Reportaje a Marilyn Yalom, autora de "Historia del pecho"

Roxana Kreimer

Mallarmé llamó "veladura erótica" a la región del cuerpo que concita el interés sexual: los pies pequeños en China, la nuca en Japón y las nalgas en Africa son fetiches eróticos no menos estimulantes que los pechos para Occidente. Marilyn Yalom, investigadora de la Universidad de Standford, advierte desde las primeras páginas de su libro Historia del pecho que la visión sexualizada del pecho no es universal.

De paso por Buenos Aires, esta autora que también ha publicado La revolución francesa en la memoria de las mujeres y Maternidad y mortalidad en los escritos sobre la locura, habló sobre los tres vectores a partir de los cuales se ha representado al pecho femenino en Occidente, casi siempre desde una perspectiva masculina: el "pecho erótico", el "pecho nutritivo" y el "pecho patológico".

El "pecho erótico".

¿Por qué en Occidente hubo épocas en las que los pechos grandes fueron los más apreciados, y otras en las que resultaron más atractivos los pechos pequeños?

Durante la Edad Media la mujer más honrada era la de trece o catorce años. A esa edad se casaba, concebía un hijo, y probablemente moría a los veinticinco años, de modo que los senos más atractivos eran los pequeños. Eso es evidente en las imágenes y el la poesía del medioevo. Cuando el promedio de vida se extiende y el acento comienza a ponerse ya no en la esfera espiritual sino en la material -tal es el caso del Renacimiento- el ideal de mujer cambia y se impone la moda de los pechos grandes. En el siglo XX hemos tenido breves períodos en los que estuvieron de moda los senos pequeños: uno de ellos fue la década del ´20, y otro fue el de las postrimerías de la década del ´60, cuando se impuso la moda unisex al amparo del modelo de Twiggy. En estos dos períodos las mujeres estuvieron interesadas en asimilarse al hombre en su vida profesional y económica, y dado que los senos aparecen como un rasgo tan marcado de femineidad, trataron de ocultarlos. Tras la Segunda Guerra Mundial, cuando irrumpen en la escena pública mujeres de grandes senos como Marilyn Monroe y Gina Lollobrigida, se impone la imagen femenina de objeto sexual, la de una criatura doméstica que nació para servir a los deseos del hombre. Durante los períodos conservadores de Reagan y Bush, después de la época de moda unisex de los sesenta y setenta, retorna la moda del pecho ampuloso a través de los implantes mamarios.

¿Los escritos de Freud modificaron la imagen erótica del pecho femenino en la cultura occidental?

Para Freud el pecho femenino tiene una importancia capital, básicamente como primer objeto de seducción. A su entender el bebé no experimenta el pecho solo en su sentido nutritivo, sino también en su connotación erótica. Pero como en otras de sus obras, usualmente Freud escribe para los hombres, y en mi opinión siempre se equivoca en lo que respecta a las mujeres. Puede ser muy cierto que en la psiquis del varón adulto la imagen del pecho sigue siendo la imagen de la madre. Sin embargo, creo que esto no es así en el caso de las mujeres, ya que ellas desarrollan sus propios senos y no los consideran objeto sino sujeto de placer.

¿Tiene género la sensiblidad de los pechos?

Algunos hombres experimentan una gran sensiblidad en los pechos. Sin embargo, los pechos son considerados como un foco erótico exclusivamente femenino. Creo que esto es así porque se trata de un rasgo tan identificado con la mujer, que los hombres se sienten incómodos pensando en el placer que podrían obtener a través de sus propios pechos. Los gays se lo permiten, quizá porque son los que pueden librarse con más facilidad de la imagen arquetípica del macho. En relación a este tema también es importante tener en cuenta que aunque la mayor parte de las mujeres sienten placer cuando sus pechos son estimulados, algunas manifiestan desagrado. Un gran error que cometen los hombres es el de pensar que las mujeres "se vuelven locas" ni bien el hombre apoya sus manos sobre sus pechos. En realidad son ellos los que "se vuelven locos", y pocas veces se preguntan si a la mujer les gusta ser estimulada de la manera en que lo hacen.

El "pecho nutritivo".

En su libro Yalom señala que el pecho nutritivo, sinónimo de abundancia, fue venerado como signo de supervivencia del pueblo judío, y devino "nutrición espiritual" en la tradición cristiana. Convertido en pecho-estatal por la Revolución Francesa, cuando la madre que amamanta fue identificada con la "ciudadanía responsable" por oposición a la nodriza a la que recurría la aristocracia, la Ilustración representó sus ideales igualitarios con la imagen "nutritiva" de una mujer que ofrenda sus múltiples senos a todos los ciudadanos.

¿Cómo apareció y cómo desapareció en Occidente la figura de la nodriza o "dama de leche"?

