEL SAHARA
Las Delegaciones han convenido lo siguiente:
1.
Pesca : Como complemento del acuerdo de cooperación en materia de pesca
marítima firmado entre ambas partes el 14 de febrero de 1964, la República
Islámica de Mauritania concede derechos de pesca en las aguas mauritanas
(territorio actual) a favor de doscientos barcos españoles, para un periodo de
quince años. Los cánones aplicables, las especificaciones de los barcos, así
como las zonas de pesca serán fijados anualmente por una Comisión mixta sobre
la base de las condiciones, las más favorables aplicables a los países
terceros.
Para el año 1976, la Comisión Mixta
se reunirá antes del 31 de diciembre de 1975. España suministrará a Mauritania
anualmente la lista y las características de los doscientos barcos antes
citados, así como las sustituciones que pudieran producirse.
Además, en el marco del Acuerdo
1964, Mauritania autorizará la libre pesca a otros barcos españoles, a
condición de que éstos desembarquen la totalidad de sus capturas en los puertos
mauritanos.
Por su parte, España se compromete a
estimular a los barcos españoles pescando en aguas mauritanas, a desembarcar
sus capturas en los puertos mauritanos.
2.
IMAPEC: El Gobierno mauritano participará en el capital de IMAPEC (Industrias Mauritanas de Pesca) en
proporción a discutir. La participación mauritana será creciente hasta la adquisición
total del capital de IMAPEC. En el caso de cesión de la participación mauritana
a intereses de terceros países, el Instituto Nacional de Industria o las
entidades españolas privadas, tendrán prioridad para adquirir la parte
mauritana.
Madrid,
14 de noviembre de 1975.
Firmado por el Gobierno de la República Islámica de Mauritania y Carlos Arias
Navarro.
Estos
documentos que hoy por vez primera ven la luz son solamente una parte de lo que
el pueblo español tiene derecho a saber y se le ha venido ocultando
sistemáticamente durante más de dos años. El día en que este ejemplar de
INTERVIU salga a los quioscos, el pleno del Congreso estará discutiendo la
ratificación del acuerdo pesquero hispano-marroquí, que ha sido solicitada por
el Gobierno. Es a ellos, a los representantes elegidos libremente por el pueblo
español, a los que corresponde que se acabe de una vez por todas con el viscoso
silencio que ha venido rodeando el acuerdo de Madrid.
El
pueblo español, en repetidos actos y manifestaciones, ya ha dicho no a los acuerdos del gobierno Arias.
Ahora sólo cabe esperar que el pacto sea denunciado y que sean desenmascarados
los turbios intereses que dieron lugar a que España no cumpliera el papel que
estaba obligada a jugar en el Sahara y abandonara a todo un pueblo a manos de
la feroz dictadura marroquí.
INTERVIU, 26 de enero-1 de
febrero de 1978, Pág. 14-17
"...¿Cuáles son los intereses del gran
policía norteamericano en este sector? Una vez analizados en Washington, se
llega a la conclusión de que España es "amiga" y Marruecos también.
Mauritania no importa. No tiene, todavía, capacidad de incordiar. Pero Argelia
es otra cosa. Argelia s el enemigo número uno de la zona. Con diferencias de
matiz, los sistemas sociopolíticos marroquí y español están definidos por algún
tiempo en una determinada dirección, sobre todo en el caso marroquí. (Pensar lo
contrario puede producir escalofríos en Washington). Argelia, por muy a su modo
que se quiera, es - a los ojos del inquisidor norteamericano - una sociedad
revolucionaria.
Las conclusiones son obvias: un Estado
saharaui formalmente independiente (ni siquiera nos podemos fiar del control
neocolonialista español sobre él, piensa Washington) caería a corto o medio
plazo bajo la órbita argelina, principal potencia de la zona, con lo que habría
nacido otro Estado opuesto a Washington. Probable es - sigue el coloso yanqui
pregonando - que los rusos, por inmediata regla de tres, obtengan bases en el
futuro estado. No importa que muchas de las veces que Washington informa que
los soviéticos tienen bases en tal o cual país árabe (último ejemplo, Somalia)
sea falso. No importa el hecho de que la mayoría de los países árabes sean tan
anticomunistas como los EE.UU. La conclusión extraída hay que imponerla. Y, en
este caso, consiste en que no debe haber ningún país formalmente independiente.
La única garantía de que los soviéticos no se extiendan es que el hoy
denominado Sahara español sea entregado a Marruecos"
(Emilio Menéndez del Valle: El Sahara, España y los Estados Unidos, Triunfo,
5 de julio de 1975)
El ministro español Solís Ruiz
“negoció” el Sahara Occidental con su compadre Hassan II de Marruecos
Intervención de José
Solís Ruiz ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados
(16 de marzo de 1978)
"...Analicé anoche qué fue la
"Marcha verde", porque aunque yo lo sabía, y aquí se ha hablado mucho
de ella, quería refrescar mi recuerdo.
Efectivamente, como conocemos, el Rey Hassan
la convocó como si fuese una marcha santa, como si fuese una peregrinación a la
Meca, incluso poniéndola un nombre muy tradicional entre su religión, y
acudieron hombres, mujeres de todos los rincones del país vecino, y también
hubo unanimidad, a la que ya hemos hecho referencia, en todos los partidos
políticos que, olvidando diferencias, incluso enfrentamientos, se arriesgaron a
adentrarse en el territorio, cuya administración teníamos, en el momento que
recibiesen las órdenes pertinentes.
Esta situación era fuerte por que nos
encontrábamos - como se ha dicho aquí - zaheridos y atacados por todas partes.
