Lo que se hereda no
se hurta
Nelson
Peñaherrera Castillo
Tambogrande,
Piura
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Fragmento del facsímil de la lista de
firmas. Los espacios de la derecha no son rúbricas,
sino señas del secretario de la comunidad de Locuto
indicando que los espacios llegaron vacíos. |
Edgardo
González Seminario es un comunero de Locuto que está muy
preocupado por el futuro de su gente.
“Nuestras
familias y nuestros hijos vivimos con recursos muy escasos y
limitados por falta de un trabajo que nos permita vivir, educar
y alimentar adecuadamente a nuestros hijos para ofrecerles un
futuro mejor”, afirma en un comunicado firmado el pasado lunes
8 de marzo.
Sostiene
que la sequía que actualmente vive la zona es uno de los
factores que agudizan la crisis económica de las familias, que
tienen como única fuente de sustento el trabajo que les pueda
proporcionar el valle de San Lorenzo, que está cruzando el río
Piura.
La
sequía no le permitirá tener mayor producción de algarroba y
mucho menos obtener camotes (batatas) de los huertos que
usualmente se construyen a orillas del río, aprovechando el
mayor flujo de agua.
Por
eso, González junto a Donatila Nima Córdova, Armando Huertas
Montero, Arnulfo Maza Córdova y
Javier Montero Alvarado se presentaron el secretario de
la comunidad de Locuto, Leonel Temoche Mendoza para entregarle
la carta en mención.
Allí
aseveran que los comuneros “creemos que para buscar desarrollo
y mejores condiciones de vida es necesario la inversión privada
para crear trabajo”. Asimismo instan a cuidarse de “los
discursos políticos ideiológicos de algunas personas u
organizaciones que tienen intereses particulares”.
¿Estos
argumentos le suenan conocidos? Hay algo más: la solicitud
presentada por González y sus compañeros está acompañada de
cinco folios de planillas de firmas que contienen los nombres,
documentos de identidad y caserío de residencia, pero no están
las firmas; de hecho, los casilleros están listos para firmar,
pero nadie lo hizo.
¿Por
qué tendrían que entregar un documento en ese sentido, esto
es, listo para firmar? ¿Acaso la gente que allí se consigna no
estaba enterada que sus nombres figuran en la lista? ¿De qué
se trata todo esto?
Lesionó intereses
Según
el presidente de la comunidad Apóstol Juan Bautista de Locuto,
Francisco Juárez Juárez, Gerardo González Seminario fue
declarado vacante del cargo de secretario de su organización
luego que éste abandonara su cargo y ‘lesionara’ los
intereses de su gente al apoyar el trabajo de Manhattan
Minerals.
El
19 de enero pasado, Juárez anunció que la comunidad se
ratificaba en “la defensa de la integridad del territorio
comunal frente a cualquier amenaza de fuerzas extrañas y el
rechazo de toda actividad minera y el respeto a la consulta
vecinal” del 2 de junio de 2002, según un acuerdo de
comuneros adoptado el 21 de diciembre de 2003.
Ese
mismo 19 de enero, la comunidad de Locuto anunciaba que
delegados de los anexos que se comprometieron a apoyar a
Manhattan fueron removidos de sus cargos.
La
minera canadiense ha terminado sus trabajos de exploración en
el depósito B-5, que ellos llaman El Papayo, y donde pretenden
explotar minerales. El gran problema es que en las últimas
semanas gran parte de la comunidad se opuso a esas tareas, y negó
que la estén apoyando.
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Durante la administración de Lawrence
Glaser se dio el caso de las firmas falsas. ¿Cuál era
la estrategia en Locuto? |
Good-bye,
Mr. Glaser
Por
su parte, Manhattan ha decidido administrarse una gran dosis de
realismo y está pensando seriamente en alistar maletas e irse
con su música a donde le quieran creer.
De
hecho, un comunicado de la empresa establece que están
comenzando a evaluar la posibilidad de ir a explotar oro y cobre
en otros países, sin contar que su último presidente Lawrence
Glaser dejará el cargo el 31 de marzo próximo. La empresa no
ha especificado sin Glaser fue despedido y si renunció.
Pero
en un comunicado el aspirante a un doctorado (por el trabajo en
Tambogrande) sostiene “las compañías no deben ser tímidas
al hacer ajustes y adquirir habilidades de gerencia necesarias
para construir valor y moverse en direcciones rentables en forma
rápida”.
“Habiendo
pasado los últimos tres años trabajando exclusivamente en los
recursos peruanos de la compañía, es importante que la compañía
tenga a la gente y acceda a adquirir exitosamente recursos
adicionales [¿otros países?] mientras continúa avanzando en
Perú”, ha dicho Glaser.
Un problema de
firmas
Pero
antes que Glaser se vaya, sería saludable que la empresa aclare
qué relación tienen con Edgardo González y por qué esta
persona presenta un memorial con listas de comuneros pero sin
firmas.
En
diciembre de 2002, la Coordinadora para el Desarrollo de
Tambogrande comenzó a recolectar firmar en la ciudad y
alrededores para demostrar que el proyecto minero en esa ciudad
tenía licencia social.
Sin
embargo, el Frente de Defensa y Diaconía para la Justicia y la
Paz descubrieron que gran parte de las firmas eran falsas y en
muchos casos pertenecían a personas muertas hace más de diez años.
Ante
la presión de la comunidad, la Defensoría del Pueblo investigó
más a fondo y descubrió que 62 por ciento de las firmas eran
falsas y el 18 por ciento, inválidas (noticia).
Según
Liliana Alzamora de El Heraldo Verde, nuestra afiliada en
Tambogrande, el caso fue denunciado ante el Poder Judicial pero
está estancado actualmente.
El
caso de las firmas falsas fue uno de los factores que restó
credibilidad a la minera y junto a la oposición popular propició
su caída que el gobierno peruano avaló en diciembre pasado.
Ahora
nadie explica qué significan las firmas incompletas, pero
conociendo los métodos de trabajo de Manhattan no se descarta
que estén cometiendo los mismos errores que han terminado por
convertirla en un buen ejemplo de una mala administración. ¿Por
eso se va Glaser?
Manhattan
dice que ha retenido a dos asesores para ayuden a revisar los
planes de la compañía con el fin de apostar por proyectos
rentables que permitan tener satisfechos a sus accionistas. Pero
con todo este perfil ¿usted se animaría a invertir en esta
minera?...
Con
informaciones de Lupo Canterac en Tambogrande.
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