Actualizado el lunes, 16 de junio de 2003 09:44:12 -0500

 

Cuidado con el plomo, el mercurio, los nitratos y el cianuro

 

Estas son las fuentes contaminantes más peligrosas que emitirá la mina a cielo abierto que se pretende construir en Tambogrande, de acuerdo a la revisión que Soline de Looz ha realizado al EIA de Manhattan, información que la empresa no ha abordado en toda su dimensión... o simplemente no ha abordado. Estos datos complementan el estudio que fue publicado el domingo 15 de junio pasado.

 

Soline de Looz

 

El plomo es uno de los metales pesados más venenosos conocidos por el hombre. Puede ingresar al cuerpo al respirar el polvo que lo contiene o bien por partículas de este metal.

 

Otra forma en que puede ingresar al organismo es por contacto con la tierra, polvo, aire o agua contaminada cerca de áreas de disposición de desechos. Si las áreas de cultivo están contaminadas con plomo, estos alimentos se pueden contaminar e ingresar al organismo si son consumidos.

 

El sistema nervioso central es uno de los sistemas que puede ser más afectado por el plomo. También puede dañar los riñones y el sistema inmunológico (los efectos pueden ser tanto al respirar como al ingerir plomo.

 

El plomo puede generar abortos, nacimientos prematuros, disminución en la capacidad intelectual en niños, retraso en el crecimiento, pérdida del sentido del oído, síntomas de encefalopatiítas y neuropatías periféricas.

 

La primera preocupación en caso de envenenamiento son los niños de muy corta edad. Los daños neurológicos conducen a impedimento físico y a desordenes mentales, como efectos adversos en la inteligencia. Aun los fetos están desprotegidos de los daños causados por el plomo. El plomo es sospechoso de generar cáncer en los humanos[1],[2].

 

Con una ingestión continua, los síntomas pueden aparecer en un lapso de seis meses a dos años. El periodo de supervivencia de una persona que ingiere diariamente niveles subletales es de 6 a 8 años. En niños, es mucho menos.

 

Mercurio

 

La principal fuente de ingreso del mercurio al cuerpo humano es el consumo de productos contaminados o la inhalación de vapores de mercurio[3].

 

El metil mercurio ingerido es absorbido en el sistema intestinal, y a través de la sangre es enviado al hígado, a los riñones y al páncreas, dañándolos. Después pasa fácilmente al cerebro donde destruye células y puede causar daños severos.

 

El metil mercurio pasa rápidamente la barrera placentaria y causa daños irreparables en fetos. También interfiere con la división celular, con lo cual se presenta mutageneticidad. Estas anormalidades genéticas conducen lamentablemente también a cambios en el ADN, manifestadas finalmente con cáncer[4].

 

Nitratos

 

Los nitratos están contenidos en los explosivos, por lo que inmediatamente se mezclarán en el aire.

 

He aquí los cálculos

A. Cantidad de NH4NO3 (nitrato de amonio) utilizado: 0,42 kg/m3 de roca (Manhattan, EIA, 4.3.1)

B. Cantidad total de roca a extraer: 171 millones de t (Manhattan, EIA, 4.3.1), es decir (si consideremos una densidad especifica de 2,650 por la roca): 171 millones de t / 2,65 kg/m3 = 64,5 millones de m3

 

Þ Cantidad de NH4NO3 emitida: 0,42 kg/m3 * 64,5 millones de m3 = 27,102 millones de toneladas (es decir, ¡un total de 27,102 millones de toneladas para los 10 años de funcionamiento de la mina, o un promedio de 7.425 toneladas cada día!).

 

Los compuestos nitrogenados que se liberan se impregnan en suelos, y finalmente son lavados por la lluvia hacia acuíferos y aguas superficiales. En agua, el amonio tiene una toxicidad evidente ante peces.

 

El ion nitrato se forma mediante una oxidación completa del amonio. Altos contenidos de nitratos en el agua potable crean serios problemas de salud: los nitratos se descomponen por la saliva, y se transformen en nitritos en el tracto digestivo de humanos. Nitritos forman compuestos N-nitrosos y nitrosaminas altamente cancerígenos[5].

 

¡El cianuro!

 

Manhattan prevé perdidas desde el deposito de relaves de un litro cada segundo.[6]  Según Stop M, el consorcio de asociaciones formado en el estado de Oregon (Estados Unidos), en 1994, con el fin de evitar los estragos negativos de la minería, “los récordes de las minas de lixiviación con cianuración indican que el escape de cianuro y metales pesados a través de liners protectores es inevitable”[7].

 

Las condiciones de los relaves, tanto como de la mayor parte del subsuelo, serán anóxicas (sin oxigeno). En tales condiciones, el cianuro se descompone muy poco, puede permanecer indefinidamente, y puede llegar hasta los acuíferos y posteriormente aguas superficiales.