La población - que incomprensiblemente fue una sorpresa para muchos de nosotros
- se volvió contra España, cuando España tanto había hecho por ellos; los países
vecinos, con todas las escaramuzas, heridos, prisioneros, y, por si fuera poco,
el mundo no nos comprendía o no quería comprendernos.
Se sabe que yo no tengo mucha fe en las
Naciones Unidas, mejor dicho, creo poco en ellas. Sí creo y admiro el valor, la
competencia, la pasión, el patriotismo que han puesto siempre en aquella
organización nuestros representantes y en muchos casos, personalmente y por
escrito, les he felicitado porque han defendido los intereses de la Patria con
un tesón que es de envidiar y admirar. Pero no creo ni creía en dicha
Organización.
Nosotros teníamos esperanzas de que las
Naciones Unidas participasen y pusiesen fin a un acontecimiento que yo estaba
convencido que, a la larga, nos llevaría a un enfrentamiento, lo que me
preocupaba, pensando en las madres de aquellos soldados que estaban en el
Sahara y en nuestros propios hijos (...)
Las Naciones Unidas, para mí, fueron lo que
siempre habían sido; la misma de Indonesia, el Vietnam, Israel, Somalia, y
ahora mismo Etiopía, o la de nuestro Gibraltar. Es decir, hablar, hablar, sin
facultades para hacer. Ya sé que se dice que las facultades no son del
Organismo, sino de las naciones que lo componen. Yo observaba que la tragedia
que estaba amenazando a nuestra Patria se pasaba desde el Comité de los no sé
cuantos, al Consejo del no sé qué, a la Permanente, a la Asamblea (...)
(...)Efectivamente hubo aquel Consejo de
Ministros de 20 de octubre, Consejo largo, donde se nos explicó la situación
total tanto de nuestras fuerzas como de las marroquíes. Se nos explicaron todos
los componentes de la marcha. Se nos explico - y no es tanto secreto que no se
pueda decir por el juramento que todos los Ministros prestamos - que allí se
acordó iniciar las negociaciones interrumpidas para ver si podíamos, de alguna
forma, evitar que la "Marcha Verde" se pusiese a andar. Este fue el
objetivo fundamental. No faltamos tampoco a ese juramento si decimos que
acordamos que el ideal sería que fuese a esa conversación el Presidente del
Gobierno o cualquiera de los Ministros allí presentes.
En aquel Consejo de Ministros no se dieron
los nombres de los Ministros que podían ir; cualquiera podía hacerlo porque
todos se prestaban, como es natural, voluntarios. Se dijo algo más, se dijo que
el Embajador de Arabia Saudita se había ofrecido como mediador. Yo como español
no soy partidario de esas mediaciones, sobre todo cuando se trata de un país
que está cercano, un país al que nos ligan siglos de historia, un país con el
que hemos tenido altos y bajos en nuestras relaciones, con el que hemos tenido
muchas temporadas de relaciones cordiales, un país donde nuestros intereses son
comunes y con el que tenemos una gran responsabilidad porque estamos a uno y
otro lado del estrecho que es el paso hacia el Mediterráneo (...) A Marruecos
tenía que ir una persona responsable, que conociese el problema, y así se
acordó.
(...)A las cinco o seis de la madrugada el
teléfono de mi casa sonó. Al ponerme, me dijeron: "Le llaman de la
Presidencia"(...) Se me dijo sólo: "Solís, ¿estás dispuesto a salir
dentro de un rato para ver si te puede recibir el Rey de Marruecos y a llevar
la consigna o explicarle lo que te diré?". Naturalmente dije lo que
hubieseis dicho cualquiera de vosotros: "Presidente, soy un ministro, a
tus órdenes estoy y al servicio de la Patria"(...) Serían las siete y
media u ocho de la mañana, no recuerdo, cuando llegué a la Presidencia; estaba
el Presidente y el ministro de la Presidencia acompañándole y me dijo : "A
las dos de la madrugada, el Jefe del estado ha tenido una fuerte recaída, un
grave ataque al corazón y lo va superando. Por tanto, yo no puedo moverme de
España y te quisiera encomendar que llevases una misión al Rey Hassan. Saldrás
en un avión dentro de un momento, procura que te reciba y dile lo siguiente:
que yo pensaba visitarle para iniciar y entablar unas conversaciones y
negociaciones; que yo deseaba que hablásemos de todos los problemas a través de
esas negociaciones, que tenemos planteadas, uno por uno, pero que, debido a la
enfermedad del Jefe del estado, a su gravedad te mando a ti. Tu objetivo es el
siguiente: primero conseguir, si puedes, que la "Marcha Verde" no
salga y no se acerque a nuestras fronteras; segundo, si ello no es posible,
procurar traer el compromiso de que se retrase un poco, de que se ponga a
"ralentí" la organización de la marcha, a fin de que podamos
negociar".
(...) Su Majestad me recibió con afecto,
quizá porque vio una cara conocida. Efectivamente, a mí, ocho o diez años
antes, el Jefe del Estado me había mandado a Marruecos para representar a
España, con motivo del décimo aniversario de la muerte de Mohamed V(...)
