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Aquí iré incluyendo algunos artículos referidos a Fary.

 

Los componentes de la Penya El Fary vibraron con la presencia de su ídolo en Peñíscola.

"El fary es lo más grande que ha pasado por Peñíscola"

Si, el Fary vino a Peñíscola. Víctor Castell, presidente de la "Penya'l Fary", explicó que el fervor surgió hace dos años cuando se encontraban reunidos los amigos en una cena de Navidad, de esas que por la tele echan Galas, fue cuando vieron a El Fary y su garbeo y movimiento les encandiló, según aseguraron momentos antes de iniciar la cena previa al concierto del sábado en Peñíscola. La iniciativa de crear una Peña del polifacético cantante nace en esa cena de Navidad, "empezó como una tontería que fue haciendo una bola que se ha hecho grande y ahora ya está rodando y ya nadie la puede parar". Pero la lucha pacífica por traer a su ídolo a Peñíscola nace a principios de este año cuando deciden dar un paso más, "entendimos que teníamos que ir a más y como a las fiestas patronales de Peñíscola de 1999 no nos dio tiempo de traerlo, por la imprevisión, decidimos en enero intentarlo de nuevo".

Castell explicó que se hicieron la siguiente afirmación "a este tío tenemos que traerlo a Peñíscola y que toda España se entere de quienes somos", fue ahí cuando iniciaron sus reuniones con el concejal de Fiestas, Rafael Suescun para ver si podía conseguir que El Fary viniera a Peñíscola. La actitud del concejal fue prudente y pidió 250 firmas para demostrar que iban en serio. La Peña del Fary trajo 400 "posteriormente nos pidió 500 más y le trajimos 600, fue cuando optó por considerar la propuesta". Actualmente la "Penya'l Fary" cuenta con 150 socios reconocidos, una media de edad de 18 años y como socio honorífico tienen a Mossén Manel, el capellán del pueblo que con su adhesión dio prestigio a la asociación "porque tener al párroco del pueblo en la asociación ya da de que hablar", nos explicaba el presidente.

El momento de mayor éxtasis de esta Peña fue tras la entrevista concedida y la cena, cuando a la hora de los cafés su ídolo apareció en el Restaurante Maite para, antes del concierto, tomar un café y conversar con sus fans, que no terminaban de creerse lo que estaban viviendo. "Es muy fuerte", "no quepo en los pantalones", "Uffff", eran algunas de las expresiones de estos chavales. Tras las fotografías oficiales y de rigor y los obsequios, los miembros de la Peña el Fary, cambiaron el traje por las camisetas multicolores conmemorativas del acontecimiento y que han realizado para todos los seguidores y socios de la "Penya'l Fary", donde en la cara posterior se ve una caricatura de El Fary que va montado en un torito y el nombre de la ciudad delante.

Ya en el Parador de Festes, una macro carpa de 10 metros de altura, nos encontramos con que las expectativas se han cumplido. El Fary consigue abarrotar y desbordar el recinto. Todas y cada una de las 2500 sillas se encuentran ocupadas y la gente opta por bailar por los pasillos. Ante el escenario, una pista concentra a varios centenares de seguidores del cantante, que es recibido con una gran ovación e innumerables muestras de cariño de espontáneos (y espontáneas, que le llenaron a besos). Luís Cantero "El Fary", explicó que "nunca lo olvidaré y prometo escaparme de vez en cuando a Peñíscola para visitar estos chavales tan jóvenes, que me han rejuvenecido, son como mi propios hijos, son encantadores".

Ya por la noche, los miembros de la Peña debieron dormir, a gusto, cansados tras el concierto, pero satisfechos de a sus 18 años haber logrado que toda Peñíscola terminara reconociendo que El Fary es genial, simpático y cuenta con numerosos seguidores en la ciudad en el mar.

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EL CLAN FARY EN EL POLÍGONO

El poder de atracción del autor de torito bravo vive un momento álgido. a su alrededor, gravitan su hijo, Javi Cantero, y otros satélites.

Texto: M. C.

Aunque resulte difícil de creer, El Fary es el artista más ‘indie’ de España. Tiene compañía propia, con la que graba sus propios discos, descubre nuevos talentos (novísimos, como Melody, 10 añitos de cantante con un exitazo ya a sus espaldas: ‘El baile del gorila’) y ha producido, por la vía biológica al menos, a una nueva estrella que lleva su apellido. Luis Cantero, alias ‘El Fary’, es el padre de Javi Cantero, al que aún no se le ha adjudicado apodo, pero que ya ha grabado su primer elepé que lleva por título su propio nombre.

