PSICOANALISIS
Análisis e interpretación de la
resistencia
Análisis e interpretación de la
transferencia
Sistemas funcionales: Yo , ello y superyo
Instintos básicos: Eros y Tánatos
Etapas del desarrollo psicosexual.
El
método de la asociación libre le fue sugerido a Sigmund Freud en 1892 durante un
tratamiento en el que una paciente (Emmy von N.) le pidió expresamente que cesara de intervenir en el
curso de sus pensamientos y que la dejara hablar libremente. Poco a poco, y
hasta 1898, cuando se lo adoptó definitivamente,
este método fue sustituyendo al antiguo método catártico y se convirtió desde
entonces en la regla fundamental de la cura psicoanalítica: el medio
privilegiado de investigación del inconsciente
(Asociación
libre, s.f.).
De esta manera, esta técnica permite abrir
puertas hacia el inconsciente para conocer las fantasías, motivaciones y
conflictos del paciente, siendo sus deseos, esperanzas, y recuerdos de la
infancia, los principales tópicos de interés para el terapeuta, el cual
simplemente escucha, haciendo comentarios sólo cuando, desde su criterio
profesional, cree oportuno insistir en alguna parte del discurso del paciente (Trull y Phares, 2003; Corey, 1991).
La asociación
libre es un método constitutivo de la técnica psicoanalítica, según la
cual el paciente debe expresar durante la sesión todo lo que se le ocurre sin
ninguna discriminación. De igual manera, este debe expresar todos sus
pensamientos, ideas, imágenes, emociones, tal como se le presentan, sin
selección, sin restricción, aunque el material le parezca incoherente,
impúdico, impertinente o desprovisto de interés. Estas asociaciones pueden ser
inducidas por una palabra, un elemento de un sueño o cualquier otro objeto de
pensamiento espontáneo (Trull y Phares,
2003; Corey, 1991).
La asociación libre permite abrir puertas hacia el
inconsciente para conocer las fantasías, motivaciones y conflictos del
paciente; siendo sus deseos, esperanzas, y
recuerdos de la infancia, los principales tópicos de interés para el terapeuta,
quien simplemente escucha, haciendo comentarios sólo cuando, desde su criterio
profesional, cree oportuno insistir en alguna parte del discurso del paciente (Corey, 1991; Trull y Phares, 2003).
Ahora bien, el ambiente de trabajo debe ser
relajado, el paciente es inducido directamente para que hable sobre lo que le
viene a la mente, de forma que exprese todos sus
pensamientos y todos aquellos sentimientos que se le vengan a la cabeza, sin
ejercer ninguna censura ni juzgar de antemano su relación, importancia, lógica
o propiedad. Al mismo tiempo, el terapeuta se
ubica detrás del paciente para no interferir en su visión y no obstaculizar la
sucesión asociativa. Adicionalmente, el terapeuta asume que una asociación
conduce a otra y conforme se desarrolla el proceso hay más acercamiento hacia
los pensamientos e impulsos inconscientes (Trull y Phares, 2003).
En cierto sentido, estas asociaciones no
son libres en absoluto, sino que son el resultado de fuerzas inconscientes que
determinan la dirección de las asociaciones (Trull y Phares, 2003). Volver al inicio
La interpretación es el método por el que se revela el
significado inconsciente de los pensamientos y el comportamiento del paciente;
es el proceso por medio del cual puede inducirse al paciente a ver sus
pensamientos, comportamientos, sentimientos o deseos de una manera diferente (Trull y Phares,
2003; Corey, 1991).
De manera similar, Schwaber
(1999; citado por Vallés, s.f.), plantea que gracias
a que la interpretación resulta intrínsecamente de una pregunta, el paciente
puede llegar a sentir que descubre y reconoce su mundo interno y a distinguir
entre lo real, lo arcaico, lo familiar y lo nuevo. Así es como opera la acción
terapéutica. Así mismo, Schwaber. A, añade que los terapeutas
descubren el mundo del paciente gracias
al descubrimiento que hacen de su propio mundo, por lo tanto el paciente y
analista tienen impacto uno sobre el
otro, llevando a la interpretación a un
acto compartido.