(...)Le dije que, en nombre de nuestro
Gobierno y de nuestro Presidente, le proponía que paralizase la "Marcha
Verde" o que la demorase porque suponía, y era cierto, que tendría todavía
mucho por organizar: los suministros, los transportes, la sanidad. La
contestación fue hecha de forma tajante: "Imposible. Ya no es hora. La
"Marcha Verde" tiene que salir con todas sus consecuencias. Pero la
"Marcha Verde" es una marcha pacífica, no es con armamento. Se llegará
hasta el Aaiún; irán 400.000 ó 500.000 personas; nos acompañarán representaciones
de todos los países árabes y prácticamente de todo el mundo". Efectivamente,
allí había representaciones o grupos de muchos países europeos e incluso, ya lo
hemos dicho, de Norteamérica. El me dijo que era imposible, que la "Marcha
Verde" tenía que llegar hasta el final. "No deben temer ustedes -
agregó - porque no vamos a ocupar el territorio, vamos pacíficamente a confraternizar
con vuestros soldados".
(...) Endureciendo su gesto, me dijo que él
estaba molesto con España. Me fue explicando que en el año sesenta y tantos
tuvo una conversación con un ministro de Asuntos Exteriores de nuestro país y
que al final España no hizo nada de lo que se le había prometido. Entonces, interrumpiéndole
(...)dije: "Majestad, eso es historia" (...) Agregó :"Años
después, otro ministro de Asuntos Exteriores tuvo conversaciones conmigo y me
manifestó tal y tal cosa". Repetí otra vez: "Majestad, eso es
historia". Y así hasta cinco veces. Pero la verdad es que no había manera,
porque él me reiteró: "Solís, !imposible!. La "Marcha Verde" se
pondrá a andar a la hora prevista, y yo al frente. Mi propósito es llegar hasta
el último confín del Sahara"
En aquel momento, si yo hubiese sido
diplomático, tendría que haberme levantado, haber saludado y marcharme(...)
Pero yo pensé inmediatamente en las madres de los hijos que estaban en el
Sahara, pensé en nuestros hijos y por las caras que veo, quizá sin saberlo, en
alguno de vosotros, que entonces estabais seguramente en edad militar (...) y
conté alguna de las cosas que yo sabía de la historia cordobesa, e incluso
algunas de mi mismo pueblo, donde tuvimos, como casi toda España, la ocupación
árabe. Seguía contando estas historias, me miró su Majestad sonriendo, y yo
pensé que él pensó : Ya sabía yo que con este cordobés no podría. Las cosas
cambiaron por completo. Le dije: "Majestad, durante trece siglos hemos
combatido entre nosotros, hemos combatido en común, hemos escrito historia,
hemos mezclado la sangre (...) Mi propósito, la misión que traigo aquí es la de
que olvidemos la historia de estos tres, cinco, diez años y trece siglos y que
vayamos pensando en un entendimiento cara al mañana y en una posibilidad de que
nuestros hombres no tengan que enfrentarse". Empezamos a hablar, a ver
cómo se podía hacer y después de hora y media o cerca de dos horas de conversación.
Él me dijo: "Solís, yo le garantizo que dentro de cuarenta y ocho horas un
emisario mío, con funciones y con atribuciones - porque no me puede exigir que
yo improvise la solución de todos los problemas que tenemos -, llegará con
consignas concretas para poder iniciar unas negociaciones".
(Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, nº 33.
Comisión de Asuntos Exteriores. Sesión nº 8, 16 de marzo de 1978.)
Carta de Franco a la
Yemáa (21 de septiembre de 1973), enviada a la ONU como justificación de la
política descolonizadora del gobierno español.
"A la Asamblea General del Sahara:
el 6 de marzo del año en curso me dirigí a la
anterior legislatura de esta Asamblea general respondiendo al escrito que la
misma me elevó el 20 de febrero, escrito ratificado por la actual legislatura
en su sesión constitutiva de 28 de julio último, comunicándole que había encargado
a mi gobierno el estudio de las peticiones de dicho mensaje.
El gobierno, siguiendo mis instrucciones, ha
estudiado las aspiraciones del pueblo saharaui, cuya representación legítima
corresponde a esa Asamblea general y, en atención a las mismas y en
cumplimiento de la misión de España de promoción del pueblo saharaui, ha elaborado
la siguiente contestación aprobada en Consejo de Ministros y que ha merecido mi
sanción:
1.
El Estado
español reitera que el pueblo saharaui, cuya convivencia secular con el pueblo
español es desde sus inicios absolutamente voluntaria, es el único dueño de sus
destinos y nadie tiene derecho a violentar su voluntad. El Estado español
defenderá la libertad y la libre decisión del pueblo saharaui.
2.
El Estado
español garantiza la integridad territorial del Sahara.
3.
El Estado
español confirma su compromiso histórico de proseguir con el mayor impulso posible
al desarrollo económico y social del territorio, reconociendo al pueblo
saharaui la propiedad de sus recursos naturales y los beneficios de su
explotación, así como la voluntad de promover la cultura, las formas de vida de
la personalidad saharaui y el florecimiento de su religión.
4.
El Estado
español reitera y garantiza solemnemente que la población del Sahara determinará
libremente su futuro. Esta autodeterminación tendrá lugar cuando lo solicite
libremente la población de conformidad con lo expuesto por la Asamblea General
en su escrito ya citado del 20 de febrero del corriente año.
5.
Continuando el
proceso de perfeccionamiento político del pueblo saharaui y como preparación de
su futuro, se establecerá un régimen de progresiva participación del mismo en
la gestión de sus propios asuntos. Dicho régimen entrará en vigor cuando se
complete el proceso legislativo que se consigna a continuación.
6.
El Estado español
presenta a la Asamblea General las bases siguientes como principios en que ha
de inspirarse la organización político-administrativa del Sahara:
f.
El pueblo
saharaui es propietario de sus riquezas y recursos naturales.
g.
Durante el
periodo de vigencia de este estatuto, los saharauis gozarán de todos los
derechos inherentes a la nacionalidad española.
h.