Jersey gris perla de punto metido por dentro de un pantalón vaquero negro y botines de chúpate la punta con un tacón de vértigo. El dueño de ese estilismo pasea sus 64 primaveras por un polígono industrial de Madrid cercano a San Blas. Le acompaña un chaval de 18 tacos de pelo largo, pendiente en una oreja y cadenón de oro del que cuelga un rostro de Cristo del tamaño de una moneda de 500 ‘pelas’. El mismo chaval que ha compuesto una letra en la que se dice: “Y le digo a mi papá: / otros días me he tomado algo, / pero es que hoy / no he bebido nada”. Junto a ellos está uno de los responsables de la ‘disquera’ (Muxxic), que ha grabado el primer trabajo del jovenzuelo, fiscaliza con su presencia todo lo que va a ocurrir. Se trata de realizar una sesión fotográfica que ilustre el universo Fary. La revolución en el polígono.

Las primeras fotos se toman en un conocido restaurante de la zona. Padre e hijo son recibidos como si la mismísima Madonna se paseara por Recoletos. “Si lo sé, hubiera ido a la peluquería”. Palabras de una señora que insiste en fotografiarse con sus ídolos. “A ver si nos vemos en uno de los puestos de caza, la cosa está de tórtolas hasta arriba”, le suelta al Fary un mecánico de un taller cercano. Casualidades de polígono, son compañeros cazadores. Entre toma y toma, el Fary saca un peine del bolsillo posterior de sus ‘jeans’. El flequillo del Tony Manero de Las Ventas se ve azotado por la brisa ‘marina’ del polígono. La pareja posa frente a un Rolls Royce descuartizado en un taller; frente a un cartel de menú del día; frente a una plancha metálica que pasaba por allí; tomándose unas ‘coca-colas’ en la barra de un restaurante. Prueba superada. El aire del polígono queda perfumado con el inconfundible olor a fenómeno popular.

Y es que hay que reconocerle el nivel de fenómeno a este hombre que recibió su mote por “imitar a Rafael Farina”, como él mismo reconoce, desde sus principios hace ya 33 discos y 40 años de vida musical. Ha montado una discográfica independiente llamada Carabirubí con la que no sólo ha producido su último trabajo, ‘Sin trampa ni cartón’; también se enamoró del desparpajo de una niña de 10 años de Sevilla que ha logrado situar su primer trabajo ‘De pata negra’ en el número 15 de la lista de superventas. Más todavía. Este hombre hizo caso a Conchi, su mujer, y cierto día se detuvo frente a la puerta cerrada de la habitación de su hijo mayor, que se escondía de su progenitor. “Me daba mucha vergüenza que mi padre me escuchara cantar”, afirma Javi Cantero. “¿Pero tú has escuchado al niño?”, dice El Fary que le dijo su mujer. “Me daba mucho miedo que el Ratón (así llama cariñosamente a su hijo) hiciera el ridículo”, sentencia.

Salvando por medio de un teléfono la distancia que separa el polígono de Dos Hermanas, esa localidad a la que los sevillanos se refieren con el cariñoso nombre de “cuatro tetas”, Melodía Ruiz Gutiérrez, alias ‘Melody’, dice: “Si es que es un señor muy cariñoso, le gustan mucho los niños y es mi descubridor. Me pasé cinco meses en su casa y me encantaba decirle: ‘Fary, pon ese pedazo de disco que has hecho o el del Javi en el casete’, cuando me llevaba en su Mercedes 500 de color gris”. Un amor de cría, la verdad.

El Fary prefirió pasarle a su hijo a Muxxic, antes que producirlo él. “Ellos saben muy bien los cominos que entran en un cuarto kilo”, sentencia para justificar el hecho. “La niña es un pedazo de artista”, dice refiriéndose a Melody. “Y yo estoy preparando un disco”, en referencia a sí mismo. Los tres son como pan tierno. Los tres parecen buena gente. Los tres, parte del universo Fary.

Javi Cantero sonríe a la cámara, mientras su padre se acicala.

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Fiestas patronales de San Antolín

De coplas con El Fary

El popular cantante se enfrentó a un sonido escaso y el numeroso público bailó como pudo el 'Torito bravo'


Texto de Roberto Terne. Fotografías de Ricardo Otazo.

