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La
cepa de ántrax
que ha causado la muerte
a cuatro personas e infectado a otras trece
en Estados Unidos proviene de una variedad
aislada en 1950 en Iowa (EEUU), que fue
distribuida posteriormente a todo el mundo
por los laboratorios de este país, según afirmó
el viernes 2 al diario francés Le Parisien
la investigadora del Instituto Pasteur
Michèle Mock. |
Miércoles, 31
octubre 2001
REDACCIÓN, IBLNEWS
La profesora Mock
aseguró que todas las esporas de ántrax encontradas
en las víctimas que se han producido en los Estados
Unidos pertenecen a la variante "Ames",
aislada en 1950 en el estado de Iowa. Esta cepa fue
retenida en un primer momento por el ejército
estadounidense, pero después fue vendida a numerosos
laboratorios -públicos y privados- de África, Asia
y el Mediterráneo, donde era una enfermedad
endémica del ganado.
"Los
iraquíes pudieron conseguirla sin problemas, ya que
en esos momentos eran aliados de EE.UU." dijo la
investigadora francesa, quien añadió que
"otros investigadores estadounidenses también
se hicieron con cultivos de ántrax". Por eso,
Mock considera que el ántrax no ha sido
necesariamente robado en algún laboratorio de
Estados Unidos, ya que "puede provenir de
cualquier laboratorio del mundo que lo haya comprado
antes".
La
especialista se congratula de que la variante que ha
aparecido en Estados Unidos no haya sido
genéticamente modificada, "por lo que puede ser
tratada del modo clásico".
Cientos
de laboratorios disponen de ántrax
Según
publicó Le Parisien, unos 250 centros disponen de
ántrax en Estados Unidos, y cerca de un millar en el
resto del mundo, además de no ser difíciles de
obtener en cualquier laboratorio de microbiología
bien equipado.
Estados
Unidos no cuenta con ningún registro de cultivos de
bacterias y virus potencialmente peligrosos. En 1999,
la administración Clinton intentó regular esta
cuestión, pero el proyecto de ley fue frenado por
los grupos de presión universitarios.
"Hemos
permitido que cualquiera pueda conseguir legalmente
agentes como el ántrax, la peste y el ébola en este
país", se quejaba hace dos años el diputado
republicano Tom Billey, uno de los impulsores del
proyecto regulador.