El Jefe del
Estado español encarna la comunidad existente entre España y el Sahara. Será
representado en el territorio por su gobernador general.
i.
El Estado
español garantizará la integridad territorial del Sahara, lo representará en el
ámbito internacional y asegurará su defensa. Los asuntos internos serán
competencia de los órganos propios del territorio.
j.
A la Asamblea
General del Sahara, como supremo órgano representativo del pueblo saharaui, le
corresponderá elaborar las disposiciones de carácter general relativas a los
asuntos internos del territorio, sin perjuicio de la sanción que corresponderá
al gobernador general. Podrá igualmente proponer iniciativas y medidas que
estime convenientes sobre dichos asuntos.
k.
Se confirmará e
intensificará la promoción de los usos y costumbres tradicionales, así como de
la justicia coránica.
7.
Si la Asamblea
General se manifestara de acuerdo con estas bases, las mismas serán desarrolladas
en forma articulada en el correspondiente estatuto, que será aprobado por la
ley.
8.
La aceptación
por la Asamblea General del Sáhara de estas bases, no menoscaba el derecho de
la población saharaui a la autodeterminación sobre su futuro, del que esta
nueva etapa es preparación necesaria.
Puesta la confianza en Dios, el pueblo
saharaui y la nación española se encaminan hacia su futuro de alianza fraternal
de paz y prosperidad.
Francisco Franco”
(Informaciones, 14 de octubre de 1975)
Declaración del gobierno español sobre el tema del Sahara
(23-5-1975)
"El Gobierno recibió amplios informes de
los ministros de la Presidencia del Gobierno, Asuntos Exteriores y Ejército,
sobre la situación en el territorio del Sahara, examinadas en su conjunto y
desde las distintas perspectivas específicas de tales Departamentos; fue informado,
también, sobre la visita realizada por una comisión de las Naciones Unidas, que
a su regreso a Madrid, fue recibida, en la tarde del miércoles 21, por el
presidente del Gobierno.
A la vista de tales informes, y dentro de la
línea de actuación tradicionalmente mantenida por España, el Gobierno desea
reiterar ante la opinión pública lo siguiente:
1.
España no pretende
en modo alguno prolongar su permanencia en el Sahara, del que nunca pensó
obtener provecho de orden político, y al que ha servido cumpliendo con el mejor
modo posible todos sus deberes hacia dicho territorio y su población autóctona.
2.
En esa línea de
actuación, ha aceptado las resoluciones de las Naciones Unidas tendentes a
aplicar al Sahara la política de autodeterminación, llegando incluso a
señalarse un plazo para la celebración del correspondiente referéndum.
3.
En tal
situación y reservándose sus puntos de vista respecto a cualquier
reivindicación territorial sobre el Sahara por parte de otros estados, España,
en el mejor deseo d no dificultar cualquier intento de cooperación
internacional, no se opuso a la petición aprobada por la ONU de solicitar un
dictamen de carácter consultivo al Tribunal de La Haya, aún siendo consciente
de que la evacuación de dicho dictamen representaría un retraso notable en sus
propios planes, con la consecuencia de prolongar más allá de los previsto su
presencia y responsabilidad en dicho territorio.
4.
Entretanto, la
situación en el Sahara se ha ido deteriorando progresivamente como consecuencia
de las tensiones, confusión e incertidumbre que, con muy diversos orígenes y
motivaciones, se han ido produciendo en las últimas semanas, aflorando en todo
caso estados de opinión en el territorio que se muestran de un modo rotundo a
favor de la independencia del mismo. Tal situación, que afecta a la población
civil española, ha servido al propio tiempo para poner de relieve el alto
espíritu de disciplina, la preparación y el patriotismo de nuestras Fuerzas Armadas
allí estacionadas.
5.
En
consideración a todo lo anteriormente expuesto, el Gobierno confirma su deseo
de cumplir con las resoluciones aprobadas por las Naciones Unidas y al propio
tiempo declara su propósito de transferir la soberanía del territorio del
Sahara en el más breve plazo que sea posible, en la forma y modo que mejor
convenga a sus habitantes y a la satisfacción, en su caso, de cualquier
legítima aspiración de países interesados en la zona, sin perjuicio de defender
sus intereses en dicho territorio en ámbito y por los cauces del Derecho Internacional.
A este efecto se están iniciando los trámites pertinentes ante las Cortes
españolas.
Al propio tiempo hace constar que si por
circunstancias ajenas a su voluntad, se demorase la posibilidad de realizar tal
transferencia de soberanía en términos que comprometan gravemente la presencia
española en el Sahara, se reserva su derecho, previa la oportuna advertencia a
las Naciones Unidas, de precipitar las transmisión de poderes poniendo fin
definitivamente a su presencia en dicho territorio"
(Recogido en Luis Rodríguez de Viguri y Gil: La Descolonización del Sahara. Revista "Nueva Historia",
nº 21, Octubre de 1978)
Opinión
consultiva del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya
"Los elementos e informaciones dirigidos
a la Corte, para conocimiento de ella, demuestran la existencia, en el momento
de la colonización española, de lazos jurídicos de sumisión (allégeance), entre
el sultán de Marruecos y ciertas tribus que vivían en el territorio del Sahara
Occidental. Indican igualmente la existencia de derechos, incluidos ciertos
derechos relativos a la tierra, que constituían lazos jurídicos entre el
conjunto mauritano, en el sentido en que lo entiende la Corte, y el territorio
del Sahara Occidental. Sin embargo, la Corte decidió que los elementos e
informaciones dirigidas a ella para su conocimiento, no establecen la
existencia de ningún lazo de soberanía territorial entre el territorio del
Sahara Occidental por una parte, y el reino de Marruecos o el conjunto
mauritano por otra"
(Informaciones, 14 de octubre de 1975)
Declaración
de Madrid sobre el Sahara (14 de noviembre de 1975)
"En Madrid, a 14 de noviembre de 1975, y
reunidas las Delegaciones que legítimamente representan a los gobiernos de
España, Marruecos y Mauritania, se manifiestan de acuerdo en orden a los
siguientes principios:
1.
