LIAN TIMOR (Noticias de Timor)   ISSN:1885-3846

BOLETÍN DE TIMOR HAMUTUK 

72-Marzo de 2008

 

CRISIS EN TIMOR

 

La sombra de la crisis de 2006 no dejó de proyectarse a lo largo del año 2007 y en 2008 ha propinado un brutal zarpazo que, afortunadamente, no ha alcanzado sus principales metas.

El Presidente de la República, José Ramos Horta, fue objetivo de un atentado que estuvo a punto de costarle la vida. El mayor Reinado encabezaba el grupo que quería asesinarle. La actitud de Alfredo Reinado era cada vez más desafiante. Juzgado en rebeldía, había anunciado en enero una congregación de los militares disidentes en Díli para inicios de febrero y su distanciamiento respecto a Horta y Xanana era cada día más evidente.

Las investigaciones iniciales indican que poco después de las seis de la mañana del día 11 de febrero, dos coches con aproximadamente una docena de hombre armados y muchos de ellos encapuchados, llegaron a la residencia del Presidente, en las afueras de Díli. Tres de ellos redujeron al militar que vigilaba la entrada principal. El resto comenzó a recorrer las instalaciones buscando al presidente para asesinarlo. Sin embargo éste había salido con dos escoltas para hacer ejercicio. Un vehículo militar pasó ante la puerta y los rebeldes que habían reducido al guardia, dispararon, alcanzando al conductor.

Horta y sus escoltas oyeron los disparos, pero los atribuyeron a ejercicios de las tropas australianas, por lo que no alteraron sus planes y continuaron de regreso. Poco antes de llegar, uno de los rebeldes disparó a Horta. Aunque un guardaespaldas respondió al fuego, dos disparos impactaron en el pecho del presidente. En el interior estaban los cuerpos de Alfredo Reinado y Leopoldino Mendonça, que habían sido mortalmente heridos por uno de los militares que custodiaban el edficio. El resto de los rebeldes se dio a la fuga.

Una de las balas atravesó el cuerpo del presidente, perforándole el pulmón y quedando algunos fragmentos en el tronco. La otra bala estaba alojada en la caja torácica. El presidente Horta -que en tanto había perdido mucha sangre-recibió atención médica en el hospital de campaña que tienen los australianos en Díli, practicándose una primera operación. Ante la gravedad de las heridas, se prefirió trasladarlo la misma mañana al Royal Hospital de Darwin (Australia). Su estado al partir era grave pero estable y estaba en coma inducido. Apenas llegó a Darwin se realizó una segunda operación y los días siguientes se practicaron nuevas operaciones. La vida ya no corría peligro. El 19 salió del coma inducido y su mejoría se ha hecho cada vez más evidente, recuperando el habla y la movilidad. El 29 de febrero recibió las visitas de Fernando Lasama y Alkatiri. Se confía que pronto podrá salir del hospital. Hacia las ocho, también el presidente del Gobierno, Xanana Gusmão, fue blanco de un ataque cuando se desplazaba desde Balíbar -en las montañas al Sur de Díli-hacia a la capital. Varios disparos alcanzaron el vehículo, pero sus ocupantes resultaron ilesos. El teniente Salshina habría estado dirigiendo este ataque.

Las numerosísimas condenas a los atentados han llegado desde los más diversos ámbitos. Tras los atentados, la calma se mantuvo en la capital y en el resto del país, si bien era perceptible una fuerte tensión en el ambiente. Para evitar posibles incidentes, el gobierno tomó la precaución de establecer el estado de sitio, prohibiéndose la celebración de manifestaciones o la circulación de personas durante las horas nocturnas.

El vicepresidente Vicente Guterres asumió interinamente la jefatura del Estado, cediendo el puesto a Fernando Lasama de Araújo, presidente del Parlamento, a su regreso de un viaje oficial a Portugal.