Se pretende que el analista se ponga en la posición del
que no sabe, y para ello debe preguntar a su paciente. La pregunta serviría de
base para conseguir una interpretación basada en las respuestas obtenidas del
paciente. Con todo, la pregunta es para el psicoanalista otra vía de intervención
y observación que no hay que descuidar, pero a la vez no la única ni la
decisiva. Se considera de igual forma, que la pregunta sistemática también
podría, tener como consecuencia el mantener una cierta distancia emocional y
evitar el sentir y el hacer sentir (Schwaber, 1999;
citado por Vallés, s.f.).
La relación entre asociación libre e interpretación, como
acontecimiento teórico, se constituyó en el pilar que hizo posible sostener el
psicoanálisis extendiéndolo más allá de la patología neurótica, incursionar en
"la psicopatología de la vida cotidiana", y
de este modo poner bajo la observación analítica todo un espectro de fenómenos
como el chiste, el lapsus, el olvido, la equivocación
y encontrar la "vía " representada por la interpretación de los sueños
para acceder a lo inconsciente, constituido desde entonces en el objeto del
psicoanálisis. (Guyot y Dueñas, s.f.). Volver al inicio.
Los sueños son concebidos como satisfacciones simbólicas
de los deseos, que a menudo proporcionan como en las asociaciones libre, claves
importantes respecto a los deseos y sentimientos infantiles. Durante el sueño,
las defensas habituales están relajadas y puede surgir material simbólico; sin
que la censura del yo sea eliminada por completo (Trull y Phares, 2003; Corey, 1991).
Durante el dormir, el cuerpo duerme pero el psiquismo no. Aún en el
estado de reposo, actúan sobre el psiquismo estímulos a los que el psiquismo
tiene que reaccionar. El sueño es la manera de reaccionar del psiquismo a las
excitaciones perturbadoras que sobrevienen durante el estado de reposo (Quiroga,
s.f.).
Freud (citado por Quiroga,
s.f.; Trull y Phares, 2003; Corey, 1991), distingue entre contenido manifiesto y
contenido latente del sueño. El contenido manifiesto es el relato del sueño tal
como el sujeto lo comunica, mientras que el contenido latente es el sentido
oculto al que Freud intenta arribar preguntándole al
soñante en base a las siguientes pautas: La labor de interpretación no debe
preocuparse por lo absurdo que pueda parecer el contenido manifiesto, la labor
debe reducirse a despertar representaciones sustitutivas al rededor de cada
elemento del sueño, se le “impondrá al sujeto, como regla inviolable, la de no
rehusar la comunicación de ninguna idea, aunque la encuentre insignificante,
absurda, ajena al sueño o desagradable de comunicar” y por último debe esperar
hasta que lo inconsciente oculto surja espontáneamente a partir de las
asociaciones del paciente.
Cabe mencionar, que la investigación de
los sueños toma impulso a partir del análisis de los sueños infantiles. A
diferencia de los sueños de los adultos, los sueños infantiles son breves,
claros, coherentes y fácilmente inteligibles. Tienen un sentido inequívoco. En
ellos coincide el contenido manifiesto con el latente (no hay deformación) (Quiroga,
s.f.).
En este nuevo método el soñante es quien aporta, los
elementos que ayudarán a develar lo latente y el analista aporta su escucha
liberada de las ataduras del razonamiento lógico y de los símbolos universales.
Se puede decir que no hay intérprete, sino interpretación posible gracias a dos
funciones absolutamente necesarias: asociación libre y atención flotante (Bolívar,
2002).