 

Además, los mismos compuestos de su descomposición (cianatos, tío cianatos en presencia de azufre, ...) son altamente tóxicos para la fauna acuática y son largamente persistentes en el ambiente.

 

El cianuro, además de separar el oro y la plata del mineral, separa y moviliza (a través de la tierra hasta llegar a las aguas subterráneas) los metales pesados como el arsénico, antimonio, cadmio, cromo, mercurio, plomo, níquel... [8]La roca tambograndina está compuesta de yacimientos sulfúricos y volcánicos[9], ambos particularmente ricos en metales pesados.

 

El cianuro es un compuesto extremadamente venenoso, uno de los más peligrosos conocido por el hombre y de rápida acción en el torrente sanguíneo. Puede ingresar al organismo al respirar aire contaminado o ingerir alimentos o agua que lo contengan. También ingresa al organismo por la vía dérmica.

 

Las exposiciones  a altos niveles de cianuro en periodos de corto tiempo dañan el sistema nervioso central, sistema respiratorio y sistema cardiovascular. Incluso, altos niveles de exposición en cortos periodos pueden causar un coma y la muerte de las personas expuestas.

 

La exposición a bajas concentraciones en periodos cortos de tiempo puede causar dificultad en la respiración, convulsiones y perdidas de conciencia.

 

Por el contrario, exposiciones prolongadas con niveles bajos de cianuro (años de exposición), pueden sufrir daños al sistema nervioso central y a las tiroides, llegando a causar cretinismo (es decir crecimiento infantil psíquico y mental retardado), o generar dilatación o superactividad de la glándula tiroides.[10],[11],[12].

 

Contaminantes de la Mina Tambogrande

(fuentes de aire durante la fase de óxidos)

           

SALIDA

Fuentes de contaminación

Control

Molienda

Entran: Mineral oxidado, métalos horno inducción, rebose espesador (agua relaves)

Control + recup polvo (p.5.24)

Preaeracion

ídem

 

Lixiviación

 CN: 0,8-1 g/l

Aire: 2* 7.200 m3/h

 

Desaeracion

 

 

Destrucción CN

Aire: 1.425 m3/h

 

Secado

24 h; 750grados; leve vacío

¡ CN, PbNO3, Zn!

Hg: Condensador

       Filtro de C activo

Fundición( horno de inducción)

 

Lavador de gases por vía húmeda

“ se diseñara un sistema de manejo de gases en el horno dore para controlar las emisiones de gases”

 

Emisiones PM10 de la planta de procesamiento de óxidos:           0,03 g/s (1t/ano) (6.2).

                                                                            de sulfuros:        0,06 g/s (2t/ano)

 

©2003 Soline de Looz. Derechos administrados por NPC Comunicaciones NewsSupply.


[1] Procesos Mineros e impactos ambientales en Chile, J.G. Muñoz (1997), Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, Santiago de Chile, p.29.

[2] Oro, cianuro y otras crónicas ambientales, Nilton Deza (2001), Ed Universitaria UNC, p.145-147

[3] Procesos Mineros e impactos ambientales en Chile, J.G. Muñoz (1997), Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, Santiago de Chile, p.28.

[4] Oro, cianuro y otras crónicas ambientales, Nilton Deza (2001), Ed Universitaria UNC, p.54

[5] Oro, cianuro y otras crónicas ambientales, Nilton Deza (2001), Ed Universitaria UNC, pp.169-179.

[6] Manhattan Sechura Compañía Minera S.A., Estudio de Impacto diciembre 2002, fig. 4.13

[7] Oro, cianuro y otras crónicas ambientales, Nilton Deza (2001), Ed Universitaria UNC, p.124

[8] Oro y sangre de Amayapampa y Capasirca, Rene Núñez y Carlos Jungwiry (1997), Centro de ecología y pueblos andinos, Oruro: Bolivia, 55-59.

[9] Manhattan Sechura Compañía Minera S.A., Estudio de Impacto diciembre 2002, 4.2

[10] Oro, cianuro y otras crónicas ambientales, Nilton Deza (2001), Ed Universitaria UNC, pp 130- 131.

[11] Oro y sangre de Amayapampa y Capasirca, Rene Núñez y Carlos Jungwiry (1997), Centro de ecología y pueblos andinos, Oruro : Bolivia, 55-59.

[12] Procesos mineros e impactos ambientales en Chile, J.G. Muñoz (1997), Observatorio latinoamericano de conflictos ambientales, p.25

Informaciones relacionadas

Alojamiento e impulsión proporcionados por Yahoo! GeoCities. ©2001-2002 Nelson Peñaherrera Castillo. © 2003 factortierra, una división NPC. Derechos Reservados
Yahoo!: Política de privacidad