España ratifica
su resolución - reiteradamente manifestada ante la ONU - de descolonizar el
territorio del Sahara Occidental (...)
2.
(...) España
procederá de inmediato a instituir una Administración temporal en el
territorio, en la que participarán Marruecos y Mauritania, en colaboración con
la Yemáa (...) La terminación de la presencia española en el territorio se
llevará a efecto definitivamente antes del 28 de febrero de 1976.
3.
Será respetada
la opinión de la población saharaui, expresada a través de la Yemáa (...)
6.
Este documento
entrará en vigor el mismo día en que se publique en el Boletín Oficial del estado
la ley de Descolonización del Sahara, que autoriza al Gobierno español para
adquirir los compromisos que condicionalmente se contienen en este
Documento"
(Informaciones, 14 de noviembre de 1975)
"...Desde los Acuerdos tripartitos de
Madrid, la participación indirecta de Francia en el problema saharaui parece
clara: el gobierno de París dio su visto bueno a su aliado, Marruecos, para
desencadenar la "Marcha Verde", punto de partida del paso
expansionista marroquí concretado en los acuerdos.
Hassan y Giscard d´Estaing elaboraron
entonces un plan, posteriormente denunciado en la prensa francesa, bautizado
"Plan Marrakesch", que se proponía alejar a España de la región y
lograr la implantación de Francia - a través de Marruecos y Mauritania - en esa
área. Con ello, París podría completar su hegemonía, o en todo caso consolidar
su "zona de influencia" en una buena parte de África, constituida por
aquellas ex colonias que recibieron graciosamente la independencia. El
proyecto, además, preveía una compensación a Rabat, mediante la provisión
masiva de armamentos provenientes de la casa Dassault y del propio ejército
francés.
Marruecos, por otra parte, constituía y
constituye una importante baza de los capitales franceses, que controlan los
puntos clave de la economía marroquí. Otro tanto ocurre en Mauritania, donde
las minas de hierro de Zuerat - que proveen al presupuesto nacional con el 92
por ciento de los recursos totales -, se encuentran bajo control francés.
Mediante el alejamiento de España y la
ocupación del Sahara por sus aliados y socios, el gobierno francés creyó haber
concretado su ambicioso plan. Pero la inesperada resistencia de la guerrilla
saharaui trastocó los proyectos. Marruecos y Mauritania se demostraron militarmente
incapaces de vencer en los campos de batalla del desierto a los combatientes nacionalistas
apoyados por Argelia, que les han propinado una larga serie de derrotas durante
los dos últimos años. Lo que se creía iba a ser una guerra relámpago contra los
"terroristas" que duraría dos semanas hasta exterminar la
resistencia, terminó siendo una guerra de desgaste insoportable para los
expansionistas.
El actual conflicto parece entroncar con este
plan colonial francés. Resulta poco verosímil la excusa de los dos técnicos
franceses apresados por el Polisario para explicar la escalada. Por lo general,
los Estados no juegan a la guerra sólo por la vida o la libertad de dos, ocho o
trece connacionales. Muchos observadores creen, en cambio, que, esta vez, ha
sido Marruecos quien ha tratado de empujar a París a un juego de presiones y
amenazas que hubiera podido justificar la intervención francesa para, por fin,
barrer la resistencia nacionalista en el Sahara y completar el dominio de sus
dos socios.
Sin embargo, una maniobra así parece haber
fracasado ya. Francia dio marcha atrás por razones obvias: Giscard no puede
lanzarse a una intervención si no es con absoluta garantía de éxito. Las
guerras, en 1977, no duran mucho tiempo, porque inmediatamente las grandes potencias
intervienen, mucho más cuando se libra en una zona de alto valor estratégico
como la esquina noroeste de África. Además, frente a las próximas elecciones
legislativas francesas, el ocupante del Elíseo no puede apuntarse un fracaso
internacional. De momento, París parece preferir jugar la partida de los
mercenarios, las fuerzas indirectas, para evitar el deterioro de sus intereses
económicos en Mauritania.
Sin embargo, aparentemente, la situación para
Marruecos es grave y urgente. Con un presupuesto de guerra de 166.000 millones
de pesetas, seis millones de parados, 16 millones de subalimentados, y una
voluminosa deuda exterior, debe encontrar una salida a la permanente sangría
que le significa el Sahara, territorio que no ha logrado conquistar ni
controlar. (Cambio 16, nº 311, 27 de noviembre de
1977)
"Los Acuerdos de Madrid estuvieron, por
las circunstancias históricas del momento, orientados hacia las apetencias
marroquíes y mauritanas, pero a las cuarenta y ocho horas, el gobierno Arias lo
matizó convenientemente. Poco tiempo después, el primer gobierno de la Corona,
una vez transferida la administración del territorio a sus actuales
administradores, hizo pública una declaración en la que se expresaba que
España, una vez hubiera salido el último soldado del Sahara, observaría una
estricta neutralidad con respecto a los tres países involucrados. "Esa
actitud de neutralidad se ha venido manteniendo hasta hoy", manifestó a
esta revista un diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores. "Por
otra parte, España tampoco ha discriminado en ningún momento al Frente Polisario,
que ha tenido todo lo que ha querido. Pidieron el embargo de armas a Marruecos
y Mauritania y se les concedió, han solicitado que el gobierno se pronuncie
acerca de si continúa defendiendo el principio de autodeterminación de la
población autóctona, y se les ha dicho que sí..."
