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¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS EN LA PERSONALIDAD DE UN DIRECTIVO EXITOSO?
En primer lugar debe tener un alto espíritu de superación y deseos de desarrollar al máximo sus talentos y habilidades.
La complejidad de la vida moderna hace necesario que un directivo posea determinados conocimientos especializados. Por otra parte el ejecutivo debe saber más que el resto de las personas que están a su alrededor y poseer un grado de eficiencia superior, factores básicos para alcanzar el éxito.
La vida moderna exige al directivo una mayor visión para poder desenvolverse en forma óptima. Las decisiones que deben adoptar tienen que estar apoyadas en criterios mucho más complejos, de manera que una persona que actualmente quiera alcanzar el éxito tiene que estar dispuesta a realizar grandes esfuerzos para su mejoramiento personal. En la empresa tradicional bastaba con una fuerte ambición y una gran capacidad de trabajo. El directivo moderno debe, además, aumentar permanentemente su formación ya que su radio de acción es muy diversificado.
Como se dijo anteriormente, las empresas e instituciones están saliendo de su esfera de acción local y se están proyectando en el ámbito nacional e incluso internacional. Para ello el directivo debe conocer idiomas, debe seguir con mucha atención el curso de los acontecimientos en la esfera de su actividad y debe estar en condicionen de adaptar su comportamiento a todos los cambios que se originen en el marco en que se desenvuelve su organización.
Un directivo debe dedicar parte de su tiempo a leer revistas especializadas, participar en seminarios, asistir a ferias, etc.
Característica 1: El directivo exitoso debe tener un alto espíritu de superación y deseos de desarrollar al máximo sus talentos y habilidades.
El espíritu de superación es lo que ha permitido que personas que no tuvieron la posibilidad de adquirir una educación completa hayan compensado esta desventaja, estudiando intensamente todo lo relacionado con su actividad.
Ello les movió también a rodearse de especialistas que pudieran asesorarles en aspectos concretos.
De esa manera pudieron aprovecharse de valiosas experiencias y suplir su desventaja inicial.
Una segunda característica, fundamental en el éxito de un directivo, es la de poseer una personalidad agradable que le haga capaz de lograr la colaboración tanto de sus subordinados, como de jefes, colegas, o de las personas con las que está vinculado en el exterior.
Las empresas o instituciones modernas ya no están aisladas. Su éxito depende de la forma como otras personas reaccionen con respecto a la actuación del directivo.
Por este motivo el poseer una personalidad que provoque la así llamada empatía de parte de quienes están en contacto con él, es decisiva para que el directivo alcance el éxito en el desempeño de sus funciones.
Característica 2: El directivo debe poseer o cultivar una personalidad agradable que promueva la colaboración.
Otra característica importante es la de poseer imaginación y espíritu creador.
El directivo debe visualizar el futuro inmediato y también los condicionantes de su actividad a largo plazo. De esta forma estará en una posición favorable para hacer frente a todas aquellas situaciones cambiantes y que exigen una rápida toma de decisiones.
Por otra parte debe poseer o desarrollar un espíritu creador que le permita improvisar nuevas alternativas.
La mayor parte de los ejecutivos tradicionales no han desarrollado este espíritu creador. Frente a diferentes problemas se dejan vencer por el desaliento y frenan sus iniciativas.
El directivo moderno da un paso más y apela a soluciones no convencionales, que son las que en muchos casos han abierto grandes perspectivas a la Humanidad.
Muchas instituciones o empresas modernas han establecido Unidades de Desarrollo, a cargo de personas con espíritu creador y a quienes dejan libres para que su mente inquieta desarrolle al máximo su creatividad.
Walt Disney contrató a Gordon Cooper, uno de los primeros astronautas norteamericanos, como Vicepresidente de Investigación y Desarrollo dándole un impulso extraordinario a nuevas iniciativas de recreación, no sólo relacionadas con su especialidad.
