Los cuarteles militares en México,
cárceles clandestinas, asegura Amnistía Internacional

 

¤ Documenta diversos casos de tortura en informe sobre derechos humanos

Los cuarteles militares en México, cárceles clandestinas, asegura Amnistía Internacional

¤ A las sesiones acudían varios médicos que asistían a los torturadores, asienta un testimonio

VICTOR BALLINAS

Los cuarteles militares han sido utilizados como centros de detención clandestina. "Pocas personas que quedaron en libertad tras su desaparición han confirmado los horrores que padecieron en ellos, y que había negado la autoridad", señala Amnistía Internacional en el informe México. Las desapariciones: un agujero negro en la protección de los derechos humanos.

desaparecidos3Ejemplifica con el testimonio de Minerva Armendáriz Ponce: "tenía 16 años cuando el 18 de octubre de 1973 fue secuestrada por agentes de la ahora disuelta Dirección Federal de Seguridad Nacional (DFSN). La condujeron desde su casa, en la ciudad de Chihuahua, al cuartel de la Quinta Zona Militar en esa entidad, junto con otros dos estudiantes. La interrogaron bajo coacción sobre su actividad política.

Armendáriz Ponce era una persona activa en el movimiento estudiantil en aquel momento, y la acusaron de pertenecer al Movimiento Armado Revolucionario. Fue torturada mientras estuvo recluida en el cuartel de la Quinta Zona Militar.

"Durante el interrogatorio le mostraron fotografías de personas que habían sufrido graves lesiones a consecuencia de tortura, y la amenazaron con que correría la misma suerte.

"Miembros de la Dirección Federal de Seguridad Nacional la llevaron en avión a ciudad de México, donde permaneció cuatro semanas en un centro de detención clandestina. Estuvo recluida en una celda en condiciones de hacinamiento con otras 16 mujeres, cuyo paradero continúa siendo desconocido hasta la fecha. Frecuentemente las hacían permanecer desnudas y después les arrojaban agua con manguera mientras los guardias miraban.

"Todas las detenidas fueron torturadas sistemáticamente durante la reclusión. Minerva ha declarado a una delegación de Amnistía Internacional que a las sesiones de tortura asistían varios médicos que asesoraban a los torturadores y explicaban a las reclusas lo que les iba a ocurrir". Ella sufrió descargas eléctricas, golpes y amenazas de violación. "Aunque lo desconocía en aquel momento, estaba embarazada".

Por el esfuerzo de su madre, las manifestaciones estudiantiles y la presión internacional exigiendo su puesta en libertad, las autoridades la hicieron comparecer en noviembre de 1973." A pesar de la ausencia de pruebas de peso fue acusada de subversión, asociación delictuosa e incitación a la rebelión, y transferida al Consejo Tutelar para Menores Infractores, donde estuvo hasta diciembre de 1973. Después quedó bajo la tutela de dos adultos, con la obligación de comparecer ante dicho consejo todos los meses hasta cumplir los 18 años. Le prohibieron volver a Chihuahua durante cinco años.

"Carlos David Ornelas Armendáriz, hijo de Minerva, nació el 18 de julio de 1974 en la ciudad de México. En los últimos años Minerva y su hijo han padecido diversos problemas de salud, que según opinión de especialistas son resultados de la tortura que sufrió."

A la fecha ningún responsable de la tortura y desaparición de Minerva ha sido procesado.

Después de 24 años, Carlos Alemán sigue desaparecido

"Carlos Alemán Velázquez, de 18 años y estudiante del Instituto Tecnológico Regional de Culiacán, fue detenido el 26 de agosto de 1977 en esa ciudad sinaloense. Agentes de la Policía Judicial Estatal lo bajaron violentamente de un autobús y lo introdujeron por la fuerza en un camión custodiado por hombres fuertemente armados. Posteriormente fue entregado a miembros de la Brigada Blanca. Existen testimonios, certificados por un notario, según los cuales fue visto con vida en 1978 en el Campo Militar Número Uno.

"Tras las peticiones de información realizadas por Amnistía Internacional y su familia, las autoridades mexicanas contestaron que Carlos era miembro de la Liga Comunista 23 de Septiembre y había participado en un enfrentamiento armado con las fuerzas de seguridad en Culiacán el 28 de agosto de 1977. Las autoridades afirmaron que se había escapado y estaba escondido. A pesar de los reiterados intentos por averiguar el paradero de Carlos Alemán, las autoridades no han aportado más datos sobre la suerte que ha corrido y continúa en paradero desconocido. Los familiares no han recibido ninguna compensación o reparación pero tampoco se les ha proporcionado más información sobre la condición de su hijo".

La Jornada, SABADO ¤ 4 ¤ NOVIEMBRE ¤ 2001

Ir a página principal