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ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

 

Y demás/Especial Live 8 2005

 

 

Si Live 8 es la verdadera ONU, ¿para qué sirve la ONU?

 

Desde la escuela primaria se nos recordaba que la Organización de las Naciones Unidas tiene como objeto "la armonía, el diálogo y el estado de Derecho, con especial énfasis, claro, en la paz mundial. Si ubicáramos todo ese discurso en la realidad, se llegaría a la inevitable conclusión que la ONU es un fracaso. Su burocratización y derroche de recursos ha sido denunciado varias veces sin resultado alguno: la retórica en torno a la ONU la ha convertido en un ente intocable por lo que va a ser muy difícil ver algún cambio futuro en tan grande organización.

 

Uno de los motivos centrales al fundarla ONU, según se nos dijo en toda la primaria, "preservar el entendimiento entre las naciones" lo cual en la práctica ha cumplido muy poco: desde 1947, cuando fue fundada, no ha habido momento en que el mundo no tenga conflicto internacional, llámese Corea, Vietnam, la guerra de los Seis Díaz, Oriente Medio, ello sin contar que las grandes potencias no le hacen caso alguno a la ONU, de modo que éste se ha convertido en juguete carísimo financiado por casi toda la humanidad, pues no es sólo la ONU sino también ese paquidermo pálido con sede en París llamado Unesco. Quizá tenga alguna utilidad pero hasta ahorita no la conocemos alguna trascendente.

 

Uno de los secretarios generales más anodinos que ha tenido la ONU es Kofi Anan quien ya desde hace rato debió haber renunciado dados los casos de corrupción y nepotismo que se han registrado en la organización. Pero nada de esto molesta a Annan como tampoco ha habido gran presión internacional que lo orille a renunciar.

 

Durante el reciente concierto de Live 8 en Londres, Annan manifestó muy ufano "estas son las verdaderas Naciones Unidas" ante lo cual, además del enorme cinismo de tal declaración, cabe preguntarse: si un grupo de músicos son capaces de organizar algo que la ONU no ha conseguido en 58 años, qué sentido tiene pues mantener a las Naciones Unidas? ¿Por qué no, mejor, suprimirla o en el mejor de los casos, dejar como secretario general a Bob Geldof, a Paul McCartney, a Dave Gilmour o Björk también en algunos puestos importantes donde, además, nos darían algunas muestras de su talento musical?

 

La ONU ha llevado a cabo muchas obras loables, sin duda, al igual que dependencias suyas la FAO o la Organización Mundial de la Salud. Pero en la ONU urge una poda, Kofi Annann y los maratónicos discursos tercermundistas que se enquistaron ahí desde los setenta hacen que el cuestionamiento hacia la ONU sea imperante hoy. Live 8 y el cinismo del señor Annan no hicieron más que acelerar esta idea.