MISS COSTA RICA 1997
GABRIELA AGUILAR CHACARRIA
Gabriela Aguilar
Gabriela Aguilar nació el 6 de mayo de 1977 en la ciudad de San José y ha vivido la mayor parte de su vida en Santa Ana. Llevó a cabo buena parte de sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Nuestra Señora del Pilar, en Escazú.
En 1995 ingresó a la Universidad Nacional donde llevó estudios generales y cursos introductorios a Relaciones Internacionales. También ese año participó en su primer concurso, Reina de la Costa Internacional, quedando como Virreina. Esto le abrió las puertas para participar en el Reinado Mundial del Banano, que se lleva a cabo en el puerto ecuatoriano de Machala. En esa ocasión ganó la corona y poco después decidió participar en Miss Costa Rica. Ella nos contó: "Ya después mi loquera era Miss Costa Rica. Yo estaba con una fijación tremenda en eso y dije vamos a ver que pasa. En el año que yo participé había muchachas lindísimas, como se procura todos los años; era eso que uno dice uy no, no puede ser, no tengo posibilidades. Pero bueno me metí en el concurso, y decidí suspender incluso la universidad porque me consumía mucho tiempo; yo siempre he dicho que una cosa mejor se hace bien o si no mejor no se hace".
En octubre de 1996 ganó la corona de Miss Costa Rica, y para noviembre de ese año estaba en Filipinas concursando en el certamen Miss Asia Pacific Quest, corona que trajo a Costa Rica. Para mayo de 1997 estaba participando en el concurso de belleza más prestigioso del mundo, Miss Universo.
Una anécdota, que no podemos dejar de contar sobre el concurso Miss Costa Rica que ganó Gabriela, y que sin lugar a dudas se puede denominar como el colmo de un certamen de belleza, fue que ella estaba en una de las peores etapas de la varicela el día en que se anunciaba quien sería la nueva Miss. Ya se imaginará el lector los nervios de la concursante, que sin saberlo, esa misma noche tendría la corona sobre su cabeza sin que los televidentes y la audiencia tuvieran la menor idea de lo que sucedía.
En los concursos de belleza las proporciones son importantes, tanto que cuando miramos Miss Universo la pantalla nos muestra las proporciones de cada participante conforme desfila. En esta entrevista vamos a hablar de otras proporciones; de aquellas que deben apreciarse cuando se trata de una mujer que con esfuerzo y dedicación ha logrado representar a nuestro país como muchos embajadores no han podido. Gabriela Aguilar tiene generosas proporciones, de inteligencia y belleza combinadas con amabilidad y sencillez, todo esto en cantidades generosas.
Proviene de un hogar donde sus padres le han enseñado la innegable importancia del trabajo y le han inculcado valores que considera fundamentales en su formación. Ella expresó: "El ejemplo de mis papás es definitivamente lo que me a llevado por ese camino. Mis padres son personas súper trabajadoras que siempre nos han inculcado valores muy fuertes y muy necesarios dentro del mundo tan loco y desastroso en el que vivimos actualmente. Entonces, gracias a Dios me han guiado por ese camino, donde hay que saber que las cosas cuestan, que no por una cara bonita vas a ser exitosa ni vas a tener el mundo en tus manos, que no te podés quedar quedito, para nada, tenés que estar siempre con proyectos nuevos con ganas de hacer nuevas cosas. Procurar cumplir siempre tus sueños al máximo. Esa es una de las cosas que me llevó hasta Miss Costa Rica".
De sus experiencias en Miss Universo lo primero que nos cuenta es sobre las amistades que hizo con sus compañeras de cuarto, Miss Colombia y Miss Ecuador, con quienes aún mantiene contacto. Luego nos habla de las importantes lecciones que aprendió en ese concurso. "Conocer a tantas muchachas diferentes, con tantas culturas, tantas maneras de pensar, tantas personalidades diferentes. Eramos como 80 muchachas, estábamos unas que éramos muy escandalosas y había otras que andaban amargadas todo el día. Entonces uno aprende a convivir y a darse cuenta de que siempre vas a estar rodeado de gente diferente y no podés pretender que todo el mundo sepa bailar salsa y merengue como las latinas, ni por ejemplo las francesas puedan pretender que todas sean tan recatadas como ellas." Además agregó, "lo más importante es participar, conocer a toda la gente que se pueda y hacer muy buenos contactos, porque Miss Universo es un concurso que lo ve todo el mundo."
Participar en Miss Universo.
El certamen de belleza más importante del mundo involucra mucho trabajo para un gran número de personas que participan en el. Gabriela nos comentó que además de las concursantes, hay un grupo enorme de maquilladores, estilistas, organizadores y staff. Los horarios son largos porque tenían que entrenar de las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, llegar corriendo al hotel y alistarse para alguna cena o recepción a las 8 de la noche. "Fue pesado, fueron 15 días muy pesados pero valió la pena y yo lo repetiría 100 mil veces si me dan la oportunidad."
