GERENCIA DEL CONOCIMIENTO

Prof. Javier Carnevali
HERRAMIENTAS DE GERENCIA DEL CONOCIMIENTO

(Trabajo Nº 2)
Elaborado por:
Ileana Calderón
José L. Sivila
Luis Alejandro Angulo L.


Las Bases de Conocimiento Conceptual

 

 

Mejorar la calidad del aprendizaje es una necesidad generalizada a nivel mundial, no sólo de los países menos desarrollados.

 

 

El reto actualmente más fecundo en los países desarrollados consiste no sólo en hacer siempre más eficiente el aprendizaje, reduciendo tiempos y estructurando más eficazmente los programas, (valorizando la inversión - nada indiferente- que constituye un sistema de educación, tanto público como privado) sino también en obtener, al final de los estudios, personas que sean capaces de organizar el propio aprendizaje en modo autónomo, con el mínimo esfuerzo externo, capaces de interactuar con el conocimiento y la información en modo exitoso.

 

Un factor determinante en esta dirección es el crecimiento acelerado y constante de la cantidad de materia a aprender en los ciclos formativos habituales.

 

El libro, en el aprendizaje moderno, por su concepción -aún cercana en su estructura secuencial e ilustrativa a la producción de manuscritos medievales, para no decir de los papiros- no parece el instrumento más adecuado para ser el vector fundamental de la información que se presenta al estudiante, debido a su ineluctable secuencialidad.

 

Además, después de no pocos años de aplicación del multimedia cerrado, la situación no parece haber cambiado mucho, no obstante el objetivo alcanzado con el hipermedia/multimedia de involucrar estudiantes y docentes en la utilización de las nuevas tecnologías.

 

 

El concepto de base de conocimiento conceptual (B.C.C.)

 

Se habla de bases de conocimiento desde hace mucho tiempo; y desde la aparición misma del concepto (o del término) han proliferado muchas definiciones.

 

Las realizaciones de bases de conocimiento hoy conocidas van desde la simple base de datos, organizada en procesadores de cualquier tipo, tanto relacionales como con modelos más evolucionados y lenguajes declarativos.

 

Las definiciones correspondientes van desde las más elementales hasta las más especializadas o complejas, pero siempre aplicadas a un ámbito experimental reducido o para la solución de problemas muy específicos, lo que aleja este instrumento de la idea misma de una utilización cotidiana o de las posibilidades de soluciones genéricas elementales, aquellas que resuelven problemas a escala social.

 

Todas las soluciones presentadas tienen un aspecto en común: la información/conocimiento que éstas presentan "constituye una verdad" en un momento dado, un punto di referencia cierto, una fuente de conocimiento válido y aprovechable, a veces definida, a veces demostrada.

 

 Otro aspecto esencial pero que, como en muchos sistemas informáticos, no se ajusta sus objetivos, es la plenitud funcional y una interfaz cognitiva simple, que pueda servir de "ventana interactiva" entre un grande grupo social y el conocimiento.

 

El estudiante, no importa de qué nivel, para profundizar su aprendizaje, para aprender, necesita de instrumentos que le permitan ser activo y aumentar su capacidad de reflexión, desarrollar habilidades de pensamiento crítico, integrar nuevo conocimiento, convertirse en un actor responsable en primera persona del propio aprendizaje.

 

Una solución que parece ser muy prometedora es aquella que reúne las características principales de los mapas conceptuales, la multimedialidad y la interacción ampliada: las bases de conocimiento conceptual.

 

 

 

Para poder describir con una cierta precisión este método es necesario liberar el concepto de mapa conceptual de toda trivialidad:

 

ü      manteniendo sus capacidades de representación del conocimiento, la propiedad de incidir en la percepción óptica (casi fotográfica) del observador.

 

ü      creando descripciones precisas y unívocas de los conceptos.

