Una
sonrisa
para
un
Anciano
Bienaventurados
los
que
comprenden
mi
extraño
paso
al
caminar
y
mis
manos
torpes.
Bienaventurados
los
que
saben
que
mis
oídos
tienen
que
esforzarse
para
comprender
lo
que
oyen.
Bienaventurados
los
que
comprenden
que
aunque
mis
ojos
brillen,
mi
mente
es
lenta.
Bienaventurados
los
que
con
una
dulce
sonrisa
me
estimulan
a
intentar
una
vez
más.
Bienaventurados
los
que
nunca
me
recuerdan que
he
hecho
dos
veces
la
misma
pregunta.
Bienaventurados
los
que
escuchen,
pues
yo
también
tengo
algo
que
decir.
Bienaventurados
los
que
saben
lo
que
siente
mi
corazón,
aunque
nunca
lo
pueda
expresar.
Bienaventurados
los
que
me
respetan
y
me
aman
como
soy,
no
como
ellos
quisieran
que
fuera.
Bienaventurados
los
que
me
ayudan
en
mi
peregrinar
a
casa
del
Padre
Celestial.
(Autor
desconocido
por
mí)
~Desconozco
el
autor
pero
si
alguna
vez
esa
persona
lee
este
mensaje,
quiero
decirle
que
lo
admiro
y
respeto
mucho!
Demos
gracias
a
Dios
por
cada
persona,
por
los
abuelos
y
los
mayores
de
los
cuales
tanto
aprendemos.~
Lydia
E.
Martínez
Santiago
(
eve)
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