Característica 3: Un directivo moderno debe poseer o desarrollar su imaginación y espíritu creador.
Esto nos lleva a otra característica, que es la de poseer un alto grado de adaptabilidad para poder lograr hacer frente mejor a las condiciones variables que ofrece el mundo moderno. Es muy difícil que un ejecutivo tenga éxito si no es capaz de adaptarse a nuevas corrientes de pensamiento, a nuevas ideas que planteen personas que están a su alrededor, a los cambios que se originen en los productos o servicios con que ellos están tratando.
Esta falta de adaptabilidad es la que ha impedido el que muchos ejecutivos tradicionales aprovecharan oportunidades extraordinarias.
En el mundo moderno lo que puede parecer imposible en un momento dado, es algo corriente poco tiempo después. Lo importante es tomar lo imposible como algo normal y adaptarse a las nuevas ideas.
Característica 4: El directivo debe poseer un alto grado de adaptabilidad que le permita aceptar cambios en su actividad y tomarlos en consideración para lograr unos mejores resultados.
Otra característica del directivo exitoso es su mayor capacidad de trabajo.
Esto quiere decir que el directivo debe trabajar más y mucho más seriamente que lo que hacen las personas de nivel intermedio o colegas que no quieren aprovechar las oportunidades que se presentan en la vida moderna.
El directivo que se ciña rígidamente a su horario, que no está dispuesto a responder a situaciones de emergencia, es un ejecutivo que no tendrá posibilidades de mejorar su posición.
Como se mencionó anteriormente, ninguno de los grandes hombres que más han destacado en Estados Unidos, eran personas que trabajaban sólo ocho horas al día. Algunos exageraban, como Edison que llegó a estar cuatro días sin dormir, detrás de uno de los miles de intentos que realizó hasta crear la bombilla eléctrica.
Característica 5: Un directivo debe poseer una gran capacidad de trabajo si quiere aprovechar las oportunidades que se presentan en su actividad.
Otra característica que debe poseer un directivo que quiere alcanzar el éxito es la habilidad para enfrentarse con asuntos financieros.
Un directivo que no tome en consideración el marco presupuestario de que dispone, que sea irresponsable con respecto a los recursos que se le han asignado, es probable que no esté en condiciones de progresar en su actividad. De la misma manera, un directivo que no es capaz de gastar los recursos que se le han asignado, demuestra incapacidad de ejecución.
El directivo moderno debe tratar de proceder con la mayor rigurosidad en el manejo de recursos financieros, ciñéndose en la forma más ajustada posible al presupuesto y tratando de lograr su máximo rendimiento.
La idea es que logre un manejo apropiado de las principales cifras e indicadores de su actividad y que haga uso de registros de años anteriores para establecer tendencias, proyecciones, etc.
Característica 6: El directivo debe poseer habilidad en el manejo financiero.
Otra característica importante es la capacidad para tomar decisiones en forma correcta y oportuna.
Las cambiantes situaciones a que se ven enfrentadas las instituciones y empresas modernas hace necesario el que con mucha frecuencia se deban adoptar decisiones para aprovechar una oportunidad o para hacer frente a una situación no prevista.
Un directivo que se demora en tomar una determinada resolución o que no es capaz de ver con claridad las diferentes alternativas que se le ofrecen, es una persona que no está en condiciones de alcanzar el éxito en el complejo mundo de la vida moderna.
Con mucha frecuencia se deben adoptar rápidas decisiones, debido a la serie de problemas que pueden presentarse al no tomar una determinación oportuna.
Las dificultades que pueden surgir a consecuencia de ello son incluso superiores a las de tomar una decisión equivocada. Por este motivo debe además ser capaz de asumir el riesgo que provoca una mala decisión en lugar de demoraría y traspasaría a otros niveles con tal de no asumir ese riesgo.
Característica 7: El directivo debe tener capacidad para tomar decisiones en forma correcta y oportuna y asumir los riesgos correspondientes.