Hubo algunas nodrizas griegas en la Roma Imperial, cuando las patricias de las clases superiores adquirieron cierta independencia. Hubo nodrizas en la Edad Media, cuando mejoró la situación económica de la aristocracia, y durante los siglos XV y XVI en Italia, Francia, Inglaterra y Alemania. Su aparición no responde solo a la holgada situación económica de las damas de la aristocracia, sino también al deseo de sus maridos de que no estuvieran permanentemente alimentando al bebé, por un lado porque no querían compartir a su mujer con nadie, y por el otro porque en tiempos de gran mortalidad infantil buscaban asegurarse la descendencia concibiendo muchos hijos, ya que es sabido que mientras la mujer amamanta no vuelve a quedar embarazada. La pareja traía al mundo entre seis y ocho hijos, de los cuales cuatro o cinco sobrevivían. La reacción contra este modelo provino del protestantismo inglés, por contraposición a los católicos, que pagaban a una nodriza para amamantar a sus hijos. Los protestantes creían que el amamantamiento era un deber intransferible de la esposa. Los filósofos ilustrados del siglo XVIII -y en especial, Rousseau- también llamaron la atención sobre la necesidad de que la propia madre amamantara al bebé. Rousseau era suizo, de modo que había bebido la influencia protestante a través del calvinismo, y acorde con su voluntad de volver a la naturaleza impulsó a que las mujeres de todas las clases sociales amamantaran a sus hijos. Las nodrizas desaparecieron también gracias a la pasteurización de la leche: aunque la leche artificial por muchos motivos -afectivos y nutricionales- no es equivalente a la de la madre, es inocua, y a menudo las mujeres que trabajan recurren a ella para aliviar las múltiples presiones que sienten tratando de conciliar las diversas esferas de su vida.

El "pecho patológico".

¿En otras culturas las mujeres realizan tantos sacrificios en honor de la belleza?

Creo que éste es un fenómeno universal. En todas las culturas las mujeres han querido parecer atractivas a los ojos del hombre. Los chinos encontraron eróticos los pies pequeños y las mujeres debieron realizar grandes sacrificios para que el varón se erotizara asimilándo sus pies a las flores de loto.

Llama la atención que los implantes mamarios sean muy comunes aún cuando el cáncer de mama es una de las principales causas de muerte entre las mujeres, y aún cuando algunos médicos presumen que los implantes podrían facilitar su aparición.

No está demostrado que las mujeres con implantes mamarios contraigan con más frecuencia el cáncer de mama. Las enfermedades que sufren con los implantes suelen ser sistémicas, por ejemplo, la de la perturbación del sistema inmunológico. ¿Por qué aún conociendo los peligros continúan agrandándose los pechos? Sería posible formular la misma pregunta en relación a otras cuestiones, por ejemplo al cigarrillo, en cuyo caso, a diferencia de los implantes, está probado que produce cáncer. Las mujeres realizan sacrificios extremos para ser atractivas de acuerdo a un modelo predominante. En las clases medias y altas son capaces de poner en juego su vida con tal de parecer flacas. La voluntad de responder a un modelo establecido, por otra parte, excede la voluntad de agradar a los hombres. En algunas profesiones, por ejemplo en la de actriz o en la de modelo, se exige la correspondencia con los arquetipos de belleza canónicos. En otras ser gordo se convierte en un gran obstáculo. Tener pechos prominentes puede resultar atractivo incluso en el ámbito profesional. Por todas estas razones no es de extrañar que más de 100.000 mujeres en los Estados Unidos se hayan implantado prótesis mamarias.

¿Hubo un período en que las operaciones de implante mamario decrecieron?

Sí, a comienzos de los ´90 el Ministerio de Salud de los Estados Unidos impuso una moratoria porque se presumía que el gel de siloconas podía ser dañino para la salud. Luego se comenzó a realizar un nuevo tipo de implante a base de siloconas, y fue autorizado.

¿Era peligroso este nuevo tipo de implante?

Era menos peligroso que el anterior....

La pregunta no apuntaba a revelar si era menos peligroso que el anterior, sino a la posibilidad de saber si era peligroso en sí mismo.

Algunas mujeres dicen que con el implante han perdido la sensibilidad de sus pechos. Otras han padecido otro tipo de problemas, de modo que los implantes debieron ser retirados en una nueva operación. Creo que se debe advertir al cliente cuáles son los riesgos que corre. Después de haber oído muchos testimonios de mujeres con implantes, les aconsejaría que no rellenen sus pechos con una sustancia extraña al cuerpo. Sin embargo, no son pocas las que prefieren corren riesgos para resultar más atractivas a los ojos de los hombres. Y aunque no todos los varones consideran de capital importancia el tamaño de los pechos de una mujer, e incluso algunos las rechazan cuando se enteran de que sus pechos tienen implantes, otros han llegado a decirme que, si bien les averguenza confesarlo, antes de mirarle la cara a una mujer se fijan en el tamaño de sus senos.