¿Cómo saber?
Apareciste de repente,
no te busqué;
ni siquiera imagié que existías.
Pero llegaste y entre saludos breves,
fuimos descubriendo la soledad que cada
uno llevaba por dentro.
Entre risas, momentos de reflexión
y consejos, comenzaron a surgir
las frases amables que me hacían sonrojar
y sólo agradecí con la rosa que
acompaña mi nombre.
¿Serán palabras rebuscadas
o en verdad tienen significado para tí?
Sin planearlo, las conversaciones se tornaron
audibles y tu voz me pareció tan cálida,
tan real.
Me encanta cuando ríes y dices que soy
especial para tí.
Dices que la mía te hace enloquecer,
que la extrañas si pasa mucho tiempo
sin que hablemos.
Mas tengo que esperar a que seas tú
quien rompa el silencio, pues cuando
quiero sorprenderte, pareces
demasiado ocupado para escucharme.
Y me pregunto una vez más :
"¿Para qué lo hice?"
Idealizas planes que me llenan de ilusión
por tu interés en llegar hacia mí.
¿Cómo saber si me estoy dejando llevar
por lo que tal vez no es exclusivo para mí?
¿Cómo definir mi impresión al verte llegar y esta
mezcla de emociones entre resignación
y rabia cuando te veo partir
sin que hayas notado que estuve ahí?
¿O cuando parece que el tiempo es corto
impidiendo que puedas decirme "hola"
y preguntar cómo me siento hoy?
Tal vez prefiera esto a los instantes
en que repentinamente, hallas un motivo
para decirme adiós, sin tomar en cuenta
mi necesidad de hablar y mis ansias de escucharte.
Le doy vueltas a la idea de marcharme
sin dejar rastro, sin explicaciones
que quizás me lleven a intentarlo una vez más.
Sin razones que te hagan reír
porque encuentres absurdas;
sin lágrimas que jamás entenderías.
Sin el abrazo que tanto anhelé.
Mas no sé cómo terminar, cómo decirle
a mi corazón que no debe expandir el espacio
que ha reservado para tí.
No encuentro cómo detener este sentimiento
que parece asfixiar mi razón.
No quiero más promesas, más palabras que
me hagan suspirar; más sonrisas gastadas.
No es tu culpa, fallé yo en imaginar
que esto es real... ¿lo es?
¿Cómo saber?
Lydia Martínez Santiago
7 de enero de 2004
 
Comparte esta página con alguien especial
Cortesia de Webservicio.com
© 2001-2004 Refugio de Sentimientos de Sentimientos
Lydia Martínez Santiago
|