De blanco radiante para que se le viera. Sonriente, feliz y cercano al público, Luis Cantero alias El Fary salió anoche al escenario de la Plaza Mayor con ganas. Hacía mucho que no venía a Valladolid. Casi ni se recuerda su anterior visita a la ciudad a finales de los años setenta, cuando su patrimonio artístico era sólo del privilegiado sector de las casettes y de las gasolineras. Sin embargo, anoche, bajo la presentación de la Cadena Cope, El Fary tuvo a sus pies a un público tan mayoritario como diverso. Desde chavales que le descubrieron gracias a Torrente, hasta cuadrillas de matrimonios ansiosas por bailar la del 'Torito bravo'.

Desgraciadamente, lo que se avecinaba como una de las noches más auténticas, populares y también divertidas de las fiestas, acabó quedándose a mitad del camino esperado. Durante la primera parte del concierto, el volumen del sonido fue tan escaso que provocó las protestas del público situado en las medias filas. Afortunadamente, desde la mesa de sonido se solucionó algo la cuestión, pero... ya habían transcurrido más de tres cuartos de hora de concierto. No fue lo esperado. Está claro que la música de El Fary no exige los watios de la 'Paradance', pero sí requiere –como la de cualquier artista– un volumen lo suficientemente alto como para que sus canciones se vivan con alegría y jolgorio, no con la concentración del que quiere, pero no puede oir.
Fiesta final

A pesar del desencanto inicial, el artista logró finalmente hacerse con el público. Los watios fueron apareciendo ligeramente y las coplas de El Fary consiguieron retomar cuerpo. No faltaron sus 'hits'. Hubo canciones dedicadas a todos y todas. A mujeres celosas y campeones del salto del tigre. A camioneros, taxistas y marineros. A toros sementales y aspirantes a cantantes. A amas de casa y chiquillos en celo. Son los personajes de las canciones de El Fary, que anoche salieron de su cancionero de coplas para intentar divertirse con el pueblo. Y al final, todos parece que lo lograron a pesar de las adversidades. Claro, que para combatir contra lo que nos echen, El Fary tiene rodaje y simpatía a raudales. Bien vale una sonrisa del señor Cantero y unos cuantos piropos lanzados a los pucelanos para cerrar la noche con dignidad.

Esperemos que no pasen otros veinte años para volver a ver a El Fary. Y si viene pronto, que el sonido haga justicia. La espinita de ayer noche es lo bastante considerable como para que sus crecientes fans reclamen una revancha cercana.
Menudos son...

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«Ya no soy un chaval»

‘Torito guapo’ le convirtió en estrella y su carisma transformó a El Fary en un icono de la España de los últimos 25 años

Texto de Javier Santos. Fotografía de El Norte.

El Fary posa sentado en el taxi que conducía en la serie 'Menudo es mi padre'.

SIN trampa ni cartón, así se presentará El Fary en Palencia estas fiestas de San Antolín. La cita tendrá lugar el próximo domingo día 2 de septiembre en el escenario de la Plaza Mayor. Entonces sonarán temas como ‘Torito bravo’ o ‘Apatrullando la ciudad’, que forman parte del repertorio de este mítico autor rumbero.

-¿Qué tal está resultando la gira?

-Son compromisos que tienes que cumplir con gente que tiene ganas de verte. Hasta el momento, todo está saliendo fenomenal porque estoy llegando con toda la fuerza, y te compensa ver a la gente que disfruta con lo que haces, que es lo que uno busca.

-¿Cuántas galas va a realizar?

-Comencé en junio y estoy hasta últimos de septiembre. En total son 21 galas, ya que intento que el público siga disfrutando con lo que uno hace. Si ahora te pones a hacer 60 galas, a la 30 ya no puedes dar tanto como cuando llevas 20. Es preferible medirte un poquito y seguir levantando a la gente de los asientos. Pero no levantarlos para que te tiren cosas.

-’Sin trampa ni cartón’ es su último disco y ha dicho que es de los que más trabajo le ha costado grabar...

-No, no es de los más duros, lo que pasa es que es uno de los discos con que más verdad voy, porque tengo unos años y tengo que medirme mucho, y porque me entrego en cada actuación. Ya no soy un niño y en cada pelea que echo me voy entregando más y más... Por eso le he puesto ‘Sin trampa ni cartón’ porque está uno con lo que hay, entregado en él.