 

ü      enriquecer la estructura conceptual con documentos textuales, imágenes, animaciones y multimedia, y enlaces a Internet, según sea necesario.

 

ü      observando reglas que impidan la ambigüedad en su construcción.

 

ü      dotándoles de mayor interactividad, gracias a la cual el estudiante pueda ser activo, no sólo un observador, sino un sujeto activo que construye su propio conocimiento, buscando y analizando, tanto en la forma como en los contenidos.

 

ü      considerando los mapas no como meros dibujos, arbitrarios, en los cuales es admitida una lógica irregular, sino como grupos categorizados de conceptos, en modo de agudizar la percepción, elevar la agudeza de la mente y acelerar la interacción y el reconocimiento visual.

 

Bases de datos y Bases de conocimiento

 

Estos dos conceptos son clave para nuestro trabajo, aunque a menudo nos encontramos con estos dos términos usados de forma bastante libre. Sin embargo, los investigadores y estudiosos de este campo han tratado el tema en profundidad, fijando diferencias concretas en cuanto a metodologías, técnicas de implementación, usos, contenidos y objetivos. De hecho, la distinción entre "base de datos" y "base de conocimiento", así como la distinción paralela entre "modelo de datos" y "esquema de representación" ha sido objeto de debate durante mucho tiempo entre estas comunidades de científicos.

 

Las bases de datos (DB: Data Base / Database) son anteriores en el tiempo a las bases de conocimiento. Nacieron en la temprana época de los ordenadores digitales, a mediados de la década de los 50 y fueron una de las principales herramientas que éstos ofrecían. Surgieron como extensiones de programas Fortran que permitían acceso compartido a los datos. A finales de esta década se desarrollaron métodos de acceso soportados por el sistema operativo (acceso directo y secuencial) y maduraron con los sistemas operativos de segunda y tercera generación (principios de los 60). En esta época se desarrollaron las bases de datos estructuradas jerárquicamente y algo después las bases de datos de red. En esta temprana época no había distinción entre bases de datos e IA. A finales de los 60, Ted Codd, investigador de IBM, desarrolló un lenguaje de programación de propósito general que denominó "programación relacional", basado en la teoría de conjuntos y la lógica y que contenía el germen de lo que había de ser el más extendido de los sistemas de bases de datos hasta la fecha, las bases de datos relacionales.

 

El objetivo primero de una base de datos es, como su nombre indica, almacenar grandes cantidades de datos organizados siguiendo un determinado esquema o "modelo de datos" que facilite su almacenamiento, recuperación y modificación.

 

Por su parte, las bases de conocimiento (KB: Knowledge Base) pertenecen a una etapa muy posterior. Surgieron a partir de la investigación en Inteligencia Artificial como respuesta a las necesidades que las aplicaciones de esta disciplina planteaban. Más adelante haremos un muestreo de las aportaciones que la IA ha hecho al estudio del lenguaje natural.

 

Las bases de conocimiento son la evolución lógica de los sistemas de bases de datos tradicionales, en un intento de plasmar no ya cantidades ingentes de datos, sino elementos de conocimiento (normalmente en forma de hechos y reglas) así como la manera en que éste ha de ser utilizado. También se les trata de dotar de conocimiento sobre sí mismas, es decir, una KB ha de "saber lo que sabe". Por ejemplo, ante una pregunta del tipo "¿Tienen todos los empleados de Microsoft un CI de más de 100?", una base de datos tras consultar la información relacionada con la altura de los empleados de esta empresa, daría una respuesta afirmativa o negativa, independientemente de que tenga o no la información correspondiente a estos trabajadores; en cambio, una KB respondería "sí", "no" o "no lo sé", en el caso de que le faltase información relativa a la altura sobre alguno de los empleados o de que no tuviese información sobre "todos" los empleados.