Es sólo mediante este tipo de interpretación que se puede
acceder al sentido simbólico de los sueños, el cual siempre es subjetivo y en
el cual no se trata tanto de un significado fijo, preciso, sino del juego
significante que hace posible que un sueño tenga uno o varios significados y
que un mismo contenido pueda presentarse en varios sueños aparentemente
diferentes y sin ninguna relación (Bolívar, 2002). Volver al
inicio.
- Es el
desplazamiento inconsciente del terapeuta por el paciente de sentimientos y
fantasías tanto negativas como positivas, son reacciones desplazadas a otras personas significativas en el pasado
del paciente.
- La
transferencia toma lugar cuando el paciente revive de sus primeros años
intensos conflictos relacionados con el amor, sexualidad, hostilidad, ansiedad,
resentimiento, pudiendo reexperimentarla y unirlas al terapeuta.
- El
paciente podría ver al terapeuta como una figura de autoridad que puede
castigar y controlar. Volver al inicio.
-
Es el fenómeno que ocurre
cuando existe un afecto inapropiado, cuando el terapeuta responde en forma
irracional o cuando pierde su objetividad en la relación debido a sus propios
conflictos específicamente cuando relaciona al paciente como si fuera algún
familiar (madre, padre o persona amada).
-
El terapeuta podría fomentar
una relación dependiente y podría introducir sus propias necesidades de igual
forma que lo hace el paciente.
-
Es muy probable que
interfiera con el progreso de la
terapia. Volver al inicio
* Análisis e interpretación de la resistencia:
-
La resistencia es cualquier elemento o
conducta que va en contra del progreso
de la terapia y que evita que el paciente produzca previamente material
inconsciente.
-
Freud ve la
resistencia como una dinámica inconsciente que el paciente usa para defenderse
contra la ansiedad.
-
La interpretación del terapeuta de la
resistencia esta diseñada para ayudar al paciente a ser mas
conciente de las razones de la resistencia de forma que las pueda manejar.
-
Como regla general el terapeuta interpreta
la resistencia con el propósito de brindar al paciente la posibilidad de
rechazar la interpretación e incrementar la posibilidad que ellos puedan
comenzar a observar su propia conducta resistente. Volver al
inicio.
* Analisis
e interpretación de la transferencia:
-
Es una técnica central en el
psicoanálisis y en la terapia orientada psicoanalíticamente.
-
Se motiva al paciente para
obtener aquí y ahora un insight (autoreflexión,
auto evaluación) de la influencia del pasado sobre su desempeño presente.
-
Capacita al paciente para
trabajar a través de viejos conflictos que se guardan fijadamente y que
retardan su crecimiento emocional y personal. Volver al
inicio.
Sistemas funcionales: ello, yo
y superyó
Tres sistemas funcionales, o
instancias, se distinguen en este modelo: el ello, el yo y el superyó.
La
primera instancia se refiere a las tendencias impulsivas que parten del cuerpo
y tienen que ver con el deseo en un sentido primario, contrarias a los frutos
de la educación y la cultura. Freud llamó a estas
tendencias ‘pulsión’ pero que a menudo se traduce con impropiedad como
‘instinto’. Estas pulsiones exigen su inmediata satisfacción, y son
experimentadas de forma placentera por el individuo, pero desconocen el
principio de realidad y se atienen sólo al principio del placer. El
Ello, que constituye el mundo inconsciente de las pulsaciones del sujeto, y por
tanto abiertamente opuesto al superyo que representa
la sublimación positiva y creadora de los instintos inconscientes.
El yo, consigue en el mundo
real las condiciones de satisfacción de esas pulsiones básicas, que domina
funciones como la percepción, el pensamiento y el control motor, para adaptarse
a las condiciones exteriores reales del mundo social y objetivo. el yo debe ser capaz de posponer la satisfacción de las
pulsiones del ello que presionan para su inmediata satisfacción, con lo que se
origina la primera tensión. Para defenderse de las pulsiones inaceptables del
ello, el yo desarrolla mecanismos psíquicos específicos llamados mecanismos de
defensa. Tales mecanismos de defensa se disparan en cuanto la ansiedad señala
el peligro de que las pulsiones inaceptables originales puedan reaparecer en la
conciencia.