Sobre los concursos de belleza
Tanto en Costa Rica como en el resto de los países del mundo se ha criticado mucho a los concursos de belleza por considerarlos medios que explotan a la mujer por su físico. Al preguntar a Gabriela su opinión sobre estas críticas, ella nos comentó lo siguiente: "Como en todo en esta vida hay cosas buenas y hay cosas malas. Yo he tenido la dicha de vivir la parte buena de los concursos de belleza y he estado en muy buenos eventos. Que hay malos, pues también los hay. Pero esos son los que yo pienso que no deben de tener el apoyo de la gente y son los que se merecen ese tipo de comentarios."
"En el caso de Miss Universo, Miss Costa Rica y Miss Asia Pacific; estamos hablando de niveles muy altos de competencia y profesionalismo. No solamente en una pasarela, sino que en el ámbito intelectual también. Son muchachas que están en la universidad, que ven su futuro forjado por una posición en una empresa importante. No lo considero como explotador para nada, en lo personal lo considero como realizador. Porque te ayudan a trazar muchísimo el contacto con el mundo, a expandir tus fronteras, te hace crecer mucho. Te hace valorar lo que tenés acá, que es un país divino. Estas aprendiendo de diferentes culturas, diferentes razas, percepciones que tiene la gente del mundo. Para mí, completamente en desacuerdo que vayan a decir algo malo de los concursos bien organizados. Yo pienso que la gente primero debería enterarse de qué es lo que en realidad sucede detrás de ese espectáculo que ven en televisión: detrás de ese desfile en traje de baño o en traje de noche hay mucho esfuerzo, muchísimas ganas, muchos sueños que se quieren realizar y hay mucho sacrificio porque, cualquier muchacha que haya estado en Miss Costa Rica te puede contar de lo que hay que trabajar durante esos días."
Un consejo para las participantes de futuros concursos...
"Nunca cambien su manera de ser ni de pensar por procurar estar en un concurso de estos. No vayan a dejar que nadie les haga daño por ofrecerles cielo y tierra, nada más por una cara bonita, o por aparecer en la portada de una revista. Siempre sean ustedes la prioridad, que si lo están haciendo sea porque están 100% convencidas que es algo que quieren hacer y que no les va a dañar la integridad como ser humano."
¡Las cosas que viví!
Gabriela Aguilar, Miss Costa Rica 1996-1997, relata detalles sorprendentes acerca del pasado concurso Miss Universo.
El pasado 16 de mayo, miles de personas siguieron con interés el certamen Miss Universo 1997, realizado en el Centro de Convenciones de Miami Beach (Estados Unidos). Allí, todos vieron coronarse a la representante de Estados Unidos, Brook Mahellani Lele, seguida por la venezolana Marena Bencomo.
Pero pocos tuvieron la experiencia de vivir en carne propia las presiones, las congojas y las alegrías que atravesaron las concursantes los días previos al concurso, la propia noche de la elección y los días posteriores.
Gabriela Aguilar, Señorita Costa Rica 1997, sí sabe lo que eso significa. Ella no solo estuvo allí: además recibió una calificación extraordinaria, pues, aunque no quedó entre las 10 finalistas, ocupó el lugar número 12.
Gabriela aceptó relatar su experiencia, en todos sus detalles, algunos de ellos muy sorprendentes. Le damos la palabra...
Esto fue lo que pasó...
"Me fui para Miami 15 días antes del certamen, pues las 76 muchachas tenían que llegar entre el 1º y el 2 de mayo.
A todas nos hospedaron en un mismo piso del hotel Governor, donde había muchos vigilantes y cámaras de seguridad, pero el servicio y la atención eran muy malos y todas las candidatas se quejaban, así que los organizadores decidieron dejar de ahorrarse unos cuantos dólares y nos pasaron al hotel Fountain Blue. Ese sí estaba muy bonito, aunque solo disfrutábamos de las habitaciones al dormir, porque el resto del día nos la pasábamos en ensayos y compromisos.
Empezamos con ensayos diarios para preparar la coreografía con la que abriríamos el show y la presentación individual de cada país. En eso pasábamos de las 8:30 a. m. a las 5 p. m. Más tarde, solíamos tener cenas o actividades sociales muy tranquilas, y a las 10 p. m. nos íbamos a dormir.
Teníamos una hora de almuerzo. Muchas de nosotras comíamos bastante porque al principio nos servían mucha comida, incluso botonetas y galletitas, pero conforme se acercaba el día nos daban menos. Hubo muchachas que solo comían frutas o ensalada. Entre ellas, la de Venezuela, la de Curazao y algunas de las europeas.
Si íbamos de visita a algún restaurante, siempre era a alguno ubicado en la calle Ocean Drive, así que no conocimos mucho la ciudad. Además, la seguridad no dejaba que la gente se nos acercara. Nos movíamos en tres buses escoltados por la policía de Miami y, cuando nos bajábamos, siempre estábamos custodiadas. Era un poco feo, porque tal vez había un chiquito que quería una firma o un besito, y los guardas se ponían odiosos y nos decían: `No. Siga caminando: no es hora de estar en estas cosas'.
