Hacia nuevas formas

de pensar de la comunicación

 

SEGUNDA PARTE

MODELOS SOCIOLÓGICOS

Uno de los más conocidos tal vez sea el de los esposos Riley[11] que presenta la comunicación como un fenómeno social que ocurre ciertamente entre personas, pero sin olvidar que éstas son miembros de grupos primarios, los cuales a su vez partes de estructuras sociales mayores. Las propias estructuras sociales, para los Riley, constituyen segmentos del sistema social global, es decir, de la sociedad en su conjunto.  

Wilbur Schramm[12] popularizó un modelo relacionado con los medios de comunicación de masas, el cual nos dice que, aunque la clientela inmediata de los medios sean individuos, cada uno de éstos está conectado con un grupo, o con varios, los que pueden ser grupos primarios como la familia o los amigos íntimos, o bien grupos secundarios tales como los formados por los compañeros de trabajo o de escuela.  

 

Fig. Diagrama de la comunicación de masas, según Schramm LA COMUNICACION HUMANA (p. 68)  

 

MODELOS ANTROPOLÓGICOS

Aunque desde sus comienzos la antropología se interesó por los procesos de comunicación involucrados en la vida social de las culturas estudiadas (lengua, leyendas, mitos, alfabetos, etc), le tocó a Levi- Strauss en la década del 30 elevar el papel de la comunicación a un grado de máxima importancia explicativa, al elaborar, según Eliseo Verón[13]una teoría general de los fenómenos sociales como procesos de comunicación definidos por sistemas de reglas".

  Dice Verón “En esta perspectiva, los fenómenos sociales se definen, pues, como lenguaje: las conductas, las instituciones, las tradiciones son mensajes que puedo decodificar".

  El origen del descubrimiento de que los fenómenos sociales responden a “códigos" de comunicación fue la investigación que Levi-Strauss[14] realizó sobre las estructuras del parentezco en el Brasil, a partir de 1935. Dice Verón:

Su propósito más inmediato es el de demostrar que todos los sistemas de parentesco que no sólo prohíben el matrimonio con cierto tipo de parientes (prohibición del incesto) sino que al mismo tiempo lo prescriben con otro tipo de parientes, pueden reducirse a un modelo básico axiomatizable consistente en un principio de reversibilidad de ciertas operaciones (reciprocidad), a partir del cual, especificadas la residencia y la filiación, pueden inferirse unívocamente las reglas empíricas observadas de estos sistemas.

  En otras palabras, "las reglas matrimoniales, entendidas como la sintaxis del intercambio de personas, confiere a éstas el carácter de unidades de significación", según Verón.

  Levi Strauss extendió su descubrimiento a otras áreas de la vida social y llegó a distinguir, de acuerdo a Verón, tres niveles de comunicación social: comunicación de mensajes, "esto es, todos los productos simbólicos que operan sobre la base del lenguaje o de algún sistema codificado de signos"; comunicación de mujeres, "las formas de organización del parentesco y el intercambio matrimonial", y la comunicación de bienes, que equivale a la economía.

Eliseo Verón advierte que "es fundamental tener presente que los sistemas de reglas que definen la comunicación social son inconscientes", y que, en muchos casos, "la significación conscien­te del comportamiento social oculta, en mayor o menor grado, los verdaderos mecanismos reguladores".

En síntesis, debemos a Levi-Strauss y a su "Antropología Estructural" una iluminación muy penetrante del papel de la comunicación como el instrumento fundamental de la organización de los componentes culturales, como auxiliar indispensable de la lógica inherente a la razón humana, sea de pueblos llamados "primitivos" o de sociedades llamadas "desarrolladas o modernas".