 

Las herramientas tecnológicas para Knowledge Management KM, como cualquier otra herramienta, están diseñadas para facilitar el trabajo y permitir que los recursos sean aplicados eficientemente intercambiando información y conocimiento dentro y fuera de las organizaciones. En los últimos años hemos visto un acelerado crecimiento en tecnologías que sus vendedores caracterizan como “soluciones para KM”, pero, ¿Qué es realmente una solución o una herramienta para KM?

 

Ruggles (1997) define a las herramientas para KM como herramientas que permiten a las organizaciones generar, acceder, almacenar y transferir el conocimiento existente en la empresa. Dentro de este concepto es importante darse cuenta que muchas de las herramientas tecnológicas que actualmente son etiquetadas como “soluciones KM” o “herramientas para KM” no podrían ser clasificadas como tales; esto es, la mayoría de los sistemas no manejan conocimiento sino información y entre estos dos conceptos existe una gran diferencia. Información puede ser definida como “datos relacionados” mientras que conocimiento es “información razonada” .

 

Con esta perspectiva, no parece existir una diferencia en estos dos tipos de sistemas. La diferencia radica en los “objetos” que son explotados, ya sea información o conocimiento.

 

Con esto, no se pretende decir que aplicaciones como Yellow Pages, las cuales registran (por ejemplo) información valiosa sobre contactos no sirvan para satisfacer algunas de las necesidades de los procesos de KM, pero es importante aclarar que no todas las herramientas que soportan algunos de los procesos de KM son en sí herramientas de KM, sino simple y precisamente herramientas de soporte a los procesos de KM los cuales pueden ser sistemas de información tradicionales.

 

Las herramientas para KM no son necesariamente herramientas con una complejidad técnica mayor por el hecho de administrar conocimiento. Muchas de las herramientas identificadas como herramientas de KM son muy sencillas, una simple base de datos que administre lecciones aprendidas, mejores prácticas o competencias cumplen estrictamente con la definición de una herramienta de KM. Claro está que también podemos encontrar herramientas mucho más complejas que igualmente lo sean como serían Decision Support Systems (DSS), Customer Relationship Management (CRM) o Supply Chain Management (SCM), herramientas que a través de técnicas complejas no sólo registran y explotan conocimiento sino que además pueden generar más conocimiento.

 

Otro punto importante de reconocer en este campo es el hecho de que algunas compañías que venden soluciones tecnológicas suelen clasificar en la misma categoría aplicaciones finales como Yellow Pages, Aplicaciones de Mensajería, Agendas, CRM, DSS, etc., con tecnologías que le dan soporte a estas aplicaciones; es decir, una Intranet puede soportar a muchas aplicaciones pero ésta no es una solución final. El uso de Data warehouse puede potenciar exponencialmente el manejo de información pero ésta debe ser explotada por alguna otra aplicación y, por ejemplo, agentes son utilizados en aplicaciones de acceso a información.

 

A continuación se presenta una clasificación tentativa que puede ayudar a reconocer diferencias entre las aplicaciones de software que pueden soportar los procesos de KM y otras tecnologías que dan soporte a estas aplicaciones a las que se llamó infraestructura.

 

Herramientas tecnológicas de soporte a la administración del conocimiento (Infraestructura)

 

Es la base sobre la cual las soluciones o aplicaciones de KM son construidas, es decir, todos aquellos repositorios de información estructurada (bases de datos) o no estructurada (correos, documentos); el groupware que provee el soporte necesario a las actividades de colaboración para compartir conocimientos, así como los servicios de redes y telecomunicaciones que permiten hacer el enlace para los grupos de trabajo.

 

Repositorios de almacenamiento

 

En esta categoría de tecnologías se ubican a todos los medios de almacenamiento de información comúnmente encontrados con el nombre de bases de datos, bases de conocimiento e, incluso, data warehouses. Estos elementos sirven como bodegas de almacenamiento de información. El almacenamiento no es por sí mismo lo principal de estos repositorios sino su explotamiento.