Después de los atentados se ha sabido que Horta pensaba convocar elecciones anticipadas -tanto presidenciales como legislativas-para 2009 ante la persistencia de inestabilidad. Al parecer, podría haber influido mucho en su ánimo una carta dirigida por Mari Alkatiri, líder del FRETILIN, a Ban Ki-Moon en la que habría pedido al secretario general de la ONU que presionara a Horta para la convocatoria de dichas elecciones. Alkatiri, que se niega a aceptar la legalidad del actual gobierno -presidido por Xanana-ha pedido una investigación rigurosa y ha responsabilizado a UNMIT y a las Fuerzas Internacionales de Estabilización lideradas por Australia ante las deficiencias en seguridad. Estas tropas se vieron incrementadas el día 12 por la llegada de 140 militares y 70 policías australianos. Mientras, el general Taur Matan Ruak acusó en conferencia de prensa a la ONU de ser responsable de lo que estaba pasando, añadiendo que había manifestado en una reunión de alto nivel pocos días antes que los dos mandatarios timorenses podían ser víctimas de un atentado.

Las divisiones entre las fuerzas políticas tras los atentados permanecen. Mário Carrascalão mostró dudas sobre la veracidad de la emboscada a Xanana -en lo que coincide con Alkatiri-e incluso cuestionó que Reinado quisiera matar a Horta, pensando que el mayor rebelde fue víctima de una trampa. Por otro lado, el día 20 fueron detenidos varios militantes del FRETILIN, presuntamente por implicación en los atentados, provocando airadas protestas de Alkatiri, que dice que se está poniendo en peligro el estado de derecho. El líder del FRETILIN ha mostrado sus sospechas de que Australia sea beneficiaria de la nueva crisis y se pregunta por qué no se montó un operativo inmediatamente para la detención de los agresores, como querían las FALINTIL-FDTL y desaconsejaron las Fuerzas Internacionales de Estabilización (ISF).

Un informe de UNMIT, sin embargo, indica que los ataques estaban coordinados y buscaban perpetrar magnicidios. Miembros del FBI se han desplazado a Timor para contribuir en la investigación.

El teniente Salsinha es ahora el líder de los rebeldes. Ha declarado que no deseaba matar a Xanana, sino secuestrarlo. Se ha confiado a las FALINTILFDTL perseguir a los hombres de Salsinha. En este sentido, el 22 de febrero unidades timorenses comenzaron la Operación Halibur contra el grupo de rebeldes. Diversos políticos temen que esto pueda incrementar las tensiones intratimorenses, por lo que no es extraño que se hayan realizado numerosas peticiones a los rebeldes para que se entreguen. Una posible salida para este grupo podría ser su salida del país. El ministro de Asuntos Exteriores irlandés, que visitó Díli poco después de los atentados, ofreció la posibilidad de acoger a los militares rebeldes en Irlanda -donde hay una importante colonia timorensepara contribuir a solucionar al problema que, enquistado desde 2006, amenaza la estabilidad de Timor.

En tanto, el cuerpo de Alfredo Reinado y Leopoldino Exposto fueron llevados a casa de Vítor Alves, su padre adoptivo. Tanto Alves -que es miembro del Conselho de Estado-como Xanana pidieron que se mantuviera la calma. El día 14 de cebrero los cuerpos fueron enterrados en el jardín de la casa de Vítor Alves, asistiendo centenares de personas, en su mayoría jóvenes.

El Consejo de Seguridad de la ONU debía debatir este mes la extensión del mandato de UNMIT. Aunque la reconstrucción de los instrumentos del Estado había progresado desde la crisis de 2006 (por ejemplo, el 4 de febrero la policía de la ONU transfirió a la PNTL la vigilancia de los barrios de Pité, Bidau y Mercado Lama), era previsible una prórroga. Los atentados hicieron ésta inevitable. Se ha prorrogado por un año. UNMIT cuenta con 1.748 policías y 438 civiles extranjeros, 933 civiles timorenses y 134 voluntarios de naciones unidas. El presupuesto para este año es de algo más de 153 millones de dólares.

El día 25 se entregó a UNPOL un miembro del grupo de Reinado que atacó la residencia de Horta y el 29 se arrestó a cinco personas relacionadas con las actividades de Reinado.

El logro de un consenso nacional se ha constituido en una cuestión de vida o muerte para Timor. Los líderes políticos no han sabido poner a un lado sus diferencias partidistas y corren el riesgo de dejar de ser referentes válidos para una juventud desanimada, que no guarda un claro recuerdo de la ocupación indonesia y que no tiene expectativas económicas favorables. Constituyen un caldo de cultivo en el que encuentran eco personajes como Reinado, que pueden arruinar la independencia del país.