Los descubrimientos de Levi-Strauss fueron probablemente aprovechados por otro antropólogo, Edward T. Hall quien extendió el concepto de cultura como sistema de códigos, organizándolo alrededor de diez sistemas primarios de mensajes:  

1. Interacción 

2. Asociación  

3. Subsistencia

4. Bisexualidad

5.Territ 5. Territorialidad  

6.  Temporalidad

7.  Aprendizaje

8.  Juego

9.  Defenza

10. Explotación (Uso de materiales)

El modelo global de Hall, sobre la “cultura como comunicación”, incluye los siguientes elementos:

Versión original

 

Esta segunda versión se obtuvo de Edward T. Hall, EL LENGUAJE SILENCIOSO, Alianza Editorial, pag. 106

Lo curioso es que Hall en momento alguno cita a C. Levi-­Strauss en su libro 'tThe Silent Language", (En castellano: El Lenguaje Silencioso, Alianza Editorial, 1989) lo cual es una instancia mas del aislamiento en que la ciencia norteamericana se encontra­ba con respecto a la ciencia europea cuando el libro de Hall fue escrito (1959).  En efecto, el libro de Levi-Strauss conteniendo exactamente la misma teoría fue publicado en París, en 1958, pero los estudios de campo que le dieron origen fueron realizados en 1936.

En todo caso, las contribuciones de Levi-Strauss y de Hall fueron muy importantes pues neutralizaron el carácter mecanicista de los modelos físicos, psicológicos y sociológicos hasta entonces dominantes. Por primera vez se extendió el concepto de comunicación a todo lo que el hombre hace o deja de hacer, concepto que Watzlawick y sus colaboradores resumieron en la frase taxativa: “Es imposible no comunicar".  

MODELOS SOCIO-PSICOLÓGICOS

En esta categoría incluimos aquellos modelos en que al mismo tiempo que se toman en consideración factores personales de los comunicantes se toman en cuenta las relaciones entre dos o más personas.

Así tenemos el modelo "funcional" de Ruesch y Bateson[15], psicólogo y antropólogo, respectivamente, que establece cuatro niveles de comunicación:

I   Intrapersonal

II  Interpersonal

III Grupal

IV Cultural.

Todos estos niveles, son contemplados desde el punto de vista del observador externo del proceso, ya que la intención de los autores es aplicar el modelo al campo de la psiquiatría pues, para ellos ellos, "las anormalidades de la conducta son consideradas como disturbios de la comunicación".  

Complementan su modelo con un cuadro en que las redes de comunicación posibles en cada uno de los niveles mencionados, son analizados según los siguientes criterios:

Origen del mensaje

Transmisor

Canales

Receptor

Destino del mensaje

Especificación a cuatro niveles de las redes de comunicación  

NIVEL

ORIGEN DEL MENSAJE

TRANSMISOR

CANALES

RECEPTOR

DETINATARIO DEL MENSAJE

I

Intrapersonal, “dentro de uno”

Órganos receptores o centro de la comunicación

Conductos neurales o humorales y sendas contiguas

Centro de la comunicación u órganos efectores

II

Interpersonal, “uno a  uno”

Centro de la comunicación de la persona que emite el mensaje

Órgano afector de la persona que lo envía

Las vibraciones acústicas, de la luz, el calor, el olor, que viajan por el espacio, el contacto químico o mecánico con materiales o personas.

Los órganos sensoriales de la persona receptora.

Centro de la comunicación de la persona que recibe el mensaje.

III

A) Grupo “De una a muchos” (mensaje centrífugo)

Centro de la comunicación del grupo: cabeza directiva o comité.

Persona especializada en ser el portavoz o ejecutivo del centro comunicativo.

Multiplicación de los mensajes a través de la prensa, la radio, sistemas de altoparlantes, cine, circulares, etc.

Personas encargadas de recibir e interpretar para el grupo los mensajes que llegan –lectores, oyentes, espectadores teatrales, críticos.

Muchas personas que son miembros de un grupo.  No se las conoce por el nombre, tan sólo por el rol. Se enfatiza el grupo.

 

B) Grupo “De muchos a uno” (mensaje centrípeto)

Muchas personas que pertenecen a un grupo.  Su identidad no es específica por medio del nombre, sino por su rol.  Se enfatiza el grupo.

Vocero que expresa la voz de la gente, familia o cualquier otro pequeño grupo de la periferia.

Correspondencia, transmisión oral u otras acciones instrumentales de la gente

Especialistas profesionales que se ocupan de recibir mensajes: analistas de noticias, servicios de inteligencia.  Secretarías de Estado. Resúmenes e interpretación de los mensajes.

Centro de comunicación del grupo _ejecutivo, comité o persona que lo dirige.