 

Tecnologías de red

 

Por tecnologías de red se entienden todos aquellos protocolos y avances en el ramo de las telecomunicaciones que permiten la creación de redes en cualquiera de sus modalidades incluyendo Intranet, Extranet y, por supuesto, la Internet y el flujo de información entre ellas.

Plataformas de aplicaciones

Las plataformas de aplicación son un elemento clave y muchas veces determinante en la selección de una herramienta de KM ya que éstas son la base sobre las que corren las aplicaciones. Se habla básicamente de Lotus Notes y Microsoft como los dos grandes rivales.

 

Tecnologías de inteligencia artificial

 

Estas tecnologías utilizan modelos y metodologías alrededor del conocimiento; incluyen sistemas multiagentes, aprendizaje y razonamiento automático y agentes inteligentes.

 

Aplicaciones

 

Se construyen sobre la infraestructura para proveer acceso a las bases de conocimiento. Muchas veces utilizan las tecnologías de red para lograr la colaboración a través de portales de información empresarial, avanzados sistemas de búsqueda y consultas basadas en Web. Estas aplicaciones para los usuarios son sólo la interfase con la cual ellos interactúan para lograr acceso al conocimiento.

 

Ejemplos de aplicaciones

 

DSS, CRM, SCM, Yellow Pages, Agendas, Workflow, BD de Procesos, etc.

La industria del software para KM está en una fase muy temprana. Las perspectivas de los desarrolladores sobre qué debería incluir el software es diversa y la terminología que ellos usan para describir sus productos es también muy variada.

 

El fin último del uso de herramientas de software para KM es proporcionar un elemento de apoyo que permita sobre la base del manejo del conocimiento de la organización la toma de mejores decisiones. En la actualidad existe una gran variedad de nuevos productos de software los cuales pueden ayudar a las organizaciones a alcanzar estos objetivos pero para ello se requiere antes que nada una definición de los procesos de administración del conocimiento en la organización. Aún no existe y es posible que nunca exista la herramienta “mágica” que resuelva todas las necesidades de KM y mucho menos que se pueda enfundar en cualquier empresa. Cada empresa tiene distintas necesidades de KM y, por lo tanto, requerirá de distintos tipos de herramientas. Para algunas organizaciones la clave de KM es sacar ventaja de la experiencia de sus propios empleados y ayudar a la gente a encontrar dicha experiencia dentro de su organización. Otras iniciativas se enfocan más hacia el filtrado a través de montañas de recursos de información disponibles para entregar conocimiento a los individuos específicos y para todavía otras, KM se enfoca en la optimización y mejor aprovechamiento de los recursos de información disponibles para tomar decisiones más rápidas.

 

A través del estudio de los procesos de KM y las características con que cuentan actualmente las herramientas tecnológicas se han detectado las siguientes áreas de aplicación de las herramientas tecnológicas en la KM:

 

Inteligencia empresarial

 

En esta área se considera a las herramientas necesarias para que la empresa tome las mejores decisiones para el negocio, apoyado tanto por fuentes internas como externas. Así, áreas tan estudiadas como inteligencia de negocios y soporte a la toma de decisiones son ubicadas en inteligencia empresarial. Algunas de las aplicaciones que pueden soportar esta área son: CRM, SCM, DSS, Business Intelligence (BI), etc..

 

Aprendizaje organizacional

 

En las organizaciones el manejo del aprendizaje se ha vuelto un factor de ventaja competitiva. De ahí que las organizaciones están desarrollando las competencias de su personal. Para ello el uso de la tecnología está tomando mucha importancia y aplicaciones como Network Mapping, Yellow Pages, Diccionarios, Simuladores y Herramientas de Soporte a la Capacitación ayudan en este proceso.

 

Procesos

 

Las empresas se han dado cuenta que registrar sus procesos operativos les trae importantes beneficios, pero además, estos procesos pueden ser automatizados lo que trae consigo nuevas fuentes de ahorro y áreas de oportunidad para mejorar la calidad de su administración y la satisfacción de sus clientes. Para ello se pueden apoyar de bases de datos de procesos y aplicaciones de Workflow, entre otras herramientas.