Otra característica muy importante para el directivo que quiere alcanzar el éxito es el estar en condiciones de realizar cualquier tipo de tarea o actividad aunque ellas no sean gratas.
Debe por lo tanto, demostrar lealtad a la empresa respondiendo a situaciones imprevistas, que en muchos casos suponen molestias, trabajo fuera de las horas de oficina. viajes que exigen un esfuerzo físico adicional, etc. Si realmente quiere alcanzar el éxito no puede eximirse del desempeño de ese tipo de tareas desagradables.
El directivo debe vibrar con la actividad de su institución, satisfacerse con los éxitos que se logren y tomar los fracasos con la misma preocupación que si fueran propios. No tiene que actuar como un empleado, debe proceder como si él fuera propietario de la organización.
En otras palabras, debe identificarse con su organización mostrando capacidad para asumir nuevas responsabilidades.
Debe estar dispuesto permanentemente a participar en nuevos frentes de la actividad y en este sentido tiene que poseer la suficiente seriedad como para admitir cuando no está en condiciones de sobrellevaría en forma adecuada o cuando se producen fallas en su gestión.
Este sentido de pertenencia de los directivos a su organización es lo que les posibilita para alcanzar el éxito. Las personas rutinarias que se guían por horarios rígidos y por lo que establece el manual respecto a su función, generalmente no progresan.
Característica 8: El directivo exitoso debe tener buena disposición para con su organización y realizar cualquier actividad o tarea, aunque ellas no le sean agradables.
RESUMEN:
El directivo exitoso debe poseer o desarrollar, entre otros, los siguientes atributos en su personalidad: - espíritu de superación, - personalidad agradable, - imaginación y espíritu creador, - alto grado de adaptabilidad, mayor capacidad de trabajo, - habilidad en el manejo financiero, - capacidad para tomar decisiones, - buena disposición.
Convertirse en un directivo exitoso no es imposible si se está dispuesto a reconocer las fallas en el comportamiento y realizar el esfuerzo por corregirlas.
Los atributos negativos en la personalidad pueden ser cambiados en forma más fácil de lo que se supone. Esa es la razón que explica el desarrollo increíble de muchas personas, que no prometían mucho, pero que logran cada día el éxito.
El éxito está al alcance de todos. "Los grandes sólo son grandes porque nosotros estamos arrodillados. ¡ Levantémonos! "
C A S O # 1: Juan Perez es el Gerente General de la mayor planta de semillas certificadas de cereales <<Optima Germinación>>. Llego a este puesto gracias a su parentesco con el principal accionista. Empieza su trabajo muy temprano por la mañana y se preocupa personalmente de atender a los agricultores y de controlar la calidad y el pesaje de sus pedidos. Considera que esta función es la más importante en la planta y le dedica entre cuatro y cinco horas de su jornada.
Después de terminar de atender a los agricultores se encierra en su oficina y dedica otras tres horas en hacer personalmente las cuentas de cada agricultor y atender las consultas de su personal. Ha establecido como una política que nadie puede hacer nada sin que se le consulte y que él debe autorizar con su firma cualquier pago que efectúe la planta.
Hace tres meses el consejo de dirección le pidió un informe en el que plantease recomendaciones para mejorar la rentabilidad de la planta. Año tras año ha ido perdiendo su participación en el mercado debido a la instalación de empresas competidoras que están ofreciendo una gama mayor de productos; semillas de hortalizas, plantas y árboles ornamentales, semillas y bulbos de flores, etc. Juan no ha tenido tiempo para preparar el informe ya que considera que la planta puede mejorar su rentabilidad si aumenta la producción y venta de semillas de cereales. Por eso considera básico tratar personalmente con lo agricultores y verificar que reciban la mejor atención.
Esta es la conversación que sostiene con el Jefe de la planta, Pedro García, a quien conoció hace cinco años cuando era solamente un obrero de la misma. Le nombro Jefe al renunciar el ingeniero Hernández, cuando éste le solicitó un aumento de sueldo.