IV

A) Cultural “Mensajes espacialmente ligados” de “muchos hacia muchos”

Muchos grupos no conocidos por el nombre de sus miembros sino por su rol, y que expresan opiniones morales, estéticas, por Ej.: el clero, los niños, etc.

Grupos especializados en la formulación de las normas de vida: legisladores.

Escritos, leyes y reglamentos, escritas y no escritas.  Costumbres transmitidas por el contacto personal, frecuentemente implícito en la acción. Las personas se convierten en canales de comunicación.

Grupos dedicados a la recepción e interpretación de los mensajes culturales, tales como jueces, abogados, científicos, ministros.

Varios grupos compuestos por personas vivientes a quienes no se conoce por el nombre sino por el rol que desempeñan.

 

B) Cultural Mensajes de “muchos hacia muchos” temporalmente ligados.

Muchos grupos no específicos cuyos miembros o bien son más viejos que los receptores o bien han muerto.

La tradición, frecuentemente figuras históricas o míticas.

Escritos, cultura material tal como objetos, estructuras arquitectónicas, etc. Y el contacto personal de generación en generación, frecuentemente implícito en la acción.

Grupos especializados en la recepción e interpretación de los mensajes del pasado –arqueólogos, historiadores, clérigos.

Muchos grupos no específicos cuyos miembros son más jóvenes que quienes emitieron el mensaje.

El pensamiento más profundo y original sobre el trasfondo socio-psicológico de la comunicación lo encontrarnos en la teoría del interaccionismo simbólico para construir la cual, contribuyeron según Dance[16], Durkheim y Simmel en Europa; y Cooley, Dewey, Mead y Burke, en America del Norte. Ellos no llegaron a construir un "modelo" de comunicación y menos todavía a proponer un modelo gráfico simplificado. Pero le dedicaremos atención a su teoría porque nos parece que está adquiriendo nueva actualidad, en este momento en que se procura relacionar mejor la comunicación con la realidad social y con nuestra personalidad por ella influenciada.

Básicamente, la idea que preocupaba a aquellos filósofos era el "orden social"; de ahí su interés por los "actos sociales", uno de los cuales es el "acto comunicativo".

Escribe Dance:

"En un examen más detallado de una situación de comunicación en la cual un comunicador está usando símbolos para comunicar algo a un público, notamos que dos otros elemen­tos están envueltos en el acto comunicativo. Estos son la "situación social" en la que la comunicación tiene lugar y los "objetivos sociales" (como fines imaginados de actos perfectos), que los que están comunicando están tratando de alcanzar.

Por consiguiente, hay cinco elementos en el acto social de comunicación:

Concluye Dance: "El fin social específico de toda comunicación es el consenso que se alcanza mediante el establecimiento y manutención de actitudes, creencias y conocimiento, tal como éstos son expresados en papeles cuyo desempeño exitoso garantice el orden social".

No obstante, fue George Herbert Mead[17] quien caló más profundamente en el verdadero papel socio-psicológico de la comunicación, al llegar a afirmar claramente que la mente y la personalidad emergen en la experiencia social mediante la comunicación.

Según Mead, "mediante el lenguaje, el individuo se torna un objeto para sí mismo en el mismo sentido en que los otros son ob­jetos para él; y de esta manera, sus experiencias sociales no son “privadas y psíquicas”. (Dance). "La sociedad existe en y mediante la comunicación, porque es a través del uso de símbolos significativos que tomamos las actitudes de otros, así como ellos, a su vez, pueden tomar nuestras actitudes hacia ellos". Para Mead el individuo humano es una persona 8610 porque puede tomar la actitud de otro hacia él.

Un punto interesante de la visión pionera de Mead es el papel del futuro de los actos. Dice Mead en su libro "La Filosofía del Presente"[18]:

La comunicación tal como la voy a usar, siempre implica la entrega de significado; y esto envuelve el despertar en un individuo de las actitudes del otro, así como su respuesta a estas respuestas. Como consecuencia, el individuo "puede ser estimulado a desempeñar varias partes en el proceso común en que todos están envueltos; y puede, por consiguiente, encarar los variados futuros que estos diferentes papeles llevan en sí mismos, en el proceso de alcanzar finalmente la forma que su propio papel va a tomar".