-¿Qué significa para la carrera de El Fary el haber creado un sello propio como Carabirubí?

-Dependes más de ti que de nadie. Tiene uno más libertad en hacer lo que crea conveniente. Grabas un disco cuando a ti te apetece, con el tiempo suficiente para escoger temas. Luego, además, he tenido la suerte de descubrir a Mélody, la niña del ‘Baile del gorila’. Da muchas satisfacciones el tener un sello propio donde recibes muchas maquetas de la gente, te entretienes mucho escuchando, y lógicamente, dentro de todo lo que te mandan, siempre hay algo que merece la pena. Es una nueva etapa que me motiva.

-¿Le recuerda quizá algo a sus comienzos?

-Me entrego a la hora de escuchar lo que me llega porque en mis comienzos sabía que no escuchaban todo lo que enviaba a las discográficas. En la oficina digo que todo lo que llegue lo guarden y lo tengan a mano para que pueda escucharlo.

Mayores y jóvenes

-Además, se dice de usted que tiene un ‘don’ especial para conectar con los jóvenes...

-En mis conciertos, un 50% del público es gente joven que va a ver al Fary. Creo que hay una conexión muy rápida con ellos. Soy un artista que siempre intenta actualizar su música, dentro de un estilo y un género. Los chavales, de tanto escuchar las cintas y los discos de sus padres, se aprenden las canciones.

-¿Es una manera de sentirse joven?

-¡Claro! Siempre digo que cuando ves a los chavales que te aplauden de esa forma, el público se entusiasma y los jóvenes te gritan, pues uno se crece, ¡joder!, y a mí buena falta me hace. (Risas).

-El Fary es una persona carismática, que cae bien a la gente...

-Uno de los mayores premios es ir por la calle y ver que la gente me quiere, y creo que recíprocamente también les correspondo de la misma forma. Esto se debe a ser uno mismo, porque nunca he considerado que he llegado a hacer nada importante, siempre digo que ojalá pudiera haber hecho más cosas para llegar a los demás. Mi verdadera felicidad se produce cuando veo felices a los demás.

-Ese carisma fue el que le llevó a ser actor... Y funcionó.

-¡Claro que funcionó!, porque estuvimos manteniendo ‘Menudo es mi padre’ con seis millones de espectadores. Tenía mucho temor y respeto a la profesión, pero me insistieron durante un año en hacerla y al final acepté. Grabamos un programa piloto, llevé a mi gente como críticos, y les pareció que iba a resultar. Fue bueno para mí saber que había una ventana abierta para poder hacer otras cosas.

-¿Volverá a televisión?

-Hace 10 o 12 días me ha llegado una propuesta que me interesa y espero que se concrete.

-También ha estado ligado al cine con la película ‘Torrente’, ya que compuso el tema principal y es casi un ideólogo y un personaje dentro de la misma...

-¡Son las cosas de Santiago! ‘Torrente’ es el eterno fan mio que siempre quiere verme y nunca logra localizarme. Además, en la realidad, Santiago es un seguidor mio de toda la vida por mediación de sus padres. Todo lo que sea facilitarle las cosas a la gente y esté en mi mano, lo haré. No conocía a Santiago Segura, y cuando me plantearon hacer la canción dije que no podía. Tuvo que venir él mismo a convencerme. En cuanto a dinero, me dijo que no tenía ‘ni para tabaco’. Me hizo gracia, y un día acepté, y al terminar de grabar ‘Menudo es mi padre’ a las 21 horas, llegué al estudio a las once de la noche y grabé hasta las 3 de la madrugada. El esfuerzo lo hice porque me cayó muy bien el hombre.

-¿Qué quiere que recuerde la gente de Palencia de su concierto?

-Estaré cansado o triste, pero cuando salto al escenario pienso que la gente ha venido a verme y no puedo decepcionarla, y quiero que se queden con el recuerdo de que ahí hubo un hombre que se ha entregado por completo.

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EN CAMISA DE ONCE VARAS / Luis Cantero El Fary

«Los que me dicen piropos son de la ONCE»

 

Para comprobar que El Fary es incombustible, sólo hace falta mirarle los botines, como los de aquel «Torito bravo» que le hizo popular. El cantante del barrio de Las Ventas acaba de autoeditarse su disco «Sin trampa ni cartón». Y así asegura que es él.