 

Competencias

 

El desarrollo de las competencias organizacionales y personales sirve a las empresas para sustentar su oferta de valor, cumplir con su misión y buscar nuevas oportunidades de negocio. Por ello, el manejo de estas competencias es muy importante y bases de datos de competencias pueden ser utilizadas para este fin y, además, herramientas a la medida que le permitan identificar sus brechas, dar seguimiento a los planes de carrera, etc..

 

Administración de la experiencia

 

El conocimiento se desarrolla en el tiempo, a través de la experiencia, por ejemplo, lo que aprendemos, libros o tutores además de cualquier aprendizaje informal. La experiencia se refiere a lo que hicimos y lo que nos sucedió en el pasado. En esta área se ubican, entre otros, a las bases de datos de lecciones aprendidas y mejores prácticas.

 

Algunos de los beneficios del uso de tecnologías en la administración de conocimiento que han sido identificados son los siguientes:

 

a) Aseguramiento de la memoria organizacional

Gracias a que la mayoría de estas herramientas utilizan formas de almacenamiento como bases de datos o simplemente a través de archivos planos como lo hacen algunos sistemas de mensajería síncrona y los manejadores electrónicos, se va conformando una creciente memoria organizacional corporativa, ya sea de manera digital, visual o auditiva. Así, la experiencia ganada por la empresa a través de los años puede ser explotada.

 

b) Aseguramiento del flujo de conocimiento

Uno de los grandes beneficios de la relación entre las tecnologías de información y de comunicaciones es precisamente la posibilidad de poder transferir información a través de medios electrónicos; con esto, se brinda un medio a través del cual no sólo se registre el conocimiento sino además se permita transferir ese conocimiento a todas las entidades que lo necesiten.

 

c) Facilitación del trabajo colaborativo

Todos conocen las ventajas que trae consigo el trabajo colaborativo; para la empresa es primordial proporcionar un contexto en que los individuos puedan interactuar unos con otros. Las herramientas tecnológicas tales como portales, el correo y chats corporativos pueden suministrar este medio y además integrar estas formas de colaboración a los procesos de negocio.

 

Paradójicamente, uno de los problemas que puede traer consigo iniciativas de hacer explícito el conocimiento a través de herramientas tecnológicas es precisamente tener más conocimiento del que la empresa tiene capacidad de manejar; por eso, no se trata únicamente de codificar conocimiento y de tener mil sistemas que generen toneladas de información. El hecho de tener una estrategia de administración de conocimiento es vital porque las herramientas por sí solas no resolverán ningún problema de KM.

 

Por último, es importante que las compañías no sólo reconozcan la relación que existe entre la administración del conocimiento y las herramientas tecnológicas sino que además se saque provecho de esta relación. Por consiguiente, la selección adecuada de una herramienta es primordial, pero no por ello se debe caer en el error de correr a adquirir tecnología antes de hacer un análisis de los procesos de administración del conocimiento de la empresa en cuestión. En KM, como en la mayoría de las áreas, el éxito de la implementación de una herramienta tecnológica depende mayormente de factores no técnicos, como son el factor humano, los procesos organizacionales y la cultura.

 


 

INFOGRAFIA

 

  1. http://www.conceptmaps.it/KM-ConceptualKnowledgeBases-esp.htm

 

  1. http://elies.rediris.es/elies9/4-1.htm

 

  1. http://www.mty.itesm.mx/die/ddre/transferencia/57/57-III.01.html

 

  1. Martínez, América, “Un modelo de procesos claves de administración del conocimiento”. Transferencia, año 14, número 53, enero 2001, págs. 28-29. Ruggles, Rudy, Knowledge Management Tools, Butterworth-Heinemann, 1997.