Para el Yo, la percepción cumple el papel
que en el ello corresponde a la pulsión. Freud nota
que tras vencer la resistencia yoica, aún así el Yo
sigue teniendo dificultades para deshacer las represiones, y que éstas
requieren de una ulterior reelaboración.
Una pulsión del ello llega a
hacerse inadmisible, no sólo como resultado de una necesidad temporal de
posponer su satisfacción hasta que las condiciones de la realidad sean más
favorables, sino, sobre todo, debido a la prohibición que los otros imponen al
individuo. El conjunto de estas demandas y prohibiciones constituye el contenido
principal de la tercera instancia, el Superyó, cuya
función es controlar al yo según las pautas morales impuestas por los padres.
Si las demandas del Superyó no son atendidas, la
persona se sentirá culpable.
El Superyó,
que según la teoría freudiana se origina en el esfuerzo de superar el complejo
de Edipo, es parcialmente inconsciente, debido a que tiene una fuerza semejante
a la de las pulsiones, y puede dar lugar a sentimientos de culpa que no
dependan de ninguna transgresión consciente. El yo,
instancia mediadora entre las demandas del ello, las exigencias del Superyo y el mundo exterior, puede no tener el poder
suficiente para reconciliar estas fuerzas en conflicto. Es más, el yo puede
coartarse en su desarrollo al ser atrapado en sus primeros conflictos,
denominados fijaciones o complejos, pudiendo volverse hacia modos de
funcionamiento primarios en el desarrollo psíquico y hacia modos de
satisfacción infantiles.
El Superyo que
representa la conciencia moral (en parte consciente y en parte inconsciente)
del sujeto, así como sus ideales. El Superyó se
estructura en oposición al Yó.
Elementos
Ello: pulsión, instintos,
Ello: conciencia
Superyo: los
valores morales. Volver
al inicio.
Elementos constitutivos de los dos instintos basicos de la teoria psicoanalitica: eros y thanatos:
Desde la teoría
psicoanalítica es importante precisar que su fundamentación
esta centrada en el estudio de los instintos, sin embargo esta teoría hace
énfasis en dos de ellos: el de
vida o Eros y el de muerte o Thanatos.
El instinto de vida o Eros
es entendido como el instinto sexual o de reproducción; y tiene como fin
constituir y conservar las unidades, es un instinto de amor que siempre busca
luchar por la supervivencia humana, se interesa
a su vez por la evaluación, crecimiento y creatividad característica
importante de la movilidad del libido.
Por otro lado se puede
identificar el instinto de muerte o Thanatos el
cual procede de la provisión de la
libido narcisista, es decir persigue la disolución de las vinculaciones y de
anulación. Su fin último es llevar lo viviente al estado inorgánico, para ello
recurre a estados de agresión, deseos de muerte, negación del gozo y la
despreocupación por el progreso y el crecimiento.
Basándonos en lo
anterior, se entiende que la existencia
del instinto de muerte, cuya misión es hacer retornar todo lo orgánico animado
al estado inanimado, esta en contraposición
al Eros, cuyo fin es complicar la vida y conservarla así, por medio de una
síntesis de la substancia de viva. Ambos instintos se
conducen de una forma estrictamente conservadora; su objetivo es tanto la
constitución de la vida como de la tendencia a la muerte. A su vez, la vida
sería un combate y una transacción entre ambas tendencias.