 

CRISTINA FALLARAS

 

Si algo tenía claro El Fary es que iba a conseguir que los miembros de su familia durmieran cada uno en una cama. Acertó, y se convirtió en uno de los galanes más atípicos de la llamada canción ligera. Todo porque, asegura, no conoce la envidia y, muy de lejos, el miedo. Será por eso que sale al escenario al grito de «¡torero, torero!».

Pregunta. ¿Le tentó a usted el toro?

Respuesta. Creo que el cincuenta por ciento de los españoles nos hemos sentido toreros y con la toalla en el baño hemos pegado algún lance. Yo, además, nací en Las Ventas y mi padre era un aficionado enorme. El pensaba que yo podía ser torero, porque daba un muletazo a cualquier cosa que veía.

P. ¿Qué les envidia a los toreros?

R. Nada. Les admiro al máximo, porque yo no sé qué significa la palabra envidia, lo digo con el corazón. Es una de las profesiones de más mérito. Llegar a figura en cualquiera de los campos que te metas es realmente difícil, pero sobre todo en el toreo.

P. ¿Qué se lo impidió a usted?

R. Mi meta y mi sueño era conseguir que pudiéramos dormir cada uno en una cama, pero el toreo era una profesión muy difícil. Y, además, dicen que los buenos toreros se crecen una cuarta a la hora de matar, y yo necesitaba al menos dos más.

P. ¿Hay algo que dé más miedo que estar delante de un toro?

R. Sí, la traición de cualquier persona. Y el hambre. Dicen que más cornás da el hambre, y figúrate si yo las he sentido en mis costados. Soy una persona valiente, he tenido miedo a pocas cosas.

P. ¿Se ha sentido muchas veces traicionado?

R. En algunas ocasiones. Cuando haces las cosas con el corazón, te entregas y a veces la gente no lo sabe entender y no corresponde. Eso me ha hecho mucho daño. Pero sigo siendo el mismo, porque a mí el Cambridge de la calle me ha enseñado a conocer bastante bien a la gente.

P. Tiene usted fama de conquistador.

R. La fama no me la puedo quitar, pero es sólo fama. Ojalá me hubiera comido todo lo que me atribuyen. Como hombre, uno ha intentado estar ahí, porque para el hombre no hay mejor cosa que una conquista. Pero me atribuyen muchas cosas...

P. Por algo será.

R. Incluso se llegó a decir que si tuve algo con Ava Gardner. Por nada del mundo, no me hartaré nunca de decir que ojalá me hubiera tocado esa breva, pero que no. Ya dije que sólo había pasado una noche de juerga con ella.

P. ¿Le piropean mucho?

R. Algunas cosas me han dicho, pero siempre he pensado que la gente que me dice piropos pertenece a la ONCE. Pero siempre es actuando. Hay artistas que creen que tienen derecho a que la gente vaya a verlos y se abomban, se sienten por encima. Yo nunca, al revés, siempre agradezco un consejo.

EDUCACION

P. Y a sus hijos, que ya tienen lo que usted quería darles, ¿qué les aconseja?

R. Desde muy niños les he hecho ver que hay mucha gente que no tiene lo que ellos tienen. Que sean sencillos. Que no sean imbéciles, claro, que una cosa no quita la otra, pero que no miren nunca por encima a sus semejantes. Sobre todo, que no se abomben nunca. Pero he tenido la enorme suerte de que ellos no se han abombao nunca.

P. ¿Qué es lo más difícil a la hora de educar a un hijo?

R. Es difícil siempre, pero yo lo tengo más difícil todavía, por esas carencias que tengo, que no he ido nunca a la escuela. A mí, a veces, me traen las notas y me da mucha pena no poderles solucionar ciertas cosas, como otros padres que están preparadísimos. Por eso yo admiro siempre a las buenas personas, pero valoro muchísmo a la gente que está preparada.

P. ¿Cómo le han salido?

R. Uno, el pequeño, un fenómeno estudiando. El mayor, menos. Pero tengo la suerte de que canta enormemente bien. Es un fenómeno, y espero que para el año que viene ya le tengamos un disco en la calle.

P. ¿No será amor de padre?

R. No, hombre, no. No se me ocurriría a mí, conociendo este mundo como lo conozco, si no le viera unas posibilidades tremendas. Ha salido a su madre, es guapísimo, pero si sólo fuera un chico de marketing yo no lo metía.