(Pedro) Buenos días, señor. Tenemos varios problemas en la planta. Hoy hemos entregado menos de la mitad de las semillas que el promedio del mes anterior.
(Juan) ¡Que extraño! Me esmero en atender a cada agricultor y, sin embargo, nos traicionan.
(Pedro) Parece que la cosa se pondrá aun mas fea ya que me contaron que en la planta <<Superior>> les han ofrecido un 20% de descuento a partir del mes próximo.
(Juan) ¡Están locos! ¿Cómo pueden reducir los precios si las semillas dejan tan poco margen?
(Pedro) Es que <<Superior>> gana en los otros productos que tiene. El problema es que yo no se producir semillas de hortalizas, plantas ornamentales, semillas y bulbos de flores como ellos. Las pruebas que hicimos con usted el año pasado nos fallaron.
(Juan) Fue exclusivamente por tu culpa, ya que sabes que yo nunca piso la planta, ni me interesa. Vuelve a tu trabajo y no me molestes más. Dile que pase a ese jovencito que esta haciendo sus practicas y que tiene la cabeza tan llena de humo como tú.
(Luis ) Buenos días, Sr. Perez. Quiero saber si tuvo tiempo para revisar mi tesis. El plazo se me esta acabando y necesito su informe.
(Juan) No he tenido tiempo. A ver si lo veo esta semana.
(Luis) Pero Sr. Perez. Lo mismo me viene diciendo desde hace seis meses. Además, ese estudio puede ser muy importante para su planta ya que sugiere la introducción de otras líneas de productos que tienen un excelente mercado y mayor rentabilidad. Se trata también de la introducción de nuevas variedades de mayor rendimiento, que pueden abaratar el costo de producción.
(Juan) Se equivoca jovencito, se equivoca. Usted está en una planta de semillas y no tenemos nada que ver con esos benditos nuevos productos y variedades de mayor rendimiento.
(Luis) No estoy de acuerdo, Sr. Perez. Nuestra planta podría usar tierras y equipos ociosos obteniendo nuevos productos. En este momento tenemos la mitad de la superficie sin trabajar por falta de mercado.
(Juan) Yo conseguiré aumentar el mercado y no le acepto que me de consejos en ese tono. Vuelva la próxima semana y dispénseme porque estoy muy ocupado.
(Luis) Perdóneme, Sr. Pérez, usted sabe que mi titulo depende de su informe y no quise ofenderle. Volveré otra vez la semana próxima.
(Juan) De acuerdo. Haga pasar a ese señor de la cámara fotográfica.
(Carlos) Buenos Días, Sr. Pérez. Soy periodista y quisiera su autorización para hacer un reportaje sobre su planta. Se comenta que sus semillas tienen cada vez menos porcentaje de germinación y me gustaría saber que hay de cierto en ello.
(Juan) Salga inmediatamente de mi oficina o le saco a patadas. ¡Que se ha creído! Esta es una calumnia de irresponsables como usted. ¡Fuera!
(Carlos) Le aconsejo que vea mi articulo mañana en la primera pagina del Diario.
(Juan) ¡¡Fuera!!
ANÁLISIS DEL CASO:
La primera falla de Juan Pérez fue no tener metas, planes y objetivos que le permitan aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado para su planta.
Por este motivo cada vez ha ido perdiendo terreno. En lugar de introducir otros productos, Juan insiste en seguir sólo con semillas de cereales que son las que tienen menor rentabilidad.
Por otra parte al ganar poco por tener un solo tipo de productos, no puede competir con las otras plantas, que ofrecen mejores precios a los productores.
Es un milagro que no los haya perdido. Tal vez la única cosa buena de Juan es su atención deferente a los agricultores. Que llegado el momento no será suficiente para que sigan vinculados a la planta.
