Reserva tiempo

En nuestro afán diario

olvidamos el valor

de las cosas simples de la vida,

con las cuales la existencia

se convierte en una carga menos pesada.

*

De hoy en adelante

reservemos tiempo para...

Vislumbrar el paisaje que nuestro Creador

ha obsequiado;

Contemplar la hermosura del jardín.

Disfrutar de la brisa que refresca el rostro.

Mirarnos al espejo y decir:

"vaya, que bien me veo hoy".

Descubrirnos a solas.

Observar y conocer nuestros semejantes.

Brindar una sonrisa,

ayudar al necesitado;

visitar a un viejo amigo.

Decir "Te amo"

a quienes son importantes para nosotros.

*

Caminar descalzos por la calle;

acariciar la mascota.

Disfrutar de la música que preferimos

y cantar aunque se desentone.

Inventar una canción,

escribir un poema

expresando nuestro sentir;

crear algo nuevo para la casa.

Reír de un chiste tonto.

saborear el postre favorito

olvidando las calorías.

Recordar la hermosura de la niñez.

*

Pero de todas estas cosas,

hay una que es esencial y no debe postergarse,

sin embargo, es la que más descuidamos.

Todos disponemos de 24 horas para vivir un nuevo día,

así que reservemos un tiempo especial

para tener la maravillosa experiencia

de conocer a Dios.

Lydia E. Martínez Santiago

17 de julio de 2001

Editado el 23 de diciembre de 2001