P. Y como padre, ¿ha tenido miedo de que le salgan mal?

R. Mucho, mucho, mucho. Porque yo también he sufrido en mis carnes el azote de esta lacra que hay que es la droga, y de que un hijo se te escape de las manos. ¿Cómo no voy a tener ese temor? No se lo desearía a nadie en el mundo. Hay que darles confianza a los hijos, pero a distancia estar siempre vigilante. Es muy fácil que un chaval que todavía no sabe lo que quiere, de adolescente, se deje llevar por los amigos, y en un momento dado se te va de las manos.

P. ¿Cómo se evita?

R. A mí mis hijos me han entendido muy bien y he intentado hablarles muy claro de eso. Pero es normal que se tenga un temor enorme, sobre todo en esta época tan terrible para eso.

LEGALIZACION

P. ¿A qué cree usted que se debe?

R. Han sido cuarenta años de represión y luego ha venido la democracia con una gran apertura, y digo yo que se llegará a asimilar todo esto más tranquilamente. Los chavales, poco a poco, llegarán a entender que la droga no lleva a ningún sitio.

P. ¿Hay soluciones?

R. Lo que más perjudica a las criaturas es eso de que cueste tan cara. Si la droga se vendiera libremente, a tus hijos no se la iba a ofrecer nadie. Podrías decirles que no fueran a comprar una cosa que se llama heroína o cocaína o como sea, porque es veneno, de la misma forma que no les da por comprar arsénico.

P. ¿Legalizar la droga mejoraría la situación?

R. Sería mejor para todo el mundo. No habría robos. Se eliminaría la delincuencia que trae consigo y que la gente entrara en la droga. Si los drogadictos sólo quieren vivir su vida, quienes la venden son los que viven de eso, los que tienen intereses. Estaría bien que pudieran hacer un debate con esto y dejarlo libre.

P. ¿Se le puede ver a usted triste?

R. Yo estoy feliz cuando veo que la gente es feliz. Yo sigo siendo aquel chaval que tenía inquietudes y Dios me ha dado la suerte de poder transmitirlas.

P. El chaval que se colaba en la plaza de toros.

R. Sí, subiendo por los dibujos de la muerte para colarme aquí en Las Ventas me he jugado la vida.

P. ¿Se la jugaría ahora por algo?

R. Por defender cualquier causa justa. Cuando he visto una injusticia he peleado con personas que me han sacado dos cuerpos.

P. ¿Qué es una causa justa?

R. Luchar contra los abusos de fuerza y los abusos de poder, que me hacen saltar la sangre. Hay mucha gente que por su condición, aunque esté vacía por dentro, se cree con el derecho a humillar a los demás. Contra ésos me jugaría la vida.

Pie de foto titulada

Pases de flequillo en Las Ventas. A las seis de la tarde la arena de la plaza de toros de Las Ventas ardería si pudiera. Es allí donde El Fary ha decidido retratarse, porque es el barrio donde nació y porque se pirra por los toros. Así que, en cuanto pisa el albero, se anima el cantante y se marca unos pases, ignorando los restos que alguna res desconsiderada le ha dejado de recuerdo. Con el empeño, acaba olvidando hasta la preocupación porque no se le despeine el flequillo.

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El Fary, orgulloso de la carrera profesional de su hijo, Javi Cantero
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MADRID, (EUROPA PRESS)
El Fary acudía ayer junto a su esposa al cumpleaños de su gran amigo Manolo Royo. El cantante no puede ocultar el orgullo que siente de que su hijo, Javi Cantero, siga sus pasos en el mundo de la música y haya comenzado una carrera profesional con la que ya ha cosechado grandes éxitos.


Entrevista

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- ¿Estás contento con la carrera musical de tu hijo?
Es otra doble felicidad porque un padre se debe sentir orgullosísimo cuando ve que su obra tiene continuidad y quien mejor que un hijo que pueda seguir por allí y ha caído muy bien a la gente porque es lo mas normal del mundo
- ¿Le echas de menos cuando se tiene que ir a cumplir con sus compromisos profesionales?
Sí, ahora acaba de venir de los carnavales de Canarias. Ha estado en los carnavales trabajando y venía cansado

- ¿Habéis pensado cantar juntos?
Prefiero que sea él el que se labre el camino y yo me he quitado del camino, yo lo presenté a la casa y la verdad es que le ha ido bien

- ¿Qué consejos le has dado?
Los mínimos, es un chaval que tiene una capacidad enorme como persona y como artista