La segunda falla es no tener los conocimientos necesarios, ni tampoco la disposición para adquirirlos.
Ello explica la rigidez de Juan para la introducción de nuevos productos. Simplemente no conoce esos procesos y no ha hecho ningún esfuerzo por estudiarlos. Ni siquiera ha leído el informe del Sr. Luis Suarez, que podría ser una solución para la planta. No ha introducido técnicas que le permitan un uso óptimo del tiempo. No tiene capacidad para transferir responsabilidades o delegar tareas, lo que le distrae de funciones más importantes de dirección.
El hecho que gaste casi ocho horas en controlar la atención a los compradores y preparar las cuentas correspondientes, revela un bajísimo aprovechamiento de su tiempo. Esas tareas podría ejecutarlas en forma perfecta cualquier persona de menor nivel
Juan podría supervisar parte de ella y el tiempo restante dedicarlo a mejorar su organización, haciendo planes, adquiriendo nuevos conocimientos, evaluando la marcha global de la planta, etc.
Juan no planifica apropiadamente sus actividades ni se esfuerza por lograr una estructura organizativa eficiente. La mejor demostración es la forma cómo Juan dirige la organización. Su jornada la gasta en actividades rutinarias y no ha dedicado su atención al informe solicitado por el Consejo de Administración ni al que le presentó el Sr. Suarez. A ese tipo de trabajo que es el realmente básico en la Planta, Juan no le concede ninguna importancia.
Juan no cumple adecuadamente su función en la toma de decisiones. Más bien toma decisiones equivocadas, como insistir en un solo tipo de producto, despreciar el informe del Sr. Suarez, despedir violentamente al periodista, etc
No aprovecha adecuadamente su personal, se manifiesta al haber designado Jefe de Planta a Pedro García, que no tiene ninguna calificación para ese puesto. El haber despedido al ingeniero Hernandez es otro error gravísimo, ya que por ahorrarse un pequeño aumento perdió un profesional capaz de dirigir bien la planta y diversificar la producción; la única alternativa para su empresa.
No manejar las comunicaciones para obtener la máxima colaboración del personal y una imagen positiva en el exterior. Con las tres personas que conversó, Juan cometió errores. A Pedro le increpó su incapacidad de sacar nuevos productos, de lo que Juan mismo es culpable por entregar esa responsabilidad a una persona sin la formación técnica adecuada. Al Sr. Suárez no le estimuló a seguir trabajando en su informe y por el contrario se molestó con sus argumentos, que interiormente, con toda seguridad, consideraba razonables. Lo más grave fue la manera en que trató al periodista, originando un problema mayor, ya que con toda seguridad su reacción será una campaña contra la planta, acusándola de mala calidad de su producto.
Lo que puede significar la ruina de la planta. Una empresa que vende productos como semillas, debe cuidar su imagen de producto de calidad puro, técnicamente intachable.
Basta que la opinión pública empiece a desconfiar, para que la empresa pierda su mercado. En lugar de explicar al periodista que los rumores eran infundados y demostrarle la realidad mediante un análisis de laboratorio, lo puso en su contra, sin tener en cuenta el problema que estaba originando.
Errores adicionales que cometió Juan: El de suponer que lo más importante en la planta es la atención a los agricultores.
Tener la política de que un ejecutivo debe hacer personalmente todas las cuentas de su organización.
Creer que un buen obrero debe tener la oportunidad de ascender en la empresa y ser designado Jefe de Planta sin haber adquirido una formación adecuada para ello.
Es necesario ahorrar al máximo para poder competir y que el reemplazar el ingeniero Hernández por Pedro García significaba una considerable economía.
Es suponer que la introducción de otros productos es poco conveniente, ya que sólo la especialización permite altos rendimientos económicos.
Que el trato autoritario es el único que mantiene la disciplina y e! buen comportamiento del personal.
Y, finalmente, que cuando se emiten opiniones contrarias a la organización se debe responder en forma enérgica y violenta.
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