Sacaron las uñas
El domingo 11 de mayo hubo un show preliminar ante el jurado, donde desfilamos en traje de noche y en traje de baño. Ahí fue donde algunas de las concursantes sacaron las uñas. Usaban peinados superextravagantes, un maquillaje muy distinto del de días anteriores, y, cuando pasaban cerca, te volvían a ver de arriba a abajo o te tocaban el vestido de forma irónica, como si quisieran rompértelo.
Luego nos llevamos una gran sorpresa porque el jurado que nos calificó en el show preliminar no fue el mismo que juzgó a las diez finalistas. Eso nos molestó mucho porque significaba que ese jurado final no conocía a las muchachas de antemano, ni sabía si eran o no inteligentes.
Además, hubo jurados que no gustaron. Carolina Herrera, por ejemplo, se comportó muy odiosa todo el tiempo, y favoreció abiertamente a la venezolana. Pero yo no podría decir que todos los jurados se dejaran sobornar. La misma Cristina Saralegui me dijo personalmente que ella no sabía qué había pasado con la escogencia de las diez finalistas, porque había varias latinas que debieron haber estado allí, y quedaron por fuera.
Sobre si se filtra o no información, les puedo decir que las diez finalistas sabían que iban a ser escogidas por lo menos desde el día previo al concurso. ¿Cómo lo sé?: porque desde una semana antes de la final les pidieron cosas y requisitos que a las otras no. Por ejemplo, a la Miss Puerto Rico le pidieron un video de sus actividades en su país; a la Miss Italia, fotos de bebé..., y así pasó con varias más. Las otras nos dimos cuenta porque a algunas de ellas les gustaba hacerlo obvio, y nos decían: `A mí me pidieron tal cosa, ¿a ustedes no?'
A pesar de todo, esas actitudes fueron excepciones. En general, la relación entre todas era superlinda, nos dábamos piropos, nos hacíamos bromas y tratábamos de apoyarnos... Claro, algunas como la venezolana, la de Curazao y la rusa, siempre permanecieron muy serias: nos veían por encima del hombro y no dudaban en decirnos cosas como `qué fea te ves'.
Un balde de agua fría
Cuando eligieron a las diez finalistas fue un baldazo de agua fría para las demás, porque, de todas, solo tres debieron estar ahí: Estados Unidos, Venezuela y Curazao. Las otras fueron una sorpresa, y más bien se quedaron por fuera algunas de las favoritas. Por ejemplo, Colombia, Polonia, República Checa, Islandia, Filipinas, Francia y España.
Uno se da cuenta de lo mal que califican, porque había mujeres preciosas y superinteligentes que no tuvieron el lugar que merecían. En cambio, hubo algunas que..., bueno, ustedes oyeron las respuestas. Nos dejan mal a las demás porque nos hacen parecer mujeres tontas.
Además, a todas nos dio una sensación muy rara al ver que la estadounidense ganaba el concurso que se hizo en Estados Unidos. Incluso, la gente de ese país no estaba muy conforme porque creía que Brook no tenía una belleza representativa de las norteamericanas.
Cuando terminó el concurso, me di una semana de vacaciones en Miami para descansar, dormir, vacilar e irme de fiesta junto con la colombiana, la ecuatoriana y la paraguaya.
De esta experiencia aprendí a tenerle paciencia a la gente desorganizada. Para mí, la desorganización del concurso fue la desilusión más grande. Los encargados nunca sabían qué íbamos a hacer cada día, las chaperonas eran `cero cariñosas', y cinco minutos antes de alguna actividad nos llegaban a sacar de las camas porque no habían previsto el itinerario de ese día... Fue un desorden.
Pero definitivamente aprendí a apreciar lo que tengo, a valorar quién soy y a respetar la forma en que pienso. Fue lindísimo estar ahí".
¿Qué hace Gabriela Aguilar hoy en día?
Los ejemplos no se dan hablando, se reflejan con las actividades que se llevan a cabo diariamente. Gabriela Aguilar es un ejemplo para la gente joven. Se graduo en Administración de Empresas con énfasis en Mercadeo y Publicidad en la ULACIT y trabaja muy duro como ejecutiva del departamento de mercadeo de Punto Rojo, donde atiende clientes de esa empresa, propuestas de publicidad y negociación de inversiones. Dedica su tiempo libre a la familia y a sus actividades personales, y lucha por alcanzar sus metas con trabajo, integridad y dedicación. Ahí está el ejemplo.
Curriculum Vitae como Reina de Belleza:
Virreina de la Costa Internacional 1995
además elegida miss fotogénica
Miss Costa Rica 1997
Reina Mundial del Banano 1995
Miss Asia and Pacífic 1996
además fotogénica y mejor cuerpo
Miss Universo 1997, 12 puesto
fuentes: Entrevistas hechas en Tiquicia.com & La Nacion sección Viva