repecho rock
Revista Entabán
Ayuntamiento de Ariño
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En
los pueblos del Bajo Aragón, la costumbre pagana de hacer ruido
con toda clase de objetos se remonta a épocas anteriores a la
llegada de la Orden de San Francisco de Asís, la cual encauzó y
organizó aquellas manifestaciones profanas, coincidentes con fechas
cercanas a la Semana Santa, hacia una norma religiosa ( calvarios, vía
crucis, procesiones, etc.). En Ariño esta costumbre se mantuvo hasta
principios del siglo XX utilizando para este fin matracas, carraclas, e
incluso piedras con las que se golpeaban los bancos de la iglesia;
apareciendo posteriormente los tambores y bombos.
Pero fué un tambor, ( propiedad de los contribuyentes de la
Huerta Mayor y usado para pregonar el riego por ador) el que marcando el
paso lento de la procesión, redoblo por primera vez en la Semana Santa
de Ariño. Este era utilizado por un grupo llamado "Los Capuruchos",
que de esta manera celebraban, allá por los comienzos del siglo XX, la
pasión de Cristo.
Aunque la Semana Santa de
Ariño tal y como hoy la conocemos tiene su origen en los años 50,
cuando un joven, Francisco de Miguel, nacido en Híjar pero casado y
vecino de Ariño, reúne a un grupo de amigos y forman una cofradía
para ensalzar la Cuaresma y Semana Santa. Se compran tambores, bombos y
se toca en las procesiones; año tras año el número se va
incrementando hasta formar dos cofradías, "Jesús Nazareno" y
"Cristo Yaciente", compuestas por unos trescientos cofrades.
En esta misma época, impulsados por el entonces cura-párroco Don José
Fernández, se adquieren 25 faroles y la imagen del Cristo Yacente
costeada por los cofrades.
Aquellas cofradías llegaron a desaparecer, aunque no así el toque del
tambor, el cual cada vez más iba perdiendo su sentido religioso
llegando casi a ser un acto profano, En esta época La semana santa de
Ariño llegó a su máximo exponente llegando a rozar los 500 tocadores
de tambor y bombo, hasta que en los años 90 las gentes de Ariño
deciden volver a unirse, en cofradía
o agrupación, para devolver el carácter original a la Semana Santa del
pueblo, Desde entonces la semana santa de Ariño se encuentra en clara
decadencia, y apenas se llega a los 200 cofrades, por no decir que en el
jueves santo que es tradición romper la hora y quedarse tocando toda la
noche y el día siguiente, ahora a las 2:30 nada mas acabar la
procesión de después ya no quedan tambores ni bombos por el pueblo.
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