Dance comenta que usamos símbolos para vislumbrar el futu­ro pero también los usamos para reconstruir el pasado. De ahí la importancia del arte --que anticipa el futuro--  pero también de la historia, que recuerda las lecciones del pasado.

En todo caso, la función social de la comunicación, según Mead, es la creación de imágenes de futuros de los actos, que nosotros podemos usar como guías en el presente.

En resumen, en cuanto Ruesch y Bateson afirman que la comunicación es la matriz de la psiquiatría, Mead sostiene algo todavía más radical: que sin la comunicación, el hombre no podría formar su personalidad, que es un producto social que se gesta mediante la interacción con los demás.

Antonio Pasquali[19] 1/, de Venezuela en su libro SOCIOLOGÍA Y COMUNICACIÓN publicado en 1966, nos presenta un enfoque socio-psicológico de la comunicación en el cual distingue claramente la RELACION DE COMUNICACION de la relación de INFORMACION, así como también estos dos tipos de relación de la RELACION DE CONOCIMIENTO.  

Relación de: INFORMACIÓN, COMUNICACIÓN, CONOCIMIENTO.

Dice Pasquali:

Por comunicación o relación comunicacional entendemos aquélla que produce (y al mismo tiempo supone) una interacción biunívoca del tipo del consaber, el cual solamente es posible cuan do entre los dos polos de la estructura relacional (transmisor-­receptor) funciona una ley de bivalencia: todo transmisor puede ser receptor; todo receptor puede ser transmisor.

De acuerdo a esta definición, bastante estricta.

Comunicación es, pues, término privativo de las relaciones dialógicas interhumanas o entre personas éticamente autónomas, y señala precisamente el vínculo ético fundamental con el 'otro' con quien 'necesito comunicarme' (Wiener): 'el estado de abierto' como apertura a, o descubrimiento-aceptación de la alteridad en la interlocución, y, reflejamente, de una conciencia de mi mismo".

Para distinguir comunicación de información, Pasquali introduce el coeficiente de comunicabilidad de los polos presentes (transmisor y receptor) entendiéndolo como la carga potencial transmisor-receptor presente en cada polo del campo relacional, carga que debe verificarse tipificable e inclusive cuantificable.

En este sentido, comunicación definirá "el intercambio de mensajes con posibilidades de retorno no mecánico entre polos igualmente dotados del máximo coeficiente de comunicabilidad" e información "el envío de mensajes sin posibilidad de retorno no mecánico entre un polo T y un polo R periférico y puramente aferente". El término información, por consiguiente, "connotaría la principal diferencia específica de comunicación: esto es, aquella relación que se establece entre polos con bajo coeficiente de comunicabilidad".

En la relación de conocimiento Pasquali asimila el concepto de transmisor al de persona que conoce y receptor al del objeto conocido, de una manera un poco artificial, justificando su procedimiento por el hecho de que "aun cuando en una relación de conocimiento no hay auténtica bipolaridad del tipo intercomunicacional, el sujeto cognoscente no deja de actuar, en una perspectiva transcendental, como algo pensado que va al encuentro del objeto, equipado de 'formas de conocimiento', las cuales funcionan a manera de enfoque, esto viene a ser una manera de transmitir algo al otro término de la relación, mediante una operación que en ciertos contextos filosóficos se indica con la expresión literal de informar"'

De la oposición entre la comunicación y la información, Pasquali deriva un exhaustivo y demoledor ataque al carácter unilateral y masificador de los medios equivocadamente llamados de comunicación de masas.  Según Pasquali "solamente la relación de información admite a rigor el uso de la exprción medios de masas, pues únicamente la preponderancia de interrelaciones informativas se torna masificante" en cuanto a “la relación de comunicación limitada que está al nivel del diálogo entre polos bivalentes, repugna el uso de tal expresión".

Pasquali tiene expresiones fuertes sobre la relación de información, tales como:

-        "La frustración, por mudez del receptor de informaciónes, es básica. De ella decorren todos los demás trazos incluidos por la literatura científica bajo el rótulo de 'idiotez psicológica”:el pensar y actuar por estereotipos. la admiración exagerada por los exponentes de la élite informadora o por su mitología, el dejarse recetar una personalidad, ciertas aspiraciones e inclusive los 'tranquilizantes' para evadirse del estado de mudez, etc".