(...) Piensa el partido de Felipe González(
el partido mayoritario de oposición al gobierno Suárez) que, como propone
Argelia, España debe tomar la iniciativa para que, como ya dijeron todos los partidos
políticos parlamentarios hace dos semanas en un telegrama enviado al secretario
general de la ONU, "se busque una solución pacífica, justa y duradera a la
descolonización del Sahara, solución que no es la simple anexión del territorio
a Marruecos y Mauritania, al existir otros intereses en juego, entre ellos el
de la población saharaui, cuyo representante único, por el momento, es el
Frente Polisario.
(...) Para los socialistas es ridículo que el
gobierno Suárez hable de neutralidad y que, al mismo tiempo, esté enviando
armas a Marruecos y Mauritania.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores
consultados por esta revista, reconocieron que, efectivamente, España ha
servido en los últimos meses varias partidas de armas a Marruecos y Mauritania,
pero que éstas correspondían a pedidos anteriores al 15 de junio, fecha en que
el gobierno decretó el embargo."
Cambio 16 nº 319, 22-1-78
El general Rafael de Valdés, último gobernador del Sahara,
explica el abandono español de lo que fue una provincia nacional más.
Pregunta: A su juicio, ¿cuál hubiera sido la postura ideal de España en el
conflicto?
Respuesta: Creo que la celebración del referéndum de autodeterminación hubiera
sido la postura ideal. España en el 74 realizó un enorme esfuerzo para elaborar
un censo exhaustivo en el Sahara. Se utilizaron todos los medios de transporte
a nuestro alcance: "jeeps", helicópteros y hasta camellos con el fin
de llegar hasta la última "jaima". Incluso tuvimos que entrar en
territorio de Mauritania o Argelia para acceder a los nómadas que, por causa de
la sequía, se habían trasladado allí. Las Naciones Unidas debían haber
permitido la celebración del referéndum, como estaba previsto para el primer
semestre del año 75. Con ello se hubiesen evitado todas las consecuencias
posteriores.
¿Por qué las Naciones Unidas no auspiciaron
esos comicios?. Porque Marruecos orquestó una campaña a nivel internacional
ganando no sólo el apoyo del mundo árabe, sino también el de Francia y los
Estados Unidos.
Pregunta: ¿Ondearon banderas americanas en la Marcha Verde?
Respuesta: Sí, por supuesto, no me cabe la menor duda de que Estados Unidos y
Francia ayudaron a Hassan en la Marcha Verde. De esta cuestión lo que me
sorprende es que nuestros Servicios de Información no se hubieran enterado
antes: no me cabe en la cabeza.
Organizar una marcha civil en la que iban a
participar unas trescientas cincuenta mil personas, suponía una importante
movilización de vehículos, provisiones de alimentos, agua, etc.
Para mí, éste es el auténtico misterio. En la
movilización se manejaron latas de conservas especiales, bebidas especiales,
cigarrillos especiales y todo ello en cantidades masivas. Lo más increíble del
tema es que en la fabricación de estas conservas habían participado empresas
españolas con fábricas ubicadas en territorio marroquí. Es inconcebible que la
preparación de la Marcha Verde no fuese detectada por los Servicios de
Información. No me lo explico.
Pregunta: Hassan II anunció el pasado domingo, durante el discurso del trigésimo
aniversario de su entronización, la celebración de un referéndum de
autodeterminación en el Sahara Occidental para proceder después a las
elecciones libres en todo Marruecos. Nunca el monarca marroquí había
condicionado públicamente la convocatoria de comicios libres a la solución del
problema sahariano.
Respuesta: Hassan II ha demostrado a lo largo de la historia una astucia
tremenda. El problema de este referéndum estriba fundamentalmente en la
elaboración de un censo real. Se habla de doscientos mil habitantes en el
Sahara Occidental, pero desde luego se refieren a otras personas, no a los
saharauis. Cuando confeccionamos el censo en el año 74, la población no
alcanzaba los setenta y cinco mil habitantes. Teniendo en cuenta las
condiciones de vida de esta gente, no creo que hayan alcanzado los doscientos
mil en 1991. Presumo que Hassan II ha incluido en este censo a los marroquíes
instalados en el Sahara. Soy reacio a creer que se realicen comicios libres en
la zona, pero si quieren realizar un referéndum con ciertos visos de legalidad,
lo primero que deben hacer los marroquíes es salir del Sahara".
Fragmentos de la entrevista realizada al general Rafael Valdés
en el diario El
Sol, (7-3-1991)
Las fuerzas de seguridad marroquíes continúan
cometiendo graves violaciones de derechos humanos en el Sahara Occidental, en violación
de los tratados internacionales de derechos humanos que ha ratificado Marruecos
y a pesar de la presencia, desde 1991, de la Misión de las Naciones Unidas para
el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO).
Amnistía Internacional ha documentado durante
los últimos dos decenios las violaciones que contra los derechos humanos se
cometen en el Sahara Occidental y ha emprendido actividades y campañas contra
esta situación. Tras la anexión del Sahara Occidental por parte de Marruecos en
1975, centenares de saharauis fueron arrestados y "desaparecieron".