Es decir, la libido del
ello pasaría a ser libido del yo que éste utilizaría para fines contrarios a
los del instinto de vida. Por una parte el yo se ofrecería al ello como objeto
erótico sustitutivo (narcisismo) y el ello conseguiría desviar los instintos de
muerte del yo hacia el exterior (agresividad). Cuando este equilibrio se rompe
a beneficio del instinto de muerte, aparece, según Freud,
la conciencia de culpa en sus formas de remordimiento y autoagresión.
El sentimiento de culpa
surge si el yo percibe la crítica del superyo contra
él, y tal crítica es la implantación del instinto de muerte en el superyo. Lo que se oculta detrás de la angustia del yo ante
el superyo es el temor a la consolidación de las
represiones padecidas en la primera infancia.
El yo queda como una cosa
sometida a tres distintas servidumbres y amenazada por tres diversos peligros,
emanados respectivamente del mundo exterior, de la libido del ello y del rigor
del superyo. Tres clases de angustia corresponden a
estos tres peligros, pues la angustia es una manifestación de una retirada ante
el peligro.
La angustia que el yo
experimenta es el miedo o a la destrucción. Por eso, para Freud
la mitigación de la angustia -la verdadera enfermedad y raíz de toda patología-
sólo se obtiene por modificación del superyo, es
decir, de la conciencia moral. Este miedo a la muerte plantea un difícil problema, pues la muerte es un
concepto abstracto de contenido negativo, para el cual no nos es posible
encontrar nada correlativo en lo inconsciente. El mecanismo de angustia ante la
muerte no puede ser sino el de que el yo libere un amplio caudal de su carga de
libido narcisista. Por tanto las
reflexiones que se pueden acerca de
la angustia ante la muerte y la angustia ante la conciencia moral como
una elaboración de la angustia ante la castración. Volver al inicio.
Elementos constitutivos y las
características de las etapas psicosexuales según la
teoría psicoanalítica:
Etapa del desarrollo psicosexual (Freud) |
Elementos constitutivos |
Características |
Oral (desde el nacimiento hasta el año.). |
Sentido del gusto (Boca y labios) |
1. El bebé encuentra placer en la
succión. Se da gratificación al chupar, comer y morder. 2. Comportamiento oral incorporativo el cual involucra la estimulación
placentera de la boca, y el comportamiento oral agresivo empieza con el
inicio de la dentición e implica conducta de masticación y mordida. Estos
comportamientos son prototipos de algunos rasgos de la adultez. |
Anal ( |
Zona Anal es importante en la
formación de la personalidad. Se da entrenamiento en control de
esfínteres |
1.La gratificación radica cuando
se expelen y retienen las heces fecales y la orina; hay una aceptación de las
exigencias sociales relativas al control de esfínteres 2. Se logra independencia, valor
personal y autonomía. 3. el niño deambula, ya no ve el
mundo horizontal. |
Fálica ( |
El objeto de atención son los
genitales |
1. Ama e idealiza al progenitor
del sexo opuesto. 2. El interés se desplaza a los
genitales, solución del complejo de Edipo o Electra que conlleva a la
identificación con progenitor del mismo sexo. 3. Se presenta la ansiedad de
castración y la envidia del pene. 4.
Miedo a ser castigado por su padre debido a los sentimientos
incestuosos hacia su madre. 5. curiosidad por los aspectos
relacionados con la sexualidad. |
De latencia ( |
Falta de actividad
sexual latente. |
1.
Las preocupaciones
sexuales pierden importancia. 2.
Las ideas sexuales
son reemplazadas por ideas de socialización 3.
Preocupación
interior y autocentrada en los individuos
denominada narcisismo. 4.
Preocupación por el
desarrollo social y establecer relaciones. 5.
Interés por su
mundo interno y el externo. |
Genital ( |
Interés en las relaciones
sexuales. |
1. Resurgen los intereses sexuales
y se establecen relaciones sexuales maduras. 2. Liberación de la influencia
paterna e inicio del interés por otros. 3. Toma algunas experiencias
sexuales y empieza a asumir responsabilidades de adulto. |