Jannette Chaves
Piel Dorada 2001

Si la mitología romana consagra a Venus como su diosa de la belleza, la realidad costarricense tiene la suya: Jeannette Chaves.

Lejos de ser una odiosa comparación, Jeannette no tiene nada que envidiarle a aquella seductora mujer que se forjó a la luz de la fantasía humana. A sus 25 años, esta hermosa latina de piel morena, mirada atrevida y carácter inquebrantable ha labrado su camino con entereza y mucha pasión. Todo, en aras de consolidarse como una de las modelos más reconocidas del país. Y sí que lo es.

Jeannette no solo goza de haber ganado dos certámenes de belleza: Miss América Latina (Perú, 1996) y Piel Dorada (Costa Rica, 2001), sino que mantiene una fuerte proyección en el extranjero.



Pero, Jeannette no solo es cuerpo sediento de sol. Ella es una mujer emprendedora que, dentro de poco, obtendrá su bachillerato en derecho en la Universidad de Costa Rica.

Aunque aún le hace falta cursar el quinto año de la carrera, así como preparar y defender su tesis para poder ejercer, Jeannette trabaja como asistente en la oficina de asesoría jurídica de la Universidad Nacional.

Y, como si fuera poco, en su tiempo libre se dedica a leer, escuchar música y ayudar en su casa en los oficios domésticos. Claro, no puede quedar por fuera, su pasión por la comida: arroz, frijoles, plátano maduro, carne, picadillos de chayote y ayote, y ensalada.

Cuesta creerlo, pero ella nos contó que pese a todo lo que come, su cuerpecito de avispa no es producto de dietas ni ejercicios. "Ni sé lo que es eso", susurró entre risas. Es más, en confianza, reconoció que uno de sus sueños es poder "engordar". "Aquí las ticas son carnuditas y caderonas y yo no tengo casi nada", prosiguió.

Así es la historia de esta mujer que se inició en el modelaje como un medio para costearse los estudios. "Nunca he tomado el modelaje como profesión, aunque mi trabajo es muy profesional", subraya convencida.

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