Las autoridades marroquíes liberaron a más de trescientos de aquellos
"desaparecidos" en junio de 1991, tras haber permanecido más de 16
años en condiciones inhumanas en centros secretos de detención, donde muchos de
ellos perdieron la vida. Todavía hoy los familiares no saben donde están
enterrados sus seres queridos. Las autoridades marroquíes no han aceptado estas
muertes...
...Tras la liberación de
"desaparecidos" saharauis en 1991, se han registrado en Marruecos
otras mejoras significativas en la situación de los derechos humanos en el
país, como la conmutación de 195 sentencias de muerte en 1993 y la liberación
en 1994 de más de 350 presos de conciencia y presos políticos que habían sido
condenados en juicios que no cumplieron las garantías mínimas de justicia
procesal. Sin embargo, estas mejoras en la situación de los derechos humanos en
Marruecos no se han ampliado hasta el Sahara Occidental, como tampoco se han
materializado las esperanzas de que se produzcan novedades alentadoras, especialmente
la aclaración de la suerte de los centenares de personas que siguen
"desaparecidas"...
...Amnistía Internacional pide:
·
Al gobierno de
Marruecos, que adopte las medidas necesarias para que cese la violación de los
derechos humanos en el Sahara Occidental, que aclare la suerte de las personas
que aún están "desaparecidas", que investigue todas las
"desapariciones" y las pasadas y actuales violaciones de los derechos
humanos, y que ponga a disposición de la justicia a los responsables.
·
A las Naciones
Unidas, que adopte medidas urgentes para garantizar el respeto de las salvaguardias
para los derechos humanos que contiene el mandato de la MINURSO, y que lo amplíen
de forma que incluya la vigilancia in
situ de la situación de los derechos humanos y la investigación de las
denuncias de violación de estos derechos, así como la facultad de tomar las disposiciones
adecuadas para detener e impedir nuevas violaciones de los derechos humanos.
·
A las
autoridades del Polisario, que adopten las medidas necesarias para que nadie
sea detenido arbitrariamente ni torturado o maltratado, y que garanticen que
todo sospechoso de haber participado en abusos contra los derechos humanos será
relevado de puestos de autoridad
(Resumen del documento titulado "Marruecos y el Sahara
Occidental. Violaciones de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental",
publicado por Amnistía Internacional en abril de 1996)
"Hechos
:
Desde el día 10 de septiembre
de 1999, los estudiantes saharauis, los licenciados en paro y los retirados de
la empresa Fos Bucráa organizan un sitin ilimitado delante de la sede provincial
del Aaiún-Bojador en la avenida de La Meca en la ciudad del Aaiún, en los territorios
ocupados del Sahara Occidental, para reivindicar sus derechos legítimos a una
vida digan y humana. Una jaima ha sido implantada en el lugar de la
concentración a la que acudieron cientos de simpatizantes saharauis. Durante
todos los días se celebraron charlas y debates sobre la grave situación de los
saharauis bajo la ocupación marroquí.
El 19 de septiembre de 1999,
los trabajadores de las minas de fosfatos deciden aunarse a la concentración y
publican un comunicado donde expresan sus reprobaciones a la política de la
administración marroquí.
El 22 de septiembre de 1999, a
las 2H30 GMT, varias unidades de las fuerzas de ocupación marroquí se lanzan
contra los protestantes pacíficos. En el asalto participaron la Policía
Judicial, la Gendarmería Real, las fuerzas de las Compañías Móviles de
Intervención, además de las Fuerzas Auxiliares bajo la supervisión de agentes
del Departamento de Seguridad Territorial. El balance provisional de esta
violenta represión es de:
·
Una persona
fallecida en el acto: se trata del cheij Mahsan (guardia de un edificio)
·
Varias personas
heridas (se acompañan un total de 53 nombres)
·
Varias decenas
de personas desaparecidas de las que se sospecha que se encuentran detenidas en
los centros siguientes: Sede de la Policía Judicial, Cuartel de las Compañías
Móviles de Intervención, Almacén en la calle de Smara...
Según informaciones concordantes, los heridos
fueron rechazados de los hospitales y los médicos recibieron órdenes de las
autoridades de ocupación de no facilitar ningún certificado médico. Varios de
los heridos habrían sido llevados a las afueras de la ciudad donde han sido dejados
a su suerte. Por otra parte, algunos testigos afirman haber escuchado tiros
cerca de la sede de la ONEP (Office Nationale des Eaux Potables).
Desde la mañana del 22 de septiembre, la
ciudad del Aaiún está bajo toque de queda. Los comercios cerraron y las
patrullas de las fuerzas de seguridad se multiplicaron. A pesar de esta
alarmante situación, los ciudadanos saharauis desafiaron a las autoridades de
ocupación particularmente en el barrio de Zemla donde se concentran cientos de
personas en protesta contra la represión marroquí.
El 23 de septiembre, se produce una nueva
oleada de represión de los manifestantes, en particular de los habitantes de
los campamentos traídos desde las ciudades de Tan Tan y Goulimine.
Manifestaciones similares fueron organizadas en varias ciudades saharauis en
particular en Goulimine, Tan Tan y Smara, y fueron igualmente reprimidas por
las fuerzas de seguridad.
Del 24 al 26 de septiembre las autoridades de
ocupación refuerzan las medidas de terror contra los ciudadanos saharauis
mediante el secuestro de varias decenas de personas y las persecuciones de las
personas que se sospecha hayan participado en las manifestaciones.