   

MODELOS SEMIOLÓGICOS 

La Semiología, como ciencia, parece tener un origen francés, con Saussure[20], en 1916, y un origen norteamericano, con Pierce[21] que la denominó Semiotics (semiótica). En todo caso, ella vendría a constituir una teoría general de los signos; y, por consiguiente, la ciencia madre de la comunicación.

Según Roland Barthes[22]

Prospectivamente, la semiología tiene por objeto, entonces, cualquier sistema de signos, sea cual fuere su substancia, sean cuales fueren sus limites:  imágenes, gestos, sonidos melódicos, objetos y los complejos de estas substancias que se encuentran en los ritos, protocolos o espectáculos; si no constituyen 'lenguajes', son, por lo menos, sistemas de significación.

Al ser una ciencia tan amplia, la Semiología comprende tres grandes ramas o disciplinas:

La Sintáctica estudia la forma en que los signos se relacionan y estructuran dentro de un determinado sistema de signos. Equivale a lo que llamamos Gramática cuando estudiamos idiomas. En efecto, cada idioma, lengua o dialecto --y, más ampliamente, todo sistema de signos de cualquier tipo-- tiene ciertas reglas de organización. Este seria el nivel sintáctico de la comunicación.

 La Semántica estudia los significados de los signos; o sea, la relación entre el signo y el objeto o idea que le sirve de referente. Como se sabe, los signos pueden tener significado denotativo, cuando hay una relación directa. entre el signo y su referente; y un significado connotativo cuando la interpretación no es automática sino que depende de la persona que percibe el signo. El significado también puede ser influenciado por el contexto en que el signo es percibido.      De todo esto se ocupa la semántica.

La Pragmática se preocupa de la influencia de los signos sobre el comportamiento de las personas; es decir de la relación entre los signos y las emociones, los hábitos, las reacciones de los destinatarios.

Por medio de la comunicación, en efecto, se puede construir o destruir una persona, como lo atestiguan los hijos de padres excesivamente posesivos y dominadores. Los estudios sobre los efectos de la televisión sobre los niños constituyen otra ilustración de investigaciones en la pragmática de la comunicación.

Demás está decir que los tres niveles de la comunicación: el sintáctico, el semántico y el pragmático, en el uso cotidiano, no se separan ni distinguen. En la apreciación de un cuadro, nos impresionan al mismo tiempo la estructura de la obra, el significado de sus elementos y el efecto estético o emocional que nos produce su mensaje global.

Un modelo de tipo semiológico es el de Ogden y Richards[23]  


[11] Riley, John, W, y M. White Riley, Mass Communication and the social System, Cap. 24 del libro Merton, T. (ed.) Sociology Today, New York, Bassic Books, 1961.
[12] Schramm, Wilbur, Process and Effects of Mass Communication, Urbana Illinois University Press, 1960.
[13] Verón, Eliseo, Ideología, Estructura, Comunicación. Sao Paulo, Cultrix, 1960.
[14] Levi-Strauss, C, Antropologie structurale. París, Plon, 1958.
[15] Ruesch, J. Y G. Bateson, Comunicación, la matriz social de la psiquiatría.  Bs. As., Paidós, 1965.
[16] Dance, Frank E. X. (ed) Human Communication Theory, Holt Rinehart and Winston, 1967.
[17] M, G. H. Mind, Self and Society, University of Chicago Press, 1934.
[18] M. G.H. The Philosophy of the Present, London, Open Court Publishing  Co., 1932.
[19] Pascuali, Antonio: Sociología e comunicaçao, Petrópolis, Brasil, Editora Vozes, 1973.
[20] Saussure, F. De: Curso de Lingüística General, Sao paulo, Cultrix, 1969.
[21] Pierce, Ch, S. Selected Writings, New York, Hartcourt, Brace, 1940
[22] Barthes,R., Elementos de Semiología, Editroreial Cultrix, 1964.
[23] C. K. Ogeden y I. A. Richards: The meaning of Meaning, Harcourt, Brace, 1956.