El 27 de septiembre, las víctimas de las
violaciones, en particular los estudiantes, licenciados en paro, los
trabajadores de la empresa Fos Bucráa, organizan una sentada delante de la sede
provincial El Aaiún-Bojador, para denunciar las graves violaciones de los
derechos humanos cometidas contra los ciudadanos saharauis y exigir la
liberación de los presos y desaparecidos así como el juicio de los responsables
de crímenes de lesa humanidad. La sentada se inició a las 14,30 horas y fue
clausurada a las 20,30 horas a pesar de la presencia masiva de los diferentes
cuerpos represivos marroquíes. Al regreso a sus hogares, los participantes
fueron interceptados por milicias de los colonos marroquíes que actuaban con el
respaldo de las fuerzas de ocupación. Varios ciudadanos resultaron heridos.
Acto seguido, los colonos saquearon las tiendas y las pertenencias de los
ciudadanos saharauis. Entre las empresas saqueadas figuran TOYOTA y TERMA.
Varias casas y vehículos de los ciudadanos de los ciudadanos saharauis han sido
incendiados. Acto seguido, las fuerzas marroquíes detuvieron a decenas de
saharauis sin molestar a los colonos. Cabe recordar que desde el inicio de la
invasión, en 1975, las autoridades se esforzaron en inundar el territorio
saharaui de miles de colonos marroquíes hasta tal punto que los saharauis se
han convertido en minoría en su propia tierra. Estos sucesos fueron confirmados
por la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara
Occidental).
A esta grave situación cabe agregar los
siguientes aspectos logísticos de la planificación represiva de las fuerzas
marroquíes:
1.
Durante los
días previos fueron enviadas fuerzas antidisturbios en pequeñas unidades de dos
camiones diarios a efectos de pasar más desapercibidos
2.
Un batallón
militar llegó a la zona en la noche del 27 de septiembre, procedente del
cuartel militar de la ciudad marroquí de Agadir, con destino al Aaiún y como
refuerzo de seguridad en la represión.
3.
Se han
utilizado vehículos de la MINURSO por parte de los conductores que son miembros
de la seguridad marroquí. En ellos se transportó a efectivos de la seguridad
vestidos de civil.
El día 29 de septiembre de 1999, continúan
los levantamientos en la ciudad del Aaiún y ante la incapacidad de las fuerzas
de seguridad en reprimirlos, llegaron refuerzos formados por el ejército, la
gendarmería y las fuerzas auxiliares.
A partir del 30 de septiembre de 1999, El
Aaiún está bajo control exclusivo del ejército marroquí que decreta el estado
de emergencia. A pesar de ello, mujeres saharauis se manifiestan y toman la
residencia del gobernador consiguiendo el compromiso de que sus hijos serán liberados
antes de las 14 horas locales.
A pesar de la liberación de cincuenta
personas, las detenciones continuaron los días siguientes.
...Ante esta grave situación:
1.
La organización
de Naciones Unidas debe garantizar la asistencia a los heridos obligando a
Marruecos a permitir a la Cruz Roja Internacional que se haga cargo de ellos
con el mismo trato de los heridos de guerra en conflictos internacionales.
2.
Se realice una
investigación imparcial acorde con los Convenios de Ginebra y con la participación
de la Cruz Roja procediéndose a la identificación de los responsables de los
cuerpos policiales y militares marroquíes.
3.
Exigir del
Gobierno Español, de conformidad con sus responsabilidades históricas, que
adopte cuantas medidas diplomáticas sean necesarias para el cese de la
violencia y el terror contra la población civil saharaui inclusive la
posibilidad de condicionar las ayudas de la UE al respeto de los Derechos
Humanos y al Derecho Internacional Humanitario en el marco de la Declaración
sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales.
4.
Pedir a las
Naciones Unidas que incluya en el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para
el Referéndum del Sahara Occidental, la protección de los derechos humanos en
el Sahara Occidental hasta la celebración del Referéndum.
El presidente de la RASD, Sr. Mohamed
Abdelaziz, en una carta a Kofi Annan con fecha del 24 de septiembre, le exhorta
a que intervenga para poner término a las graves violaciones de Derechos
Humanos. En una segunda carta, con fecha del 29 de septiembre, al presidente
del Consejo de Seguridad, el Presidente Saharaui condena el silencio de la ONU y
demanda "abrir inmediatamente una investigación y conducir una misión de
investigación al territorio"
...Desde Bruselas, la Coordinadora Europea de
Apoyo al Pueblo Saharaui envía una carta a Kofi Annan y al Primer Ministro
marroquí. En Gran Bretaña, Wester Sahara Campagn está lanzando una acción
urgente. En España, varias asociaciones de apoyo al pueblo saharaui y de defensa
de los derechos humanos publican comunicados, organizan concentraciones y ruedas
de prensa. Manifestaciones conocidas: Barcelona, 7 de octubre de 1999, a las
19,30 horas, delante del consulado de Marruecos; Madrid, 9 de octubre, a las
11,30, concentración delante de la Embajada de Marruecos con marcha posterior a
la Oficina de las Naciones Unidas en Madrid para la entrega de una carta al
Secretario General de la ONU denunciando la postura de las Naciones Unidas ante
estos graves hechos..."
(Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos
Saharauis (AFAPREDESA). Campamentos de refugiados saharauis, a 9 de octubre de
1999.)
Fue
por eso por lo que la Asociación Rocío para Sáhara ocupó simbólicamente el
Ayuntamiento de Almonte durante la tarde noche del domingo 20 de diciembre de 1999.
Protestábamos por la represión en los territorios ocupados y pedíamos a los
partidos políticos que se pronunciaran a favor de una pronta celebración del
Referéndum de Autodeterminación del Sáhara Occidental, libre e imparcial. Cosa
que hizo el Pleno Municipal. ¡Gracias!